Cys y Freya - 00001(?)

La ninfa bajo con cuidado, recargando su pesó en su pie sano y apoyandose ligeramente en el lastimado. La hinchazón había disminuido y ya no le dolía demasiado cuando se apoyaba.-Gracias.-Susurró mientras tomaba las flores y las colocaba en el mortero, vertiendo un poco de agua y empezando a hacer una pasta verdosa, con algunos puntos rosas por las semillas de aquellas flores.-Ayudarán a cicatrizar, también es coagulante y anesticiante, va a desinflamar todo el área y dejar que deje de sangrar.-Sonrió.

Con cuidado salió de aquel lugar para llegar a la habitación del chico. Tragó lento y tocó suavemente la puerta, esperando tal vez una respuestas positiva.

Lea le había dado un ultimo consejo a la bonita ninfa. "Si no responde, entra, jamas cierra con llave su habitación", y la dejo partir. ella iría a su habitación, necesitaba descansar un poco, Su querido Cys estaba en manos de una excelente mujer.

Cys estaba agirado, dejando que el agua fría mojara su cuerpo. No escucho que llamaban a la puerta pero un intenso olor a rosa le hizo reaccionar abriendo los ojos de golpe ¿Era ella?... ¿Qué pretendía?... joder, no podía levantarse, su cuerpo estaba paralizado.

-V-Voy a pasar.-El hada abrió la puerta.

Sus pasos eran delicados, se movía sutilmente, meneando su cabello y sus caderas como una princesa mágica que... hasta cierto punto lo era. Caminó, el baño estaba abierto, una pequeña luz en medio de toda aquella obscuridad, ¿simpre viviría así? eso no era bueno para nadie, Cys en realidad necesitaba luz, necesitaba mucha luz.-Oh...-Dio un saltó a hacia atrás, volando ligeramente porque había estado a punto de tropezar con un libro.-S-Soy Frejya no... no te haré daño.-Le dijo mientras seguía avanzando, volviendo al suelo con cuidado, sujetando con firmesa aquella pasta verdosa, unas vendas y otras cosas más que llevaba en una pequeña canastilla.-V-Voy a entrar.-Continuó mientras sostenía las cosas con una mano y con la otra, se tapaba los ojos, para no verlo "desnudo".

Miraba fijamente la entrada al baño. Trago saliva y jadeo. No, Cys no estaba desnudo, al menos su parte baja aun estaba cubierta por la tela de su pantalón.- ¿Q-Qué haces... haces aquí...?- Dijo con pesar.-¿Q-Qué h-haces?...- Dijo apenas en una voz audible, temblando, el agua estaba demasiado helada.

La rubia se destapó los ojos poco a poco y luego lo miró, se sonrojo, nunca había visto a un hombre desnudo.. bueno sí, pero no tan atractivo y...-Por Era...-Susurró mientras caminaba un poco más deprisa y tocaba su frente con su mano-Es-Estas ardiendo.-Le miró preocupada y entonces sacó de su canastita una botellita de color crema, había medicina allí.-Bebé por favor...-Se inclinó y con cuidaod tomó su cabeza, acercandola a su boca.-Bajará la fiebre... e-es natural. No te hará daño, lo prometo.-Contestó, ese chico... necesitaba ayuda urgentemente.

Cerro los ojos cuando ella le toco la frente. Fue extraño. Lograba percibir ese delicioso aroma. Uno que lo colmaba de recuerdos tan hermosos que le provocaban dolor y una tristeza profunda.- ¿P-Por qué....-No termino la pregunta cuando ella se acercaba y le ofrecía aquella bebida.¿Qué hacía? ¿Cómo? ¿Qué? No entendía ¿No se había asustado? ¿No era un ser repugnante para ella? ¿Por qué estaba ahí, ofreciéndole medicina, preocupándose... por qué? Dejo que acercara la boquilla de la botella a su boca y que aquel liquido entrara a su boca, hasta su garganta. La miraba, con las pupilas dilatadas... No, él no iba a permitir más... no debía acercarse a él. No una mujer tan hermosa como ella.

