Cys y Freya - 00001(?)

-¡Frejya!- Exclamo preocupado cuando la vio caer y sobre ella esa... ¿ternero? ¡¿Que rayos?! Reacciono hasta que ella le pidió ayuda y fue a por ¿Muu? ¡¿Ella era Muu?! Sujeto a la ternera con cuidado de no lastimarla y alejarle con cuidado de la Ninfa.- ¿Estas bien? - Cuestiono con cierta preocupación en su tono de voz, claro, su tobillo. ¿Presentarle a Muu y Markus? Se giro y se encontró con lo que parecía un enorme semental. Le miro fijamente y entonces ahora entendía que Markus y Muu siempre fueron... ¿Animales?.. ¡¿Animales?! Fue entonces que algo en su interior se sintió muy liviano ¡Fue fantástico! Soltó a Muu y se dejo caer agotado ¡Ella siempre hablo de animales!

-Cys...-Se alarmó un poco pero no caminó mucho, Muu se había colocado a su lado para que no cayera y Frejya se lo agradecía. Cys estaba agotado al parecer.-¿Sucede algo malo? ¿Estas bien? Markus... ¿podrías ayudarlo a levantarse.-Sonrió.-N-No te hará daño, es un buen caballo ¿no es así Markus? -El caballo relincho yluego le bufó al moreno. No le agradaba que estuviera cerca de el hada.-

Negó con la cabeza. Vio a la pequeña vaquita y le sonrió un poco. Eran animales a fin de cuentas. Ambos. Le acarició la cabecilla y después miro al semental.- Estoy... es sólo...cansancio. No pensé que fuese tanto.- Y ya intentaba ponerse de pie... Joder, se sentía muy feliz y no entendía la razón de su felicidad. Era extraño, muy extraño pero saber que ella no tenía una familia como tal lo hizo regocijarse de felicidad al menos en su interior. Cosas que jamas había sentido.

Frejya caminó a él, despacio, apoyándose de Markus que había llegado a su lado.-No te esfuerces.-Dijo inclinándose para intentar ayudarlo, olvidando su tobillo de nuevo.-Markus espera...-El semantal había hecho un ruido, inquieto, nunca había visto a un ser como Cys antes.-es nuestro invitado.-Puntualizó y negó.-lo siento, no se que les pasa...-Le ofreció su mano, como apoyo.

Cys miro de reojo al caballo. Vaya, ese animal no parecía cómodo con su presencia. Claro, tenía que admitir que la carne más aceptable para un ser como él era la de un caballo pero no, Markus no entraba en su menú. Miro la mano de la ninfa y la tomo. Se puso de pie enseguida y la cargo.- Tu tobillo.- Gruño, así tan de repente y después miro a los animales. No le gustaba que fuera tan descuidada con ella misma, él no valía tanto la pena.

-Espera puedo decirle a Markus que me lleve...-Le dijo pero entonces el ya la cargaba. Se tambaleó y por instinto pasó sus manos al cuello de él, quedando cerca, oliendo el caramelo, sus orejitas se calentaron por eso y prefirió bajar sus manos al instante.-Lo siento.-Las apoyo en su regazo de nuevo. Miró de reojo a la vaquita y rió un poco, se tambaleaba, intentando alcanzar a Cys.-Le caes bien.-Le habló, con una voz más suave.

Iba a decirle algo a la ninfa pero aquella cercanía lo hizo perder el aliento. Sus pupilas se dilataron y entonces desvió la mirada cuando ella aparto sus manso de él.- No, no te disculpes. No ha pasado nada..- ¡¿Nada?!. Miro confundio a la ninfa y luego al intento de vaca o bueno, lo que fuera.- ¿Cómo lo sabes?... debería temerme, sabe que soy peligroso.- Dijo mientras miraba a la pequeña criatura que si, no se alejaba de él y claro, de su querída ¿ama?

