Vlad y Hana: A las afueras de la hermosa Rusia *O*

Sus ojos se cristalizaron y negó aun pese a las ganas de devolver.-Se que lo harás p-pero tu tía y Judith tienen r-razón...-Bajo la mirada.-Yo soy la futura lider de una raza de lycantropos poderosos y llenos de honor... n-no puedo dejar q-que solo tu pelees, una batalla...-derramó una lagrima-que también me toca a mi.

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Sus pantalones estaban en el suelo y también los de él. Se estremeció ante sus caricias y con uno de sus dedos, rozó la orillas de sus boxers.-Quitatelos...-Se acercó a su cuello y deposito un beso allí y otro más. Sus manos quitaron el sostén que cubría sus senos y estos terminaron por botar y estremecerse, sus pezones duros como el granito, se pegaron al pecho de Branko. Ella llevaba el ritmo, no era frenetico como usualmente lo tenían, era maduro y era caliente.

Tomo una bocanada de aire y la miro. Sonrio, pudo hacerlo, porque ella hablaba como aquella Hana que alguna vez conoció en el futuro, la que haría mil cosas por su pueblo y lograría lo que la mujer del pasado líder Yasikov no había logrado.

La puerta se abrió con agresividad y Seishiro acompañado de tes hombres más entraron. Dimitri entonces se alarmó. Eran malo ¡no! No debían tocar a Hana pero era imposible, Seishiro tomo el Jaeger h hizo que mirara como era que dos de hombres tomaban a la hermosa Hana y el otro a Jud aun inconsciente.

-¿Qué pretendes, Dimitri? ¿Ser El Salvador?- Sujeto con fuerza el cuello del moreno y acercó sus labios a su oído.- Entiéndelo, esto es solo tuyo y mío.- Deslizó su mano sobre el cuerpo del chico y Dimitri trago molesto, miraba a Hana.

-No las toquen... ¡no! - Gritó él intentando escapar de las manos del hombre que jamás lo dejo dormir en paz.- Utlicenme a mi... No a ellas... Por favor... S-Seishiro...

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BrNko frunció el ceño. Era demasiado, no era como que no le gustara el juego de su mujer pero... Gruño y tomo las manos de su mujer, siendo agresivo, recostando la contra aquella enorme mesa, al menos a la orilla, donde logró meterse entre sus piernas. No hubo más tacto. Nos no hizo todo a prisa. Sonrió y acercó su elección al sexo húmedo de Letizia, rozo un poco.- Me pones duro cuando dar ordenes.- Dijo en un tono grave y excitante mientras jugaba con el elástico de su sensual bóxer pues lo bajaba lentamente, moviéndose con sensualidad, rozando aun sus sexos cubiertos por las telas que de a poco se desprendían.

Hana abrió los ojos, saltando de golpe en su lugar.-Dimi.. ¡Dimitri!- Se removió, lucho, no lo dejaría, ella también lucharía... Ella era de Vladimir, lo había prometido, que regresaría siempre a los brazos de su prometido. -¡Dejame! ¡No me toques!-Gritó y empujó al hombre con todas sus fuerzas, le dio un puñetazo en la cara y sus nudillos sangraron, al igual que la nariz del hombre, Hana corrió, salió de la habitación, pero antes de poder seguir corriendo, una mano la jaló del cabello, tirandola hacia atrás.¡Ahhkg!-Cayó al suelo y sintió un dolor recorrer su cuerpo, gritó y por instinto abrazó su vientre, haciendose ovillo.-Por favor...-La jalaron para que se parara y luego la llevaron hacia otra habitación, era hora de salir a modelar a la perra.

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Lamió sus labios superiores y se arqueó un poco, sus piernas estaban abiertas a él.-Nunca has sido paciente ¿no es así?-Mordió su boca, cerrando sus ojos mientras disfrutaba esos roces.-Te extrañe...-Le dijo volviendolo a ver.-Mi cuerpo, y-yo..., cariño no así...-Lo rodeó con sus piernas.-Vamos a tu habitación Branko.-Pidió se meció precionando su erección dura.-Ahh~

-¡Señorita Hana!- Grito Dimitri intentando apartarse de las manos del hombre que lo presionaba. No logro nada, tan sólo recibió un forte golpe en su costado haciéndolo perder por completo el aire. Gimoteo de dolor y no pudo continuar de pie por su fuerza, no lo lograría si él lo soltaba.

- Entiéndelo Dimitri. Solo somos tu y yo, nada se interpondrá entre lo nuestro.- Y el castaño japonés termino mordiendo el lóbulo de la oreja derecha del híbrido. Lo llevaría junto con aquella vaniria inconsciente, todas las chicas serian la muestra para muchos de los invitados.

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Branko negó con la cabeza y la embistió una vez mientras estaba ella sobre la mesa. Por fin, no mas tela, a ninguno porque se había despojado de su propia ropa interior y la había despojado a ella. Apoyo sus manos sobre la mesa a los costados de Letizia y froto su sexo contra el de ella. Jadeo, era la.puta gloria sentarla, ver su cuerpo, disfrutarlo.- No Letizia... Te jodere sobre la mesa y después...- dio un fuerte empujón, inclinándose para acercarse a los labios de su mujer.- lo are en nuestra habitación.- porque asi era, lo que era suyo tambien era de ella. Debido sus labios y sus manos comenzaron a acariciar la piel de la Diosa. Apretaban su deliciosa carne y acariciaba con cierta desesperación. La había extrañado demasiado y la necesitaba más de lo que pudo imaginar.

