Vlad y Hana: A las afueras de la hermosa Rusia *O*

Se quejo un tanto pr el piquete. Lea lo miro con enojo pero no duro mucho cuando sus pupilas se había contraído y ya estaba bajo el efecto de esa desagradable droga. Jadeo. Su cuerpo ardia. Lo necesitaba ¡Dios! Anhelaba que ese hombre la tocara y era horrible. Gimió con fuerza y se dejo llevar por las sensación y la maldita necesidad que esa droga le había causado. Quería resistirse pero las dosis en su torrente ya eran demasiadas...

-(-)-

Y con todo el placer, hizo caso de las palabras de su mujer, su encantadora prometida. Branko detuvo sus caricias y levanto a Letizia para cambiar la posición. La puso de frente a La figura que era simplemente perfecta y ya estaba lista para juguetear con su mujer. El Falso Branko se acercó a ella, quien estaba de pie sobre la gran silla. El branko real disfrutaba de la húmeda vista que tenia desde abajo y en cuestión de segundos su mano ya iba de nuevo a esa entrada estrecha, llevando cuatro dedos dentro y la copia lo imitó, invadiendo con los mismos cuatro dedos la vagina de su mujer.

-Juguemos, cariño.- dijo el Branko real mientras seguía estimulando y dilatando, acercándose a su nalga derecha para morderla.

El hombre que sujetaba a Lea tomó un dildo que empezó a meter dentro de la vagina húmeda de la lycan, empezó a rotarlo, a hacer más grande su entrada.

-No puedes correrte.-Le dijo ese hombre, colocando otro dispositivo, esta vez en su clitoris.-Si te corres, te dolera.-Le aseguró.

Hana por su parte había levantado la mirada a Francis.

"No te tengo miedo"

Le dijo con sus ojos amielados, el poder de la senka se estaba liberando poco a poco, un poder que calmaba y también que protegía, que protegía algo que nacia en su interior.

++
++

-¡Ahh~!-- Se inclinó hacia enfrente, su cuerpo se abría, se dilataba.-B-Branko~! ah... ahhhmmg~ ahh!! ¡Ahhgmm oh por... s-sii!-Sus piernas temblaron, una de sus manos se apoyó en el hombro del Branko falso mientras que la otra se dirigía a su nalga izquierda, estirandola ligeramente para que su ano se abriera más a él.-Ahh~ -Se meneó provocativa, sintiendo un ligero dolor y un placer que no sabía podía tener, ver a dos Brankos adorandolas, despertaban la lasciva, el poder y el narcisismo de la diosa que era.

Lea se quejo ante aquello. Miro con desprecio al hombre y jadeo, porque por mucho que fuera estimulante, él hombre que lo hacía no era a quien deseaba, de hecho, ya no había hombre al que deseara o eso creía ella. Murmuro, maldijo al hombre en un encantador alemán. Se retorció y grito cuando aquello estimulo aquel punto tan sensible. Hizo una mueca de dolor/placer y comenzaba a abandonarse. No debía hacerlo ¡NO!- ¡Suéltame! ¡Déjame!- Grito y en su intento de negarse no podía contenerse más.- Ahhh-hhhg!- Su cuerpo estaba a nada de correrse... se rió de ella misma... recordaba su pasado...

-(-)-

Ambos Brankos sonreían mientras observaban las expresiones de la diosa. Disfrutaba de sus caricias y ninguno se detendría, al menos no aun. El Branko Falso seguía jugueteando en su interior con la misma cantidad que el Branko real, cuatro dedos dentro. Pero, se había acercado lo suficiente para que su lengua hiciera de las suyas, estimulando su punto más sensible y suculento. El Branko real sonrió cuando ella fue de ayuda al estirar su nalga izquierda. Negó.

-No mi amor, no debes moverte.- Susurro sobre su piel y ambos Branko la retuvieron con sus manos libres. Rió y entonces el quinto dedo entraba en ese apretado agujero. Joder, ella en verdad que estaba contrayéndose.- Dime Let ¿Que piensas de la doble P?- Cuestiono mientras besaba su trasero, lo mordía y seguía entrando y saliendo. El Fisting había comenzado ¿Posición? Silent Duck.

Hana mantuvo su mirada fija en Lea. Hana ya no lloraba, más bien se llenaba de algo... algo que no sabía podía sentir. Rencor. Odio.

Una flor que tenía tanto miedo se refugiaba en ello, era la única manera de seguir sobreviviendo.

-Detente.-Dijo Francis de pronto.-Le toca a ella.-Levantó a Hana de un solo golpe y aquel hombre que acariciaba a Lea, la quitó.-No es humana, ten cuidado.

-La reina de las arañas no tardará en regresar, ella se hará cargo.

