Noah y Cath

Perdió la noción del todo en segundos, o hasta que noto un punto rojo acercarse a él. No supo nada más, hasta que después de unos segundos comenzaba a respirar con estabilidad y despertando exaltado, acercandose a ella.

Cathleen tomó su rostro entre sus manos.-¿Estas bien?-Dijo mientras lo ayudaba a incorporarse. Sus ojos estaban fijos en él, celestes, aguados aun por las emociones que todo eso había despertado en ella. Necesitaba tiempo para pensar, necesitaba calmarse y procesar todo lo que había ocurrido.-¿Como llegaste aquí?

-....-Parpadeó un par de veces mientras la escuchaba y asimilaba la situación. Segundos después la tomo de las mejillas.- Cath...- Dijo y se incorporo. Suspiro.- Eso ya no importa, estoy aquí y estas bien... estas bien.. ¿Verdad?

Asintió y cerró sus ojos, colocando su mano sobre la palma de él.-¿Te lastimó?-Preguntó mientras lo observaba, necesitaba saberlo, Atenea había estado allí, lo más probable era que ella había intervenido para que Noah se hubiese colado en aquellas cuevas internas. Suspiró y se alejó ligeramente, mirando sus manos y luego cerrando un ojo.-...-Su mano se dirigió a su estomago, salía sangre de una herida, por donde la diosa le había clavado la daga.-No puede ser..-Susurró presionando el área, estaba lastimada, aquella herida no había sanado.

-Maldición, Cath.- Dijo furioso y tomo la mano de la pelirroja para ver la herida que tenía en su estomago.- Te he dicho que yo no importo ¡Mírate!.- Y maldijo de nuevo mientras tomaba a Cath para revisar aquella zona. Gruño y cerro los ojos.Quería ayudarla ¡Necesitaba ayudarla! no quería verla sufrir.- Lo siento, no debí dejarte sola...

Los ojos de Cathleen lo miraron. ¿porque seguía haciendo eso?

-Deja de hacerlo..-Frunció el ceño, aun con los sentimientos que Atena había hecho emerger.-Deja de preocuparte por mi!-Negó, intentando levantarse, alejandose de las rocas para pisar tierra firme, aunque aun estaban dentro del manantial.- ¿Porque quieres seguir haciendolo? -Sus labios temblaron, estaba tan confundida y frustrada... y enojada con Atena por ser solo una guerrera, un ángel que no había nacido con otro proposito más que juzgar y no ser feliz.-Solo soy un arma, una guerrera... una granada que va a explotar en cualquier momento y que te va lastimar... ya he lastimado a suficientes personas...-Sus ojos celestes se abrieron, volviendo a recordarlo.-T-Toda la gente que he querido se ha muerto en mis manos ¡ya no quiero querer a nadie más!-Hipó, dando pasos hacia atrás, abrazandose a sí misma, intentando alejarse de ese hombre que la hacia sentirse tan vulnerable.

La escucho. Él lo había visto todo. Si, entendía porque ella quería alejarlo. Su temor por tener cerca a alguien a quien amaba. No quería sufrir y él tampoco quería hacerlo de nuevo. Suspiro y dejo caer la cabeza.- Esta bien... aléjate de mi Cath y veme morir.- Suspiro y levanto la mirada para verla a los ojos.- Intento ser paciente contigo Cathleen. Intento entenderte, ya intente darte tu espacio ¿No lo notaste?...-Sonrió sin ganas y desvió la mirada.- Me hieres aun más con tu despreció, con tu intento de hacerme aun lado pero no pretendo presionarte. ¿Quieres que me vaya? Bien, entonces me voy.- Y dio pasos hacía atrás. Regresaba al agua porque no había más camino.

