Vlad y Hana: A las afueras de la hermosa Rusia *O*

COntinuó montando, se sentía tan bien, jadeaba, iba un poco más rápido, apoyada en su pecho sus movimientos era más fáciles.-Ahh~ -jadeó y su hermoso cabello naranja cubrió parte de su cara, enredándose en sus labios y rozando sus senos. Toda ella era jugosa, madura, dioses, se su cuerpo estaba preparado para Vladimir.-V-Vlad~ahh... y-yo... ahh~! -Rápido, más rápido hasta que estalló.-¡Vladimir~ ahh~!-lanzando su cabeza hacia atrás, arqueándose y dejándose caer de golpe en su falo duro como el hierro, penetrándose hasta el tope.

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Sonrió.-Vale-Le dijo dejando que la limpiara, dejandose consentir.-¿Tu la diseñaste? -Preguntó abriendo los ojos y viendolo a él, su cabello caramelo estaba mojado, pegandose a su cuerpo desnudo.

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-Pero lo son.-Le dijo sin bromear, luego asintió.-Son tan... entregados, tu a la vida loca y él al absoluto reclutamiento.-Ladeo su cabeza, pensando-Ninguno en una relación seria.-Lo miró.-Jamás hasta su imprimación que lindo..-Soltó la cucharilla que tenía en la mano y caminó a Sergey-Te amo Sergey-Lo besó suave, tranquila y enamorada de él. Ella defendería a Sergey de todo... de todo lo que pudiera dañarlo.

Jadeos, intensas sensaciones que corrían por todo su cuerpo. Vladimir no espero que Hana hiciera tales acciones ¡Era la puta gloria! Gruño, la tomo de la cintura, la gozo y en última instancia no pudo mantenerse por más tiempo quieto. Movió sus caderas, sincronizo sus estocadas con los movimientos de su amada, perdió el hilo de la cordura, saboreo su cuerpo con tan solo la mirada y en un intenso rugido y un movimiento un tanto salvaje, termino por correrse una vez más en su interior, haciéndole el amor y dejanodse se hacer.

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-No del todo...-respondió a su pregunta mientras, al terminar de limpiar su cuerpo, decidió tomar su bonito cabello para acomodarlo y poder limpiarlo con la delicadeza que debía tener.- Necesite la ayuda de nuestro señor. El conoce mejor de todo esto que yo.

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Sergey sonrío y se le quedo viendo mientras la escuchaba. Ciertamente eran tan iguales y a la vez tan diferentes. Eran la cara contraria de la moneda de cada uno, pero de eso se trataba. Eran hermanos a fin de cuentas ¿qué no? Dejo de picar la verdura cuando ella se acercó y cerró sus ojos para recibir aquel beso.- También te amo Lulú... Solo a ti...- Y le dio un beso más, porque por muchas mujeres que estuvieron en su vida, a ninguna la amo como amaba a su linda japonesa.

Se había sacudido, todo su ser había vibrado en esa estocada, sentía la esencia caliente del castaño bañar sus entrañas, cubrirla hasta lo más hondo para marcarla y para amarla. Sus labios se cerraron terminando con ese placentero gemido para terminar por caer sobre los brazos de su hombre.-Vladimir~...-Jadeó recuperándose, respirando agitada, pegajosa y oliendo a él, aun con los espamos en su cuerpo.-...-Se movió un poco, lo sentía dentro aun.

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Rió.-El señor Oleg sabe muchas cosas.-Ladeo su cabeza, pensando en la manera en que era con todos. Era bueno y justo... era una pena que su esposa... La había conocido poco tiempo, era una niña apenas pero sabía lo hermosa y poderosa que era, era el todo del señor Oleg, más aun cuando la pequeña Narkissa había nacido.


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Sonrió, le gustaba tanto estar con ese hombre, desde el primer momento en que lo vio. Desde su primer sonrisa sabía que estaba coqueteando, que ella tal vez sería un juego pero aun así Lulú había querido arriesgarse, había querido probar del pecado que estaba prohibido. Había querido dejar de ser la geisha que controlaba todo, hasta sus anhelos más elementales que aquel hombre, con esa mueca de quererlo todo con ella, había despertado.