-No confió en esa mujer, no luego de haber huido. Aun así sedala de nuevo.-Francis miró a Lea.-E inyectale más droga, haremos que pase bien aquí.

++
++



Letizia gimió y mordió su boca, el Branko falso la estaba estimulando demaciado, estaba a punto ed correrse...

-B-Branko~ ahh... ahhh....si... ahh ~!!-Sus piernas temblaron otra vez, pero en esa posición, con los dos tomandola, se sintió poderosa.-L-Lo quiero~...-Lamió su labio superior de forma lasciva, mirando al Branko falso.-A los dos... a ti Branko.-Cerró los ojos, que le metiera el quinto dedo le empezaba a doler ligeramente, porque no estaba acostumbrada.-Ahh~ d-duele...-¿Desde cuando el dolor era tan placentero? Se sentía llena, llena de él.

Aun agitada, agradeció para sus adentros el que se detuviera. Miro detenidamente mientras le quitaba las esposas de pies y manos. Miro a HAna. Trago y frunció el ceño cuando Hana fue levantada de esa forma. Iba a ser su ultimo intento ¿Por qué no? Ya no iban a sedarla más. Suficiente era con lo que por su cuerpo ya corría. Cuando le levantaron, golpeó al hombre, dejando que sus garras lo alejaran cuanto pudieron y miro, con sus ojos carmín a Fransis.- N-No más.- Temblaba... joder, esa droga era un maldito infierno.- D-Déjala...- y camino tambaleante mostrando sus colmillos. Era un Jaeger y como tal, no se daría por vencida.

-(-)-

Branko rió un poco ante las palabras y reacciones de su mujer. Sabía que los quería a ambos. Su sexo e incluso su ano lo exigía. Apretaba con fuerza sus dedos. Se reacomodo en la silla para estar más cerca de ella. Beso y lamió sus muslos. Le encantaba sentí su piel erizada.- ¿Qué es lo que quieres Letizia?... Se más especifica mi amor.- Y movió los dedos un poco más dentro. ¿Dolo? Quizá, sabía que lo era, era la primera vez que lo intentaban, al menos por detrás.

Hana miró a Lea y bajo la vista, no podía verla despues de eso, porque ellano había podido hacer nada por salvarle.

-¿Dejarla? -Francis negó.-Apenas ha empezado, en todo caso tu no deberías estar preocupada por ella, es mia y yo soy un amo demasiado benevolo. Jamás le haré daño.-Tocó a Hana por los costados y ella cerró los ojos.

-Estoy aquí.

-Ya era hora reina.-Francis miró la enmascarada, tenía un antifaza rosa palo y un vestido corto. Parecía una muñeca pequeña, rubia y sobretodo muy hermosa, pero esa inocencia disfrazada no era nada comparada con la crueladad que esa chica tenía.-Llevatela y descubre que es.

-No será muy dificil. -Dijo Creta, levantando una mano y apresandola con mágia.-No prometo que no dolera.-Dijo mientras en un rápido movimiento se acercaba y le inyectaba otra dosis de droga.-Te enseñaré a comportarte.-Susurró en su oreja, levantandose en puntitas y luego dandole un "tierno beso" en la oreja.

-Perfecto. Comienza la grabación-Dijo el rubio tumbando a Hana en la mesa, empezaría a tocarla y Vladimir lo vería todo.

++++
+++

-A ti!~-Dijo sintiendo como su centro palpitaba, como su ano empezaba a dilatarse, era más fácil cada vez que él entraba y salía.... pero no quería eso, lo quería a él caliente y duro, amandola, diciendole lo hermosa y perfecta que era.-B-Branko~ -Se meneó de nuevo, no podía evitarlo-Com~ ah~ complaceme~ ahhh-ahh~ a tu diosa....-Mordió sus labios y de su centro, empezaba a derramarse por los muslos, toda su vulva estaba empapada, sensible... le palpitaba caliente.

Cuando la prometida del Yasikov bajo la mirada sonrió. Sabía que lo hacía porque se sentía avergonzada y algo decepcionada por no poder hacer nada. "No te preocupes Hana, estaré bien... es lo de menos. Si supieras que esto no es nuevo para mi" pensó pero no se atrevió a decírselo a ella. Miro a Fransis y soltó una suave risa, débil, estaba agotada.

-Te... te arrepentirás de tus palabras...- La seguridad en sus palabras decían mucho de esa lycan. Una madre soltera con 5 hijos, maravillosos los cuales tomarían cartas en el asunto, y todos temerían. No menciono más cuando esa jovencita entro a aquel cuarto. Frunció el ceño. ¿Esa niña creía que iba a someterla?... bueno, con esa droga no había de otra. Lea se quejo y se quedo inmovil. Miro a la rubia y apretó los ojos al recibir ese beso.- H-Hablas... demasiado... niña.- Y listo. Ya estaba a en manos de esa Copobianco.