Sus ojos se abrieron de par en par, como un gato asustadizo, mojado, perdido... y aun así, a pesar de todo lo que ella sentía y lo que le había dicho, su mano había sostenido el brazo de él, impidiendo que se aventara al agua, que volviera allí... que su vida peligrara porque ella no quería que él peligrara. Su respiración se agitó.-Vas a morir...-Dijo derramando lagrimas, enormes como bolas en sus mejillas frias y blancas.-intentando salvarme, intentando salvar a alguien más y entonces te irás creyendo que me has hecho feliz, que me has alargado mi vida con tu sacrificio.-Hipó, con rabia, con miedo, no lo quería perder.-¡Y solo habrás alargado mi agonía! No quiero que mueras...-su mano poco a poco lo soltó.- no quiero que me hagas creer que la vida no es solo una lucha y luego te vayas para siempre...-Y no pudo contener más su llanto, sus hipidos, odiaba sentir que no tenía el control.-¿q-que m-me has.. hecho?-Se llevó una mano a su boca, para no hipar más, pero era muy dificil contenerse.

La verdad, no esperaba que ella le detuviera de esa forma ¿No era un sueño, verdad? Le costo creerlo, porque era mujer simplemente parecía gozar estar lejos de sus seres queridos, pero también sufría al creer que sólo era una bomba. Joder, adoraba a esa niña, porque era tan frágil, tan dulce. Negó con la cabeza y se acerco a ella para abrazarla y ocultarla en su pecho.- No Cathleen. ¿Qué has hecho tú conmigo?- La abrazó con fuerza.- No me iré, no pienso dejarte sola ¿No te lo he demostrado? ¿No he sido una molestia para ti todo este tiempo?...-Suspiro y le abrazó aun más. Le dolía el pecho. Se sentía terrible porque Cathleen lloraba tan sinceramente, tan honesta que le afectaba aun más, porque ne verdad podía vivir lo que ella sentía.

Hipó de nuevo, abrazandolo sin poder evitarlo.-N-No... quiero.. no quiero ser egoista y retenerte c-conmigo...-sus brazos, ella cambia tan bien en ellos, eran tan fuertes y la protegían, como si nada malo pudiera pasarle.-Eres bueno Noah Wayne...-Le miró a los ojos, intentando sonreir, pero ahogandose entre sus lagrimas-Y yo estoy rota ¿es que acaso no lo ves? naci para estar sola y tu no. Vive lejos de mi Noah p-porque si no lo haces...-Bajo la mirada.-yo no podré soportarlo más y te condenaré a mi lado...

El berseker suspiro después de escuchar las palabras de aquella pelirroja ¿Qué pretendía decirle en realidad? ¿Se estaba confesando? ¿Le estaba diciendo que lo quería sólo para ella pese a lo que ella creía estaba destinada? Estaba feliz por escucharla decir aquello, pero estaba herido por ver su dolor. Se inclino y apoyo su mentón mientras le abrazaba más a él.- ¿Es qué no lo notaste, Cathleen? Desde el momento en que te vi, ya estaba condenado... para estar siempre a tu lado.- Y la abrazó más, no le soltó ni la dejo que se apartara ni un poco de él.- Naciste para ser mía. Eres mi Kone y yo soy tu Man. No naciste para estar sola.

Cathleen continuaba llorando, aferrandose a él, ¿hacia cuanto tiempo que no lloraba? ¿que no lloraba con alguien?-N-Noah...-Hipó, ocultando su rostro entre su pecho, tomandolo con fuerza, como si no quisiera soltarlo, como la niña, la Cathleen timida y dulce que en algun momento fue. La chica pura que deseaba conocer y que no tenía prejuicios ni barreras. Todo eso que habían destruido tras azotes, insultos, perdidas, miedos y crueldades. El ángel no quería dejarlo ir, Noah causaba en ellas tantas cosas, no podía aceptar aun que hubiese alguien así para ella... pero sonaba tan bonito que deseaba que fuera realidad, que Noah jamás se iría, que Noah en verdad la quería.