Frejya sonrió.-Buen chico...-Susurró con cierta ternura, porque Cys no era malo, ella lo sentía, solo necesitaba algo de luz, algo de luz para ser el grandioso hombre que podía ver en los ojos de Lea.-Te sentiras m-mejor...-Susurró para alejarse y empezar a sacar algunas cosas, vendas, desinfectante. Necesitaba eliminar veneno, ver que más afectaba al lycan porque... ¿era solo un lycan?

Y cuando ella aparto la boquilla de la botella Cys trago y jadeó un tanto mientras aquel liquido hacía de las suyas en su cuerpo. Gruño un poco y cerro los ojos con cierta fuerza. Se limpió la boca con el dorso de su mano y le busco con la mirada.- T-Tu.... no deberías estar aquí... ¿Por qué.... por qué quieres... ayudar... a un.... una criatura c-cómo y-yo?- Maldijo en alemán y se dejo caer aun lado, empapándose aun más porque si, el efecto del medicamento era instantáneo y algo extraño para su cuerpo.

-¿Porque no querría hacerlo?-Se giró a verlo, sosteniendo una venda y un frasquito con desinflamatorio.-¡Cys!-Dijo algo alarmada, llegando a donde él estaba para ayudarlo a sentarse correctamente, tomando una toalla que había entibiado con agua para colocarla tras su cabeza, como una especie de almohada.-N-No deberías moverte tanto.-Le dijo, tocando su pecho con su mano para sentarlo, cuidando de no lastimarlo más, sus heridas aun no se cerraban. Frejya se había acercado, no le importaba ver la sangre, su deber era ayudar a quien lo necesitara y CYs la... la necesitaba ¿verdad?

Y apenas ella toco su pecho el enseguida le tomo la mano y le miro fijamente. Negó con la cabeza.- Vete...- Trago pesado y aparto la mano de la ninfa de él. Desvió la mirada.- Y-Yo... no necesito... ni tu ayuda... ni la de nadie....- Y soltó la mano de Frejya in ser agresivo. La alejo de el y la soltó como no queriendo hacerlo. No se dio cuenta de ellos.-... R-Regresa a casa y... olvida que... nos encontramos...- Y entonces intento ponerse de pie. Tenía que curarse y salir de nuevo, iría de casa y exterminaría a todos.

El hada se hizo un tanto hacia atrás, un poco sorprendida por lo que él intentaba o más bien por lo que él quería decir.-A-Al salir tienes que tener cuidado.-Susurró levantandose, acercandose de nuevo a él.-Las heridas no se cerraran si no se tratan.-Bajó la mirada.-L-Lo que quieras hacer... no lo harás bien si no sanas antes.-Apretó sus labios.-Entre más tiempo t-tomen tus heridas en sanar, m-más tardaras en salir de aquí...-conforme hablaba bajaba un tanto la voz, no quería reprenderlo, ella era una completa desconocida.-S-Si me dejas ayudarte no, no volveré a molestarte.-Lo miró, deteniendo su mano antes de que él saliera de la bañera

Se le quedo viendo después de escuchar sus palabras y estar de pie. Le miraba desde lo alto. Era tan pequeña y tan mona. Llamaba su atención sin ninguna duda y por ello ¿Quería no volverla a ver? Hizo una mueca ¿Por qué se hacía esa pregunta?. Desvió la mirada.- Vete Frejya... yo voy a...-Y no hablo más cuando todo se volvió borroso y resbalo para caer fuera de la bañera ¿Realmente quería que se fuera o, no era sólo una manera de mantenerla ahí junto a él inconscientemente?

