Cys y Freya - 00001(?)

Frejya parpadeó al escucharlo, vale, él... el lo necesitaba.-Soy un hada.-Dijo con su delgada y angelical voz, mirando erguida el paisaje.-No soy de este mundo... Orbis Alia, así se llama la tierra donde nací. Es muy parecida a la tierra solo que no hay maquinas de acero ni tampoco hay Sidhes de metal.-Sus orejitas se movieron, escuchando los sonidos del bosque pero se detuvieron al escuchar el gruñido. Frejya no dijo nada, guardo silencio ante el comentario del lobo. Sus ojos disminuyeron su luz, ella podía sentir los senstimientos de las personas y en ese momento se sintió sola, insegura.-¿Podrías detenerte un momento?

Y de ser un humano sonreiría porque el supuso que podría ser una y escucharla le era agradable. Algo nuevo a su memoria, algo que moriría con él. No importaba, al menos disfrutaba de su "hobbie"*¿Qué haces en este mundo tan podrido, Frejya?* Si, curioso ¿Por qué estar ahí, cuando tenía su propio mundo y seguro era más hermoso. Se detuvo cuando ella se lo pidió *¿Sucede algo?* Cuestiono. Claro, ahora lo entendía, pudo sentir la inseguridad en ella.

No le había contestadoa ninguna de sus dos preguntas, había bajado y apoyada un poco en su lomo, comenzó a avanzar muy despacito, cuidando no pisar en su tobillo lastimado. Cerró sus ojos e intentó volar, pero la capa le cubría las alas. Suspiró, quitandosela y dejando salir un par de hermosas alas, parecian transparetes, eran etereas, como de "papel cebolla" según los humanos. Fue en ese momento que el cabello larga de la chica cayó como cascada por debajo de su trasero. Su vestido era de un lila obscuro, entallado ligeramete a un cuerpo delgado con curvas sutiles. Ella no tenía unos senos exhuberantes, eran proporcionados, el cuerpo de una hermosa mujer.

Las alas se agitaron y entonces subió un poco, volando encantadoramente, curveando su cuerpo ligeramente hacia adelante mientras recogía unas flores, volviendo al suelo con cuidado. Se giró.-Solo ocupó esto.-Sonrió feliz, había encontrado una flor curativa muy rara.-No es un mundo tan podrido ¿lo vez?-Le enseñó aquello que tenía entre sus manos.-Solo tenemos que observar con cuidado...-respiró el aroma de las flores y flotando solo un poco, las acercó a él.-Oh...-Se quejo al apoyarse sin darse cuenta en su tobillo, sus alas dejaron de aletear y se logro sostener del hocico del lycan.-¿Puedes olerlas?

Y se le quedo viendo en todo momento. Vaya, entonces Lea tenía razón, el mundo aun tenía algo hermoso que mostrarle y estaba frente a él, elevándose en los aires, mostrando una larga cabellera dorada, una figura mona, un rostro angelical.

¿Qué haría con esas plantas? No estaba seguro o bien, no se le ocurría nada. *¿Qué...* No hizo nada de pregunta cuando ella terminaba sujetándose a su gran hocico la miro fijamente. *Debes tener cuidado. Continuemos, estamos cerca de la casa y Lea podrá ayudarte* Dijo aunque aun quedaba al pendiente su pregunta ¿Qué decirle? *Si, puedo percibirlo*

¿Lea? Asintió, subiendo a lomo de Cys y luego mirando su caperuza.-Oh no...-Necesitaba recogerla de nuevo.-Es tu tía... ¿Lea?-La curiosidad podía con ella, sin embargo si él no le contestaba, Frejya tampoco insistiría.-Aun no conozco mucho de este mundo.-Confesó.-Soy apenas una ninfa de Hada, no tengo mucha experiencia.

LE ayudo con la caperuza pues ya la tomaba con el hocico y se la ofrecía. Avanzó a paso calmo pues la casa estaba cerca del bosque, aunque del otro lado al lugar donde se conocieron. *Así es, ella es mi tía. Anke y Raynard son hijos de ella, al igual que Claus, Günter y Alaric. Quintillisos* No supo porque se lo contó pero lo hizo *¿Qué significa ser una ninfa de hada?*

Lo escuchó y asintió, repitiendo el nombre en su cabeza.-Oh, es...-Sonrió.-Mis anscestros han vivido más de mil años, ellos son guardianes de los sidhe más antiguos. Una ninfa aun no cumple la edad para desarrollar todos sus... poderes.-Mordió sus labios, ¿porque le contaba todo eso? Nacía de ella, Cys le daba confianza, le había salvado la vida.-Y-Yo...-dudó, algo nerviosa.-G-Gracias por salvarme y también por no matar a esa criatura.-Su mirada se suavizó un poco, ese vampiro, aunque había intentado matarla, era un ser que merecía vivir.