Hana cayó de bruces en una cama, el hombre que la tenía jaló su bata, desgarrandola mientras ella se abrazaba con fuerza.

-Muy bien preciosa.-Le dijo acercandose y tumandol, separandole las piernas mientras se colocaba encima.-Esto lo hará más facil para nosotros.-Justo en ese momento le inyecto algo, Hana dejo de forcejear al instante y sintió como todo su cuerpo perdía voluntad.-Esta lista gatita.

Una rubia con un antifaz negro se acercó, la miró y con una seña hizo que la levantaran y que varios hombres empezaran a cambiarla.

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-E-Espe... ah~...-Su vulva estaba lubricada, sentía que su cuerpo reaccionaba a él y eso le gustaba demasiado. Lo había extrañado tanto, sentir su cuerpo, sus manos acariciando su piel. Estaba tan caliente justo en ese momento, que Branko la sometiera con esa pasión al hacer el amor le gustaba mucho, porque ella lo retaba, porque él presionaba.-Oh ah~...-Su mano se dirigió a su nuca y lo apretó con fuerza mientras él seguía así, rozando su sexo.-quitamelo...-Inclinó la boca de él hacia su sosten, quería que lo rompiera y que luego mamara sus botones erectos.-Te g-gusta aquí... a-así ah~! entonces lo haremos aquí.-Sus piernas apretaron la cintura de él con fuerza, apretandolo, haciendo que entrara.

Dimitri no podía dejar las cosas asi. Jud estaba inconsciente, No quería que le hicieran daño, no de nuevo. Miro a su al rededor, tenia que buscar la forma de escapar, de liberarse de todos esos e. <<Por favor, que no abusen de Hana... Por favor que no hagan daño a Jud>> Suplicaba, deseaba que un Dios escuchara sus plegarias y la única que conocía era su tía... Si, sólo esperaba que ella ayudara de alguna manera... O al menos que lo escuchara para no sentirse sólo. Apretó sus ojos con fuerza. Su tía, Jud y Hana... Inhalo profundamente y entonces grito para empujar a Seishiro, dándole un golpe de tal manera que logro liberarse. <<Corre Dim... Corre>> se dijo, recordando aquella vez cuando pequeño que su madre lo defendía de un extraño ser oscuro, pero ahora no estaba su Hermana para protegerlo y su intención no era escapar, era liberar no solo a las tres chicas con las que compartía aquella cárcel, si no a todos, nadie merecia estar encarcelado.

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Una sonrisa maliciosa apareció en sus labios. Gustoso destrozo aquel precioso sostén de un solo movimiento y sujeto con fuerza uno de sus pechos mientras que el otro comenzaba a saborearlo y succionarlo. Gruño y entonces no dejo que ella hiciera ese ultimo movimiento. Separo sus dedos completamente empapados. Branko sentía que estaba a nada de correrse pues ya había derramado liquido pre-seminal sobre la vulva de su amada. Lamio desde su botón derecho hasta su menton y la miro a los ojos.- No aun amor, no aun...- dijo con una clase de maldad mientras que una de sus manos viajo hasta donde el sexo de su amada comenzando a acariciar con cierta fuerza su ya hinchado clítoris. Le gustaba la sensación de la humedad de Letizia en sus dedos.- Ah~ Letizia... - mordió seno mientras que con sus dedos no solo estimulaba su botón mas sensible, tambien jugueteaba con sus labios mayores y menores.- Adoras torturarme... Mantenerme tan lejos de ti por todo este tiempo.- y mordió de nuevo. Quería dejarla completamente marcada.- y después ¿Me abandonadas de nuevo?- bufo una risa, porque incluso el era culpable.- joder, estas tan mojada...- y con cierta crueldad, apretó entre dos de sus dedos y delicioso clítoris.

Rió un poco pero terminó por gemir, su cuerpo le pedía a gritos ser tocado por él.
Hana miraba todo, pero era de alguna manera como si estuviera encerrada. Le habían puesto un sosten negro con piquitos de metales, le habían colocado un collar con una pequeña campana dorada y una correa que colgaba. Usaba unos diminutos shorts con un dobles de piel con motas blancas y negras y unas largas botas de tacón afilado negro. La mayoría era de cuero, a excepción del dobles de vaca. Si... su cabello estaba atado en una cola de caballo altisima y tenía los ojos vendados así como una bolita amarrada a sus labios, para que no hablara. Cuando la sacaron Hana apenas y podía caminar, no quería llorar, y no lo hizo, menos cuando escuchó a alguien más hablar y acariciar su trasero, con fuerza.

-No hagas ruido cariño.-Sintió una aguja atrevesar su piel y luego todo se volvió caliente, todos. Lloró por dentro, odiaba ese picor, pero a la vez su cuerpo reaccionaba tanto a eso.

-Dejam puto!-¿Quien era? ¿Judith? Hana no podía oir nada, solo sentir... sentir su cuerpo caliente por todas partes.