-¡Oh por...!-Corrió a socorrerlo, ayudando a levantarse. Cys era pesado para ella, alguien tan ligera y delgada como el hada no podía con una masa de músculos con temperatura y heridas abiertas.-No te esfuerces... por favor-Le pidió de nuevo, sentándolo en el suelo mientras tomaba varias toallas, haciendo un desastre con todas las toallas que tenía en un mueble. El hada las acomodó de tal manera que las heridas no fueran tocadas por el suelo de la bañera, podrían infectarse y era lo que menos quería. Al final solo suspiró, hincandose a su lado para recogerse las mangas de su vestido azul claro.-Esta... esta pasta la hice con las flores que... que m-me ayudaste a recoger.-Sonrió.-¿N-Notas su aroma?-Y acercó el recipiente donde la llevaba.-Su forma cambio pero sigue siendo la misma ¿no es eso maravilloso?

Y Cys no hizo más que dejarse ayudar ¿Qué más podía hacer? ¿Correrla? Ella no parecía ser muy razonable. Gruño molesto y aquejado. Las heridas ardían horrores pero no iba a quejarse o bueno, no exageraría. Le miro a su lado después de todo el movimiento que ella se esforzó por lograr para mantenerse sentado y por lo que parecía, lejos de suelo. <<¿Por qué Frejya? ¿Por qué quieres ayudar a este condenado?>> Cuestiono en su mente mientras ella acercaba aquella extraña pasta. Inhalo, ella decía la verdad y nunca lo dudo. Fue tranquilizador.
-... t-tu...- Y cerro los ojos. Estaba mareado y agorado.

Entonces alguien tocaba a la puerta de la habitación. Toco de nuevo y suspiro.- ¿Frejya, verdad? ¿Necesitas ayuda? Soy... soy Alaric.- Si, el pelirrojo estaba preocupado por su primo y ya giraba la perilla para abrir la puerta lentamente.

¡Cys!-El hada intentó en vano levantarlo, era muy pesado y...-¿A-Alaric?-Susurró para abrir la puerta. El baño era un cochinero, había agua, toallas intentando secar el agua y manchas de sangre debido a las heridas que él tenía. Freyja lo dejo entrar, dando un paso hacía atrás porque él era tan... alto.-Espera..-Dijo antes de que lo tomara.-Por favor A-Alaric, cu-cuida que las heridas no las toques, no debemos dejar que se infecten.-Colocó una toalla humeda en el brazo herido de Cys (?) y ella corrió hacia la cama, para despejarla.-¿T-Tienes alguna piyama? no podemos dejar que se acueste mo-mojado.-Se giró tapando sus ojos.-No voy a ver nada... -Le prometió.

-...-Alaric le miro desde las alturas. Era bastante pequeña. No lo había notado antes, la cosa es que no le había puesto atención como en ese instante. Pese al escenario, se mantuvo imperturbable. Apenas ella aprobó su entrada ya iba a por su tío pero ¡Stop! ese era el momento. La miro de nuevo. Sonrió para sus adentros. Era pequeña e ingenua ¿Es qué Cys.... Rió para sus adentros, era gracioso.-...-Suspiro y camino fuera del baño dejando ahí a el moreno.- No tiene Pijamas, pero tiene esto, supongo que funcionara.- Dijo mientras sacaba de uno de sus cajones un bóxer oscuro.- Ya vuelvo.- Dijo mientras se encerraba en el baño con Cys y en cuestión de unos minutos, abría de nuevo la puerta. Tenía a Cys sobre su hombro, cuidando que las heridas no rozaran con su piel. Iba, no desnudo, pero sólo vestía el bóxer. Lo llevo hasta la cama y lo dejo caer, si, como si de un costal de papas se tratara. Cys se quejo un poco.- ¡Damn!- Maldijo y apenas logro ver al pelirrojo.
-Supongo que tendré que ayudarte a vestirle al terminar... Puedes llamarnos. Lea, Anke, Raynard, Claus, Günter, Alaric. Te ayudaremos de ser necesaerio.
Le aclaro mientras caminaba a la salida. Ya había hecho algo y la verdad era que estaba preocupado por su mejor amigo.