-(-)-

Palabras de una vanidosa y presumida novia. Joder, lo puso más cachondo. Aparto sus dedos de ella.- Sera todo un placer, mi amor.- Y ambos Brankos apartaron sus manos de ella. El real le ayudo a acomodarse sobre de él, aun de espaldas, quedando ella de frente al falso.

-Mi diosa... Mi reina...-Griño y la sentó sobre su falo, el cual sostenía para comenzar a penetrarla por detrás. El falsó se acercaba a su vagina porque ambos la penetrarían incluso al mismo tiempo.

Creta no sonrió, más bien se la llevó a otra habitación.

-¿Que hago con la vaniria?-Dijo antes de salir y mirar de reojo a Francis.

-Puedes jugar con ella también, necesito que aprendan a obedecer antes de que empieze el juego, no puedo perder.

-Como gustes.-Dijo la rubia pues Francis era apenas uno de los cientos de participantes, Francis tenía por supuesto a su sequito de sumisas y a sus aliados, aunque él iba a por Hana desde un principio. Tendria los tres trofeos, los millones del juego, a Hana y el placer de saber que Vladimir se retorcería de dolor.

++
++

Letizia gimoteó al sentirlos.

-Ahh~ Si...-Le dijo mientras miraba al Branko falso y lamia el labio inferior, provocandolo, una de sus manos la llevo al hombro del falsos y la otra se doblaba ligeramente para sostenerse del cuello de su verdadero prometido, quería besarle la boca, quería lamerlo, ser adorada no solo por su sexo humedo, no solo por su culo, también por su boca. Quería amarlo así..-ah~ c-cariño...mmhmm~ mmnh mnh~-Abrió un poco más sus piernas y relajo su trasero, estaba excitada, con sus pezones en punta y las mejillas rojas, agitada.-Tu reina...ah~ si, l-lo soy..

-Francis bereuen . Eine Jaeger unversöhnlich. Yasikov gibt eine Rache- Susurró la Alemana antes de que le alejaran de la habitación. Quería liberarse, quería ir a por Hana. Lea se aferraba a sus deseos, a lo que quería proteger.

-¿Y, qué g-ganas disciplinando a una n-no sumisa?... No l-lograras nada... ni c-con la Vaniria- Le aseguro Lea, que intentaba liberarse de la brujería de la niña.

-(-)-

Branko se acercaba, besaba su espalda, la mimaba, al menos por detrás, porque el falso no tenía permitido besar nada de su piel, sólo satisfacer la necesidad sexual y física. Aun pese a ser parte de sus energías, Branko no estaba dispuesto a compartir los labios y pechos de su mujer. Sólo él podía lamer y besar. Se movió y se acerco a ella, embistiendo para estar completamente dentro. Los dos hasta la empuñadura. Branko Jadeo. Apretaba increíble, joder, le encantaba. La sujeto de las piernas para abrírselas más y darle más acceso al falso.

-Eres tan presumida, Letizia.- Embistió.- Tan poderosa.- De nuevo.- Encantadora.- con más fuerza.- Divina- Movió con más rapidez y fuerza.- Ah~ Tan apretada... Joder... Sensual... perversa...- Y una de sus manos la tomo de la nuca para acercarla más a él y besarla, necesitaba hacerlo mientras ambos seguían invadiendo ambas entradas.

Creta seguía caminando, escuchaba a Lea pero no la miraba, sus tacones eran lo único que rompía aquel silencio.

-Esa decisión la tomo yo.-Le dijo y la dirigió a una habitación, marcó unos numeros y la puerta se abrió de golpe.-¿Has comido?-Le dijo mirandola despues de cerrar la puerta, la habitación comnezó a moverse, era un elevador.-¿Cuando fue la última vez que lo hiciste?-Creta se giró a verla, sus ojos azules no dejaban ver nada, en ese momento ni siquiera estaba pensando en nada, nada que pudiera delatarla.

++
++


Ahh~!!-Se arqueó a él, su boca se abrió en un erótico ovalo, mordiendo sus labios al sentirlo.-¡AHHH-AHH~!-Branko~! Ahhmmn~ ah...-Sintió la embestida.-S-Sii~! Ah~ ah... si-sigue... si oh~ ah... -Apretó el agarre de su prometido. Se movía, lo besaba, sabía tan delicioso.-A-Así cariño ahmmh~...-Más, se sentía tan bien, se sentía llena, poderosa y sensual, el ser mas exótico y sexy de todos. Nadie se le comparaba, en ese momento era la afrodita misma, era la mismisima madre de dioses, porque Branko la amaba, Branko la completaba y era fantastico.-M-Me gusta~ ahh... s-si...-metió su lengua en su boca, la enredo, la degustó mientras seguía bombeando en ella, sentía ambas pollas calientes, hinchadas en su interior, rompiendola... ¡sii~!-Oh Por... ahh~ Branko... Branko!!