Agitado, estaba completa,ente agitado mientras la abrazaba y la mane tenía pegada a él. Estaba un tanto agotado, pero se sentía poderoso, verdaderamente vivo. Suspiro en cuando ella se movió y le beso el hombro, sonrío un poco y la pego más a él.- Hana...-Susurro, porque sabia que no necesitaba decir más. Se amaban, era un hecho.

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Vasilliy asintió con la cabeza cuando ella dijo eso sobre Oleg.- Tienes razón.- Porque era cierto, porque no había en el mundo hombre mas bueno y justo que su señor quien le permitió vivir, quien le brindo la vida eterna y el perdón que tanto deseo escuchar de su propio padre.- Gracias a él estoy aquí, junto a la mujer que me vuelve loco y que...- Sonrío.- me robo el corazón.

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Sergey le dedico otra sonrisa a su japonesa. Le dio una sonora nalgada y sin más continuo con su arduo trabajo de picar verdura. Comenzó a tararear una canción cualquiera y continuar son su trabajo.- ¿Sabes?... te amo....-

Cerró los ojos un momento y luegos los abrió. Era la primera vez que se había colocado sobre él, que lo había montado y que ella había llevado las riendas... era increíble aunque claro, tal vez no lo había hecho tan bien.-¿E-Estas bien? -Preguntó mientras levantaba un poco la cabeza para verlo y sonreirle.

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-Ahora es mio,-Le dijo riendo para luego girarse y acariciar su mentón.-y no te lo pienso regresar.-Suspiró, habían pasado muchas cosas ese día, su primera cita, su primer beso, su primera vez. Bostezó y tembló, acurrucándose más contra él sin evitar que siguiera secandola y bañandola, ya le tocaría a ella hacerlo con él.

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-¡Segery!-Pegó un gritito y luego fingió golpearlo para regresar a lo suyo. Meneó la cabeza.-¿Que?- Abrió los ojos y rió, era fantastico estar enamorada.-¿Crees que Vladimir-kun y Hana esten pasandola bien?

-estoy perfectamente bien, mi amor.- Le respondió, besando y mordiendo ligeramente el Mario inferior de su querida esposa. No, no se cansaba de saborearla.- ¿Y tú? ¿Cómo te sientes?- Cuestionó curioso, quería saber que tanto le había gustado esa experiencia, una forma diferente de hacer el amor. Aún había muchas más y otros lugares pero por ahora prefería ir al paso de su Hana, le gustaba la firma en la que compartían cama.

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El moreno tan solo río por sus palabras. Si, era todo de ella y no pensaba pedirle nada de regreso. Continuo limpiando su cuerpo, su cabello, todo y lo disfruto, sentirla... Mientras lo hacía pensaba en todos esos años juntos. Joder, estuvo con ella desde muy pequeña, siempre la quiso para él, él la cuidaba, él la protegía, le enseñaba y le dolía mucho apartarse de ella... Sonrío un poco, desde pequeño la quiso solo para él... Y no se había dado cuenta.

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Soltó una carcajada y fingió protegerse del golpe que su adorada japonesa pretendía darle, pero solo quedo en risa.- Ese culito es mío y yo puedo tocarlo cuando quiera...- Le dejó claro y sonrío de nuevo. Era divertido estar con ella, además de caliente.-... Hmm seguro que ya han hecho trizas la habitación del hotel...- dijo muy seguro de eso, aunque también tenía sus dudas ¿que tan intenso sería su mejor amiga con tan frágil florecilla? Sacudió la cabez y miro fijamente a Lulú.- No me hagas pensar en ellos Lulú...- Cerro los ojos y comenzó a pensar en su Lulú... joder, se le ponía dura solo de recordar a su preciosa y sensual mujer en el auto, chupandole la verga, tocándole y montándole.

Asintió, se sentía bien, estando junto a él.-Yo...-Se sonrojo y ocultó su rostro en el pecho de él, riendo por ello.-Puedo mejorar.-Le dijo volviendo a verlo, se esforzaría por darle más placer a él y claro, sentirlo más ella. ¿Se podría? -Ahora seré tu esposa... -se encogió de un hombro.-P-Podremos practicar... más a menudo.-¿Que estaba diciendo? ¿Era una proposición?

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Madeline miraba sus pies en el agua, sobresalia la punta de sus dedos y eso le gustaba, pero lo que más le gustaba era que estuvieran enredados con los de Vasilliy, poder tocar y besar su piel morena, sus duras manos, su cuerpo grande y mejor aun, saber que él la amaba, que ese hombre tan dulce y tan inteligente, tan considerado la quería solo para él.-¿Estas imprimado de mi?