-No quiero estar sola... Noah no me dejes s-sola... por favor.-Negó y levantó la mirada para verlo.-Quiero creer en ti, en... en esto.-Susurró.-p-pero tengo miedo, tengo mu-mucho miedo.

Le gustaba que fuera tan sincera. Que fuera ella misma y ya. Que olvidara crear la barrera tan inmensa que se ponía a todo su alrededor. Era frágil, era hermosa, era una mujer valiente, una guerrera que así como quebrantaba, podía ser quebrantada.

La miro a los ojos con la sinceridad con la que siempre le miraba. Alzo una de sus manos y le acarició la mejilla a la pelirroja.- No te voy a dejar sola.-Respondía a sus palabras.- No lo are. Estaré siempre a tu lado.- Cerro un momento los ojos porque todo era... le hacía feliz pese a todo lo que les rodeaba.-... Te lo prometo. Are todo lo que este en mis manos para nunca, jamas dejarte sola, porque sin ti, Cathleen, no podre ser yo, no podre continuar. Porque mi miedo es no tenerte a mi lado.- Y abrió los ojos para verle directamente y sonreirle.- Confía en mi.

Sus lagrimas poco a poco se detenían, ella seguía hipando, su pecho subia intensamente, intentando respirar, esa sensación de que faltaba el aire cuando se finalizaba el llanto, el temblar de los labios... el bajón de energías, todo eso lo sentía ella. Asintió, asintió sincera, depositando toda su confianza en él, lo haría, lo intentaría, ella siempre cumplía sus promesas. Sus manos subieron a su rostro y con suavidad lo inclinaron hacia ella, besando sus labios, despacio, solo un beso de disculpas, de perdón, de un intento.-Lo siento..-Susurró, mirandolo, grabandose cada facción de su rostro de pecado, de esa esencia salvaje que la podía tanto.

Noah cerro los ojos cuando ella se acerco a darle ese beso. No la presiono, no intenso hacer más, sólo respondió con esa calma, porque ella necesitaba eso y no más o bueno, creía que por el momento era lo mejor.- Oye... no tengo nada que personarte Cath....- Le sonrió encantador, apuesto. Y se inclino para pegar su frente con la de ella.

-N-No...-desvió un poco la mirada, algo sonrojada.-no soy una flor de hielo...-Le dijo.-Es... es solo que me cuesta más trabajo que los demás.-Admitió, mirandolo y luego bajando la vista.-Suelo ser más divertida de lo que me has visto ser...-Se encogió de hombros.-solo quería aclararlo.

-....-Noah sonrió por esa reacción. Ella era una total tramposa, sin duda, pero le gustaba que lo fuera. Se acerco más a ella y le dio un beso, en la punta de la nariz.- Tu, por su puesto que no lo eres. Eres mi flor de fuego. Eres encantadora y he visto más de lo que te imaginas, Cath.- Le aclaro.- He visto como actúas cuando estas a solas con Vico. Como ella logra sacar a la más natural de las Cathleens.- Dijo divertido, quería relajarla.

-¿A sí?-Dijo levantando una ceja.-¿Como sabes como soy cuando esta Vico?-Dijo mirandolo fijamente, sabía que una sola vez la había "atrapado" con Vico jugando a los pasteles pero.. ¿despues? Mordió sus labios y se encogió un poco, él estaba tan cerca y ella seguía sintiendose tan vulnerable y pequeña. ¿Era siempre así? Noah la atrapaba de una manera que no sabía como...-Tu me intrigas...

-Es mi secreto y sólo tienes que saber que lo se. No necesitas más.- Y le sonrió. Ese instante, ese momento junto a ella era indescriptible pero no podía cantar victoria, no aun. Y en realidad, no era el momento de algo así, la situación en casa no era buena.- ¿A qué te refieres?- Pregunto mientras se apartaba un poco y le miraba.

