Anubis y Alaric -Te atrapé-

Ella saltaba entre arbol y arbol. Era una sombra en medio de la obscuridad, su mejor amiga, con la que se refugiaba desde que era tan solo una niña. Su vida no había sido fácil, sin embargo eso ya era cosa del pasado y ahora estaba centrada al 100% en el presente, su presente era la realidad que existía con la familia Yasikov.

Los Yasikov era uno de los clanes más importantes del mundo, eran potencia en trafico de drogas, de armas y también en otras instituciones no gubernamentales que mantenían en pie la economía mundial. Eran un imperio en un continente helado, pero también y pese a todo eran una familia, una unidad que se preocupaba por cada parte de los extremos, incluso los que menos importancia tenían dentro de aquel gigantesco imperio. Todos, integrantes de la familia, trabajadores, ayudantes, carnadas, peones, guerreros, guardias, traficantes, cualquiera tenía reelevancia para el lider y cabecilla de los Yasikov. Incluso ella, una espía, una simple guardaespaldas tenía importancia, por lo menos para esa familia. Era por ello que día con día se esforzaba solo por un objetivo: servir a los Yasikov, cuidar a Narkissa Yasikov, el núcleo, la princesa, la gema preciosa de aquella poderosa familia.

Narkissa era el motivo por el que ella había luchado y había encontrado también un sentido a su vida podrida. Narkissa era una de las mujeres más fuertes y admirables que había conocido, jamás la trataba como menos que ella misma. Pese a su corta edad era fuerte, madura y sobretodo valiente, valiente para encarar un don que más que don... era una maldición. Ver el futuro, el presente o el pasado eran una dura carga para una mujercita que no había tenido madre y que se había encargado de mantener a una familia unida en los peores tiempos de soledad. Narkissa Yasikov había sido luz cuando todos creían en las sombra, ella los había salvado, así como la había salvado a ella.

"-Estoy enamorada Anubis... enamorada de verdad"

Esa frase la había dejado perpleja, aunque como de costumbre lo había recibido bien, con la frente en alto y un semblante sereno. Por dentro Anubis tenía miedo, temor de que la lastimaran como ya había pasado antes.

"-Secuestraron a Hana"

No había esperado más ordenes, más que un simple asentimiento de cabeza para que ella, Anubis Nasser tomara las riendas e iniciara su propia investigación, una investigación que la había llevado a aquel bosque en donde se encontraba. No había comido y tampoco había dormido, pero su sangre la mantenía vida, un ser como ella, acostumbrada a la miseria sabia vivir en los peores rincones del mundo. Más aun si tenía un motivo por el cual seguir luchando.

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Alemania, Mansión Jaeger

20:00 hrs.

Se apoyó en uno de los enormes arboles de allí, mirando la enorme mansión que se alzaba en aquel lugar. Anubis había borrado su esencia desde que había pisado tierra Alemana. Observó con cuidados, dos ventanas al frente, cuatro más en la parte superior, había dos con luces apagadas, había tres puertas, una lateral y dos frente a ella, había varias torres con ventanas y ningun punto ciego en el cual entrar, en pocas palabras era como una fortaleza. Pero ella era Anubis... y ella había entrado a peores fortalezas que esa.

Como sombra, saltó entre la obscuridad, sin hacer ningun ruido, abriendo una ventana y entrando como si de una pluma se tratara. La habitación estaba casi vacia, seguramente era algún almacén, algo en lo cual podría buscar información.

"Ashran Jaeger"

Pensó para sí. Estaba en la mansión Jaeger lista para conocer de primera instancia a quien se enfrentaba, cual era la meta de aquel albino y de paso saber si era su familia involucrada en el secuestro de la señorita Hana. En momentos como esos, todos eran sospechosos, sobretodo si se trataba de seres híbridos que enamoraban a princesas rusas como aquel albino. Anubis salió de la habitación con cuidado, entró a otra y sonrió por dentro. Había una computadora, perfecto. Tomó una usb y comenzó a hackear, eso estaba siendo más fácil de lo que pensaba, debía estar alerta.

(Es ella, solo que con el cabello más obscuro )

La familia estaba un más alerta desde lo que había sucedido. Lea no estaba en casa, era la primera vez, después de 18 años que los cinco se quedaban completamente solos, no estaba ni siquiera Cys quien era su líder. Habían llamado a Claus que tenía días quedándose en el orfanato. Era su trabajo a fin de cuentas.