Continuó en silencio. La escuchaba. Era extraño, su voz era suave, era como si escuchara... Cerro los ojos unos segundos. No, era imposible, incluso era estúpido pensarlo. *Es muy interesante*. Dijo y no comentó más de aquello. Negó. Ella no debía agradecer lo segundo, porque terminaría muriendo. Ningún Ritter, ningún Jaeger, al menos ninguno que busque hacer el mal estaría vivo, porque morirían tan cual asesinaron a sus padres. Tensó la quijada. *No lo hagas. No durará mucho tiempo. Todos ellos morirán.* "Y yo también". Pensó llegando frente a la mansión de la que era su familia, donde a las afueras una hermosa mujer les esperaba. Si, era Lea que no dudo en acercarse a Cys apenas pudo divisarle y le abrazó. Estaba preocupada por la viva imagen de Sören Jaeger, su primo, adorado primo y mejor amigo.

-Dios, Cys ¡No vuelvas hacer esto!- Le pidió aun abrazando el gran hocico del animal.

*Ella necesita tu ayuda más que yo, por favor, Lea*. Y fue entonces que la hermosa mujer de grandes ojos levantaba la mirada para ver a la bonita rubia.

-¡Oh Cielos!- Y sonrió encantada mientras iba hacía ella y Cys se inclinaba para que Lea se acercara a la hermosa ninfa.- Mira que eres hermosa. Hola Linda, mi nombre es Lea, mucho gusto ¿Te ha hecho algo malo este bruto?- Y le dio un suave golpe en el lomo al lobo.

No supo que decir en ese momento, ¿que no se disculpara? -¿Porque dices eso?-Sus ojos agua se fijaron en el lycan pero antes de que pudiera decir cualquier cosa, el hermoso hogar de aquella familia se alzaba frente a sus narices. Era tan bonito y aquella mujer... Frejya sonrió, esa chica parecía querer mucho a Cys, se preocupaba por él como si fuese una especie de madre... entonces, ¿porque Cys parecía tan solo? como si no le gustase recibir todo aquel afecto. Apretó los labios, ella siempre ayudaba a las personas o seres que se sentían sumidos en la obscuridad. Ella era luz, ella les brindaba esa luz que tanto buscaban y Cys la necesitaba, lo sentía, porque estaba desesperada, porque jamás se había sentido tan ansiosa con nadie, tan confundida y llena de tormento.

Quería ayudarlo, algo en su pecho le decía que debía hacerlo, era su camino pero... ¿como? ¿Como podría ayudar a alguien que no quería ser ayudado?

-N-No...-Dijo algo sonrojada ante aquella hermosa mujer. Toda esa familia era hermosa.-Me ha salvado la vida.-Le dijo con una sonrisa, dudando en como bajar, su tobillo estaba inflamado y rojo, había aguantado el dolor valientemente.-T-Tienes más heridas que yo, Cys.-Le miró de reojo y entonces bajo, aguantando el dolor con los labios apretados, sujetando con sus manos aquellas flores que había conseguido.-M-Me llamo Frejya...-Dijo lentamente, con la respiración un tanto agitada, no estaba acostumbrada a eso pero no era una mujer que sintiera lastima por sí misma.

Lea enseguida fue a por la hermosa rubia para ayudarla. La miraba, se aguantaba el dolor de aquella tremenda torcedura.- Vamos linda, ya me aré cargo de ti.- y no pasaron mas de 5 segundos cuando Cys ya era un humano. Apuesto y un poco desordenado humano. Ciertamente estaba herido, pero ya se haría cargo de él mismo, Lea no tendría que perder tiempo en él. No dijo nada, simplemente avanzó, alejándose de ellas, en dirección a la casa.

Lea suspiro y miro a Frejya con una sonrisa.- Discúlpalo, acostumbra tratar el mismo sus heridas. Es un chico muy independiente y amable, aunque muy serio. Vamos.- ya invito a seguir adelante para llevarla al interior de la casa, cuidando que no apoyará el pie.

