Anubis y Alaric -Te atrapé-

Aparicio en ese momento ya no estaba poniendo tanta atención al rostro de la chica, se estaba concentrando en terminar aquellas abdominales para al terminar ponerse de pie y dar un par de saltitos. Noto que mecía la cabeza pero no le dio importancia.


Utilizó su camisa para limpiar el sudor de su rostro, estaba ya algo mojado pero ya era su costumbre. La miro de reojo y termino quitándose la camisa para limpiar otras partes de su cuerpo.

-No dudes de un Jaeger nena, te liberaré, como dije, cuando satisfagas mi deseo, serás libre o al menos yo aré lo posible por que lo seas. Mi líder tomará la última palabra. Abogaré por ti.- Le guiñó un ojo y comenzó a hacer sentadillas.- Aunque su mujer podría tomar la decisión...- Bufo una risa, Frejya era demasiado blanda.- Yo cuidaré de ti...

Sonrió de lado, al final quien tomaría la desición de liberarla o no sería el lider Jaeger. Sin embargo ella sabía que los Jaeger eran razas duras y peligrosas, sobretodo el actual lider Jaeger. Sabía que incluso había mandado a matar a su propio hijo, un tal Sören, por lo menos eso había logrado investigar antes de llegar a aquel lugar.

Frunció su ceño aun con el ardor en la cabeza y los mareos, ella no sería cuidada por Alaric Jaeger.-Que insolente.-Se giró a ver a otro lado, ignorar a Alaric era extremandamente dificil pero no por ello imposible, ella era una hechicera despues de todo.

(Soy un ser inmundo y desagradable(?) xDD Según yo ya te había respondido con este par)

Arqueó una ceja ¿Insolente? Ella en verdad era tonta pero bueno, de todos modos la protegería de ser necesario. Tenía que hacerlo, así de simple, algo en su interior se lo decía "¡Protege a esa mujer, imbécil. No la dejes ir". Suspiro y continuo con su ejercicio, básico, no al acostumbrado pero era mejor que hacer nada.

-Deberías recordar tu posición, niña

(xD jajaja te pasas LOL )

-Mi posición es relativa.-Le dijo entonces no pudiendose quedar callada. Sonrió.-Si tan solo me soltaras, podrías darte cuenta realmente cual es mi posición, lobo.-Levantó el rostro a él.-Y la tuya-Porque él quedaría debajo de ella, oh si, ella podría demostrar realmente porque pertenecía al clan Yasikov, porque había sido encomendada para cuidar y proteger la hermosa vida de la joya rusa más importante de todas.

Detuvo sus movimientos y se giro para verla. Eso le había gustado, la forma en la que le respondió, tan segura de su fuerza y de su pensamiento hacía él ¿Lo creería tan idiota como para creer que ella era más fuerte que él? Bufó una risa y se acerco a ella, sentándose sobre ella, quedando frente a frente, obligandola a que le mirara.- No abría ningún cambió, Anubis. Tu siempre estaría debajo de mi y en el peor de los casos, si estuvieras sobre de mi, lo gozarías del mismo modo.

-que te hace estar tan seguro?.- le dijo frunciendo el ceño, Anubis respiró, estaba contando lentamente en su mente porque sus estribos no se perdieran.-no hay forma de probarlo, de todos los lobos de tu manada, tu no eres el mas inteligente .-Se movio, quitándose el cabello de la cara con ello, el que estuviera con ella asi de cerca la mareaba, podia notar su sudor, ese aroma a lima que la eempezaba a aturdir.

Alaric se acerco más, estaba a milímetros del rostro de la chica. Sujetaba con sus manos el respaldo de la silla para apoyarse y sonreía.- ¿En serio quieres que te diga por qué estoy tan seguro?- Su respiración era un poco agitada, la emoción de estar cerca y por supuesto, y en su mayoría, por el calentamiento que aun no terminaba.- Hablas de más Anubis. Estando tu aquí, bajo mi cuidado me dice que incluso tú eres menos inteligente que yo. No creo que los Yasikov tengan en su equipo a alguien tan estúpido que se deja atrapar por un grupo de lobos jóvenes como nosotros- Y le sonrió, porque le había atrapado él a fin de cuentas, el menos inteligente.

