Cys y Freya - 00001(?)

-¿P-Preocupar?-No comprendía del todo sus palabras.-Pero Lea... tu tía, no le he dado las gracias por lo que ha hecho por mi.-Le dijo para luego ver su tobillo, si, le dolía pero no era alguien que se quejara. El dolor era tolerable.-Gracias...-Le dijo luego de un momento caminando, otro día se despediría de Lea, ella misma la buscaría.-Si te cansas puedes bajarme y caminare.-Le sonrió en verdad sincera, las personas eran buenas, él la estaba ayudando mucho.-Oh...-Dijo recordandolo de pronto.-Cys la luz!-Recordó en ese instante que no debía caminar en la luz del sol. Frejya estiró sus manos por sobre la cabeza del moreno, intentando hacerle "sombrita" con ese acto inocente, torpe pero en verdad interesado.-

-Yo se las daré por ti.- Dijo mientras miraba al frente, no queriendo verle de cerca, porque temía lo peor de ellos, que su belleza hiciera en él algo más que extraño... ¡No! Simplemente la dejaría en su casa y nunca más la volvería a ver. Las cosas tenían que ser así, por el bien de esa chica, porque ella tenía una familia a la que cuidar y amar. Él no tenía nada de eso y no quería tenerlo... temía, mucho. Se sorprendió con aquella reacción y entonces la miro. Ella intentaba protegerlo. Ella quería cuidarlo de la luz del sol. Se quedo serió un segundo y después, sonrió un poco. "Tan ingenua" pensó conmovido por su acción, fijando su mirada en ella.- Estaré bien. Podre soportarlo.-

-¿Y si no puedes?-Le dijo frunciendo el ceño ligeramente, dejando de lado el hecho de que sus ojos negros le hacían olvidarse de las palabras.-¿Me dirás si no puedes soportarlo?-Algo dentro de ella le decía que no quería que nadie supiera lo bueno o lo malo que era ¿Porque? Cys era alguien con mucha luz, ella lo podía ver, muy dentro de él, en medio de ese sentimiento tan obscuro que la atraía y la repelaba a la vez.-...-Se quedo así, topandole con sus manos lo poco que podía, ella no era alguien que daba el brazo a torcer tan facilmente.

-....-Se le quedaba viendo. Era insistente, muy insistente ¿Qué tan bueno sería eso? Bueno, no estaba seguro, sólo sabía que ser insistente te traía problemas y lo decía por experiencia porque era igual o peor que Frejya.- Frejya...-Dijo de repente, porque en ese momento pensó que decir su nombre era muy bonito.- Estaré bien. Te lo diré de sentirme mal.-Prometió... no se daba cuenta que se abría a ella con tanta facilidad... joder, se molestaría con él cuando se percatara de ello.

Asintió y bajo sus manos hasta colocarlas de nuevo en su regazo, no se sujetaba de él aun porque no veía la necesidad. Sonrió, escuchar su nombre en su boca tenía algo diferente, nunca se había detenido a pensar en su nombre, jamás.-Y me pedirás que me baje ¿de acuerdo?-Sus orejitas se movieron, escuchaban atentas el ruido del bosque, se guía por eso para llevar a su hogar.-Da vuelta allí-Le indicó, parecía un muro de piedras con musgo a su alrededor, pero no era nada de eso, era una especie de entrada secreta, muy pocos en realidad podían econtrarla y más aun, esa entrada magica y mistica dejaba pasar a muy pocos.

Se le quedo viendo con la petición que le hacia ¿bajarla? Sonrío para sus adentros. No sería necesario. No era tan débil y él ni nada iba a poder contra él, porque no, sólo el terminaría con él mismo. Simple en realidad.- Quizá.- Respondió mientras se detenía frente aquella enorme pared de piedra ¿por qué? La miro con cierta confusión y entonces recordó sus alas ¡Cierto! Quizá llegaría a casa volando. Si, por qué un ser tan oscuro como él entraría a su casa. Era lógico.- Entonces... ¿Hemos llegado?- Si, del otro lado le esperaba su familia, su esposo y su pequeña. No, no necesitaba conocerles.