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Cerró los ojos y dejo que Branko la acariciara,-¡Ahh~ahhhnmm~!-Mordió su boca y sintió como su crema resbalaba por entre sus muslos.-Por ¡Ahhg mmhn~ ahhg~ Branko!-Meció su pelvis, apretó sus piernas, más, quería más.-Cariño~-Enterró sus dedos en su cabello y jadeo, algo de saliva escurrió de la comisura de sus labios y su afrodisiaco lentamente, empezó a cubrir la habitación, estaba tan sensible, tan resbalosa y húmeda.-¡Branko~!-Se arqueó.-Ahh~ te quiero dentro...-Frunció su ceño.-ahora~ mmnnha~

Su escape fue en vano. Seishiro se había quejado de aquel golpe y lo vio intentando escapar de él. Sonrió encantado de la fuerza de ese chico ¿Quién de los dos debería vivir? Seishiro sabia la respuesta pero aun tenía que divertirse y llenar de odio a ese niño... lo necesitaría. Comenzó a caminar, le permitiría creer por unos segundos que podía escapar.

Dimitri continuo adelante, buscaba a las chicas, Jud... ¡Joder! ¡JUD!... quería que ella estuviera bien, necesitaba que ella estuviera lejos de todo eso porque... su hermana ¡Maldita sea! ¿Por qué tenía pensar en su hermana?

-¡JUDITH!- Grito en un largo pasillo.- ¡HANA!- continuaba, intentaba inhalar, encontrar sus olores pero... su nariz estaba hecha mierda ¡Mierda!- ¡TÍA!- y justo cuando encontró la puerta que lo llevaría a todas ellas algo en su cuello lo picaba y un extraño y caliente liquido comenzaba entrar a su sistema.

-Eres demasiado escandaloso Dim... pero no te preocupes, te dar elo que tanto deseas...- Y la sonrisa con malicia lo dijo todo. Dim estaría con el público y sería una interesante atracción para aquellos que quisieran saborearle.

Dimitri lo sentía, su cuerpo estaba caliente, de nuevo, una vez más esa maldita droga lo doblegaba y le hacía sentir una gran necesidad. Se mordió los labios. No lo haría, no suplicaría de nuevo por el contacto de un extraño.

Para ese momento Lea estaba entre los brazos de un par de hombres. Muchos reían, la observaban y no sólo admiraban su bonito cuerpo. Lea estaba molesta, pero entonces recordaba lo muco que había aprendido durante sus primeros 18 años de vida.

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El pene le palpitaba. Era hermosa, una curva perfecta, sus pechos... el lobo en su interior quería aullar pero el humano en el exterior gozaría aun de la sensibilidad de su adorada Diosa.- Hmmm~- Expreso y froto con ás fuerza y rapidez el clítoris de la castaña.- Lo siento amor...- Se inclino y lamió donde su ombligo, permitiendo que la punta de su falo húmedo y goteante rozara la entrada del sexo de su amada.- No te he escuchado ¿Qué es..- Jadeo... joder, quería estar dentro, anhelaba poder sentirla, como lo aceptaba pero... un poco más, sabía que estaba a nada...- Joder... -No aguanto, llevo la punta de su falo al sexo de la Diosa, sin dejar de estimular, comenzó a penetrarla ¡Joder! Gimió, era la puta gloria.

-¡Que le has inyectado cabrón!-Gritó la Stark quien miraba a todos y también miraba a Hana.-¡Dejame, dejame!-Sintió un golpe duro en su nuca que por poco la dejaba inconciente.-¿Eso es todo?-Uno de los hombres la tomó por el cabello y la beso, le mordió la boca hasta que Judith cerró sus ojos. Le había dado un afrodisiaco en la boca.

-Así, ¿era eso lo que querías? Te he dado lo mismo que a la sexy vaca.-El hombre con dientes de oro sonrió, era un amo que había sido engañado, pensando que todas estaban en un juego de rol. Pero no era verdad. Judith cayó de rodillas, al lado de Hana y sintió un terrible deseo en su entre pierna, sin poder evitarlo, se frotó contra Hana.-Vaya, no te he dado permiso de darte placer.-Le dijo aquel hombre, quitandola de allí, las llevarían a exhibirse, estarían con el mejor amo del juego.

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Podía notarlo, Adras sacudió su cabeza y se detuvo, era un dragón que servía a una diosa, su segundo guardían y podía notar con exactitud el afrodisiaco que Artemisa derrochaba.

-Joder.-Se detuvo un poco, con los puños cerrados, cualqueir criatura podría notar el derroche de feromonas, aunque aquellos que ya tenían una pareja de vida, era casi inmunes a aquel aroma de diosa.-Es mejor que entres pronto a tu habitación. -Le dijo mirando a Cys con una sonrisa de lado.

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-Oh~ si~...Branko!~-Lento, era la gloria, sentía su interior expandirse a la longitud y anchura de su prometido. Estaba tan duro y caliente como hierro en fuego, sentía que se quemaba de placer, no podía describirlo solo gemir mientras él entraba en su interior.-Branko...-Demandante tomó su rostro y lo alzó hasta el suyo, curvandose a él, subiendo una pierna en su cadera para que él entrara con mayor fácilidad.- q-quiero sentirte...-Susurró entre su boca, mordiendo su labio inferior, lamiendolo con provocación mientras entraba y su piel caliente se aplastaba contra él.-ahh~ mi amor...-Sacó su lengua y la metió con lentitud en su boca, enrollandola, mordiendola.