Los cinco estaban reunidos, aunque no por eso todos en la casa. Raynard y Claus estaban vigilando fuera, Günter y Alaric estaban en la mansión asegurándose de que nada estuviera fuer a de su lugar, porque pretendía esperar el regreso de su líder para actuar enseguida pues así había dado ordenes, no quería que a ellos les hicieran daño alguno.

Por otra parte Anke estaría junto a Frejya para protegerla y también proteger la casa pero los chicos creían que ellas estarían mejor en la habitación de la madre. Anke suspiro y miro a Frejya, ella parecía preocupada.

-Estará bien Frejya, regresaran pronto.

Le dijo para intentar calmarla. Anke de verdad intentaba verse calmada para todos, en especial para Raynard. Era el mayor y se hacía el responsable de todos, no quería verlo tan presionado.

Alaric se había escapado de Günter estaba en el segundo piso, donde sus habitaciones, revisaría una vez más. Había percibido algo extraño. Era más bien un olor agradable ¿De qué se trataba? No estaba muy seguro. Frunció el ceño. Levanto el cuello y comenzó a aullar. Llamo a sus hermanos, algo no estaba bien en la mansión y no iban a dejarlo escapar. Miro fijamente la puerta de cada habitación esperando percibir algo y sonrió, ahí estaba en su habitación.

Günter subía corriendo y por poco gritaba por Alaric pero este lo hizo callar. Ya había alertado demasiado al ladrón ¿Cómo había entrado? ¿Por qué? ¿Sería de los secuestradores de su madre?

Cerró la laptop y quitó la usb antes de que pudiera escuchar el aullido. La información estaba pasada y no había dejado ni rastro de sus huellas digitales, era una experta en espionaje pero había sido captada. Sus ojos se fijaron en la puerta, en la ventana y el sistema de ventilación. Sonrió, era clásico pero era la única manera de salir de allí. Abrió la ventana y se dejo caer, escuchó el aullido y los pasos; uno, dos, tres, cuatro... algo no andaba bien. Había escuchado los pasos de cuatro seres pero, por lo que sabía eran 5, ¿quien le faltaba? Calló sobre una de sus rodillas en el suelo de la fria noche y miró la salida de la mansión. Si se daba prisa podría brincar las cercas y volver al bosque, donde sería más dificil atraparla.

Los cinco hermanos se caracterizaban por una sola cosa. Todos eran uno. Cada uno tenía un don especial. Quizá más habilidades, pero juntos formaban un poderoso equipo. Era bastante simple, aquel aullido los conecto enseguida: Raynard se encargaba del tacto, clausura del olfato, Anke del gusto, Günter del oído y por ultimo. Alaric, la vista.

Los cinco sonrieron. Raynard y Claus se detuvieron a medio camino y aullaron. Lo percibieron. Raynard cerró los ojos apenas unos segundos y en su cabeza cada uno de los movimientos de aquella chica se repitieron, cada objeto que toco pudor seguirlos, abrió los ojos y noto que Claus levantaba su rostro respirando profundamente. Termino por aullar y ambos asintieron. Escucharon un aullido más, se trataba de Günter y Alaric ambos dieron el mismo mensaje: Günter escucho los pasos eran tan suaves, como si ella caminaba robaré nubes, lastima que no de eso podía escapar y Alaric, el la observo, mando en el mensaje que en efecto, se trataba de una chica, dio cada una de sus características, al menos físicas. Y después desaparecio.

Alaric quería atrapar a la mujer que se atrevió a entrar a su habitación y lo haría ¡si! Seguro que tenía que ver con la desaparición de su madre.

El plan estaba listo, dos de los cinco estaban en la entrada, los mayores. Anke estaba cerca, cubriendo uno de los costados, Günter igual. Alaric se encargaría del resto. Ya la tenía en sus manos, claro que si.

-Merda-Susurró en un bonito portugués, 1, 2, 3, 4, 5... estaban los 5 y había uno sobretodo que estaba casi sobre ella. La mujer tomó la usb y la dejo caer sobre sus senos, escondiendola en la varilla de su sostén deportivo. Estaba segura que la encontrarían, no tenía caso huir ni siquiera intentar saltar. Apretó los puños y decidió hacer un último intento, saltando e intentando esquivar a aquellla presencia que estaba frente a ella. Intentó golpearlo, noquearlo para poder tener 4 segundos más para huir pero no pudo, aquel ser era más rápido, parecía que la obscuridad no era su aliada en ese momento.-deixe ir! [Sueltame!]-Habló en voz fuerte más no por ello gritó.