-No.-No pudo evitar reír, ¿llegar? apenas era el comienzo. A ella, un hada le encantaban los acertijos, la naturaleza, la expresión libre de la vida por lo cual su casa no sería un lugar cualquiera. Levantó una mano y como si se hubiese quitado una venda de los ojos, se pudo observar mejor que esa entrada no era un muro, era una cueva.-La cueva esta cubierta por mágica, le miró, explicandole sin saber porque razón lo hacia, ella debía ser más cuidadosa de a quien daba esa información, sin embargo Cys le daba esa confianza. Era extraño y la inquietaba sutilmente.-P-Podemos entrar.-Tartamudeó absorta en ese pensamiento, solo tenía un dia en conocerlo y ya iban de camino a su casa "Ten cuidado Frejya, no te encariñes tanto si tendrás que separarte de él cuando conozca su propia luz" Lamentablemente Frejya siempre se encariñaba y tardaba en reponerse cuando dejaba de ver al ser al que ayudaba, ¿cuando dejaría de ver a Cys? no quería pensarlo.-E-Esta un poco obsucuro.-Le dijo y sus orejitas se movieron de nuevo, ella se guiaba por los sonidos-¿Escuchas?-Dijo de pronto, colocando una mano en su mejilla.-El sonido de un arroyo... del aire pasando las hojas más adelante.

-...-Le miro co el ceño un poco fruncido ¿No habían llegado? ¿Entonces por qué se detenían frente a esa enorme pared de piedras? ¿Se estaba burlando de él? ¿Qué estaba haciendo?- Frejya...-Dijo con un tono de voz un tanto serió, pero todo aquello desapareció cuando ella le mostraba aquella entrada. Abrió los ojos de más.- Magia.- Dijo y un brillo apareció en su mirada. Por supuesto, era algo de lo que se interesaba, algo que quería entender, porque lo rodeaba estaba repleto de magia, se lo había dicho su viejo y por mucho que investigara, un libro no satisfacía esa necesidad de conocimiento. No espero a que ella le invitara, había extendido una de su mano, era impresionante. Cys parecía un niño, ni cuenta se daba de aquel comportamiento.-...-La escuchaba, pero no la miro hasta que ella le toco la mejilla. Salió de aquel extraño encanto por la magia para centrarse en algo que le causaba mucho más que encanto. Parpadeo un par de veces.-...-Abrió la boca pero no dijo nada. Se concentro, un arroyo... las hojas moviéndome por el aire, avecillas cantando la llegada de la que quizá era su alegría. Cerro los ojos y suspiro.- Puedo ver en la oscuridad.- Aclaro en primer lugar.- Y puedo escuchar con claridad la forma en la que el río va cuesta arriba, la forma en la que el aire y las hojas de mil y un arboles nos brindan una hermosa melodía acompañados de la voz de otros mil y un pájaros. Escucho con claridad la forma en la que tu corazón late cerca de mi. Puedo escucharlo todo, Frejya.- Dijo mirándola con cierta profundidad ¿De donde había sacado tanta palabrería? Sólo fue sincero y dejo ver algo que pocos conocían, era un hombre, y uno un tanto romántico. Un hombre que aprendió a amar el mundo aun cuando el deseaba la muerte. Porque deseaba dejar todo solucionado para los suyos antes de abandonar el mundo que adoraba y manchaba con su presencia.

Alejó su mano con rapidez de su mejilla. ¿Podía ver en la obscuridad? Se sonrojo irremediablemente. ¿Podría escucharlo todo? Su corazón latió muy, muy rápido. Estaba siendo ingenua, ¿podría escuchar también sus pensamientos? ¿Sabría lo que ella pensaba? Asintió y se mantuvo en silencio. Cada paso que daban los acercaba más a la luz al final de tunel, cada vez más y más cerca hasta que al final, salieron a la luz. Frejya que no estaba tan acostumbrada a la osbcuridad parpadeo varias veces para volver a adaptarse. Sonrió. El lugar era hermoso, un enorme oasis se extendía, un claro en medio de un bosque con un arroyo que bajaba de una montaña que no se veía a simple vista, era una tierra del bosque que nadie había explorado, un lugar vivo de paz y naturaleza.- T-Tu...-le miró dubitativa- ¿Puedes escuchar mis pensamientos?

La cueva no era tan mágica. Era una cueva y ya. Avanzó con facilidad, evitando cualquier cosa peligrosa como rocas y más rocas, hasta que la luz le indicaba el final de aquella oscuridad... Si, la luz. Llego hasta el final y lo que sus ojos miraron era casi de otro mundo ¿Es qué siempre se llevaría tantas sorpresas con esa ninfa? Salió de su sorpresa y la miro.-...-Abrió un poco de más los ojos y después... no lo pudo contener, comenzó a reír como hacía mucho tiempo no lo hacía ¿Escuchar sus pensamientos? Reía porque era tan ridículamente cierto, sin embargo, necesitaba algo para ello y ella no se lo dío ni le daría nunca.-

Se sorprendió, pero escucharlo reir fue... no sabía como describirlo. Sonrió enternecida por dentro pero no lo demostro, simplemente lo acompañó en silencio, con una sonrisa en el rostro y un ligero sonrojo "¿De verdad puedes? Pues escucha esto Cys, creo que tienes una sonrisa hermosa. Tienes una risa hermosa, rie siempre porfavor"-E-Eso significa que si puedes?-Preguntó mirandolo atenta.-E-Es... oh mira...-Dijo mientras miraba un ligero humo blanquecino.-Por allí es donde yo vivo.-Solo se veían arboles y flores, pero si se adentraban más podrían ver su casa, camuflajeada con la naturaleza, pegada a un enorme y gigantesco tronco de un arbol muy anciano.