Seichiro sonrió al escuchar a la hermosa Vaniría y tan sólo observo cómo termino sobre el cuerpo de otra chica y en los brazos de un hombre que les haría daño creyendo que todo era un simple y excitante juego. Desvió la mirada para dedicarle toda su atención al chico que había buscado por años y que por una interesante y aun extraña razón lo había encontrado en donde menos espero hacerlo.

Dimitri estaba bajo el control de una mujer, una ama que poco le importaba el estado del chico, había buscado y encontrado a la peor de todas. Disfrutaba verlo sufrir, era simple. Simplemente lo hacía sentir el ganador.

Lea lo observaba. La forma en la que cada uno de esos jóvenes sufría o bueno, en realidad no pensaban porque aquella terrible drogaba los controlaba. Las chicas al menos tenían un hombre que cuidaba el placer de sus sumisas. Grito y arqueó la espalda. Mostró una mueca de dolor mientras un hombre no para de moverse dentro y fuera de ella. Tenía que pensar algo, ella no podía... no de un desconocido. <<Piensa Lea, Tienes que protegerlos a todos>> Se dijo porque ellos tenían a alguien que les esperaba...

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Cys noto los movimientos del dragón y suspiro. Podía percibir mucho de lo que Letizia dejaba desprender mientras estaba con su prometido, sin embargo él jamas tuvo interés en ella. Al menos no como el de un hombre hacía una mujer. Quizá hubo un beso pero... nada más. No podía verla más que como a una hermana... una persona valiosa que le había mostrado algo que aunque valoro, pensó que llevaría consigo el día que moriría pero... bueno, ya las cosas no eran iguales.

-...-Cys negó y avanzó pasando junto al enorme hombre.- No pierdas más tiempo Adras...- Fueron sus únicas palabras y se aparto del dragón. No necesitaba que lo guiaran, entraría a cualquier habitación, después de todo no era como que Branko lo esperara para quedarse y le hubiera preparado una habitación.

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Branko mostró una sonrisa que su mujer no miro por la forma en la que besaba sus labios, lo demandante que se comportaba demostrándole lo mucho que lo había extrañado durante todo ese tiempo. Bastante tiempo... bueno, para él fue demasiado. Golpeó con fuerza su interior mientras saboreaba su boca sin responder a sus palabras. Sus manos fueron sobre esa pierna que se apretaba a él y se impulsaba apartándose de su cuerpo y boca, sin salir de ella, Tomando su otra pierna, deslizando ambas manos por el interior de sus muslos, levantándolas y abriéndolas para él hasta que llegaron a la parte trasera de sus rodillas. Empujo cumpliendo el deseo de su hermosa mujer.

-¿Sabes cuanto te extrañe... L-Letizia Copobianco?- Gruño mientras seguía entrando y saliendo, gozando de la vista. Era espectacular la forma en la que sus sexos se unían, lo húmedos que estaban. Iba a correrse de sólo ver como el sexo de Let le consumía.

Las mujeres pasaron al frente, Hana con la cabeza baja, su cuerpo palpitaba, deseaba despojarse de la ropa y frotarse. Lloró un poco, odiaba esa sensación, al caminr el short rozaba su sexo y ella sentía que se correría.

-No aun preciosa.-El hombre jaló su cabello, Hana sintió que se desmayaría, "Por favor, no me toques... no me toques" pensó y en un movimiento empujo al hombre, porque no quería que la tratará así, porque pese a todo ella tenía orgullo, ¡era la prometida de Vladimir Yasikov!

-¡No juegues así conmigo!-Gritó el hombre, empujandola al suelo, sacandole el aire y luego, metiendo sus dedos en su entrepierna.

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-Ahgg~-Se meció, sus senos botaron y en su placer, clavó las uñas en su espalda baja.-S-Si...-Le dijo mientras sentía como él entraba y salía,-ahh~ ah...~ -Sus piernas se abrieron más, lo dejo entrar, su vulva se abría a él y lo sentía, cada pliegue, la gruesa anchura de su pene, pesado dentro de ella, palpitaba y goteaba dentro.-lo sé... yo... ahhnm~ ahh~ -Apretó su agarré, bajo a sus nalgas y las empujo, siguiendo su ritmo caliente y sudoroso, algunas gotas perladas la cubrían, sus puntas erectas estaban rojas, sus senos algo hinchados por el placer, más grandes y jugosos, con lagrimas de sal cayendo de ellos por el esfuerzo.-D-Dioses sii~ ahh~... B-Branko e-estas... ahh tan grande.-Lamió los labios del lycan y jaló el inferior, succionandolo.

Lea reacciono ante eso ultimo. Se soltó de los hombres que la tenían. Era rápida y nada idiota. Empujo al hombre que intentaba tocar a la futura líder Yasikov ¡Que show darían! Lea estaba agitada y estaba dispuesta a recibir lo que sea por esa niñita. Era importante protegerla ¿Por qué? No estaba muy segura pero su corazón se lo ordenaba... ella... Hana tenía algo que la uniría a alguien ¿Quien? No estaba segura ¿Para qué? Tampoco lo sabía, sólo tenía que protegerla. Sonrió y miro a los ojos a aquel hombre, retándolo, sabía que eso no le gustaría para nada.