El chico se acerco un poco más e inhalo, olfateo a Anubis. Percibió muchos olores: Miel, Narciso, Uva, Manzana, Tamarindo y otros más pero, bajo todos esos olores, podía percibir uno más que delicioso.- Rote Grütze...- Susurro cerca de la piel de la rusa. Se había inclinado para respirar desde su cuello. Su piel se erizo, sus pupilas se dilataron y su mirada se oscureció un tanto ¿A ella también le gustaba ese postre? <<Que curioso>> Se dijo a él mismo pensando que ella olía así porque lo había comido antes de encontrarla. Quizá si era un poco idiota.

-гротеск -grotesk- [Grotesco]-susurró para sí al sentir como él olfateaba su cuello, como erizaba cada parte de su piel. La mujer se empujó hacia atrás haciendo que el peso de su cuerpo rompiera el respaldo de la silla, rasgando la tela de su ropa y torciendose la muñeca en el acto. El beneficio de salir herida? Ahora podía usar sus manos, empujo el cuerpo del lycan con fuerza y con las muñecas tomó los restos de metal de la silla, derritiendolos con magia.-Вы просто коснуться ... это гротеск -Vy prosto kosnut'sya ... eto grotesk- [Tu solo toque, es grotesco]-Gruñó agitada, impulsandose con sus piernas hacia atrás, lejos de él, aun con los grilletes en sus piernas y manos, ella no derretiría sus grilletes, sabía que no eran grilletes normales, pese a eso, no dudaría en escapar, incluso si eso significaba su muerte. Alaric era peligroso, más de lo que creía, por lo menos para ella.

Se sorprendió un poco pero fue más la preocupación por ella que la sorpresa ¡será idiota! Esa mujer era una suicida ¿tan poco le importaba su persona? ¿Prefería morir antes de responder preguntas tan simples? Bufo una risa y dejó que le empujara. Se alargó a unos cuantos pasos y cuando regresó la mirada ella ya estaba de pie. Estaba lejos de él pero no por eso dejo de sonreír. Alaric se hizo a un lado, dejándole el camino libre.

-Adelante niña, inténtalo. Yo te sujetaré. Por lo que veo, mi toque es el perfecto castigo para ti.

Hizo una nota mental. Ya no era una simple humana, lo supo desde un principio pero al ver como aquello se derretía ahora sabia que se enfrentaba a magia ¿bruja? ¿Hechicera? Tenía que averiguarlo, lo curioso es que aquella cae el no era tan normal como cualquiera lo pensaría. Su padre no era idiota, se había hecho de mil contactos para crear aquellas rejas y bueno, entre brujos, sacerdotes, ingenieros y la peor de las "justicias" del mundo de las noches, creo que carcel perfecta o al menos una pequeña prision bastante parecida a la más temida: Vindice.

-No podía ser tan facil, simplemente no se la creía-Es una tortura.-Anubis se escabulló a un rincón, quedando entre las sombras, observandolo con sus ojos que pr un instante se habían vuelto rojos, un rojo como el carbón en llamas.-Pero existen cosas peores que tu.-Se levantó, con las esposas detrás de su espalda, la mujer se resistía a aquello que para un ser cualquiera fluiría como el agua. Anubis no estaba de acuerdo con lo que Alaric influía en ella, era como si rechazara la sensación placentera y la sustituyera por dolor y cansancio. Allí donde Alaric tocaba en lugar de sentir placer, su mente hacia que sintiera dolor y que no le agradara.-La mejor muerte es la que se hace en honor a tu misión.

-....-Arqueó una ceja. Ella era bastante extraña, hermosa, con buen olor pero extraña a fin de cuentas. Le gustaba de alguna manera sin embargo, ella no temía mostrar ese rechazo el cual le dolía de alguna forma extraña. Suspiro.- Pues sea o no el peor, estaremos un largo tiempo aquí juntos, al menos hasta que mi líder regrese ara decidir que se hará con una intrusa como tú.- Decidió continuar con su entrenamiento aunque no por eso su atención no estaba en ella.- ¿Eres una clase de masoquista? ¿Por qué te niegas al placer, Anubis?- Cuestiono, lo miraba, sus pupilas se dilataban y de más pero... bueno, quería saberlo mientras se recostaba en el piso y comenzaba a hacer lagartijas.