Tardo un poco en calmar ese dolor interesante que te causaba el reír demasiado. Inhalo profundamente y exhalo. Lo hizo un par de veces y avanzó un poco, saliendo por completo de la oscuridad.- No Frejya. No puedo leer los pensamientos y mucho menos escucharlos.- De ser un Vampiro puro, las cosas serían simples y podría incluso controlar los pensamientos de las personas ¿Qué habilidad tendría como híbrido? No le importaba, no aprendería a desarrollar sus habilidades, al menos no todas, con lo que sabía en ese instante era más que suficiente.- Pero...- Negó con la cabeza y levanto al mirada.- ¿Cuanto tiempo has estado en este lugar?- Cuestiono interesado, avanzando hacía donde la casa de la ninfa.

Mucho.-Admitió.-He vivido sola desde que tenía una decada de haber nacido-Sus padres había... había desaparecido y las ninfas más ancianas se hacian cargo de ella pero no la dejaban vivir con más hadas. Las hadas como Frejya despedían una luz ligera en toda su piel, eran hermosas y tenían una sangre muy adictiva, por lo menos para los vampiros y eso era lo que le habían contado. La feerica jamás se había acercado a uno, pero Cys lo era ¿sería adictiva y curativa para él como se decía? -10 años humanos...-Sonrió.-E-Eso hasta que encontré a Markus, b.bueno, el me encontró a mi, estaba buscando plantas medicinales.-Sonrió.-y luego llegó Muu, ella llena la casa de alegría e-es muy traviesa.-Le contesto, esperaba el día en que creciera y pudiera darle leche-t-tiene...-calculó, ¿cuantos meses tendría? -c-casi 5 meses.

-....-Bueno, ella también tenía su historia y no era nadie para juzgarla, sin embargo ¿Sola? no quería ni imaginarla. Suspiro y con suavidad la bajo sin dar otro paso más.- Lo mejor sera que me vaya, no tengo nada más que hacer aquí.- Se le quedo viendo unos segundos. Ya no la volvería a ver. Si, no iba a poner en peligro a la familia de una chica que pese a todo, se preocupo por él... Dio media vuelta, debía regresar a casa o bueno....

-E-Espera...-Dijo antes de que él pudiera alejarse, le había tomado su mano, no se esperaba esa acción ni de ella misma.-Aun...-sus ojos se fijaron en él, dioses, ¿que estaba haciendo?-y-yo... es... podrías... ¿po-podrías ayudarme a caminar?-Estaba sostenida aun de un pie, apretó su puño libre ligeramente y bloqueó su mente.-Por favor...-Susurró mirando de tanto en tanto su casa.

Aquel toce de manos le hizo sentir una corriente eléctrica que comenzó desde su brazo hasta llegar a la punta de los pies, tanto fue el shock que lo hizo detenerse. La miro fijamente. Fue extraño. Extrañamente estimulante. Joder.... Trago y... no quería acercarse, no quería conocer más de ella, no a su familia, no quería involucrarse más de la cuenta pero ... Suspiro y sujeto la mano de la ninfa. Se inclino lo suficiente como para que ella se subiera a su espalda.- Sube... te llevare hasta tu casa.- Y agacho la mirada <<¿Qué estas haciendo, Cys? ¡¿Qué carajo estas haciendo?!>> Pensó.

Frejya no era demasiado bajita pero tampoco muy alta. Tenía una estatura que cuadraba perfectamente con su peso. Pasó a su lado con cuidado y de la misma manera, cojeando un poco se subió sobre su espalda, cuidando de que nada se subiera más de lo debido, su vestido era ligero y un poco corto, una feerica siempre usaba ropas livianas.

-Gracias Cys.-Susurró contra su nuca, no por nada malo por supuesto. Tan solo cerró los ojos y se sostuvo con las manos en sus hombros. No tardarían mucho en llegar.