-Porque yo no te temo-Le dijo mientras lo miraba, de alguna forma, quería que él le mirara también.-Ellos confían en mi, jamás traería a alguien que les hiciera daño.-Porque de eso estaba segura, Cys no les dañaría, ni a ella ni a nadie.-Cuidado.-Dijo, esperaba que no pisara las flores. La casa los recibía, un lugar tranquilo, lleno de paz y embriagado por la naturaleza.-...-La puerta se abrió, un picaporte cubierto de enredaderas.-Pasa...-Le dijo aun en sus brazos, ya no estaba sonrojada, por el contrarió, no quería que la soltara. ¿no?

La miro directo cuando ella dijo eso ¿No temía de él? ¡¿Por qué?! Era extraño escucharlo de alguien que no fuera su familia. No sabía cómo reaccionar pero no por eso fue agresivo. Aquel cuidado lo distrajo y termino por desviar la mirada para ver donde pisaría.-...- Se hizo a un lado y entonces cuido más sus pasos para no hacer daño a las flores de la ninfa.-...-La miro de reojo.- Gracias- Y con curiosidad entro a la casa de Frejya, no podía mentirse, quería conocerla.

El lugar era espacioso por dentro. Había flores creciendo, el suelo de madera era pulcro y limpio, era como un parque botanico pero no por eso era desordenado, todo lo contrario. Frejya tenía las cosas muy acomodadas, era organizada y le gustaba mantener todo en su lugar. La cocina estaba al fondo, luego estaba la sala de estar y el comedor para despues subir por unas escalares y encontrar su habitación, el baño y un cuarto de huespedes.-E-Es aquí.-Sonrió.-Y-ya puedes bajarme.-Le contestó, esperando qeu la bajara.

(Es la de el Hobbit, verdad?)

Era un lugar tan diferente a los que acostumbraba visitar. Era demasiado mágico o bueno, de ¿En sueño¡ Supuso que muchos niños y niñas deseaban visitar lugares como la casa de Frejya. Algo que no había notado era que estar ahí, junto a ella le hacía sentir tranquilo, mucho.-...-Se le quedo viendo y negó con la cabeza.- Te llevare a tu habitación. También tienes que descansar.

(No sé O-O solo puse casa de elfos y ¡bum baby! XD o-o sep )

E-Esta bien... ¿Tienes hambre?-Preguntó de pronto.-Puedo preparar algo.-Sonrió, olvidando que ella no había comido.-¿Quieres más... mmm...?-Intentó recordar el nombre, pero lo había olvidado.-Es arriba.-Indicó.-Si quieres también puedes dormir, es un lugar seguro. Nada pasara...-Sonrió.-te protegeré, lo prometo.

-....-Cys negó con la cabeza y avanzaba, subiendo las escaleras. Su olor... era... tan exótico, uno de sus secretos, algo que disfrutaba a solas, sin embargo lo reconocía por el ligero olor a Rosa: Lichi. Una fruta poco común y muy exótica. Trago, luego sonrió y llegaba a su habitación, porque aquel dulce aroma era mucho más intenso. La recostó en la cama y se quedo sobre ella, acorralándola sin querer, cerrando los ojos agitado un poco. Necesitaba un poco de tiempo, porque esa habitación lo hacía sentir en... como en casa.

Frejya abrió los ojos sorprendida, mirandolo, su expresión, su cabello, su ser, sus sentimientos. Cys... -Cys Dinter...-Susurró y estiró una mano, sus mechones de cabello, como quería tocarlos, como quería besar su frente y decirle que ella no lo dejaría, que ella jamás... lo abandonaría. Sus ojos se perdieron en él un momento, era la primera vez que le pasaba algo así, lo acarició, sin darse cuenta ella le acomodó el cabello y sonrió.

Su piel se estremeció. Aquellas caricias eran... trago y abrió un poco la boca. Dejo a la vista los colmillos que habían brotado en cuando la cercanía se hacía más y más. Jadeo y pegó su frente a el hombro de la ninfa.- Was tun Sie , Nymphe ?- Pregunto en un duro y fino alemán, perdiéndose en el aroma y presencia de la hermosa mujer.

