Belia y Constantine

Y cuando ella ya estaba dentro, espero unos segundos para introducirse a la tina, aunque quedando frente a ella. Le sonrió, quería mimarla y lo haría, tomo con cuidado uno de sus pies para comenzar a masajearlo.

¿Que hac..?-Abrió los ojos, le había sorprendido aquello, ella esperaba sentirlo entre sus piernas, sus manos jugando con su sexo y él estaba... ¿con sus pies? Sonrió para al final rio un poco.-Eres cursi cazador...-Cerró sus ojos-¿Sabes de masajes?

Soltó una risa, sabía lo que ella esperaba y se lo daría, ella tenía que ser un poco paciente.- No mucho en realidad, pero se que puedo hacerlos bien para ti.- Había investigado un poco.- No te preocupes, te are el amor apenas termine con tus pies.- Y le lanzó un besito, porque si, él también quería tocarla por completo.

Belia cerró los ojos y se dedico a disfrutar, era tan agradable sentir esos masajes en sus pies, los disfrutaba, nunca le había prestado la debida atención a esa parte de su cuerpo, por lo menos no como lo hacia con su intimidad o su rostro.-No deberías consentirme tanto cazador, terminaré acostumbrandome.

Continuaba acariciando su plan, entre sus dedos, todo cuanto sus enormes manos podían acariciar. Lo hacia con suavidad, atento a la satisfacción de los deseos de su mujer, optó por pasar al otro pie. Sonrío encantado, mirando con maravilla todo el panorama que la espuma le permitía observas. - ¿debí detenerme, entonces?- cuestionó con una sonrisa más que encantadora, mS bien, excitada.

Ya no puedes detenerte... ahora...-Recargó su nuca contra la bañera.-Solo tienes que complacerme, e-es lo unico que me mantendrá ... mmh...-Se sentía muy bien, en realidad se sentía excelente, nunca le había prestado.. ¿sería que Constantin era un fetichista de pies?

Sonrió de nuevo y continuo acariciando y masajeando la plantas de sus pies. Sabía que ella, por su embazo, sufría algunos cambios, como la hinchazón de pies, la sensibilidad en sus pechos y demás, quería atenderla, hacerle pasar estos últimos meses de la mejor manera.- ¿Qué piensas Belia?

¿Tienes alguna obsesión con mis pies cazador?-Sonrió mientras empezaba a jugar con la espuma, bañando el abultado vientre y dejando caer agua en sus pesados y grandes senos. él tenía razón, todo se inflamaba más en el embarazo.

-...-Se le quedo viendo al recibir esa pregunta. Quiso reír pero se aguanto.- Si, sólo con los tuyos, te lo aseguro.- Agrego con una suave risa que se le escapo.- Aunque, en realidad es con todo tu cuerpo... Quiero tocarlo todo a todos momentos.

Abrió los ojos para verle. Oirle decir todo eso la complacia.-No me desagrada que pienses de esa manera... eres mio, es normal que me desees, soy hermosa Constantin Moncrieft y tu estas loco por mi.-Levantó el pie y con su dedito pulgar con espuma, levantó el mentón del cazador, retandolo de alguna manera.

Constantine no hizo más que tomar su tobillo y besarle el interior del mismo. Continuo hasta llegar a su pantorrilla y no le quito los ojos de encima en ningún momento.- Eres tan presumida, bruja... pero me encantas.- Y le mordió ligeramente. Cons quería jugar con ella.

Abrió los ojos solo para ver sus acciones, sonriendo porque esa respuesta la hacia sentirse poderosa y satisfecha-No sabes cuan presumida puedo ser cazador...-Mordió su labio inferior.-Ahora soy más mujer de lo que nunca he sido jamás. No tienes ni idea de hasta que niveles, puedo llegar a ser perfecta y ponerte a mis pies. Ahogó un pequeño jadeo.-

-Demuéstramelo.- La reto mientras continuaba con aquellos besos. Lamía un poco, mordiá y continuaba avanzando hasta llegar casi a la rodilla de la bruja ¿Qué haría? Lo excitaba sólo imaginarlo.

Sonrió y con su otro pie, empezó a acariciar el pecho del hombre para al final, alejarlo de ella ligeramente.-Continua con el otro pie cazador...-Sonrió de lado.-Lo has dejado muy solo..-No contestó a sus palabras, la verdad no tenía ganas y deseaba seguir jugando.