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Rió.-No te obligue a pensar en ellos. Sergey pervertido.-Dijo entre rias, levantandose de puntitas para alcanzar una cuchara y batir la pasta.-¿Que haremos mañana? Hana seguramente estará con su prometido.-No estaría con ella, en definitiva.

La abrazó. Si, eso era muy cierto. Serían esposo y esperaba que ella.. joder, si eso paso en ese momento ¿Qué no pasaría cuando fueran esposo? Su imaginación lo llevaba a la gloría.- Estaré encantado de hacer el amor sin papar contigo, Hana. Mi amor.- La miro fijamente y la giro, para que estuvieran recostado los dos, el abrazándola, pegándola a su cuerpo.- Disfrutaremos sin para de ambos...-

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Había terminado de darle el baño a Madeline, era su turno, pero quería disfrutarla un poquito más. Mimarla, amarla.-... Si, sólo de ti.- Si, porque no podía ser de nadie más.- Y de no ser por ti, jamas me hubiera dado cuenta... ¿y tú? ¿Cómo fue que te enamoraste de mi?- Curioso.

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La risilla traviesa del albino dijo mucho de su verdadera perversión, pero en realidad no había pensado en su amigo, prefería pensar en su Lulú empapada tocándose mientras le suplicaba a él que la lamiera ¡Joder! delicioso.- ¿Eh?... Oh... no se ¿Qué te gustaría hacer?... podríamos salir sólo nosotros o llamar a mi hermano para que se conozcan, me encantaría que fuera así.

Se acurrucó, pegando su frente a su pecho para luego besar delicadamente aquella joya que él tenía incrustada.-¿Te dolió? -Preguntó de pronto, preocupada por eso, por la manera en la que él había sufrido por ello. Era un asunto delicado, no quería perturbarlo.

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-Mmm-Se encogió de hombros.-S-Solo lo supe.-Le dijo un poco avergonzada por decirle eso a Vasilly.-Yo no me sentía bien cuando tu te ibas por tanto tiempo y luego-tragó.-tu y Anubis... yo no quería verte con ella más que conmigo, aunque tu me considerabas tu hermana menor.-Rió un poco por ello.

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-Entonces podemos llamar a Vasilliy-san.-Se giró, ¿le agradaría? por un momento Lulú pensó que tal vez el hermano mayor estaría preocupado por la seguridad de su hermanito.

-¿hmm?- Cuestiono un tanto confundido por su pregunta. Le había gustado ese beso y cuando dirigió su mirada a la de ella que estaba recostada sobre él recordó eso... lo había olvidado por completo. Negó con la cabeza.- No me dolió en lo absoluto, Hana. La verdad es que no lo recordé. Sólo podía pensar en ti, mi amor.-

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-¿Anubis?- Expreso un poco sorprendido. Recordo a esa chica. Debía aceptar que era guapa y que alguna vez sintió un tanto de atracción hacía ella pero no era más que eso, nunca un sentimiento o algo parecido, la miraba como una compañera muy interesante de trabajo.-...-Sonrió y le acarició la mejilla.- Me force a verte de esa forma todo el tiempo Madeline... O eso es lo que creo...-

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-¿Ahora?- Cuestiono mientras se ponía de pie y dejaba el cuchillo a un lado para llevar con él la tabla con la verdura picada.- hmmm pues no pierdo nda con llamarlo, aunque ahorita esta con Madeline... hmmm- Sonrió con cierta malicia.- Los llamare a ambos, ¿Qué te parece una cita doble? O algo parecido a eso.

-No quiero lastimarte ni que otros lo hagan.-Se aferró a él, sintiendo su calor, su piel entera.-Tienes que cuidarte...-Besó su mejilla.-y dejar que yo lo haga-Ella también lo cuidaría, en definitiva se volvería fuerte.-Esta haciendo frio...-Rió un poco porque en Rusia la mayor parte del tiempo hacia frio.-No quiero d-dormir...-Susurró acurrucandose más a él. Claro, Vladimir era perfecto, era un lycan poderoso, atractivo y ella solo era una simple humana. Se sonrojo por ese hecho, no lo había pensado de esa manera, ¿le gustaría? ¿Se vería mal despues de haber hecho el amor? ¿Olería feo? Sintió un apretujon en el estómago... ¿que tal si en verdad olía feo?