Sus ojos lo siguieron detenidamente y luego se fijaron en la lycan-G-Gracias.-Dijo mientras se acomodaba ligeramente el cabello, sus orejitas estaban atentas a cualquier sonido, se movía de vez en vez en busca de la dirección y eso siempre causaba curiosidad paras las personas o criaturas que nunca lo habían visto. Claro qeu otras veces causaba cierta repulsión, bueno Frejya gustaba de ser quien era, pero prefería evitarse problemas.-Su hogar es muy bonito...-Sonrió y sus ojos agua, volvieron a fijarse hacia donde se había ido aquel pelinegro. Quería ayudarlo, las flores que tenía le ayudarían, esperaba eso.

-Gracias, Frejya. Mi esposo y yo nos esforzamos por construirlo. Ahora me corresponde a mi mantenerlo.- dijo muy sonriente porque pese haber perdido al amor d su vida, Lea Jaeger estaba orgullosa de lo que ocurrió aquel día. Su esposo había muerto como un héroe. Que gran honor. Noto que miraba en dirección a donde Cys, él cual había dejado la puerta abierta para ella.
-¿Sucede algo, linda?- Cuestionó curiosa, claro ¿cómo no estarlo? Era la primera vez que Cys llegaba acompañado.

Cys entro a la casa e ignoro a todos, incluso a Alaric quien intentó ayudarlo, pues había tropezado al entrar a la casa.
-Estoy bien...- Dijo con cierta agresividad y se alejó de todos, dirigiéndose a su habitación. La mas lejana pero a la vez, la más accesible.

Raynard tan solo suspiro y prefirió ir a su habitación. Claus miraba por la entrada a su madre con aquella rubia a lo que se acercó para ayudar un poco.

-Permíteme, madre.
-Mi pequeño Claus, gracias cariño.- y el chico con sumo cuidado y respeto se dirigió a la ninfa, presentándose como Claus Jaeger, el segundo de los cinco. Günter yacía donde su habitación con sus mil y un tratamientos y Anke y Alaric tan solo estaban sentados uno al lado de otro esperando escuchar a Cys quejarse para ir ayudarle.

Frejya era curiosa por naturaleza pero, hacia uso de toda su prudencia, no quería entrometerse.-Hizo muchas c-cosas por mi sin siquiera conocerme.-Le contestó con algo de timidez. ¿Como le daría esperanza? Por lo regular ella siempre lo hacia con otras criaturas ayudandoles a solucionar problemas sencillos, haciendole compañía y en los casos más extremos, ayudandolos a morir. Era el destino de cada ser, ella no intevendría, solo les brindaría luz esperanza de una nueva vida, de un lugar sin dolor, de en nuevo inicio...-Gracias.-Le dijo al chico mientras se apoyaba en él.-Soy Frejya.-Cojeó.-L-Las flores.-Le dijo a Lea.-Son medicinales... y-yo puedo hacer la pasta, es muy util... l-le servirá.-Dudo, pasando sus ojos de un lado a otro.-a Cys..

-Ese es Cys Dinter. Un chico amable que pretende ocultarse bajo esa enorme gabardina negra.- Lea no hablaba más, solo decía lo necesario.- Cariño, me adelantare para preparar lo necesario para ayudar a Frejya y...- Miro a los ojos a la ninfa.- Esta bien, Cys estará agradecido de tus intensiones.- Le despeino un poco y se adelantó.

Claus entonces iba con calma ya dentro, llevando a la chica donde sus otros dos hermanos.

-deberían ir a dormir. Saben que él no saldrá hasta en la noche.- Anke agacho un poco la mirada y Al sólo giro los ojos y la invito a ir a cama, pues habían pasado parte de la noche esperando a su primo. Claus suspiro y acercó a Frejya sentándola e el sofá.
-Enseguida vendrá mi madre ¿gustas algo de beber?-Claus era un chico amable.

Cys por su Parte estaba en su habitación, apenas se había quitado la gabardina y era un martirio quitar el resto. La ropa se había pegado a las heridas abiertas y dolía. Gruño intentando contener el gemido de dolor. No, no quería que se preocuparan. No más por él..., ya no más.

Frejya miraba todo con cierta cohibición, no la conocían, solo sabían que ella estaba lastimada y con Cys y entonces ellos ya la habían recibido. Eran una familia noble, que se habían ganado su respeto y cariño con tan solo esos actos.-Yo... estoy bien.-Sonrió, tenía algo de sed pero no quería incomodar más.-Es... A-Anke...-Dijo algo roja por la pena pero no se aminalo, mantuvo la mirada al frente.-G-Gracias por encontrarnos yo, creo que... que él estaba feliz de verlos.-Sonrió.