La forma en la que trabajaban los cinco era única y ahí estaba la prueba. Todos para uno y uno para todos. Era el turno de Alaric y ya estaba sobre aquella chica. Esquivo sus ataques y con agilidad la sujeto, impidiéndole el movimiento de sus manos e incluso el de sus piernas.

-¡Anke!- Llamo a su hermana y de entre los enormes arboles que decoraban el pateo de la enorme casa dentro del bosque, no sólo salió ella, aparecieron los 3 chicos idénticos al que sujetaba a la chica. -Ha escondido un objeto en sus senos..- Le dijo, pues por mucho que la hubiera atrapado no iba a faltarle el respeto. Su madre les había educado bastante bien.

Anke sonrió y miro a los demás. Raynard no sonreía parecía molesto ¿Cómo era posible que ella pudo entrar sin que se dieran cuenta? Quería cuestionar a la chica hasta hacerle hablar, pero fue Claus quien con su seriedad y una mano sobre el hombro de su hermano mayor le calmo un poco.

-Venga, dejemos esto en manos de los demás, tu y yo tenemos que continuar...- Giro para ver a Al.- Ya sabes a donde llevarla. No permitas que escape. Es lo de Yasikov.- Dicho eso, se fue junto con Raynard para calmarlo.

-Así que vienes de Rusia.- Dijo Anke mientras que se acercaba a Günte ry le pedía que fuera con Frejya pues la había dejado sola.- Alaric y yo nos aremos cargo.- Le guiño el ojo a su hermanito y por fin, ya se quedaban a solas con la "rusa". Caminaron en silencio justo cuando Alaric cargo a Anubis como si se tratara de un costal de papas, sobre su hombro.- Dime...-Continua Anke, caminado tras su hermano para ver el rostro de la chica. Era muy bonita.- ¿Nos darás ese objeto por las buenas?.

-YA no hables con ella Anke. La cuestionaremos donde debemos hacerlo.- Advirtió el menor de todos, estaba algo molesto porque había invadido su cuarto.

Había sido humillante.

Anubis había esperado otro tipo de emboscada, una donde usaran armas, donde la hubiesen tirado al suelo y luego la hubieran golpeado. Esperaba que las personas fueran guardias de seguridad, mercenarios e incluso miembros de la familia más maduros y grandes. Ella no había esperado ser emboscada por chicos... niños ni mucho menos que la trataran tan bien. Sin embargo no era momento de pensar de esa manera, la facilidad con la que aquel hombre la cargaba la había dejado un poco molesta, ella siempre había sido caracterizada por ser una sombra, por ser volverse humo cuando así lo requería pero en ese momento había fallado, había sido descubierta, atrapada e interrogada de una manera... diferente.

Cuando Anke empezó a hablar con ella, Anubis ni siquiera la miro, mantuvo su boca sellada como si no hubiera escuchado nada. Si las cosas salian mal debía encontrar la manera de que el usb llegara a manos de Narkissa y luego, moriría.

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Frejya estaba mirando la ventana, había escuchado con claridad lo que había pasado fuera, las emociones de todos, incluyendo a la intrusa estaban en todas partes.

-Cys...-Susurró tocando el vidrio ¿porque no la había llevado con él? ¿No iban a estar juntos todo el tiempo? Se sentía debil, inutil y también preocupada, Dimitri, ese chico no podía haber desaparecido así como así. -Él jamás lastimaría a nadie.-Se lamentó apretando los labios, tenía ganas de llorar y encontrar a Dimitri, ¿porque? ¿Porque le preocupaba tanto? No lo sabía pero de algo si estaba segura, no sería feliz otra vez hasta que no lo encontraran.

Anke sonrió porque la chica no le respondió y ni siquiera le . Era encantadora. Se adelanto para ir junto a su hermano e intentar calmarlo. Tomo una de sus manos.
-Esta bien Al, no se ha llevado nada de casa, deja de fruncir el ceño.

Alaric la miro pero no era enojo lo que expresaba su mirada, más bien era diversión, .a situación le emocionaba de alguna forma, pero el ceño fruncido era sólo para verse malo o algo parecido.

-No tienes remedio, hermanito.- Le dijo en Alemán mientras se adelantaba un poco para abrir una puerta que los llevaría donde unos cuartos de interrogación.- Parece que ella no querrá hablar.