Lea se quedo en silencio mientras el elevador comenzaba a moverse. Tenia lo que necesitaba de esa niña, o bueno, señorita: Su nombre. No más. Ella pretendía no pensar, Creta suponía que no lograría tomar la información que necesitaba, pero nadie dejaba de pensar. Pensaba en no pensar, y eso le abría camino a lo más sencillo, lo primero de todo, el como llamarla. Inclino un poco la cabeza y jadeo. Estaba sensible, mojada, irritada por un orgasmo que nunca llego, pero no lo necesitaba, no iba a tocarlo.-... ¿Por qué lo preguntas? No es cómo que te importe ¿O si?.- se quedo en silencio unos segundos y suspiro.- No lo se, hace 5 o 6 horas. Apenas hoy me han traído aquí y no saben en lo que se han metido.

-(-)-

Branko se estaba perdiendo un poco. La reacción de Letizia comenzaba a despertar su instinto más bajo, salvaje... Su esencia perruna comenzaba a esparcirse por el reino, su reino. Se hacia uno con el de su diosa. Gruño. Sus colmillos crecieron asi como sus agarras e incluso su falo se ensanchaba. Más. Golpeaba sus bolas contra sus glúteos. Gozaba de sus palabras y lo perversa que su mujer podía ser. Si, era fantástica. Saboreo su beso. Mordió los labios de su diosa porque ansiaba si sangre, deseaba todo de ella y con ese beso succiono lo que su labio herido podía darle, llevando sus manos hasta sus pechos. Comenzó a apretarlos, moldearlos a su gusto mientras que él falso utilizaba sus manos para abrir más a Letizia y arremeter contra su sexo, presionando con su enorme falo su punto más sensible.

Creta miró a Lea y continuó al salir caminando y entrando a una habitación blanca en su totalidad. No había ctistales ni ventanas a lo lados, en cambio había un enorme vidrio de techo. El cielo estaba obscuro, se podían ver las estrellas brillando en la obscuridad.-

-Te traeré comida.-Dijo dejandole en libertad y dejando un pequeño paquete rosa en la cama blanca de igual manera.-Hay un baño a la izquierda. Hay una pila de videos allí.-Le señaló.-Disfrutalos y no te molestes en usar tus poderes aquí. -Creta miró a la chica, sus rasgos, su aroma... le recordaban a Khato, un lycan por supuesto.-Diviertete.-Cerró la puerta, le había dejado un vibrador para bajar su libido y una serie de videos BDSM, la instruirían solo un poco en lo que haría. Más valía que fuera inteligente, si quería salir de allí, debía ser astuta.-ConfiÓ en ti.

++
++

Un feminenio y suave gruñido cuando él la mordió, cuando le apretó sus senos con esa fuerza.-Ahh~ Ahh... Branko...¡Ahh~!-Quería más de ella, más de todo lo que él le daba-Oh si! si~!! Mi amor.. ahh~ a-ahhmnh~ cariño así.-Se arqueó y no pudo contenerlo más. Sus ojos se volvieron de un azul electrico mientras gemía y gritaba del placer, corriendose mientras los dos Branko la empalaban hasta el fondo, sus paredes lo apretaron y su cuerpo se tensó y se movió presa de los espasmos que recorrían cada parte de su ser.

Lea observaba a la hermosa joven. No entendía del todo porque la ayudaba, pero lo agradecia en el fondo de su corazón, pese a no estar tan consciente de todo lo que le rodeaba. Miro todo cuando le indico y bufo, apoyándose en la pared. Lea quería llorar, quería hacerlo porque extrañaba a su esposo y en ese momento anhelaba que fueran las manos de él las que le quitaran tanta necesidad. Deseaba sus manos sobre su cuerpo, sus labios, lo quería a él dentro de ella. Extrañaba ser una con él, pero ya no estaba ahí, ni lo estaría nunca más. Ese era su peor castigo. Que importaba lo demás, hacerla extrañar a su esposo era horrible.

-No entiendo porqué.. - Jadeo t seguía apoyada, no podía soportarlo más.- Estas aquí...- termino mientras la miraba salir. Intentó reír pero le era imposible. Se apresuro a tomar lo que el joven la había ofrecido y fue al baño, donde daria placer a sus necesidades y eliminaria la jodida droga.