Anke y Alaric se detuvieron para ver a la bonita rubia ¿Anke? La joven se acerco a Frejya y se sentó a su lado mientras Claus les daba espacio e iba por algo de beber y ayudar a su madre. Alaric se apoyo en la pared para esperar a su hermana.

Anke le tomo una mano a Frejya y le sonrió asintiendo con la cabeza.- No me lo agradezcas. De no ser por ti, seguro que Cys estaría herido por ahí. No es la primera vez que le buscamos pero si es la primera vez que ha dejado por la "paz" esa guerra que tiene con la familia y es gracias a ti.- Y la sonrisa de Anke insinuó algo más.

-Si quieres ayudarle...-Dijo Lea que llegaba con algunas toallas, algunos menjurjes y vendas donde la sala.- Tendrás que ir a buscarle. Cys es muy independiente. Es un chico fuerte, un poco infantil, pero ante todo, un perfecto líder, aunque él pretende no verlo...-Lea entonces soltó una suave risa mientras dejaba las cosas aun lado y se inclinaba para tomarle el tobillo.- Lo sentimos. Simplemente es emocionante que Cys tuviera contacto con alguien que no es parte de esta familia...- Si, ellos esperaban que al menos alguien fuera suficiente para quitarle de la cabeza ese pensamiento tan inútil.

-(-)-

Cys por su parte contenía los gemidos de dolor. Busco entre sus cosas algunas de las medicinas que siempre utilizaba peri ¡Sorpresa! No tenía nada. Frunció el ceño, alguien había entrado a su habitación.
-¡Ahg!.- Ya no lo soporto y cayo al piso, las mordidas de algunos de los lobos eran terriblemente dañinas.

Iré.-Dijo ella mirando firmemente a la lycan. Sin embargo primero tendría que vendar su tobillo, porque no podría caminar hasta la habitación.- N-Necesitaré un recipiente para poder... mo-moler la medicina.-Dijo mirandolos hasta que sus orejitas se movieron-Cys...-Dijo y sin pensar intentó levantarse, algo no andaba bien, su corazón estaba muy acelerado, sentía las emociones, era debastadoras.-

Lea había limpiado la zona herida o más bien inflamada. dejando un trapo con agua tibia, esperando que desinflamara un poco mientras sacaba una pomada especial, hecha de hiervas del bosque. No, Lea no la había creado, la había comprado de un par de duendes a los que había encontrado en uno de sus paseos.

-Alaric, busca un molcajete (?) para Freya, por favor.

El pelirrojo tan sólo asintió y fue en busca de lo que la rubia necesitaba para hacer la pomada o cualquier cosa que quisiera hacer con aquellas hiervas.

Todos escucharon el alarido de Cys, la única que reacciono fue ella, la hermosa ninfa. Lea sonrió para sus adentros pero .a detuvo enseguida.- Espera, Frejya. Aun no he bendado tu herida, no tardare más de 2 minutos, por favor.- Le pidió, se apresuraría para untar un poco de la medicina y vendar el tobillo de la joven.

-(-)-

Cys intento levantarse pero hizo un completo desastre.La habitación del híbrido estaba repleto de libros porque le gustaba investigar, le gustaba conocer de todo porque Dimitri le había inculcado aquello y otras cosas más.

(XD se les llama mortero XD jajajajaja owww XDD -muere- owww XDDD hermosa, esta bien, de todas maneras son parecidos)

Frejya se detuvo tenía razón, no debía apresurarse.-oh..-dijo mientras apretaba los labios, dolía mucho, demasiado.-Gracias por todo lo que estan haciendo por mi... n-no me conocen.-Susurró y luego miró de nuevo aquel lugar por donde Cys estaba. ¿No se sentiría solo? Alguien como él... -Y-Yo...-Miró a Lea.-S-Su familia... sus padres no estan con él?

(Tu me humillas u_u te detesto por eso, no te burles de mi u_u -Se va con vergüenza de aquí(?)- xDDD desgraciada xDD Perdona mi pobre e insignificante Léxico e_e)

-Aguanta un poco linda. Será sólo un segundo.- Y ya untaba y comenzaba a vendar el tobillo de la bonita ninfa.- Somos lycans, Frejya. Vemos más allá de lo que cualquiera puede ver. Sabemos que eres un ser de luz y confiamos en el instinto de nuestro líder.- Dijo y en cuestión de segundos terminaba de atender a la joven. Alaric se acercaba a dejar el MORTERO (e_e ¿así? xDD) y lo dejo aun lado. No hablo, simplemente se alejo y todos los quintis ya iban donde sus habitaciones. La historia de Cys no era agradable, no para ellos que crecieron junto a él y le vieron sufrir día con día el desprecio que aquellos ancianos tenían hacía él. Lea recogía las cosas mientras pensaba como decirle un poco de la historia de su sobrino.