Dimitri quería escapar ¡Tenía que escapar! Arqueó la espalda y sintió como algo le destrozaba en su interior y una sonrisa terminaba por derrumbarlo. Era tan inútil. Bajo la mirada y derramo lagrimas. Era un Jaeger y también era un McCloud... Tenía que concentrarse y liberarlos a todos. Su madre le había enseñado mejor que nadie y si tenía que usar su magia lo haría, aun cuando podía ser peligroso. Aun no lo sabían ¿Oscuridad o Luz? ¿Qué habría heredado exactamente de su madre?

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El gruñido y aullido del lobo anunció lo mucho que estaba disfrutando del contacto intimo con su prometida. Dio duras, profundas y repetidas estocadas. No paro, no hasta que ella intento besar sus labios y dejo que los saboreara un poco hasta que termino por detenerse y salió de ella.- No... tu no lo sabes.- Dijo con una voz profunda y una intensa mirada rojiza. Bajo a Letizia de la mesa y la poso pecho abajo, inclinandola sobre la mesa, abriendo de piernas y entonces no dudo en arremeter contra ella, embistiéndola con fuerza mientras la sujetaba de las caderas .- ¡Are que en verdad lo entiendas, mi amor!- Le aseguro mientras continuaba moviéndose para inclinarse un poco y besar su espalda, morderla... marcarla.

El hombre se giró, Hana estaba a cuatro patas, algo de saliva se escurría de la comisura de sus labios, al igual que lagrimas de sus ojos vendados.

-¿Que haces aquí? -El amo se levantó en toda su estatura.-No he dado la orden que los demás te suelten. No me mires así o recibiras un castigo, ¿es que acaso quieres un bosal? Claro que no estaria mal verte con uno, mi perrita.

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-¡AAhh~~ hh-hmngm~ahhm!-Sintió esa estocada y boto, sus pechos se aplastaron sobre la m
esa, su vientre plano se apretó, sentía el filo de la mesa pero no le importó, sentía que se doblaría si él no la sostenía.-Ahh~ yo... ahh~ B-Branko... es tan... d-delicioso ¡Si~!-Jadeó la volvía loca, sentir como sus sexos chocaban, como se abría a él. Arqueó ligeramente su espalda y se giró un poco, subiendo su mano al cuello de él para que pudiera sostenerse, para que entrara más en ella.-B-Branko~ t-te extra ahh~! -Cerró sus ojos, podía sentir como sus testiculos la golpeaban por atrás, como su enorme falo la empalaba de esa manera.

Lea seguía mirando al hombre. Los demás la tenían sin cuidado, podía matarlos con un simple movimiento pero eso no estaba en sus planes. Matar no era parte de lo aprendido sin embargo, había alguien a quien materia y ese cabron se las iba a pagar... William iba a sufrir lo mismo que sufrió su esposo. Levanto el mentón sin apartar la mirada y lo enfrento sin importar la amenaza. Miro de reojo a la joven y supo que tenía que sacarla de ahí ¿cómo? Rogaba porque la olvidaran. Y se centraron sólo en ella, Hana se las arreglaría sola, ella no tenía porque sufrir. Por alguna razón en ella miraba algo así como una hija. No estaba dispuesta a sufrir lo que con su hija había sufrido ni que la hermosa pelirroja sufriera aquello.

un grito desgarrador y Dimitri se ligero de las manos de aquellos que abusaban de su integridad. Poco a poco sus cuerpos se hacían cenizas. Agitado intentaba levantarse, utilizaría las pocas fuerzas que le quedaban para liberar a Jud.

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Si, era todo cuanto ella decía. Cada movimiento, cada apretón del interior de su mujer, cada jadeo y gemido, cada suspiro y reacción de su cuerpo. Todo volvía se volvía delicio porque incluso el lugar lo incitaba a hacer de esa mujer todo cuanto él quisiera y ella le permitiera. Con una de sus manos sujetaba con firmeza su cadera mientras que la otra viajaba hasta su pecho para a ariciarlo mientras seguía saliendo entrando en ella. Acaricio y pellizco disfrutando a un de esa voz que declaraba el placer que sólo el podía brindarle, nadie más porque ella le pertenecía a él. Que gozaran cuanto quisieran de su olor porque desde ese momento la mancha del maldito iría sobre ella una vez más protegiendo lo que le pertenecía

- que es lo que esta pasando aqui.-Una voz mas fuerte que las demas, llamo su atención,.

-señor. -dijo el hombre que había tomado a Lea en vez de a Hana.-son nuevas, no entienden aun.

- no la toques... no a ella.- Francis tomo a Hana del codo y la pego a él, el cuerpo de la pelirnaranja temblaba por los espasmos de placer wue tenia, sudaba y estaba asustada.-ella es mia.... y ella.- señaló a Lea, - llevalos al cuarto obscuro.-Sonrió,.-tengo asuntos que cobrar.-oues lo filmarian todo y despues lo enviarin a la casa Yasikov, a la suite de Bjorn. ese cabron le habai roto la mano, se las iba a cobrar pues al parexer estaba igual de interesado en la pelirroja de los Yasikov.

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Ahh, ~ si, si ahh~~!! - levanto su trasero un poco mas para que el pudiera tocarl mas, con mayor fuerza, con mayor...- ahh~ ahhnm~ Branko, B-Branko me s-siento... ahh cariño! - La esencia de la diosa se desbordó, su centro se apretó y estalló fuerte e intenso y grandioso, y Letizia gimio cin fuerza, arqueandose y apretando e, falo del lycan, lo succionaba, tan grande y pesado denrro de ella.-ahhgmh~... - sus piernas torneadas y sexys lograron sostenerla, llenandose del hombre al que amaba.