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-Te forzaste demasiado.-le dijo ahogando una risa.-Durante un momento creí que yo había confundido las cosas...-Negó.-pensé que tal vez solo deberíamos haber sido amigos. Pero yo tenía muchas ganas de besarte...

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Abrió los ojos.-Oh no, no queremos interrumpirlos.-Tomó la tabla y empezó a vaciar las verdudas en el agua hirviendo.-Seguro que...-carrspeó-también se la estan pasando bien.

Asintió. Si, él querá que ella le cuidara. La abrazo para darle todo el calor que podía brindarle y no dudo en pegar su nariz a su coronilla para inhalar profundamente su dulce aroma... Dulce y adictiva miel. Se relamió los labios y la pego mucho más a él.- No durmamos, quiero escucharte, me gusta hacerlo, olerte, sentirte... Disfruto tu compañía Hana...- Suspiro e inhalo de nuevo.- Hueles delicioso.- Dijo sin saber realmente lo que ella pensaba.- ¿Sales? Hueles a miel y a mi me encanta la miel.

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-Ahora puedes besarme cuando quieras.- Aclaro pues ya no había necesidad de contenerse. Ni él. Sonrió porque en verdad nunca imagino que ella sería su chica, la mujer que lo haría el hombre más feliz del mundo, y no había dudas. Desde el primer momento en que la vio se apropio de toda su atención, se encargo de protegerla, de estar a su lado en todo momento y aun lo hacía.- Sin darme cuenta, te hice mía desde el primer momento en que te vi, Madeline.

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Sergey soltó una risa y se puso detrás de su japonesa para abrazarla y pegarla a él y nada más, apoyo su mentón en el hombro de su chica.- Seguro ahora estan descansando, salieron muy temprano de casa...

Se sonrojo al escucharlo ¿miel?-M-miel?-Preguntó, era algo extraño ella no olía a miel. Levantó la mirada, quitandose algunos mechones de su cara para verlo.-¿Solo tu puedes olerme así?-¿Era algo de lobos? Tal vez, no estaba 100% segura. En todo caso Vladimir era un ser increiblemente atractivo, siempre olía delicioso y más aun, era un poderoso lobo-mmm gracias.

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-Soy tu imprimación.-Se giró para verlo, ternerlo frente a frente, sentada sobre él, con cada pierna a lado.-Ahora te lavaré a ti.-Dijo convencida, tomando la esponja. El sueño se le había espabilado.

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-¿Es así? Tu eres el guardían de Vladimir..-aunque aveces parecía ser al revés- y al parecer todos los Yasikov tienen uno ¿no es así? Vasilly es el del señor Oleg ¿Cierto?

Asintió con la cabeza cuando ella hizo esa pregunta.- Así es, dulce y deliciosa miel.- Le sonrió.- Si, porque eres mía y no me gusta compartir.-Dijo y aunque era verdad también era broma.- A veces nuestro olfato.- Explico.- Es quien nos dice a quien buscamos, aunque otras veces, son sólo una mirada nos damos cuenta.- Porque ese fue su caso, al miro y supo que tenía que protegerla, que tenía que tenerla a su lado.- Dime Hana ¿Tengo algún olor especial para ti?

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-Lo eres. Eres mía, más que sólo mi imprimación...-Le aseguro mientras la miraba a los ojos y dejaba que hiciera y deshiciera sobre de él todo cuanto deseara. Era la primera vez que podía permitirse eso.

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Asintió con la cabeza. Era verdad, casi todos los Yasikov tenían un guardia.- En realidad, Vasilliy es o bueno, fue guardián de nuestra señora, Svetlana.- Dijo sin ningún problema, le gustaba hablar de ella porque era como tenerla frente a él.- Yo siempre he estado con Vladimir, Anubis siempre cuida de Nark y bueno, Oleg- Irrespetuoso cuando él no esta- Tiene a muchos pero hay uno que siempre ha estado a su lado, lo unico que se es que es pelirrojo y muy malo.- Hizo muecas de miedo y se hecho a reir.- Somos un equipo.

Se sonrojo cuando escucho eso, más aun cuando le preguntó a que olía él para ella.-Me gusta como hueles, aveces, aveces me recuerda al sabor vainilla de la leche.-Mordió su boca. Dioses, eso era vergonzoso pero ya, lo había dicho.-Aun soy una humana... tu, ¿me convertiras en lo que erees?-Preguntó, levantando su vista a él.