-Yo me encargare de que lo haga.- Dijo mientras que se la acomodaba en el hombro, porque esperaba que lo entendiera. Iba advertirse un poco y a... saciar la extraña curiosidad que el daba esa chica suicida. Apuesta chica suicida.

-(-)-

Günter escucho a Frejya. Se sentía mal con ella. Él era quien estaba a cargo de Dimitri y lo perdió aquella noche por culpa de esa niña castaña. Bufó molesto pero entro mostrando esa sonrisa tan suya.

-Regresará pronto, no te preocupes tanto por él.- Dijo refiriéndose a Cys. Tomo asiento y la invito.- ¿Estás bien? Atrapamos a la intrusa, ya no hay nada de que preocuparnos.

Gruñó cuando la acomodó de esa manera, quería arrancarle la cara por al infamia, no sabía con quien se metía, no tenían idea que no sacarían ni una sola palabra de su boca. Ella era una mercenaria, una espía de la más importante familia Rusa y ella sería fiel hasta el final, además justo en ese momento ella se aprendía el camino a los calabozos, se daba cuenta la chica era más bien compasiva una caracterisitica muy debil y que el tal "Al" se divertía con algo que no tenía sentido. Si alguien hubiese entrado así a la casa Yasikov, Sergey, Vasilly, Renji (No se ocmo se llama el tipo pelirrojo) e incluso Olenka, no serían tan amables con el intruso.

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Dio un saltito al escuchar a Günter, no lo esperaba y ella estaba demasiada inmiscuida en sus pensamientos.

-Gracias.-Asintió y sonrió lo mejor que pudo-Se que estará bien pero aun así... no puedo evitar preocuparme.-Admitió con una pequeña risa nerviosa, era difícil separarse de Cys sobretodo cuando sabía que no se enfrentaría precisamente a personas buenas. Además la manera en como se había ido, lleno de rabia y coraje, lleno de pena le había dejado intranquila. Suspiró y luego miró a Günter, ella no era la unica que estaba preocupada, no debía encerrarse en sí misma.-Espero que no sea alguien peligroso, son un buen equipo Günter-Tomó la mano de él con suavidad, brindándole su apoyo.

A los cinco o al menos esos dos de los cinco les preocupo muy poco si la chica aprendía o no el camino. Suponían que sabia y bien, conocía a la perfección cada rincón de la casa porque había entrado y nadie se había dado cuenta hasta que por poco tomaba lo que buscaba.

Anke encendió las luces y miro el lugar. Hacia falta una hicieran limpieza, tenían años sin utilizar ese lugar ¿desde qué sus padres se unieron? Seguro que si, su madre había cambiado mucho a su padre y por supuesto, el que alguna vez pensaron seria él líder, su tío Sören.

-¿Tendremos que atarla, verdad?- Cuestionó ella mientras tomaba con su mano una reja y la abría. El ruido no era nada agradable.

-Supongo. Ya sabemos de donde viene, mas vale prevenir que lamentar.- Respondió Al mientras se adentraba y tomaba con cuidado el cuerpo de la chica, fin tocar nada de más aunque sus manos... Sacudió la cabeza y con ayuda de su hermana amarraron sus manos y pies a la silla además de una cadena con la que sujetarla a, respaldo de la misma.

-Lo sentimos linda pero no podemos dejarte ir, al menos no aun.- Dijo ante mientras salía de la celda y dejaba que Alaric hiciera los últimos detalles.- ¿podrías decirnos tu nombre?

-(-)-

El chico se cruzo de piernas y suspiro.- Alaric y Anke se harán cargo de ella. No dio pelea por lo que puedo decir que es bastante inteligente y no hará algo estupida.- Si, por algo hacia las cosas, además, si pertenecía a la familia Yasikov, tendría una razón que podría decir para ser liberada y no causar una guerra entre clanes. Cuando sintió su mano la miro y le sonrió pero en su interior todo se movió. Extrañaba a su madre, se sentía culpable por lo sucedido a Dimitri y... Desvío la mirada.

-Cys fue a Italia. La persona con la que se encontrara es una... Bueno, al parecer la única amiga que ha tenido por años.- Le explico, pues si iba a ver al Orendain, era verla a ella.