Sus ojos se abrieron de par en par, se estremeció al sentirlo tan cerca, estaba nerviosa, pero olái delicioso. No entendía el idioma Alemán, no sabía en que lengua lo decía sin embargo, sentía que le entendía.-...-Sus mano cosquillearon, Cys Dinter, ¿ese era su hermoso nombre? Porque todo en él era hermoso, sus sentimientos, sus reacciones, quería proteger, pero temía ser protegido... ella quería protegerlo, quería.. quería tantas cosas que no debería querer. ¿porque? ¿Que le pasaba con él? ¿Porque se sentía tan atraída a él? Giró su rostro un poco, en esa posición Frejya tenía acceso a su nuca y parte de su oreja...

"Naciste para dar luz"-Recordó, en su cuna cuando le hablaban los mayores.

"Naciste para brindar esperanza"- Pensó en su hermano mayor, en las veces en que él la cuidaba y luego aquel día en el que se marchó, en ese momento sentía que se mancharía, pero entonces no lo hacia, Frejya no se había manchado y en cambio había encontrado a alguien.

"Me llamo Cys"

-Voy a protegerte Cys...-Susurró, besándolo en esa área. Un beso suave.-

Se quejo un poco, porque podía sentirlo, escuchar como la sangre corría por sus venas, como su corazón se aceleraba y cómo su respiración se agitaba. El olor era más intenso "Frejya" se repetía una y otra vez en su cabeza. Abrió más la boca y con aquel beso, sus colmillos terminaron rozando la piel expuesta de la joven, cerca de su nuca. Gruño tal cual el lobo que era, y deseo su sangre tal cual el vampiro que era. Apretó sus labios y los pego a su piel. Tenía que controlarse.

¿Que era eso? ¿Quería morderla? -¿Tienes sed?-Siguió hablando con voz suave.-No te preocupes Cys...-Sonrió, era su hambre, la que tanto controlaba, ella lo ayudaría.-Bebé de mi...-"Deja de sufrir"Sus mano subió a su espalda, en un abrazo, cerrando sus ojos.-...-Su corazón latía ¿le daría su sangre a un vampiro? La sangre preciosa de una ninfa, una sangre que podría volverlos adictos, volverlos locos.

Toso su cuerpo tembló ¿Qué diablos estaba diciendo ella? ¿Por qué? ¡¿Por qué?! Abrió aun mas su boca, se pego más a ella sacando su lengua lentamente, lamiendo su piel tanto como pudo. Sus ojos se volvieron un un rojo intenso. Todo su cuerpo vibro y entonces perdió la razón de su todo, de un intento de 6 años de abstinencia. Abrió enorme su boca, mostrando la hermosura de sus colmillos y, perdido en la necesidad, la tomo entre sus brazos. La despojo un tanto de sus ropas, mostrando un poco de su piel y sus pechos, yendo directo donde su cuello, cerca de su clavícula donde penetro su piel sin poderse controlar más.

-Cys...-Se sorprendió un poco y se aferró a su espalda, lanzando la cabeza hacia el lado contrario de donde el mordía y ligeramente hacia atrás. Su cuerpo blanco y calido se amoldó al de él y Frejya cerró los ojos, mordiendo su boca mientras él clavaba sus dientes sobre su virgen y tierna carne.-...-La respiración se le cortó, la sangre iba al llamado de él, provocativa, caliente y sabrosa. Los ojos azules de la ninfa se clavaron en el techo semiabiertos, su mano se dirigió a su cabeza y la acaricio, entretegiendo sus dedos delgados en sus hebras negras como el ebano, suaves como el algodón. Cys.. Cys Dinter, Frejya ya era suya, era suya completamente.