Lea continuaba con su reto hasta que la atención de todos fue hacía aquella voz. Giro para verlo. Lo estudio y frunció el ceño. No, él no podía llevarse a Hana. Intento liberarse del hombre.- ¡Suéltame! Hurensohn [Hijo de puta]- No logro mucho. Se sintió frustrada por todo. Desesperada por protegerla, porque sentía que esa pelirroja era suya y querían arrebatársela de sus manos. Busco su mirada, antes de que terminaran por separarlas.- Hana wa dekimasen'node akiramete inai, teikō shimasu! Yasikov wa, akirameru koto wa dekimasen oboete imasu! [Resiste Hana, no te rindas ¡No puedes hacerlo! Recuerdalo ¡Una Yasikov no puede rendirse!] - Le grito en japones, suponía que lo era por su belleza y por su nombre, además de su elegancia, tan fina como la de una especial Geisha. Se quejo, sabía que su atrevimiento le daría un muy doloroso castigo.

La consciencia del Jaeger termino por desaparecer cuando el su dueño lo tomo en sus brazos. La oscuridad que dominaba comenzaba a llenar el corazón del chico. No quedaría anda de lo que alguna vez fue ese chico, porque lo haría sufrir antes de verlo morir.

-Olvídalo Dimitri... Lo único que te queda soy yo...- Destruiría todo de ese chico. Lo llevaría al cuarto oscuro ¿Por qué no enviar a su padre una prueba de lo mucho que su hijo se divertía con él?

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El Orendain contuvo el gruñido que surgía desde lo más profundo de su garganta. Justo cuando su amada estallo en un inmenso disfrute salió de ella y retrocedió con ciertos espasmos que corrían por todo su cuerpo hasta que llego a esa enorme silla. Jadeo y comenzó a tocarse por su cuenta. Estimulaba su falo duro mientras la miraba a ella sobre esa mesa retorcerse de placer pero ¿Sería suficiente para ella? Sabía que no, porque ni para él lo era. Se frotaba con fuerza y se relamía los labios.

-Tu cuerpo Letizia... toda tu... eres tan diferente.- Jadeo y arqueó un tanto la espalda deteniendo por unos segundos los movimientos de sus manos.- Has.. ten has vuelto más fuerte ¿De donde has... sacado ese carácter?- Gruño.- Me calienta tu energía... Joder... ha valido... la pena ser... paciente...- Nunca lo fue en realidad pero si, toda ella, la adora, la amaba como un loco y ese "reencuentro" lo hacía sentir estúpida e inmensamente feliz.

la geisha la escuchom no podia verla ni hablar, estaba caliente y se sentia mareada, pero tenia razon, no podia rendirse, no si volver a ver a vladimir.

- Yasikov?- Francis tomo ahana de la mano y ,a beso.- ellos jamas querran a una mujer manchada, son tradicionales y reservados. pero yo soy muuy diferente, no me importa si ya te ha tocado alguien.- sonrio satisfebcho por esas palabras.- vamos.-jalo a Hana e hizo que tomaran a Lea de brazo, caminando a una habitacion obscura, menos grande pero un poco mas elegante.

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Miro de reojo a Branko, jadeaba, fruncia el ceño ligeramente porque no habia podido sentir como el terminaba en ella. Se giró hacia él, la lunta de sus senos estaba erectas, sentia au un picor en su entrepierna.- es que.. estas agotado mi amor?- susurro avanzando a el, moviendo sus caderas de un lado a ktro, sjtil y sensual, hasta que pudo sentarse sobre el.- esto no ha terminado... - tomo su falo entre sus suaves manos y empezo a masturbarlo, de arriba hacia abajo, apretando y tocando la punta, estaba tan humedaotra vwz.- quien esa la mujer...- se acerco a su oido, alretando con mas fuerza.- que dejo su horrible aroma en ti?

Lea gruño pero no dijo más. Se dejo llevar a aquella habitación. Miraba a Hana o intentaba hacerlo. Esperaba que esas palabras no significaran nada para ella. No conocía a los Yasikov en persona pero sabía lo mucho que se amaban como familia, era algo que les caracterizaba. Hana era parte de la familia y aquel hombre que la tocaba iba a sufrir un infierno... si. Cuando llegaron a la habitación se zafó del agarre del hombre y lo miro... iba a ser un largo momento.

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Branko bufó una risa y a miro. Que cuerpo, que pechos.... joder, iba a dejarla sin energías esa noche, lo juro por él mismo. Seguía sentado, masturbándose mientras ella se acercaba.- En lo absoluto, mi amor. Es tan sólo el comienzo.- Apartó su mano y dejo que ella se sentara sobre de él. Llevo una de sus manos hasta su sexo y empezó a acariciar todo su sexo. Jadeo mientras ella lo masturbaba de esa manera. Metía uno de sus dedos y rozaba con su pulgar el botón sensible.-...-Jadeó más fuerte con el apretón y froto con más fuerza el clítoris de su mujer.