Por otra parte, Felicia miraba una pantalla. El juego había comenzado.-¿Donde esta queen spider?-Preguntó, esa mujer rubia sería la que daría inicio al juego, ya había mandado las invitaciones, ahora era hora de buscar a las esclavas.-Den la señal, el juego comienza.-Rió un poco, maldita Hana, maldito Vladimir.-Ahora vayan por ellas... esta vez, cerdita, te van a cocinar.

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Se colocó un poco de shampoo para el cabello y empezó a lavarlo.-¿Ya habías tenidos otras novias?-Preguntó no quería oirlo pero prefería saberlo.

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-Y Nickolay-kun? ¿El no tiene un guardían?-Se giró a verlo, ya había bajado la flama y todo se cocinaba a fuego lento.-El parece distante...-Susurró, estaba interesada en la familia Yasikov, despeus de todo ella formaría parte de esa familia.

Sonrió encantado por saberlo. Si, era vainilla, interesante. Le dio un beso en los labios a Hana y asintió.- Lo are si tu lo deseas, Hana.- Le aclaro aquello porque no lo haría si ella no estaba segura o lo haría hasta que ella en verdad lo deseara.

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Negó con la cabeza cuando ,le hizo esa pregunta. Fue muy sincero, nunca tuvo novias, esa fue la pregunta, no más.- No en realidad, no era como que me interesara tener una novia. Estaba demasiado centrado en mi trabajo.-si, así era el conservador moreno.

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Negó con la cabeza cuando hizo esa pregunta.- El se fue al extranjero. Desde que nuestra madre.- Si, de esa manera adoraba a Svetlana.- Murió él se aparto un tanto de todos y prometió que encontraría al asesino. No quiere que nadie le ayude y sólo confía en Vlad... Aunque es poca la ayuda que le pide-.

Se quedó pensando un poco en eso.-Me dijiste que no necesitaba ser una lycan para estar contigo.-Le dijo de pronto, analisandolo de pronto.-pero si no lo hago... una humana no vive tanto tiempo ¿no es así? -Ella quería vivir con él para siempre pero... aun le daba un poco de miedo cambiar a una lycan, ¿que pasaría?

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-Entiendo-Enjuago su cabello.-Vayamos a Brasil.-Le pidió-quiero conocer donde nacieron, además es muy bonito, he estado investigandolo. Vacaciones... c-cuando no tengas trabajo ¡seré paciente!

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-Una madre es lo más hermoso que hay.-Le sonrió.-Mi madre aun vive, quiero que la conozcas, ella será feliz de conocerte.-Porque Lulú había entrado por voluntad propia a la casa de geishas.

-Pues no. no necesitas serlo.- Dijo muy sinceros pero... le iba a costar mucho controlarse. Iba a sacrificarse por ella.- Sin embargo, sera un poco peligros cuando intentemos tener hijos, cariño.- Negó con la cabeza. No quería asustarla.- Are lo que tu desees Hana. No voy a obligarte... intentare controlarme tanto como pueda.- Y le dio un beso en la frente.- Te lo prometo.

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Abrió los ojos de golpe, aunque ocultaba su mirar en aquellas gafas desde hacía ya rato. Sonrió y asintió con la cabeza.- Hablare con nuestro señor para ir pronto ¿Te parece?- Le propuso, sabía que Oleg no se negaría de no necesitarlo.

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Asintió con la cabeza. Porque Svetlana había sido y seguiría siendo su salvación. Se sorprendió al escuchar aquello.- ¿De verdad?... ¿Por qué no me lo dijiste antes?- Si, curioso. No lo sabía y eso no le gustaba, no saber algo de su Lulú.

Mordió su labio inferior y asintió.-No.-Le dijo mientras lo abrazaba.-No te controles, esta bien.-Se encogió un poco de hombros.-Te amo, quiero estar contigo el resto de mi vida, convierteme cuando creas que es necesario.-Dijo para luego levantarse un poco, necesitaba ir al baño.-Ya vuelvo.-Se sentó aun cubierta con las cobijas. Estaba algo avergonzada a decir verdad, necesitaba una bata, un saco... algo.