-Cys perdió a sus padres pocos meses después de haber nacido. Creció junto a un hombre que le enseño valores precisos, sin embargo le perdió al cumplir los 15 años. Desde entonces esta conmigo y su familia, porque lo somos.

En realidad no hablo mucho de Cys, porque a ella no le correspondía del todo. Cys ¿Él podía confiar en esa bonita mujercita? Lea veía esperanzas para su sobrino

Escuchó en silenció y notó como todos al parecer se sentían tan mal de que su primo estuviera así. La feerica miró como vendaba su tobillo, ya estaba mejor.. sonrió y batió un poco sus alas que habían estado un poco ocultas tras su largo cabello. La ninfa medía casi 1.66, no era bajita, por lo menos no en su forma adulta, ella podía cambiar a voluntad a ese minusculo tamaño para huir de cazadores y del mismo vaticano. -Gracias por contarme esto Lea...-Le contestó con su delicada voz angelical. Su cabello largo le rozaba su trasero, tenía algunos mechones trenzados y otros no, pero en general era lacio y sedoso.-¿Puedo p-pararme?-Preguntó mirandola, esperando su aprobación aun dolía pero esperaba que el ungüento hiciera efecto.

Asintió con la cabeza con una sonrisa. Se le quedo viendo unos segundos a la hermosa hada y extendió su mano para ponerla sobre la rodilla de Frejya.- Espera un poco.- Le pidió sin dejar de verla.- Sólo quiero que me digas algo ¿Qué pretendes exactamente? ¿Ayudarlo?- pregunto sin ser agresiva, sólo curiosa ¿En verdad quería hacer algo por su sobrino? ¿Cys lo permitiría?- Frejya, Cys....- Sus ojos se cristalizaron un poco, porque sabía la culpa que cargaba y eso a ella le torturaba porque no sabía como hacerle entender que ella no lo culpaba, que ella lo amaba como a un hijo más y que no quería perderle.- Es un chico increíble y me temo que pueda hacerte daño. No, no digo que quiera hacerlo con la intensión. Es distante y su desprecio muchas veces duele más que un golpe. Aun es un niño... ¿Puedo confiar en ti?- Si, sólo necesitaba escuchar la respuesta de la joven. Quizá ella era lo que esperaba para lograr que Cys cambiara de opinión sobre él mismo.

Cys logro ponerse de pie. Estaba medio desnudo. Miraba las heridas en sus brazos, en su abdomen. Unas eran peor que otras pero si no actuaba en ese momento, su regeneración tardaría meses. Maldijo por lo bajo, ella aun estaba ahí ¿Por qué? ¿Por qué estaba tan al pendiente de ella?

Frejya se quedó observando a Lea. Sus ojos, su sonrisa, su mirar preocupado y también... luz. Lea tenía luz en su mirar, una luz que iluminaba a toda su familia a pesar del dolor y la obscuridad.-Cys me llamó...-negó.- hay algo en él que me llama y... y-yo no sé si puedo ayudarlo pero tengo que intentarlo, Lea.-Sonrió y tocó su mejilla, acariciandola con suavidad.-Jamás los traicionaría.-Las orbes agua de la ninfa brillaron ligeramente, porque no estaba en su naturaleza engañar.

Ella era pura luz.

Era pura esperanza.

Abrió los ojos enormes ¿Cys le había llamado? Eso no lo espero pero imaginaba la razón de las palabras de la hermosa chica. Asintió y le tomo la mano a Frejya.- Lo se, linda.-Dijo muy segura, porque el don que Wilhelm había dado a Lea le permitía ver más allá de lo que cualquier otro ser podía ver.- Adelante Frejya, ya puedes andar. El ungüento que te he untado lo han hecho elfos mágicos. Sólo no quites la venda hasta que yo te lo diga ¿Si?...- Y aparto su mano de la ninfa. Sabía que su sobrino la necesitaba.

Se había metido al baño. La piel le ardía. Abrió la llave del agua y dejo que esta le mojara para limpiar la mugue... necesitaba desinfectar antes que nada. Cys estaba mareado... no era normal.