-(-)-

Un aullido desgarrador anuncio la llegada del gran lobo. Branko experimento un orgasmo descomunal con las contracciones de mujer. Fue tanto que tubo que pegarla a él con fuerza. No fue delicado pues sus garras terminaron hiriendo los hermosos pechos de su mujer. Gruño y clavo con fuerza sus colmillos donde hombro y cuello se unían. El Branko falso simplemente desapareció y los dejo a solas nuevamente, porque ambos tenían que disfrutar de la delicia de ese orgasmo.

Hana estaba a cuatro. Se sentía expuesta y lastimada, el afrodisíaco la mataba lentamente y ella quería llorar y huir pero algo también le hacia que luchara. No podía darse por vencida, aunque estuviera herida y rota por dentro, temblaba, no podía negarse eso, más aun cuando aquel hombre empezó a acariciar sus muslos. La pelirroja apretó los ojos con fuerza, sintiendo como las mejillas se le empapaban por sus lagrimas sin emitiri niungun sonrido.

-Puede que sea dificil al principio. Pero lo mejor de la adaptación es la repetición.-La voz de Francis no iba dirigida a ella.-¿No te parece sexy? Tiene un culo hermoso y unas tetas grandes y llenas de vida. No cualquiera tendría un ojo para ella..-Le dio una nalgada que la empujó hacia el frente.-Pero es como el buen vino, solo se aprecia con el tiempo, solo un experto sabe cual es el mejor.

++
++


Ella había sentido como él se hacia grande en su interior, se corrió locamente una y otra y otra vez. Cada orgasmo era mejor que el anterio y el anterior, era como una secuencia. Branko la estaba matando de placer y él parecía disfrutarlo tanto más al enterrar esas garras en sus senos, le dolía y no dudo en quejarse pero en lugar de eso, su garganta se desgarró con un gemido acompañado de un mordisco de él. No tuvo opción y los espasmos no cesaron, todo lo contrario pues habían aumentado como una supernova. Algo grande que se la comía por dentro.

-Ahh!!~ Ahmm~Ah.... Oh... Oh si~!-El orgasmo fue sesando poco a poco, dejando en cambio una respiración muy agitada, su piel le picaba y gotas de sudor caían como un delgado rio entre sus senos, toda ella era una diosa de la lujuría, podía sentir semen de Branko salír de ella.-Branko..-Se giró un poco, sosteniendo la cabeza de él.-Ah...-Le dolía y le gustaba, era algo bipolar.

Lea había utilizado los objetos a excepción de los vídeos. Los vería al estar más tranquila, porque en ese estado no iba a poner atención y querría saber algo de todo ese juego, aunque imaginaba que los vídeos serían un fisco, era pornografía después de todo, una estúpida fantasía.

El vibrador ya hacía sobre su sexo, Lea estaba empapadisima y dejaba que los espasmos por la estimulación la envolvieran. Se retorcía, gemía y dejaba que las sensaciones la hicieran estallar una y otra vez. Pensaba en Wilhelm y esos años en los que disfrutaron el uno del otro pero... no podía sentirse satisfecha... era como si algo faltara ¿Él qué? No estaba segura y eso le frustraba ¡Le frustraba!

-(-)-

Le costo bastante apartar sus colmillos de ella y sus garras. Era como un lobo salvaje aferrado a su presa, pero ella era más que una presa. Era su prometida. Encantadora palabra. Cuando ella le llamo, dirigió su mirada rojiza y lentamente aparto sus garras y colmillos. Relamió la sangre de Letizia... deliciosa y trago. Le sonrió y pegó su frente a su hombro.- Te amo.

Hana deseó morir en ese momento, los dedos de aquel hombre empezaban a tocar su braga, empezaban a acariciarla en ese punto sensible y lo peor era que su cuerpo, su maldito cuerpo respondía debido a la droga. Y aun así lo único que sentía eran ganas de vomitar y alejarse de esas manos, no eran las manos de Vladimir y pese a su fuerza aun era novata en aguantar esas cosas, más bien nunca nadie debería haberlas aguantado. Sus lagrimas se derramaron una a una, bajo su rostro para que nadie la viera, ocultandolo lo más que podía pero su cabello estaba atado y la dejaba expuesta, era terrible.

"Solo un poco más, solo un poco más"
´
Pensó para sí,sin escuchar la retaila de retos que aquel hombre le decía a la camara, como si disfrutara de lo que pasaba. Claro que lo hacia.

-Y así es como una mujer, logra la liberación-Apretó un dedo dentro del short de Hana y entonces, odiandose como se odiaba en ese momento por lo que pasaba, Hanna se corrió.

Y el video se terminó.

-Todas son iguales.-Susurró Francis al oido de Hanna.-Te acostumbraras a mi.