Anubis miraba de reojo las acciones del chico y también miraba a Anke, su semblante era serio, no tenía una expresión definida más bien era indiferente, como si no estuviera siendo atada a ese lugar y como si no le hubiese hecho una sola pregunta. La mujer levantó la barbilla y luego apretó sus puños, no podía liberarse aunque quisiera, la ventana era muy pequeña para que ella pudiera entrar, no había equipo de ventilación y las barras de hierro eran de Iridio y otros metales que dificultaría que una bomba de radio pequeño incluso las rompiera.

Sus ojos cafés se volvieron a la mujer ¿que estaba haciendo mirandola tanto? Su mente se quedó en blanco por un momento, ella era la única mujer del grupo de 5 ¿que poder tendría ella?

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-¿Amiga?-Susurró esta vez fijando sus ojos azules en los del chico ¿Cys tenía una amiga? Nunca le había hablado de ella.-Me alegra.-Sonrió y entonces lo sintió, como algo quemaba su garganta.-...-Se encogió un poco porque ardía, ¿que estaba pasando? "Has dicho una mentira Frejya" La hada palideció un poco, ¿que estaba sucediendo con ella?

Alaric termino de sujetarla y extendió una de sus manos para sujetarle el mentón. Le molesto de alguna forma que mirara de esa forma a su hermana, quería que le mirará a él. Tuvo cuidado, se había percatado de lo que había en su boca, detrás de sus muelas. Una completa suicida. Fiel a su líder... eso era admirable.

-Venga lindura, coopera con nosotros, dinos tu nombre.

Anke sonrió por la reacción de su hermano, pero supuso que era normal, después de todo disfrutaba mucho eso de someter a las chicas ¿No? Bueno, lo estaba juzgando, no sabía exactamente las reglas de ese extraño pero interesante juego.

-Es Anubis, Alaric.

-¿Qué?- Dijo el girando hacía su hermana, sin soltar a la extraña.

-Su nombre es Anubis. Es bonito. Entonces, creo que lo mejor es que me vaya. Esta en tus manos Al. Por cierto, mucho gusto Anubis. Anke.- Se inclino elegantemente presentándose y sin más dio media vuelta para ir con Frejya y Günter. Tenían que preparar la cena.

Alaric suspiro y se giro para ver de nuevo a la chica. Le sonrió. Alaric estaba listo para conocer a la chica que se había atrevido entrar a su habitación ¿A qué? Aun no lo sabía. Cayo en cuenta de algo.

-¡Maldición!- Y Anke ya se había ido. El objeto aun estaba oculto en los pechos de esa chica.- Oye ¿Qué fue lo que tomaste de mi habitación?

-(-)-

-Bueno, es más que una amiga.- Se quedo pensativo con esas palabras.- Él jamas la busco o bueno, como con todos quiso alejarla pero ella insistió bastnate hasta que él no tuvo de otra que dejar que se vieran por un tiempo, hasta que él regreso de Italia. Quien lo sabe con más exactitud es Alaric- Porque él no sabía más que eso. No sabía que Letizia Copobianco ya estaba comprometida y era como una hermana para su líder.

(Así viste Al, se me olvido ponerlo xDDD

)

Si estaba impresionada o no por lo que Anke había hecho no lo demostró. Por fuera al menos. Porque por dentro no sabía absolutamente que decir ,¿como había podido acceder a sus memoria? Frunció el ceño ligeramente y entonces miró a Alaric, él no era quien se mostraba al exterior ¿que quería? ¿En verdad pensaba sacarle información? Si intentaba cualquier cosa que ella no pudiera soportar, que pasara de sus extremos, mordería la pastilla y su muerte sería inmediata, para nada dolorosa.

Los labios de la chica se entreabrieron ligeramente, ¿que había tomado? Quiso sonreír pero lejos de eso cerro la boca y continuó en silencio. Anke y Alaric, faltaba tres más.

Alaric frunció el ceño un poco peo termino relajándolo. Sonrió para él, no iba darle el gusto a esa chica, al menos no en ese momento. Busco una silla fuera de la celda y regreso para sentarse justo delante. La miro fijamente a los ojos.

-Estas sorprendida ¿Verdad? Seguro, mi hermana a descubierto tu nombre. Anubis... Anubis... Anubis. Ese nombre no es de origen Ruso ¿Es Polaco, no?- Fue un tanto ignorante en realidad, pero sólo que´ria hacerle hablar. Para el no era extraño. Era una mujer, ambos, padre y madre le habían enseñado desde muy pequeño que a ellas había que respetarles y tratarles como una preciosa flor, con delicadeza, suavidad y de más. Así eran los lobos con sus hembras, especiales, mimosos y... pocas veces salvajes o al menos, sabían donde serlo.