Cada gota consumida era vida para el híbrido. No podía ni quería parar porque su instinto era intenso, era doble. Las ganas de saciar un sed eterna al igual que un hambre infernal. Succionaba mientras sus manos buscaban su piel pero no por eso abusaría de ella, no, era una necesidad sólo sentirla mientras bebía, porque ¿Cuando iba a parar? Podía no hacerlo... y en es momento, le estaba costando ser razonable, sólo reclamaba lo que era suyo.

Entreabrió sus labios y suspiró, los roces en su piel le hacian sentir cosas que nunca había sentido con nadie.-C-Cys...-Jadeó y sus piernas se flexionaron, dejando resbalar parte de su vestido, sus seno derecho estaba desnudo, su pezón estaba erizado por el cambio de temperatura y por la manera en que él bebía de ella, como si fuera una fuente, un oasis despues de un largo camino en el desierto.-....C-Cys...-Se sentía un poco débil, era hora de alejarse. Sus manos se aferraron a su espalda y acarició su nuca.Sonrió un tanto cansada pero infinitamente feliz.-Cys Dinter...

No supo como fue, pero mientras bebía y se extasiaba de tan delicioso elixir ya estaba entre las piernas de la hermosa ninfa. Acaricio aun más su piel, una de sus manos se deslizaba con fuerza por una de sus piernas y clavo con más fuerza sus colmillos con ella pero no fue hasta que la escucho llamarlo con esa dulce voz que reaccionó. Parpadeo una y otra vez, percatándose de todo lo que lo rodeaba. Su casa, su cuerpo, su piel suave y aterciopelada. Abrió en impacto su mirar y se apartó de ella, lo hizo tan pronto que cayó de senton, causando un pequeño desastre. Estaba agitado. La miro aun en su cama. Tan hermosa, tan delicada. Sintió impulsos salvajes por ir a por ella. Su entrepierna estaba dura y entonces limpio su boca. sangre... Sangre ¡SANGRE! Se levanto con torpeza. Tenía que irse, alejarse de ella ¡Joder! Lo había arruinado... ¿O no?

-C-Cys...-Se levantó, aun con la ropa a medio poner, con el cabello suelto, con el vestido mostrando su larga y delgada pierna y su joven y desnudo seno. Si. Ella era una belleza que deslumbraba. No era una mujer exótica de pechos grandes y curvas de infierno, era más bien una mujer natural, con una silueta tan pura que daba miedo quebrarla, ella era fresca y joven, natural y por eso, sumamente hermosa.

Una feerica que aun derramaba un poco de sangre por las heridas que él le había dejado.

-Espera...-Se acomodó el vestido por pura inercia e intentó levantarse, pero estaba agotada.-No te vayas Cys... yo no te tengo miedo, puedes beber de mi cuando... cuando tengas hambre.-Negó.-no te lastimes, porfavor.

Su escape fue un completo fracaso. Pretendía irse de ahí, simplemente alejarse de aquello de lo cual no quería escapar. Estaba asustado ¿a qué venía todo este torrente de emociones? ¿De donde había salido tanta fuerza y vitalidad? No sabia y temía averiguarlo. Intento escapar, salir de aquella habitación pero nada salió como esperaba. Su voz fue la que le hizo detenerse justo antes de salir. <<Callatte>> pensó, joder, quería que guardara silencio porque no podía ignorar la dulzura y seductora tonalidad de su voz. Gruño. Su cuerpo se giró obedeciéndola para mirarla a los ojos. Cys expresaba confusión. Cys expresaba miedo y ala vez un deseo intenso. Su cuerpo la deseaba, su ser la anhelaba y sus pensamientos no funcionaban del todo correcto.

Tembló unos segundos y avanzó, fue hacia ella. Y nuevamente, en cuestión de segundos la tenía sobre la cama y él sobre ella. Su flequillo subirá sus ojos y su instinto mando sobre su razón. Se inclinó y con su lengua sano su herida mientras sus manos con desesperacion buscaban su piel. No podía detenerse... Quería hacerlo, porque ella desde el primer encuentro, era su mundo entero.