-¡Q-Que haces!-Dijo asustada, pegando un ligero gritito cuando le azotó de esa manera. Frejya olvidó su pudor y la necesidad de cuidar de Cys pudo más que toda vergüenza, fue rapidamente a él y miró a Alaric con sorpresa-G-Gracias...-Dijo asintiendo, observando al enorme pelirrojo.-Yo...-Se detuvo, dando un paso hacia Alaric que ya se iba.-Yo te avisaré, cui-cuidaré bien de Cys.-Sonrió con suavidad por ello y luego se giró al chico pelinegro, tragando lento al verlo así, ella jamás... jamás había visto a alguien tan atractivo.-...-Su mano se acercó timidamente a su rostro y sin poder resistirlo acarició su cabello, peinandolo hacia atrás.

Dioses...

Era tan atractivo y tan solitario ¿porque? ¿Porque alguien como él estaba tan solo? La hermosa ninfa dio un paso hacia atrás y se dirigió al baño, recogiendo las cosas para con cuidado volver y limpiar sus heridas con un paño tibio, aplicando aquella pasta y luego vendando, así hasta que logró cubrir cada una de las heridas de él.

-...- Se sorprendió un poco ante la actitud de la mujercita. ¿Es qué ya se conocían? Bueno, no era algo en lo que se iba a meter, pero ya hablaría con el cabrón de Cys y le pediría que le contara todo porque eran amigos ¿no? La miro y sólo asintió con la cabeza y sin más salió de la habitación. Miro fuera a sus dos mujeres más importantes y suspiro. Les sonrió, transmitiéndoles un "Él esta bien" Y no hubo más, dejaron de nuevo a solas a aquellos que parecían ser amigos desde hace tiempo.

La respiración de Cys era un tanto rápida. Se sentía agitado, adolorido pero ¿Por qué sólo esa caricia le hizo sentir extrañamente cálido? Recordó algo. A su viejo. Hace 15 años atrás. Tenía 7 años cuando una niña se acerco a él para ser su amiga y él se negó avergonzado por ese hecho. "Algun día, conocerás aquella niña a la que querrás tomarle la mano Cys, no seas tan rudo con ella y jamas la dejes ir".

Cys sollozo. Porque recordarlo a él, era recordar su error, su maldición y su futuro. No hablo, no hasta que ella termino de vendarlo.

-Y-Ya.... ya has hecho... s-suficiente, Frejya...- Ah~ Que buen sabor de boca era llamarla por su nombre.

-Shhh...-Dijo mientras, por pura inocencia, colocaba sus dedos sobre los labios de él, para que no hablara.-Yo sé l-lo que es suficiente para mi.-Le dijo y negó, alejandose de él.-¿Tienes hambre?-Preguntó y sonrió un poco, formando un ligero hoyuelo en su mejilla derecha.-Debes descansar... la medicina te ayudará, sacará el veneno.-Dijo pues ya tenía un frasquito con el veneno que Cys tenía, buscaría como contrarrestrarlo.

Parpadeó un par de veces cuando ella le hizo callar de esa forma. Se le quedo viendo en todo momento. Era en verdad hermosa, pero termino por desviar la mirada.- Deberías... regresar a casa.. -Cerro los ojos- Él te esta esperando...-Se quejó un poco.- Y seguro... se molestará si... si sabe que has ayudado a-a un extraño.

¿Él? Frejya no comprendió, pero deció dejarlo pasar.-¿H-Hablas de Markus?-Ella negó.-él no se enojará, me entendera ademas no esta solo, esta con mi pequeña Muu.-Sonrió abiertamente, cada vez tartamudeaba menos y eso era porque estaba acostumbrandose a Cys.-Ellos estan bien.