¿No necesitaba más? Él no entendía, claro que necesitaba saber más.-Quiero saberlo.-Le contestó para verlo apartarse. Los ojos del ángel lo observaron fijamente, delineando su mentón, su rostro completo, su cuello, sus pectorales marcados por la camisa empapada, su altura, la fuerza de sus brazos y la separación de sus piernas, como un alfa dominante, un macho que sabía lo que hacia y lo hacia muy bien.-Tu... h-haces...-tartamudeó, llevandose la mano a la garganta por ello-me... es diferente cuando estoy contigo, no comprendo, me cuesta trabajo controlarme y a la vez... es como si pudiera calmarme de inmediato.

-He dicho que no.- Dijo sin verse molesto o autoritario, simplemente no quería decirle que el había visto mucho más allá en ese mismo instante, momentos atrás cuando esa diosa odiosa estaba con ellos. Le miraba, curvas bien formadas, un pecho perfecto, unas piernas de escándalo, una mirada que incitaba a los más bajos comportamientos. La escucho. Ah~ era tan linda cuando tartamudeaba... le encantaba esa mujer.- Cathleen...-Le sonrió y le tomo las manos.- ¿Qué significa eso?..-Oh si, quería escucharlo... Que emoción.

Levantó la vista a él, su corazón estaba acelerado ¿su corazón? Era un sentimiento muy raro sin duda alguna, ella nunca había sentido latir su corazón así de rápido, jamás se había sentido así de nerviosa.-No lo sé...-Le aclaró mientras lo miraba empapada, con el cabello hacia atrás pegado a su cuerpo, con sus pestañas aun mojadas por el llanto que había tenido.-Creo...-bajó su mirada.-que tu me... me haces sentir mujer..-Susurró, levantando la vista-Frente a ti no soy una guerrera Noah... soy una chica que se siente atraída por un chico.

Y una sonrisa suave, para nada presumida o altanera se reflejo en la expresión del berseker. ¿Cómo no sentirse emocionado? ¡Joder, joder, JODER! Su Kone hablaba con honestidad, dejaba ver, frente a él, lo frágil que podía ser. Estaba en verdad feliz, como nunca antes lo había estado, como nunca pensó que se podría sentir. Vaya, era increíble encontrar y poder estar cerca de su Kone. Con una de sus manos acarició la mejilla helada de la pelirroja y asintió con la cabeza.- Eres una encantadora, sensual y atrayente chica atraída por un chico que siente la misma atracción por ella.- Y nunca dejo de mirarla porque era sincero, porque hacía mucho deseaba poder escucharla hablar así.

Sus labios se entreabrieron, sintiendo un escalofrió con esa caricia. Él emanaba tanto calor y ella era puro frio...-No sabes controlar tus impulsos pero... -suspiró, cerrando sus ojos.-No me gusta que los controles.-Le dijo porque era verdad, porque esa esencia salvaje y con riesgos era lo que más le atraía de Noah, tan viseral, tan directo y duro y... lleno de fuerza, tanta que parecía podía demolerla por completo.-Me gusta...

Bueno, era cierto. No era una de sus virtudes controlarse y ella lo ponía a prueba constantemente, en ese preciso momento estaba intentando controlarse. Estar tan cerca de ella lo están ayudando de alguna forma. Sonrío un poco.- Lo sé...- dijo con esa honestidad que lo caracterizaba. La miro fijamente y trajo pesado.- Cathleen...- La llamo incluso con dificultad ¿por qué le decía eso en ese instante? ¿Sabía que se arriesgaba? ¿Sabía lo que podía provocar en él? ¿Tenía en cuenta los días y noches que se esforzó por no ir a por ella? ¿Así de poderosa era sobre él? Gruño y se acercó más a ella.- No... No pretendo controlarme más, Cathleen...- Dijo pegándola más a él pero se temía que ella reaccionara negativamente a esa necesidad, a su deseo... A su amada. Joder... Quería tomarla ya. Siempre.