-....-El cazador sonrió y asintió con la cabeza a los deseos de su mujer. Ella seguro no estuvo de humor y no iba a insistir del todo o bueno, ya lo vería.- Como ordene mi reina.- Dijo con cierta risita y se acerco para acariciarla y mimar su otra pierna.

Que placer! Belia se regocijaba en ese mimo, le gustaba, le agradaba mucho sentirlo.-...-Mordió su labio inferior, su centro estaba caliente, era una reina ¡si, si lo era!-Suficiente.-Dijo mientras bajaba su pie estiraba una mano para tomarlo del mentón y acercarlo a ella.-Es suficiente, mima mi cuerpo entero ahora cazador...-y entonces lo besó.

Y con una sonrisa acepto la orden. Respondió al beso de su mujer mientras que la tomaba de la cintura y con cuidado la acerco más a él, hasta ponerla sobre de él, a horcajadas y comenzaba a rodearle la espalda, acariciarla y pegar su pecho a los de ellas. Si, le gustaba sentir su cuerpo cerca.

Belia sintió una ola de placer cuando su piel acarició la suya. El enorme vientre molestaba el contacto más cercano pero no importaba, había mil y un maneras de sentir placer. La peliblanca empezó a mecerse, sonriendo, acariciando los hombros de él, inclinandose solo un poco para besar su cuello y luego alejarse y lavantarse con la ayuda de sus hombros, volviendose a sentar pero de espaldas a él. Si.. así era más fácil, se acomodó el cabello de un lado para despues tomar las manos de él y llevarlas a sus senos.

Y apenas tuvo su espalda contra su pecho y sus manos contra sus pechos acarició suavemente, porque sabía que estaba de más sensible y no quería dañarle y tampoco quería escucharle quejarse de las maravillas que pretendía hacer con ese enorme par de senos.- Eres tan impaciente, Belia..- y le beso el hombro con cariño.

Ladeo su cuello y suspiró.-No lo soy...-Sus manos sobres las de él empezaron a moverse, lento y delicado, pidiendo más y más de ella... le gustaba en demacia esa sensación.-Ah~...-Mordió su labio inferior.-Es delicioso Constantin....

-¿A no?- Cuestiono dejando ver en su voz un deje de sensualidad. Erotismo y deseo. Acariciaba sus pechos, Apretaba y dejaba de apretar, dejo que sus dedos indices y pulgares jugetearan un poco con sus duros pezones.- ¿Qué cosa, Belia?- Cuestiono mientras se inclonaba para morderla, para besarla y deja marcas en su linda piel blanquesina. Si, como una hermosa muñeca de porcelana.

-Eso...-Suspiró al sentir como sus labios besaban su piel, como la mordían y la hacian suya.-Que toques mi cuerpo Constantin...-Se recargó contra él, lanzando su cabeza hacia atrás, dejando que él disfrutara de su cuello, de toda ella. Sus senos le picaban, sus manos se habían levantado a rodearle la cabeza por detrás, levantando sus enormes y pesados pechos en el acto-Ah~

Sonrió encantado, excitado por la respuesta de su mujer, porque ella con sólo aquel jadeo lo hizo sentir en verdad necesitado de ella ¿Qué sería de él sin esa bruja? Pues supuso que sería el mismo, un hombre sin muchas ganas de hacer algo, sin objetivos, sin metas... ahora las tenía y eran ella y su adorada hija.-A mi me encanta tocarlo, Belia.- Le susurro al oído mientras que una de sus manos se deslizaba por sus pecho, rozando su barriga.- Abre tus piernas, bruja.- Pues sus dedos iban donde su sexo para acariciarle más.

Y las abrió, colocando sus manos sobre las de él, quería estimularse también, le gustaba tocarse, pensar en COnstantin, una fantasía ¿desde cuando? ¿Desde cuando le gustaba hacer tanto esas cosas? -¿Te gusta cazador? ¿Estas tan caliente como yo?-Sonrió de lado, acercando su boca a su cuello y chupando, dejando chupetones morados que tardarían en volver a la normalidad.

Y justo cuando sus dedos llegaron donde el sexo de la albina y ella puso su mano sobre la suya, le dejo manipularla y que si, ella se estimulara con su mano. Si, un juego que incluso a él le gustaba.- Ya te lo dije, me encanta.- Dijo alzando la mirada, dejando su cuello para su bruja. Acerco más su falo duro, palpitante, deseoso de los mimos de esa bruja.- Tan caliente como tu, mi sensual y perversa bruja.