++
++


Letizia lo miraba con anhelo, lo sentía aun grueso dentro de ella, lo cual en lugar de molestarle le habia encantado, porque dejaba ver lo mucho que ese hombre la deseaba.-Yo también..-Le susurró contra su boca y luego le beso, chupando y succionando esa lengua de infierno que la calentaba hasta las entrañas. Letizia era pura pasión en ese momento, sentía una necesidad tremenda de amarlo y saciarse hasta que estuviera harta de comerlo, lamerlo y sentirlo, era enfermizo quererlo así, pero la separación solo había servido para afianzar su lazo.-Branko...-Empezó a levantarse como una reina de él, gimió al no tenerlo dentro de su trasero, el cual estaba dilatado por sus embestidas. Se levantó por completo y se volvió a sentar sobre él a horcajadas, pasando sus manos por su cuello y mirandolo a los ojos.-Mi rey.-Susurró contra su boca, bajando para oler su cuello y su clavicula y su mentón.-No vamos a detenernos ahora...-Lo empezó a chupar como una cría a un caramelo que hubiese estado esperando por mucho tiempo.

Lea se había detenido. No podía hacerlo, no más de lo que ya había sentido. Estaba exhausta de tantas contracciones, de que su cuerpo pidiera algo que no podía. Había decidido meterme bajo la regadera, necesitaba agua bastante helada. Tenía los ojos cerrados y busco a Dimitri ¿qué sería de su sobrino? Apretó los dientes y justo cuando lo encontró lo escucho, estaba dolido pero se forzaba a ser tan fuerte como podía. Indagó en sus pensamientos y encontró lo que quería proteger. Abrió los ojos de golpe y la cabeza le dolía. Comenzó a escucharlos a todos, sujeto con ambas manos su cabeza. No quería oír más lamentos, no en ese momento. Gruño pero las palabras de Dimitri la des colocaron.

<<Tranquilízate tía, no dejes que ellos nos ganen>>

Lea quiso llorar de nuevo porque pese al dolor podía sentir como Dimitri intentaba abrazar a todos con su mera presencia, darles paz y la esperanza de que escaparían de ese lugar con vida.

-(-)-

Branko sonrío con un poco de cansancio. Se estremeció cuando le libero de ese encierro tan placentero. Frunció un poco el ceño, ni él quería que se apartara, pero regresaba, la tenía de frente y eso le gustaba más. Saboreo sus beso y jadeo cuando le atrapo de nuevo en su interior. Estaba tan hinchado, pero necesitaba un poco de tiempo... Quizá minutos. Con Letizia eso era imposible y lo calentaba aún más, la necesidad y la exigencia de su diosa lo volvían loco. Jadeo y levanto el mentón dejando que ella lamiera, oliera he hiciera lo que quisiera con él.

-Mi reina es insaciable....- Levanto sus manos y le sujeto los pechos. Acaricio, sintiendo las heridas que le había hecho... Maldijo para sus adentros y comenzó a tocarla con tanta atención, iba a curarla... Pero después de que ella terminara de amarle de esa forma.- Me encanta lo que haces Let pero...- Movió un poco su cadera para arremeter en su interior y descolocarla.- Hay algo de lo... Que tenemos que hablar.- Gimió varonil y la,apretó contra él- Más bien, sobre alguien a quien... Hemos olvidado y por lo que...- Joder, ella lo estaba haciendo perder la razón.- traje a tu...- Gruño.- Jodido híbrido.

Hana sintió aquella energía. Apretó su amargo dolor dentro de su garganta y dejo que las manos de aquel hombre descargaran esa sensación que lejos de ser placentera, le dolía en el alma. Su cuerpo entero estaba lleno de rabia y asco, dolor y mucha, mucha tristeza. Se sentía tan poca cosa... se sentía tan mancillada. No lo perdonaría, no lo haría nunca.

++
++


Levantó una perfecta y delineada ceja café al escucharlo. Hablar, alguien y "jodido hibrido" era algo que Branko no decía cuando hacían el amor. Sin embargo, que lo dijera hizo que ella prestara toda su atención, despues de todo algo muy dentro de sí misma le había dicho a que se refería Branko. Lo intuía, era su pareja de vida después de todo.

-Mi hermano-Susurró dandole un beso más en el pecho y luego irguiendose para verlo fijamente.-Tal vez debamos ir a nuestra habitación.-Sonrió, estaba sentada a horcajadas, desnuda, apretada y algo sudada contra él, aun tenía el mismo peinado de una trenza, pero esa no era la manera de hablar, por lo menos no en un comedor.

Lea supuso que ya sabia lo suficiente. No era tonta, no era como que en aquella enorme casa en Alemania no le enseñaran sobre esa clase de juegos, había toda de clientes... Toda maldita clase. Había salido del baño después de ducharse y salió de ahí para sentarse en la cama y esperar... No le quedaba de otra, o al menos, estaba pensando en algo que hacer.