Se acercó a la salida, él parecía tan tranquilo, tan seguro de lo que era y de que ella no se escaparía. ¿Porque estaba tan seguro de que no se escaparía? o más bien... ¿confiaba tanto en él? ¿En la seguridad de esa carcel? -¿Placer?-Sus ojos examinaron toda la carcel, no podría derretirla, empujo una pared con su hombro, ni siquiera usando su fuerza bruta.-No existe tal cosa en este lugar.-Prefería no encontrar a su lider, debía escapar ahora que aun podía, no podría volver a ver a su familia de frente si ella no escapaba.-El placer es una distracción innecesaria, una debilidad.-y ella ya tenía debilidades, su familia era una de ellas por lo cual no podía tener más.-No voy a esperar a que tu lider aparezca.-Apretó sus muñecas y entonces empezó a separarlas aun detrás de su espalda, pegandose a una pared para ocultarlas, aunque no pudo ocultarlas por mucho tiempo, las esposas empezaban a derramar sangre de su piel, solo un poco más, su fuerza podía romper aquellas esposas si ejercía un poco más de fuerza, necesitaba sus manos libres.

Fue cuestión de segundos cuando la pego contra la pared para que detuviera ese intento ¿Sangre? ¿Por qué hacía tal cosa? ¿Por qué frente a un ser como él? Ella no era idiota, convivía con lobos a diario, sabía el riesgo, una herida desprendía el olor a carne fresca, pero en su caso, fue muy diferente. Alaric gruño mostrando sus colmillos.

-Sólo alguien que no lo conoce diría tan estupidez, Anubis y esperaras. No fue una pregunta la que te hice.- La cargó sobre su hombro una vez más, apartándola de aquella oscuridad para llevarla donde la luz, la recostó sobre el piso y se puso sobre ella. Sujeto sus muñecas con cuidado al igual que sus piernas para que no hiciera alguna tontería.- ME dan ganas de...- Apretó los labios y sacudió la cabeza. Aulló, necesita ayuda si no perdería el control, poco a poco se inclinaba sobre esas muñecas que brindaban del dulce manjar que había prometido jamas comer nunca más.

-quieres probarlo?- apreto sus puños haciendo que la sangre bombeara con mas fuerza y por ende, saliera igual. El placer no era agradable, nublaba la mente y hacia que lo que pensaras se distorcionara, te volvia inútil y debil. Necesitaba que la mordiera, de esa forma podria escapar, el dolor era su fuerza. Lo habia convertido asi desde hacia mucho tiempo, entre mas dolor causara su poder incrementaba, "conviertete, conviertete" pensó, los lycans eran mas sensibles en su forma natural y ella habia luchado con lycans todo el tiempo, Sergey y Vasilly en su forma lycan no eran facil de vencer, ella era la unica que no se podia transformar pero por ello nunca le dieron ventaja. Anubis se habia fortalecido y estaba orgullosa de eso, por eso al encontrarse con Alaric, le había enojado tanto lo que él provocaba en ella.

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Frejya estaba con Anke en la biblioteca, le estaba enseñando algo de pronunciación Alemana cuando lo escuchó.- que ocurre?- se levantó con cuidado algo no andaba bien, sentia confusión y también un aroma dulzon en el aire, que era?- A-Alaric... - susurró

La miro con fuerza. Sus ojos destellaban un hermoso carmín anunciando como poco a poco perdí el control sobre su razón y cuerpo. Se detuvo a unos centímetros de la herida. Se estaba forzando. No traicionaría la promesa que había hecho a su padre ni a su madre. Gruño y aparto la vista sin alejarse.

Bufo una risa al escucharla y sollozo como el perro que deseaba algo y sabia que no debía tocarlo, aun cuando su amo lo ponía frente a él. Morderlo significaba un severo castigo, no hacerlo era una recompensa. Abrió la boca pero ella había provocado que su herida derramara más sangre manchando dl rostro del lobo. Alaric comenzó a temblar en su totalidad. No era bueno. Gruño, sus colmillos y garras crecieron y sus facciones parecían desear cambiar. Se estaba esforzando de más. Chillo sin apartarse de ella, porque su cuerpo rogaba por la transformación para disfrutar a la mujer que desprendia un olor tan dulce.

-(-)-

Anke sonreía con Frejya, enseñarle era divertido porque ella tambien aprendia algunas cosas de Frejya, tanto de su cultura como de su idioma. Era un divertido intercambio. Aquel bonito momento se vio interrumpido por ese llamado. Abrió los ojos de golpe y se puso de pie. Lo percibió ¿Sangre?