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-Si, aunque no quiero interrumpir sus actividades, no me gustaría ser un molestia en eso Vasilly.-Madeline le peino el cabello hacia atrás y luego paso la esponja por su clavicula, cuello y pecho.-Será cuando sea debido.

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-mmm todo paso muy rápido, no tenía tiempo para digerirlo. La pasta!-Se volteó a de nuevo a mover la pasta, para que no se pegara y sasonara bien con el resto de los vegetales.

Rió por esas palabras. Hana era tan delicada y en verdad temía hacerle daño, no quería que ella le temiera, no quería que ella pensara que era un ser peligroso aunque lo era en realidad, esperaba que ella le aceptara poco a poco. Le dio un suave abrazó y asintió con la cabeza. La convertiría pero no en ese momento.- Esperaremos un poco Hana, porque si, estaremos eternamente juntos.- Beso su frente y la dejo ponerse de pie. Rió y se puso de pie sin ningún problema, no le importaba cubrir su cuerpo, era de ella a fin de cuenta.- Toma.- Dijo mientras le acercaba una bata para que se cubriera, antes que se alejara del todo, sabía que ella aun tenía que acostumbrarse a s mirada.

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-No lo seras Madeline. Cuando regrese nuestro señor hablare con él y nos iremos de viaje.- Se lo prometió mientras ella continuaba limpiando su cuerpo.-Además, por ahora al parecer no me necesita para sus asuntos. Mi lugar siempre fue junto a nuestra señora, Made...- Y aunque tenía otra obligación, aun no podía decir absolutamente nada.

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La soltó cuando ella grito sobre la pasta. Si, sabía que cuando ella cocinaba él no era nadie, era algo más en la cocina. Suspiro y regreso a su lugar.- ¿Donde esta mi suegra? Deberíamos traerla aquí ¿No crees?

-Gracias-Se sonrojo un poco pero al tomar la bata y colocarsela, recobró la postura.-No tardó.-Le dijo antes de darle un beso de piquito, era dificil alejarse de Vladimir, no le gustaba, pero era necesario, siendo humana siempre sería así, preocupada por sus hábitos triviales.

Abrió la puerta y se detuvo, se sentía extraña, como si no quisiera dejar de verlo.-T-Te amo. Te amo mucho.-Sonrió sincera y luego salió de la habitación, dándose paso al enorme pasillo que ella tenía que cruzar, necesitaba aire fresco y los baños en ese piso, su enorme piso, estaban fuera.

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-No conocía a la señora Svetlana, pero por como es Narkissa, seguro que fue una hermosa y poderosa mujer.-Sonrió de lado y luego levantó una ceja.-Sabes que no lo digo por dañar a la señorita Hana, pero ella tiene mucho que recorrer para poder liderar algo tan grande, sobretodo siendo una humana.

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Lulú rió.-No le gusta el clima frio pero seguro que vendría solo para conocerte. Es una mujer muy importante para mi, papá suele viajar de Japón a Canada con frecuencia, así que mi madre solo esta con mi tia y uno de sus sobrinos.-Se giró a verlo mientras dejaba la pasta tapada, apagando la estufa.-¿tu quieres conocerla?

Le sonrío aun de pie mientras la miraba avanzar. Quería ir con ella, mantenerse a su lado, protegerla ¿de qué? Joder, de todo, no quería que nadie la viera, si quiera que la oliera, pero no quería ser exagerado, no quería asustarla, sabia que ella deseaba libertad y él se la daría de alguna manera.- Tambinén te amo, Hana, Te amo....- Y apenas se apartó, con una de sus manos se peino el cabello y suspiro mirando su enorme erección. Si, ella sólo podía causar ese efecto en él. Se giró para ir a la cama. Y la esperaría, aunque estaba al tanto de cada movimiento que ella realizaba.

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-Narkissa es la viva imagen de la señora Svetlana- Le aclaro y el moreno río un poco cuando ella menciono a la mujer de Vlad. Asintió con la cabeza.- Lo sé, La señorita Hana tendrá que esforzarse mucho para que logre tomar el lugar nuestra señora.- Y esas palabras no le gustaban, pero así era, Hana seria la líder de todos.

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Escucho la explicación de su amada japonesa y asintió con la cabeza.- Por supuesto que la quiero conocer, ella tiene que conocer la maravilla de novio que tienes.- Y soltó una risa divertido por eso.- Si le molesta el frío, podríamos viajar Lulú... Quiero conocer a toda tu familia.