Sus ojos parpadearon rápidamente al escucharlo ¿era ese el interrogatorio? No pudo evitar sorprenderse un poco, sus labios se entreabrieron otra vez y sus sus pupilas cafés viajaron de izquierda a derecha ¿estaba jugando con ella? Se volvió de nuevo a él y negó respecto a lo de Polaco ¿era broma? Intentó mirar hacia otro lado, ese tal Alaric tal vez estaba usando un tipo de poder sobre ella, ¿hipnosis? Miró la ventana de nuevo y luego intentó moverse, las cuerdas no cedían.

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Tragó lento al escuchar "Es mas que una amiga"

-Y-Ya... ya veo.-Sonrió un poco y luego lo miró.-Pero Alaric esta abajo, y-yo no puedo preguntarle nada ahora.-Dijo con inocencia, sin darse cuenta que con eso, ella delataba su preocupación y celos al saber que Cys tenía una "más que amiga"

-¿Qué? ¿En verdad no piensas hablar? Sólo espero que no utilices esas capsulas que tienes en la boca ¿Eres alguna clase de suicida?- Rió un poco y no aparto sus ojos de ella.- Dime ¿Tu líder te ha mandado? ES cierto que mi hermano de vez en cuando ha modelado los outfits(?) que la hija de tu líder ha creado pero él no le ha hecho ningún mal ¿O sí?- Entonces Alaric se quedo pensativo. Era imposible, desde cuando hubiera empezado una guerra entre clanes.- ¿Que edad tienes Anubis?- Dijo de repente, prefiriendo cambiar el tema.

-(-)-

Günter inclino un poco la cabeza y sonrió por esa reacción. Ya entendía que estaba sucediendo. Iba a decir algo más, pero su hermanita interrumpida, dándole un suave golpe en la cabeza.

-Deja en paz a Frejya, Günter.- Anke sonreía y se sentaba junto a la ninfa.- ¿Qué sucede Frejya? ¿Qué te ha dicho Günter? Te noto preocupada.

Los ojos de Anubis se afilaron, había muchos modelos que portaban la ropa de Narkissa y ninguno había tenido problemas con ella, además Anubis no conocía al hermano de Alaric ¿oh si? La duda la hizo enojar, ella jamás olvidaba a alguien ¿como podía haberse olvidado de uno de los modelos de Narkissa?

- Si le hubiese hecho daño, no estaría vivo en este momento.-Levantó su mentón, hablando por primera vez. Cuando se trataba de Narkissa era dificil controlarse, aun así cerró la boca cuando le preguntó su edad. Alaric tal vez tendría ¿23 años? No lo sabía con seguridad, era joven y atractivo, ella por el contrario podía aparentar más edad de la que tenía en realidad, todo dependía del disfraz que usara. Por eso siempre se teñía el cabello, aveces café, aveces negro o rubio o cenizo, incluso pelirrojo. En ese momento lo llevaba café obscuro, casi negro y no aparentaba más que 24 o 25 años.

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Los labios de la ninfa se abrieron por que se había dado cuenta de su "error"- Solo... estaba.. n-no sabía que Cys iría a Italia.-Carraspeó.-con una... amiga.-Susurró.

Alaric sonrió justo cuando escucho la voz de la chica. Fue estremecedor ¡Demasiado estremecedor al escucharla hablar! pero bueno. Se puso de pie para girar la silla. Se sentó de nuevo y se apoyo en el respaldo.

-Me alegra saber que si hablas.- Dijo muy sincero y continuaba mirándola.- ¿Me vas a responder? Parecer de por al menos unos 22 años ¿Me equivoco? Si no quieres decirme lo que viniste a tomar de mi habitación, al menos cuéntame algo de ti ¿si?

-(-)-

Anke sonrió al escuchar lo que le decía. Ahora entendía, Günter hablo sin dar muchas explicaciones. Tomo una de las manos de la hada y le sonrió, quería transmitirle calma.

-Su nombre es Letizia. Es su amiga, bueno, más bien su "hermana". Ella siempre quiso ayudar a Cys pero no logro mucho, nada comparado con lo que tu has logrado. Cys te quiere, jamás te traicionaría.