-¿Tanto... te importa?- bufó divertido, esa Jaeger era lo menos importante. No le agradaría saber que ella se estaba tomando una libertad. No debía morir aun pero... lo haría para divertirse. La tomo de la nuca y la jaló para que quedaran frente a frente.- Al parecer...- Suspiro y se acerco a sus labios.- Mis padres... habían preparado un compromiso con la familia...- Hablaba grave, si, muy ronco, excitado, perdido por el placer de sentirla tanto en el contacto sobre su falo como en el interior del sexo de su mujer.- de tu... querido her-hermanito.- Refiriéndose a Cys.

Francis se alejó de Hana. La pelirroja mordía sus labios, apretaba sus puños detrás de su espalda pues estaba amarrada.

"Vladimir me querría... a-aunque tu me mancharas,... pero soy yo, la que no quiero ser manchada por ti"

Pensó eso y luego sintió como la acostaban y se odiaba porque sentía calor y deseo y quería a Vladimir con ella.

-Tomala-Le dijo a uno de los hombres mientras jalaba a Lea y la subía a una especie de mesa de un cuero negro acolchonado, el hombre la esposó y empezó a acariciarla.-Ahora.-Continuó Francis, acercandose a Hana, sentandola de rodillas y quitandole la venda.-Eso es el placer... y eso es lo que tu sentiras en muy poco tiempo, Geisha.-Una camara comenzaba a grabar todo, mientras los ojos de Hana se aclaraban y miraban con pena, lo que le hacían a Lea.

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Empezó a mecerse lento en la mano de él, entreabriendo los labios para suspirar erótica, sin dejar de apretar su pene duro, grande y grueso, podía ver el deseo que palPitaba por ella y eso la hacia sentir grande y poderosa. Porque tenía a sus pies a un demonio, a un lycantropo poderoso, un lider despiadado...
La mujer subió una mano a la nuca de él, sintiendo como la apretaba, como se tocaban mutuamente, como animales en celo, frotandose sensual y pasionalmente.

-Va a morir muy pronto.-Le dijo mientras sentía la humedad en su sexo y en el de él.-S-Si sigue acercandose a lo que.. ah... es mio.-Aplastó su boca contra la de él, jalando su labio inferior. Estaba furiosa, estaba cabreada porque Branko no sería de nadie, solo de ella, estaban comprometido, que esa perra estuviera enterada.

Lea no quería ser esposada pero... dejo que lo hicieran. Le habían recostado en una cama de cuero negra. Bastante cómoda para ser sincera consigo. Sontió que el hombre ponía sus manos sobre su cuerpo y comenzaba a acariciarla. Cerro los ojos un momento. No era nada agradable. Nunca lo había sido, sólo cuando ella encontró por fin al hombre que la hizo feliz. Cerro los ojos con dolor y pidió perdón a su esposo que ya no estaba a su lado, porque dejaría que una vez más otros hombres tocaran su cuerpo aunque ahora con una razón: proteger. Se removiéndose, haciendo que las esposas resonaran, quería liberarse. No se percataba de que Hana le miraba con aquella pena. Tendrían su tiempo para conversar sobre lo que sucedía.

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Branko bufó una risa entrecortada, le costaba cuando disfrutaba de las caricias de su mujer. Respondió al beso con pasión, con el deseo de devorarla. Sus lenguas hicieron un intenso y húmedo contacto. Corto el beso y se inclino para besar su cuello mientras que con su mano libre acariciaba sus pechos y la otra aumentaba la velocidad para estimular su sexo.

-No mi amor, esa mujer es un divertido juguete...-Gruño y entonces aparto su mano de su sexo y pecho, quito la de ella de su falo y la sentó sobre él para frotar sus sexos. Comenzó a moverla sobre él.- Tiene... tiene algo que nos pertenece... Cuando lo tenga... puedes hacer con ella lo que quieras...-La beso de nuevo. Le gustaban sus celos.

Los dedos de aquel hombre entraron en el sexo de Lea, no fue dulce, más bien rapido y duro, lo apretaron mientras ponía en sus pezones, pinzas que se conectaría a un pequeño aparatito de voltaje.

Hana negó, se retorció pero Francis la tenía bien sujeta de la cola de caballo, las lagrimas de la pelirroja se desbordaron, intento desviar la mirada

-No...-Susurró el rubio.-Mira... mira como empezará a gemir, al principio puede doler pero despues... te gustará.-Su mano empezó a acariciar uno de sus muslos. Hana se sonrojo y entonces, lo sintió.

Y fue horribe y hermoso a la vez.

Sintió una terrible desesperación por proteger su vientre, algo no andaba bien.

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-Ah~-gimió al sentir como empezaba a frotarse contra él.-¿Que es? -Le dijo mientras su boca se dirigía a su cuello, empezando a lamerlo y mordisquearlo, succionando las gotas saldas de su piel-mmh~ ah... ¿V-Vale la pena esperar?-Se aplastó un poquito más, haciendo que su pecho se apretara contra el torax del lycan, sus manos acariciaron su espalda y siguió moviendose, besando su hombro y su clavicula y de nuevo su cuello, su mentón.-D-Dejo su esencia en ti...-Subiió su boca por el mentón duro de Branko y susurró en su boca.-voy a quitarla.-Lo besó y luego se levantó un poco.-...-Estaba tan lubricada, una mano la bajo para tomar la de él y la dirigió a su trasero.-Aquí...-Sonrió lasiva, diriendo su miembro a su entrada más estrecha.