-sujétate bi...- No termino la,frase. La piel se le erizo cuando ella hablo detrás de su nuca, tanto fue que se movió u. Poco sacudiendo el cuerpo, sujetándola con mas fimerza sobre su espalda. La miro de reojo con el ceño un poco fruncido.- No... No lo hagas de nuevo...- Si, aquella reacción lo tomo por sorpresa fue... Joder, no sabia como describirlo. Avanzo y lo hizo despacio... No quería... No quería que ella llegara pronto a casa.

-No lo volveré a ha...-Se mordió la boca, lo había olvidado. Se agarró bien de él y alejo su boca de su nuca, intentaba no hablarle realmente. Sin embargo la feerica no era muy buena guardando silencios eternos más no por ello era parlanchina.-¿Duermes Cys?-Dijo alejándose de su nuca, ella esperaba que no hubiera un efecto más en el mayor, no le daba mucho quedarse callada y menos al pensar que él se iría tan solo dejarla, ¿como podría volver a contactarse con él? por lo que había podido observar, era muy difícil.

Joder. Era... Su aliento, tod ella. Trago y simplemente miro al frente. Continuo andando, necesitaba concentrarse, si, no pensar en ella sobre su espalda... No, ni imaginarla ¡No!- ¿Eh?- Cuestionó un poco confundido, si la había escuchado pero, estaba un poco ido en un intento de no pensar en ella.- ¿dormir?... Intento hacerlo...- ¿por qué no simplementete le mentía? Era idiota.

Se quedó en silencio por un momento, ¿intentaba? ¿eso quería que no podía dormir?-¿Y funciona?-Preguntó.-Cuando intentas dormir... ¿si funciona? -¿Insomnio? No sabia mucho de los padecimientos humanos pero en alguna ocasión ayudo a alguien que lo padecía, no podía dormir por que le tenía miedo a la obscuridad ¿le pasaría lo mismo a el? En ese momento el sol estaba en lo alto, podrían parar, podría dormir si él quería y ella lo cuidaría. Tal vez llegando a su casa, faltaba poco en realidad para llegar, ya se podía distinguir, era pequeña por fuera, se confundía con la maleza y tenía algunos establos. Sonrió, casi podría ver a Markus.

-....Supongo, en realidad prefiero no dormir.- Si, eran pesadillas terribles, recuerdos dolorosos que no quería ver pero que cuando ya no resistía, refería simplemente aguantar hasta que fueran a despertarle como en aquella ocasión. Negó con la cabeza, incluso el se confundía.- hmmmm procuro mantenerme ocupado.- Termino por decir acercandose aun más a su casa, notando los establos. Vaya, tenía... muchas cosas.

Parece un poco agotador.-Le dijo y mordió su boca para terminar guardando silencio, de alguna manera que él no pudiera descansar le hacia sentirse... mal, ¿que era lo que lo lastimaba tanto? El hada recargó su mejilla en el hombro de él y cerró los ojos, el dolor podía con ella, podía mucho en realidad porque pese a que no era demasiado, se había movido de aquí para allá cuidandolo. Cerró sus ojos y los volvió a abrir.-Tienes que descansar, aunque sea solo un poco, ¿de acuerdo? -Inhaló su aroma, Cys olía muy bien... le gustaba, caramelo.. él olía ligeramente a caramelo.-Oh...-susurró y levantó su rostro al escuchar un ruido extraño, su corazón latió, algo parecía acercarse a ella... ellos.

-....-¿Descansar? Suspiro cuando ella apoyo su mejilla en su hombro y no hizo más que hacer una promesa.- Lo intentare.- Guardo silencio y continuo a paso lento, hasta que escucho los pasos de algo acercando se a ellos. Gruño deteniendose.-Sujetate fuerte, Frejya- Dijo mientras mostraba los colmillos. Iba a atacar de ser necesario.

-N-No ... espera...-Dijo y en lugar de sujetarse, se soltó, colocandose a un lado de él y recibiendo el impacto de aquel pequeño -grande- ternero.-¡E-Espera...!-Frejya rió un poco mientras caía de senton, ¡auch! eso le había dolido.-Muu, espera, tenemos visita.- El animal la lamía tal cual un perro, aunque claro no lo era.-Cys podrías ayudarme con Muu ¿por favor? Necesitaba quitarse la de encima-Muu, es nuestro invitado, ¿donde esta Markus?-Frejya sonrió a Cys.-quería... presentartelos de otra manera.-Rió encantadora.-Ella es mi pequeña Muu y...-¿Y Markus? El caballo relinchó, había salido de lado de Cys y ahora lo miraba fijamente.-.. él es Markus, Markus Cys, Cys Markus. -Señaló.