-no...- susurro y comenzó a avanzar en la habitación.- ¡ALARIC, NO!- Grito para salir a toda velocidad. Su hermano estaba en peligro. No pudo explicar nada a Frejya porque era mucho más importante detenerlo, se e en otro momento. Llego en cuestión de minutos. Entro donde su hermano y la chica y vio como su hermano estaba apunto de perder lampo a cordura que le quedaba.

-Alaric...- Abrió la reja y entro, cerrándola de tras de ella.- Alaric, mírame. Soy yo, tu hermana.- se acercó a él, miro de reojo a Anubis y solo le sonrió.- No es divertido ¿Sabes?- Dijo cuando su mano tomo el rostro de su hermano y le hizo mirarle a los ojos.- Papá estaría orgulloso de tu fuerza Al...- dijo, aun sin apartarlo de la chica porque quien se acercaba se encargaría del resto. Alaric no quería soltar su presa.

-"Apártalo, Anke"- dijo una voz profunda en un duro alemán. Claus entraba a la celda, esa chica había herido el orgullo de su hermano, iba a pagarlo.

El rostro de Anubis estaba empapado en sudor, con cabellos pegados a sus mejillas y sus ojos fijos en ese lycan. Le dolía, algo en su cuerpo dolía, olía a Lima por todas partes, casi no podía respirar por lo intenso de aquel aroma. Desafió, era lo único que representaba su mirada, desafió y también un fuerte deseo de que se liberara, pero entonces llegaba alguien más. Miró de reojo a aquel hombre y sonrió por dentro... cualquiera era mejor que Alaric Jaeger, ahora solo ocurrirían dos cosas o todo mejoraría o todo empeoraría para ella.-Te dije que no era agradable.-Le susurró a Alaric antes de que lo apartara de ella, porque el placer no era bueno, descontrolaba, liberaba, hería, humillaba... ella había sentido todo eso en carne propia, había sido humillada y abusada e incluso mientras abusaban su cuerpo reaccionaba, se rendía a ese placer maquiavelico que le ofrecía el dolor y la penetración, en ese entonces era una niña pero ahora ya era una mujer y todo servía para lo mismo. Ahora no respondía a las reacciones de su cuerpo ni sus instintos más básicos,los instintos placenteros, ahora Anubis ya no sentía, solo cumplía objetivos, solo era un arma dedicada a proteger a aquellos que la había cuidado y amado de la manera más pura e inocente.

(Borre lo que tenía escrito, ya no sera lo mismo ;A; asdada)


Alaric estaba contra la pared, intentando llevarlo todo a un equilibrio. Anke sonreía y le daba palabras de aliento, porque su hermanito las necesitaba, aunque no por eso alejaba su atención de la chica, no quería que la lastimaran, de hecho, era Alaric quien con su mirada amenazaba a su hermano mayor.

Claus sólo chasqueó con su lengua. No le interesaba la chica en lo más minimo o bueno, sólo haría su trabajo. Saco de su bolsillo un palito de paleta. No permitió en ningún momento que ella se pusiera de pie. Tomo una pequeña muestra de la sangre de Anubis y se alejo.

-Haz tu parte Anke, Alaric debe lograrlo sólo. No por nada hemos entrenado por más de 15 años.- Dicho eso salió, era momento de investigar y tener todo listo al regreso de Cys. Anke suspiro y miro a Alaric. Le dio un beso en la frente.

-Siempre has sido el que tiene más voluntad de todos Al, no la pierdas ahora, no con una chica tan bonita y tramposa como Anubis.- Le sonrió y se puso de pie para acercarse a la linda rusa.- Mis hermanos son un poco extraños ¿Sabes? Ahora, sólo lo te muevas, nuestra intensión no es hacerte daño, sólo queremos asegurarnos que no son parte de ellos, porque podremos ser familia, pero no somos la clase de Jaeger que matan por matar.

Le explico mientras la ayudaba a ponerse de pie para ayudarla a sanar. Alaric tenía los ojos cerrados. Sus sentidos estaban sensibles, su olfato, su vista ¡Joder! esa hechicera lo había hecho, con sus patéticas acciones ¡Su maldito dulce olor! Gruño, le estaba costando demasiado calmar su instinto.