Algo dentro de él hizo clic. Por supuesto, ella tenía una familia ¿por qué le sorprendía? Era un idiota ¿por qué lo pensaba de esa forma? Maldijo para sus adentros.- Vete...- Susurro mientras intentaba levantarse ¿es qué ella no lo entendía? Teniendo una familia ¿pretendía seguir junto a él? Era peligroso. Ella no iba a entenderlo ¡Maldición! Él era la peor criatura con la que podía estar ¡Su vida peligraba sin duda!.-¡Vete de aquí! ¡No soporto que te acerques tanto a mí! ¡maldita sea, vete, lárgate de mi habitación!.- Comenzó a gritar. ¿Por qué era tan doloroso? ¿Por qué para sus adentros no quería que se fuera? Tensó la quijada y comenzó a temblar. " No seas tan grosero con las damas Cys, ellas son delicadas y muy bellas. Recuérdalo, debes ser suave si quieres que se acerquen a ti." Dimitri venia a sus recuerdos, pero él no la quería cerca, no quería dejar a una familia rota. Ya lo había hecho tes veces. Primero sus padres, luego su viejo, el último Wilhelm ¿Quería de nuevo sentir esa culpa sobre sus hombros? No... Ya no más.

La feerica dio un brinquito cuando Cys gritó, cuando decía eso, lleno de reproche, ¿a ella? No supo que pensar. Su mente se quedo en blanco por un momento y sus alas que para ese entonces estaban a la vista, se bajaron, como un cachorro que hubiese sido regañado.-...-Freyja se giró y salió de la habitación sin decir ni una sola palabra, sin decir nada más. Cerró la puerta con cuidado y suspiró, mirando sus manos, sus dedos temblaban un poco pero no era por el miedo, era más bien por la impresión, porque nunca le había herido tanto que alguien le dijera eso, ¿Porque con Cys si?

-¿Anke?-Susurró, la buscaría, tenían que preparar de comer, porque no, Cys estaba muy equivocado, Frejya no se iría así como así, no hasta que sintiera que algo de luz nacia en su corazón.

Todos habían escuchado aquellos gritos. Cys estaba asustado. Anke lo sabía pero estaba equivocada. Lea vio más allá de lo que cualquiera pensaría de Cys al estar con esa chica. Las dos mujeres se miraron y asintieron con la cabeza. Se pusieron de pie mientras los varones aun descansaban y fueron a por el herido y la joven hada.

-Frejya ¿Estas bien?- Cuestiono Lea mientras le tomaba una mano y Anke la otra. Suspiro un poco y negó con la cabeza.- Iré hablar con él.-Y dejo solas a su hija y la rubia ¿Qué querría Frejya de su hija.

Anke se puso frente a la ninfa y sonrió un poco.- Lo siento. Cys no esta acostumbrado a los cuidados ni a la cercanía de una extraña. Prefiere estar sólo.- Le explico mientras la invitaba a el comedor o la sala.

Lea por su parte entraba a la habitación.
-¡Te dije que te fueras de aquí, ¿Qué no entiendes?
-Soy yo, Cys.
Cys entonces levanto la mirada y vio a Lea. Se encogió de hombros y le dio la espalda a su tía.
-Quiero estar sólo.
-Cys, ¿Qué pasa? Ella sólo ha venido a ayudarte.
-Yo no pedí su ayuda. Déjame sólo.
-Pero, Cys..
-¡Basta! Dije que quiero estar sólo ¡Vete!
Y Lea no hizo más que encogerse de hombros y dar media vuelta. Cys maldijo por lo bajo. De nuevo arruinaba las cosas.
-Maldición...-Murmuro molesto con él. ¿Por qué le hacía daño a las personas que más quería? Era un bastardo. Si, eso era.

Negó mirando a Anke, sonriendole con gracia, porque entendía.-No tienen porque preocuparse... y-yo quería ir a preparar comida si... si ustedes gustan.-Asintió, caminando con cuidado, pese a todo se había aguantado los movimientos bruscos de atender al lycan bicolor, Frejya no era una mujer que se quejara por lo que le ocurría, sin embargo era muy delicada, su equilibrio dependía de que tanta luz había en su corazón, ella siempre intentaba mantener aquella luz viva muy a pesar de la obscuridad de los demás.- ¿Q-Que le gusta a Cys?-Preguntó, le llevaría de comer, esperaría a que sus fuerzas se recobraran y regresaría a casa para alimentar a Markus su caballo y Muu, su vaca. Despues volvería de nuevo, a intentar ser amiga del lycan, si, ese era su plan, su plan para salvarlo de las sombras.