-(-)-

Negó con la Cabeza y le sonrio con malicia a su mujer mientras la mantenía bien pegada a ella. Dejo que ella le acariciara y besara mientras que sus manos también acariciaban la piel de su mujer. Bufo, no quería apartarse de ella pero, tenían que hablar con cierta seriedad. Le atrapo los labios para darle un beso intenso y después, mirarla a los ojos.

-Será mejor que nos vistamos y... Conversemos de esto seriamente. -Le dio otro beso, porque no quería apartarla pero como líder de su clan y futuro líder del de su prometida, debían saber cuando tenían que detenerse y de más.

Un orgasmo.

Un orgasmo que se sentía sucio y repulsivo, que se sentía a dolor y traición y todas las cosas malas que Hana no había experimentado jamás. Esa era su realidad en ese momento y como la odio. Odiaba no ser una loba y arrancarle aquella mano, liberarse y salir aullando en busca de Vladimir.

-Ya acabo.-Felix sonrió.-¿No te sientes más liberada? -Le quitó la bolita que estaba en su boca, le destapo los ojos y lenta y cruelmente Hana comprendió por completo que no era una pesadilla.-¿No hablas? te hize una pregunta Hana.

-T-Te...-No supo en que momento, no supo ni siquiera que lo hacia hasta que escuchó su voz quebrada, a llanto vivo.-¡Te odio!-Hipó y se arrinconó, bajandose de la mesa con las piernas temblando y haciendose un ovillo, protegiendo la nueva vida que nacía en aquel lugar infernal.

++
++

Letiia asintió y sonrió entre dientes al sentirlo. Branko era predecible, al igual que ella.-Subieremos ahora a nuestra habitación?-Preguntó volviendo a atar su cabello y dejando que sus pulgares descansaran en la pretina de su pantalón.-Me gustaría ver que has hecho con este lugar.-Suavizó la mira. La última vez ella había intentado ante todo, proteger la habitación de la madre de Branko, aquella vez cuando la miomasa la mataba, Letizia, la diosa había usado su luz para poder mantener aquella habitación lo más pura que podía.

El Yasikov podría estar sedado, completamente dormido pero aun así, su cuerpo lo resintió. El dolor de su amada, el miedo y de más. Era terrible, no podía ayudarla, no podía liberarla de su dolor, no aun... Vladimir lo sufriría como nunca... Ya no sería el mismo... eso sería un terrible hecho.

-(-)-

Branko había recogido su ropa y se vestía. Escucho su pregunta y se quedo pensativo. Recordaba la ultima vez en la que estuvieron encerrados en ese cuarto... un cuarto repleto de odio o al menos de oscuridad... ¿habría un cambio? Ella lo notaria, no era más la habitación de un niño... o bueno... era completamente otra porque Branko era otro.

-¿Emocionada?... Anda,- Dijo terminando de vestirse.- Esgoy seguro que te interesara todo lo que he de decirte, cariño.

Felix no estaba feliz con la respuesta.

-Aprenderas con el tiempo, a quererme y a apreciar esto. Es un gusto que se adquiere lentamente.-Confesó y luego dio media vuelta para darle privacidad y seguir con su plan. Hana entraría como su sumisa, debía prepararla y luego ganar el juego y los millones que allí se invertirían, estaba todo planeado para llevarlo a cabo. Además tendría el poder suficiente para eliminar a Bjorn y los Yasikov de un solo golpe. Todo estaba saliendo bien, despistando y haciendo creer que los Wolfgang eran en realidad los verdaderos secuestradores de Hana.

Cuando Hana escuchó la puerta cerrarse levantó la vista y miró el cuarto. No tenía nada en especial, era más bonito que el anterior pero más sencillo, había una cama, una plancha de piedra dura -en la que había estado- algunos muebles y una ventana de vidrio polarizado frente a ella. Sonrió un poco por la ironía y luego escuchó pasos.

-¿Has comido?-La voz de la joven llamó su atención, era fria y a la vez dulce.-Dejaré comida aquí. No hagas esfuerzos de más.-Los pasos se alejaron y Hana miró que al borde de la puerta había una entradita, como si fuera de perro por la cual habían metido un plato de comida cellado. Se acercó con cuidado e inspeccionando abrió la boca para comer entre llanto, debía cuidarse no por ella. Más bien por quien crecía en su interior.

++

Sonrió al escucharlo.

-Un poco.-Tomó su mano y empezó a caminar a su lado, ¿que era lo que tenía que decirle? habían pasado muchas cosas. No tenían muchas pistas de Nerys y Leone, por lo menos no las suficientes, aunque si había desertores de algunos clanes de lobos. Eso era lo que más le preocupaba, al igual de la inexistencia de varios clanes de brujas, necesitaba recobrar poder sobre Italia, las cosas empezanaban a moverse.-Todo es diferente ahora.-Le dijo mientras llegaban a la habitación (?) -Es como si todos supieran que la guerra esta cerca.