Lea grito. Fue una acción dolorosa. Apretó los labios y se negó a gemir para ese hombre que dañaba su femineidad. Lo maldijo y se arque un poco cuando puso aquellas pinzas en sus pechos. Jadeo y se retorció porque seguía presionando su sexo, seguía hurgando sin cuidado su interior.- No... No., ¡Ah!..- no podía disfrutarlo y no debía hacerlo... Pero... No, Lea en verdad no podía siquiera pensar en algo positivo mientras ese hombre abusaba de ella.

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-Lo valdrá, te lo juro.- Le susurro disfrutando sus besos mientras que él también la llenaba de besos y mordidas, al menos donde podía y ella se dejara porque ella estaba muy activa en ese día y le gustaba que fuera así, tan pasional y exigente.- Se que tu harás hasta lo imposible por borrarla.- Dijo y ella ya tomaba una de sus manos y la llevaba hasta su trasero. Sonrío con excitaciones y deseo y justo cuando su miembro tocaba ese ano, sus dedos viajaron para comenzar a dilatarla dejando que sus dedos hicieran el trabajo por un comienzo. Le beso el suave mentón a su mujer y lamió su cuello, mordiendo en algunas ocasiones... Iba a disfrutarla ¿hasta cuando se volvería. A ver después de esa noche? Tendría que disfrutarla, ambos.

El hombre empezó a subir el voltaje, para darle algunas descargas a Lea, Hana aguanto las ganas de llorar con fuerza. Se sentía extraña, vulnerable, indefensa y a la vez, como si estuviera a punto de hacer algo con su cuerpo, algo que la protegería de todos.

"mamá"

La senka se paralizó, una suave vocesita le había dicho... ¿mamá? Jadeo y cerró sus ojos, su poder empezaba a fluir lentamente, haciendo que la camara de video estallara y el voltaje de electricidad, se detuviera.


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-Ahhm~-Jadeó al sentir sus dedos allí dentro, sonrió y se dejo besar, acariciar y morder, era delicioso, el placer que estaba sintiendo no solo era fisico, también emocional, ella estaba siendo adorada, la alababa al besar y hacerle el amor así, tan erótico, tan caliente.-B-Branko~-Mordió sus labios y su cabello largo rozó su trasero.-A-así... tocame así~.-Cerró sus ojos, su ano empezaba a ser dilatado, pero aun así estaba estrecho, muy estrecho aun.

Grito con fuerza cuando esos toques recorrieron su cuerpo. Lea expresaba dolor, no había placer en esas acciones, al menos no de esa forma. Sabia de que iba todo ello, su hijo se lo había explicado de alguna manera. Si, fue una sorpresa que su hijo menor fuera todo un... ¿Cómo lo llamaban? No lo recordaba pero... Joder. Grito con fuerza y se arqueó sobre la cama. Quería tomar fuerzas, valor y todo cuanto podía de su familia pero le asustaba el hecho de que tambíen les pudieran hacer daño. Su Anke, ella era quien más le preocupaba. Hizo fuerza y lado de las esposas, no, no iba a dejar que ellos ganaran ¡No! Y justo en ese momento, los toques desaparecían y una exposición la sorprendió. Lea jadeaba, estaba cansada y muy sensible. Giró lento para buscar a Hana. Tenía que calmarse... Aquel pequeño ser en su interior no debía perturbarse más de lo que podría estarlo en ese momento.

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Los dedos del lycan entraban y salían del culo de su diosa. Abría y cerraba los dejos. Joder,, estaba apretado, ella tan estrecha y el tan deseoso de estar dentro. Un tercer dedo entro muy por la fuerza y empezó a estimular con fuerza. Mordió el hombro de su mujer, acariciaba su clitoris con los dedos de su otra mano y se acercó a su boca.- Si te corres..- Amenazó.- No continuare Letizia...- y sonrío con maldad porque en ambos agujeros comenzó a estimular con más fuerza. Haría de las suyas esa noche. Ambos, al mismo tiempo porque justo detrás de ella, una enorme masa de Miomasa comenzaba a formar la figura de él mismo, dos para ella... Oh si... Doble placer para ambos.

Francis frunció su ceño al escuchar aquello.

-Inyectale la droga.-No hubo respuesta más que el pinchazo de la dosis en el muslo de la loba.-Aumentala.-Le dijo disfrutándolo, mirando a Lea que no estaba nada mal.-Miralo Hana-Le jaló la coleta y la pelirroja miró todo de nuevo, como empezaban a sobar el sexo de Lea, la droga actuaría rápido.-¿Lo deseas verdad? -Dijo con una sonrisa.-QUe yo te toque...

La senka se giró a verlo, sus ojos estaban asustados pero frios también. Francis levantó una ceja, algo andaba mal.

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-Ahh~...-Su vulva estaba empapada, caliente y sensible, los dedos del lycan la doblaban del placer. -B-Branko~ ah...ahh~ no...-Apoyó sus manos en sus hombros y se levantó un poco levantando su trasero para que tuviera más acceso, recargandose más en esa mano que la volvía loca.-M-Mas~ ah... más... ah!-Subió sus dedos por el cabello de él y se aferró, lo apreto con un poco de fuerza mientras se estiraba más por esa entrada fruncida, era erótico, era perverso y le gustaba tanto.