(D: asdasdasd asdasdasd owwww ¿se te borró el comentario? U-U es horrible T--T)

Miró el rastro de sangre que se habían llevado de ella. Era un riesgo pero ella había estado dispuesta a tomarlo.

-Tienen lo que querían.-Le dijo Anubis esquivando su ayuda sin ser agresiva, simplemente ella podía levantarse sola, no le gustaba demasiado el contacto fisico, le... dolía.-Si no matan por matar...-Le miró.- déjame ir o aléjalo de mi.-Le dijo sin dejar de observarla.-Voy a seguir haciendo esto tantas veces como sea posible, puedes curarme pero yo puedo volver a herirme. 15 años no serán suficientes estando directamente con la causa del placer lycantropo más antiguo de todos.-Era obvio que se refería a la carne o la sangre. Ella no estaba dispuesta a perder, jamás. Era una Yasikov, había cometido un error al no intuir que eran más que lycantropos en aquel lugar. La información que tenían estaba equivocada, el líder no era aquel lycantropo Jaeger antiguo, era otro más, más jovén, diferente por lo que intuía ¿tendría relación con Ashran? La mujer rubia tenía una esencia parecida a la de ese chico, lo cual significaba que podría ser su hermana o algun familiar, pero fuera de eso no existía coincidencia con otro ADN allí presente ¿que se le estaba escapando? ¿Que no podía ver?

Anke se quedo quieta cuando Anubis se puso de pie. Sintió en su corazón un fuerte apretón porque de alguna manera ella... ellas eran parecidas... Anke llevo ambas manos a su pecho y cerro un segundo los ojos ¿Anubis había sufrido lo mismo que ella? Seguro que ella había sufrido más, porque ni siquiera su ayuda aceptaba. Al abrir los ojos, no la miro con lastima, más bien con empatía, no quería presionarla, no cuando actuaba tan distante intentando ver agresiva... ella algún tiempo actuó de esa forma. Muchas cosas habían perdido el color, aunque, aun había mucho que pulir.

- Lo siento. No puedo hacerlo. Alaric se hará cargo de ti, tu lo elegiste.- Le aclaro y camino hacía ella, iba a cerrar su herida porque su hermano aun luchaba con su bestia, si, definitivamente Alaric era quien tenía más fuerza de voluntad de los cinco.- Te equivocas. Mírame, aun con tu herida y toda esa sangre puedo mantenerme tranquila. No se porque pero...- No dijo nada <<Es la primera vez que Alaric pierde tanto control por la sangre de alguien>> Negó con la cabeza.- Dime Anubis ¿Podría yo ganarme tu confianza?

Alaric Gruño. No quería que nadie se interpusiera entre él y esa hechicera, iba a vencerla sin ayuda de su hermana, pero Anke lo ignoro

Sus ojos se obscurecieron, ella... se mantuvo firme, esa mujer llamada Anke parecía comprender de una forma que no entendía, algo de su dolor. Aunque esa sesación se perdió cuando mencionó el otro lycan.

-No.-Le dijo mirandola directamente. Ella era como una sombra, obscura y lejana, nadie la tocaría, no podía permitirlo, conocer sus puntos debiles... ella no podía cubrir a nadie de sus fantasmas. Eran suyos, de nadie más.-Pero gracias...-Susurró luego de unos segundos en silencio, Anubis era sin duda una de las mujeres más dificiles de los Yasikov. Svetlana lo sabía, antes de perder los recuerdas había intentado abrir el corazón endurecido de aquella niña, había creido que Narkissa sería suficiente pero no era así, necesitaba amor, mucho amor y cariño tierno y puro, pero Svetlana no había podido terminar lo que se había propuesto, Anubis no había tenido aquel cariño que podía curarla, ahora debía curarse ella sola, sin embargo no sería fácil.

La lycan sonrió por esa respuesta tan directa, sin trabas, ni siquiera lo había pensado. Era automática.- ¿Por qué?- Cuestiono, acercándose, tomaría las muñecas de la chica para limpiarlas y sanarlas.- ¿No puedes darme una oportunidad? Se que él chico que te irrita es mi hermano y que estara mucho tiempo contigo pero... bueno, puedo hacer que las cosas sean un poco diferentes...- Hizo uso de su fuerza para que Anubis no se pudiera alejar, pues Anke Lamería esas heridas pero no por eso comería la sangre, discriminaba, era parte de su habilidad o al menos uno de sus muchas habilidades.