Sonreía mientras miraba su anillo de compromiso, era tan bonito y tan curioso, era hermoso, no se lo quitaría jamás.-Vladimir...-Susurró su nombre y sus mejillas se calentaron, le gustaba escucharlo decirle que la quería, que era hermosa y que eran una familia. Dio una vuelta en el corredor y abrió la puerta del baño, era hermoso, olía a madera y se percibía un ligero aroma a flor de cerezo. Fue en ese momento en el que escuchó un ruido, se giró hacia la ventana del baño privado y negó para si. No había nadie más en el hotel.

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Ella acarició la mandíbula del moreno y sonrió.-Lo hará bien, aunque tiene mucho que caminar, es humana igual que yo, eso puede ser una desventaja o una fortaleza Vasilly ¿verdad?-Preguntó por ello, Madeline era joven pero era muy observadora, todo lo capturaba con sus ojos caoba, incluso lo que los demás se esforzaban por ocultar.

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Rio y enarcó una ceja.-Mi familia es muy... conservadora Sergey. Aunque yo nunca lo he sido, ellos querían que estudiara ciencias politcas.-Lulú hizo una cara de asco y negó riendo con gracia.-Afortunadamente no les hice caso, también tengo un hermano.-Dijo como si fuera cualquier cosa.-Se llama Kenshin.-Es médico.

Se mantuvo recostado con los ojos cerrados. Pensaba en ella. Necesitaba hacerlo y sonreía de imaginarla mirándose al espejo, pensando quizá en él ¿Ella pensaría en algo interesante? Era tan preciosa, tan curiosa y tan sincera... si, sabía que se dejaba llevar y eso era lo mejor pero tenía que ser paciente y dejar que poco a poco se permitiera avanzar porque no le faltaban las ganas para ir a por ella y hacerla suya en ese baño.

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-....-Se le quedo viendo mientras le acariciaba el mentón, adoraba la suavidad de las manos de su bonita pequeña.- En su posición ser humana no es una fortaleza pequeña. Se enfrentara a seres tan poderosos que necesita esa misma fuerza e inmortalidad. Sabes que nuestro señor pocas veces o bueno, en realidad no tiene tratos con un humano....- Y era verdad, o bueno, hasta donde sabía aun no lo hacía, creía que eran demasiado frágiles para soportar sus demandas. Las de su señor.

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-....-Bien, sabía que con eso él tenía que comportarse de alguna forma, sería difícil pero por su Lulú lo que sea. En verdad, haría lo que fuera por ella.- Esta bien, me alegra que no siguieras lo que ellos querían...-Se acerco a de ella de nuevo y la abrazó cariñoso.- Así que tengo un cuñado... vaya, y hasta ahora lo se.

Había dejado el anillo en el lavabo mientras secaba sus manos, no quería que se le perdiera o que cayera mucho menos que se dañara, el anillo era especial.-Es de la persona que amo...

-Que romántico...-Susurró una voz a su espalda y entonces Hana se giró, abrió sus ojos de par en par y sintió como algo se clavaba en su cuello mientras aquel ser le tomaba de la nuca para sacar con rápidez la inyección que le había administrado.-hueles delicioso...-Susurró la voz y con su nariz enmarcó el rostro niveo de la senka. Hana se movió, intento apartarlo, lo logró, saliendo del baño para avanzar unos pasos más y sentir que todo el cuerpo perdía fuerzas, que su vista se volvía borrosa y se mareaba para al final caer en los brazos de su captor.-...-

-Vladimir...-Susurró mientras su escencia desaparecia por completo, al mismo tiempo en el que el anillo del lavamanos caia al suelo, haciendo un eco que anunciaba que su dueña ya no estaba más en aquel lugar.

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Asintió, pobre de la señorita Hana. -Tenemos que confiar en ella.-Sonrió y luego se levantó, sus piernas se tambalearon.-Es hora de salir.-Dijo contenta pues había terminado de lavar a Vasilly mientras estaban platicando, era una manera más segura de no caer en la tentación.

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-Si.-Rió y le beso de piquito, apagando la estufa-No creo que le agrade que su hermanita menor tenga un novio más sexy que él.-Lo besó de nuevo.-como tampoco le agradará saber que sin ti no puedo seguir mi camino. Akuma... soy tuya.-Sonrió.