Lea se había quedado en la cama después de esa sesión repleta de un devastador placer. Quería saber como se encontraban todos. Dimitri, Judith y sobre todo Hana. Ella parecía ser el real objetivo de todo lo que se estaba planeando.

-La pregunta es... ¿Por que una chica como ella esta involucrada en todo esto?-

Se cuestiono pensando en la Copobianco. Eso le intrigaba aun mas ¿Es que la Diosa y su guardián estaban involucrados?

-(-)-

Branko sonrió por lo bajo y tomo la mano de Letizia para avanzar hacia su habitación. La escuchaba, ciertamente todo era diferente e iria cambiando poco a poco o dependiendo de como surgieran las cosas.

-Ya todos lo saben, Cariño.- Le aclaro mientras la invitaba a tomar asiento.- Y no podemos continuarla sin algunos aliados.- Sonrió con malicia y se sentó a su lado.- Dentro de poco tendremos aqui a Los Rusos y estoy seguro que a los Franceses también. Son clave sin embargo, no puedo hacer nada mas si no recuperó a mi otro yo.- Y la miro fijamente, porque estaba seguro de que ella lo entendería. Necesitaba recuperar a su hermano.- Por eso lo he traído aquí, a tu estupido perro.- Si, le molestaba Cys porque ella le expresaba demasiado amor cuando le veía.

Creta entró a su habitación, se colocó un traje blanco de piel pegado a su cuerpo y despues se llevó a los ojos un antifaz rojo. Su cabello ya no era corto como lo había llevado antes, ahora era otra, encerrada en esa jaula de maldad y odio, donde ella era una de las reinas, una reina encerrada en su propio reino. Ahora solo podía cuidar a aquellas personas que en verdad lo merecían, como esa chica Hana. Aunque pareciera cruel tenía al amo más benevolente y estupido de todos, el jamás abusaría de ella por una estupida cuestión de poder, sin embargo sería eliminado con fácilidad.

Creta sabía que encontrarían a la pelirroja y a esa mujer Lea, era su instinto de bruja blanca, el poco que aun le quedaba que la hacia pensar de esa manera, además sabía que el juego implicaba algo más allá que simple diversión y negocio sucio, había seres implicados en esa trata de blancas, todos en el juego querían algo, dinero y algunos más, los magicos, querían el poder que les alcanzaría llegar a la torre del ultimo reino. Ella lo sabía de sobra, las islas, los reinos, los retos y al final la pelea de justas en la torre final, donde se llevaría acabo uno de los rituales más sadicos para volver a la vida a algo, alguien... un ser que consumiría el mundo si no se tenía cuidado. ¿Y quien estaba involucrado? Nerys... Creta había seguido sus pasos luego de que la rechazaran, su estado de "mala" la había impulsado a meterse allí donde estaba y ahora que tenía un poco de juicio, sabía que algo había hecho bien, de esa manera tendrían más información.

-Reina de las arañas.-La rubia se giró.-¿Estas lista? Llevaremos a la nueva, la vaniria a una de las celdas, alguien quiere comprarla.

-Es demaciado pronto

-No, entre más rápido puedan jugar con ella, más oportunidades hay de que pueda llegar a las finales.

-Aquí entre nos.-Dijo firme, colocandose las plataformas.-Ningun humano lograra llegar a las finales.

-Lo sé, pero ellos no lo saben.-Se rió el hombre de tez negra y cuerpo curpulento, tenía atravezados en su pecho cinturones de piel negro con estoperoles.-Vamonos.-Le dijo tomandola de la mano y llevandola en su hombro, despues de todo, era el encargado de mantener segura a la chica rubia.

++
++

Lo escuchó atentamente ¿Rusos y Franceses? Clanes vecinos, ¿Desde cuando tenía contactos con ellos? Bueno, era la responsabilidad de un guardían, el guardían de la tierra. Sonrió.

-Tendremos la misma visita afectuosa que tuviste con mi hermano? -Ironizó y luego asintió a lo que decía.-Nunca haces nada sin tener con ello un beneficio.-Acarició su mejilla y luego se levantó.-Es mi hermano.-Negó, entendía lo que pasaba, entendía lo que Branko necesitaba porque ella de ser él, tal vez hubiese hecho lo mismo, aunque claro... usando otros metodos.-Al igual que Khato...-él también era su hermano.-lo encontrará... Cys es increible y tu, tenemos que proteger a Dimitri... a Lea.-Se giró un preocupada.-Los demás clanes vendran como enemigos si no somos más inteligentes que ellos...