La cosa fue que Anke no espero que su hermano le empujara de esa forma. Su lengua apenas iba tocar la herida de Anubis cuando se hermano se levanto y la empujo con fuerza contra la reja. Anke se quejo y cayo de rodillas. Alaric quedo en shock.

-¿Al?...-Cuestiono y levanto la mirada ¿Por qué su hermano le había atacado?

La morena frunció su ceño.-No lo hagas... -Gruñó intentando alejarse, no quería que ella la curara ¡No podía curarse!-Lo volveré a hacer ¡No importa lo que tu...-Anke había salido volando contra la reja, los ojos de Anubis se abrieron de par en par al ver aquello. Los lycans eran muy poderosos y terriblemente leales y fieles, ¿porque la había lanzado? Anubis odiaba el deshonor, odiaba la traición.-....-Pero no podía detenerse. Jaló con más fuerza sus muñecas y las esposas se rompieron, gritó por ello pero no importaba, se impulsó con sus manos y en una maroma derritió las esposas de sus pies. No conocía a Anke y eso lo agradecía, pese a su único gesto de nobleza hacia Anubis ellas aun no llegaban a empatizar. Anubis no estaba domesticada con Anke, Anubis no era su amiga, Anubis aprovecharía la menor oportunidad para salir de allí. Atravesó la reja y no esperó a por nada, corrió con todas sus fuerzas hasta romper la puerta y salir al aire fresco del bosque. Respiró mientras corría y saltaba, ya no olía a Lima ¡Ya no olía a Lima!

Alaric y Anke se miraban el uno al.otro. Anke aun impactada por aquello y Alaric completamente confundido ¿Cómo? ¿Por qué? Anubis paso a un segundo plano, o bueno, casi. Fue a por Anke y la sujeto en sus brazos. Lo hizo con fuerza.- Lo siento... Abke, lo siento, yo mo... Es...

-Ah... Esta bien...- Anke como siempre sonreía aun con el dolor en si cuerpo. Como pudo respondió al abrazo de su hermano.- Ahora ve por ella, no podemos dejarla ir.

-(-)-

¿Era-(-)-

¿Era suerte? No estaba muy seguro de ello, pero no importaba, Raynars no necesito más que un segundo para sujetar ala hechicera y azotarla contra la tierra sin mucha piedad. suerte? No estaba muy seguro de ello, pero no importaba, Raynars no necesito más que un segundo para sujetar a la hechicera y azotarla contra la tierra sin piedad. Simplemente iba a inmovilizarla, si utilizar mas que un porcentaje bajó de su fuerza.

-Poco lista, rusa.- Dijo burlón, ignorando por completo el olor de la sangre. Claus hacia de su equipo en ese instante.

Anubis golpeó contra el suelo, su rostro o parte de él casi se enterró en la tierra, escupió poco del pasto que el golpe le había hecho comer y sonrió. Bien, alguien que no tenía piedad, alguien que ella podía entender, pelar, golpear, el dolor y la furia, la sangre y la lucha por ver quien era el mas fuerte y quien sería libre era algo a lo que estaba acostumbrada, no al olor a lima, las sonrisas torcidas, el desicfrar constante, el cosquilleo. En definitiva Anubis prefería mil veces a aquel hombre que la azotaba contra el suelo a aquello desconocido que le daba Alaric.

-Usa tu v-verdadera fuerza...-Habló entrecortado, mirándolo de reojo, pese a estar herida podía respirar con facilidad, aislando el dolor y centrándose en las partes no lastimadas. Estando en el suelo estaba en desventaja. Se giró impulsandoe con su pecho, usando de palanca el codo izquierdo y girando su torso hacia esa misma dirección.-...alemán.-Terminó una vez que estuvo de pie.-Era solo uno, faltaban 4, 4 lobos de los que tendría que escapar, aunque era más facil hacerlo antes de que llegaran los demas. ¡Joder! ahora la mitad de su rostro sangraba. Sacó de sus bolsillos dos especies de cimatarras, aunque mucho más delgadas, calentandolas con llamas.-No puedo ser su prisionera por más tiempo.-Afirmó seria, mirando a Raynard como un oponente digno para luchar.

Se aparto de ella cuando se levanto ¿Ella quería que utilizará su verdadera fuerza? Raynard sólo sonrió. Se le quedo viendo, como Alaric lo hacía en la celda, aunque la mirada de él no tenía piedad ni curiosidad, era todo lo contrario. Podrían ser hermanos y podrían ser idénticos pero cada uno era único. La miro con detenimiento, su sangre corría por sus muñecas y su rostro. Bufó una risa prepotente. Esa chica era una suicida.

Mostró una sonrisa de lado y avanzó. Se percato de las sensaciones en su cuerpo. No era tonta, ella sabía concentrarse, fijar su atención en puntos de su cuerpo donde no había dolor pero con Raynard eso no iba a funcionar y la verdad es que no tenía muchas ganas de pelear con ella porque para él, no había nadie mejor para vencerlo, que él mismo.

Avanzó hacía ella con calma, sólo dio un par de pasos cuando en un abrir y cerrar de ojos ya estaba a espaldas con ella.- No los vales, además, soy el único que puede vencerme- Y giro apenas un poco para verla caer mientras sonreía porque sólo necesito milisegundos para presionar seis puntos en su cuerpo con los que perdería el movimiento en todas su extremidades. Raynard conocía mejor que nadie el órgano más grande del cuerpo, porque era su sentido y no sólo producía dolor y placer. Por mucho que quisiera lastimarla no podía hacerlo la rusa había elegido a su hermano menor Hacía uso de los movimientos más básicos de su juego preferido, además, Raynard y Alaric tenían muchas cosas en común, en especial, su habilidad para utilizar los movimientos del baloncesto a su favor al luchar.

-Lo hiciste de nuevo, Ray.

Dijo Claus quien salía de entre los arbustos. Miro con cierto desprecio a Anubis, le molestaba ver tanta sangre porque lo hacían gastar energía, esforzándose por no percibir ese olor y bloqueando también el sentido de sus hermanos.

-Te tengo malas noticias. Anke esta herida.

La expresión de Raynard cambió al instante, en seguida miro a la chica y gruño ¿Había herido a su hermana? ¡¿Esa Rusa había lastimado a Anke?! Estuvo apunto de producirle el peor de los dolores en su cuerpo pero Claus lo tomo de la mano enseguida para que se detuviera y le viera. Negó con la cabeza.

- Vamos, él responsable aun esta con ella.

Ya, Raynard enseguida lo entendió y desapareció de ahí, Alaric iba a pagar muy caro el haberle hecho daño a su hermana. Claus sólo suspiro y miro a Anubis ahí, ignorada por el que parecía sería su contrincante.

-No te ofendas, él jamas toma enserio a nadie.- Fue lo único que dijo para acercarse a ella. No la toco, simplemente observaba sus armas.-...- Suspiro y se puso de pie.- No es una opción ¿Sabes? Eres nuestra prisionera y lo seras hasta que nuestro líder decida que hacer contigo.- Se inclino para cargarla, la llevaría a ver el show que protagonizarían sus hermanos.

-(-)-

Günter se había quedado en la casa acompañando a Frejya, la estaba protegiendo. Escuchaba con atención cada palabra de sus hermanos, cada movimiento... suspiro y le sirvió a Frejya un poco de Té, mientras esperaban a los demás.

-Esto se pondrá feo Frejya. Bueno, no es la primera no la ultima vez que Ray y Al se pelearan.- Bufó, ninguno de los restantes se metía entre peleas de hermanos, a menos que fuera necesario.- Bueno, continuemos con tus estudios ¿Vale? Repiteme todo lo que Anke te ha dicho, te corregiré si es necesario.

-(-)-

Alaric se había apresurado a ir con Anke, había olvidado por unos segundos a Anubis porque había hecho algo imperdonable ¿Hirió a su hermana por culpa de Anubis? Esa hechicera hizo de las suyas y lo controlo ¡Estaba seguro de eso! Maldita bruja. LE rogaba que le perdonara mientras intentaba asegurarse de que ella no tenía nada grabe. Anke sólo sonrió y lo abrazo.

-Al estoy bien, me has sorprendido pero no es nada grave. Ve por ella, no podemos dejar que se escape.

-Pero...

-Anda, Raynard viene para acá y no quiero que peleen, por favor, es más importante tenerla aquí, probablemente ella sabe donde esta mamá.

Alaric no respondió, sólo asintió con la cabeza, beso la frente de su hermana y ya estaba dispuesto a retirarse pero había sido demasiado tarde. Se encontró con la mirada de su hermano y el puño segundos después en su rostro.