5 mellizos y solo estaba con él. ¿Porque? ¿Había algo más? ¿A quien querían proteger? Sus ojos cafés se fijaron en la puerta detrás de Alaric, habían entrado por un lugar un poco confuso, antiguo, no usaban las cárceles desde hacia mucho tiempo. Ladeo su cabeza y luego se volvió a Alaric, estaba siendo respetuoso, la usb estaba en su sostén y él no se había acercado si quiera a tocarla ¿porque? Los Jaeger eran una raza de lycantropos muy poderosos, Alemania estaba bajo su poder pero aun así no usaban metodos más severos. La mujer se movió intentando liberarse de nuevo pero era imposible tanto manos como pies estaban atados y las cadenas eran demasiado gruesas para que ella pudiera romperlas.

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-¿Eh?-Parpadeó un poco confundida al escuchar a Anke, sus manos se abrieron y fue en ese momento cuando Frejya se dio cuenta que estaba tensa, era la primera vez que sucedía.-Yo también lo quiero.-Dijo mientras sus labios temblaban, había pensado que él tal vez... tal vez quería a alguien más.-Lo siento...-Negó porque lo extrañaba, porque algo andaba mal y no comprendía del todo que era, con su mano libre se quitó algunas lagrimas de los ojos e inhaló todo el aire que pudo.-Gracias.-Sonrió un poco más tranquila, sus orejas se movieron.-¿Es una mujer?-Preguntó pues sentía una esencia femenina más en casa y suponía que era la "intrusa"-No la dañen.-Les pidió, ella no sabía como funcionaban esas cosas pero no quería que saliera lastimada, su aura no era mala.

Suspiro, ella sólo miraba, estaba pensando en escapar pero perdía el tiempo. Bajo un poco la mirada, con su madre ahí, todo hubiera sido mucho más fácil, Gruño un poco pero mantuvo la calma, no podía culparla, no aun. Tenía que cuestionarla y recibir información de ello para terminar de juzgarla o no.

-Mis hermanos y yo tenemos 19 años.- Dijo re repente cuando ella lo miraba de nuevo, supuso que podría ganarse su confianza de esa forma.- Alemania es un lugar bastante bonito, aunque nos juzgan por el pasado de ese lugar. Hitler nos ha dejado una imagen bastante mala ¿Verdad?- Soltó una suave risa, muy masculina.- Aunque los Jaeger también se han encargado de arruinarla aun más...No todos somos como esos idiotas.- Se refería a los abuelos de Cys.- Dime Anubis ¿Desde cuando estas con la familia Yasikov?

-(-)-

Anke sonrió y negó con la cabeza. Se inclino y le susurro al oído.- Cys no sólo te quiere Frejya y lo sabes ¿Verdad?- Se aparto y la miro a los ojos para guiñarle uno. Noto sus lagrimas y le abrazó.- Tranquila Frejya, él no necesita a nadie más que a ti,.- Y le dejo unos segundos para que se calmase.

-Así es, es una chica.- Respondió Günter mientras que miraba sus manos.- Esta bien, no te preocupes. Es Alaric quien la interroga. Preocupate si esmRaynard o Claus quien lo hace. Ellos son un poco más... "toscos".

-No seas grosero Günter. Nuestra madre y padre están en contra de la violencia. Es por eso que nos separamos del resto de los Jaeger.- Explico la hermosa Jaeger.

Anubis lo miró ¿19? era joven aun, un cachorro de lycantropo. Ahora entendía algunas cosas, la primera era que Ashran Jaeger no era parte de los quintillizos, tampoco parecían conocerlo lo cual solo dejaba una opción... no era de ese tiempo ¿podría ser posible? ¿De quien era familia directa? No parecía tener ningun rasgo de Alaric o Anke ni tampoco de los otros tres que la habían rodeado. Sus ojos lo miraron de nuevo y despues desvió su vista hacia abajo. Seguía sin decir palabra alguna.

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-¿Puedo ir a verla? Ella no es una enemiga.-Miró a Anke con cautela.-Necesito hacer algo-Pidió porque no podía estar más tiempo quieta, esperando por Cys como una dama en peligro, ella también quería ayudar.-Tal vez pueda... ayudar a interrogarla.

Sonrío por esa expresión, por esa mirada que decía mil y un cosa. Alaric, al igual que sus hermanos, tenía un sentido mucho más desarrollado que los demás, pero no por eso el resto era inservible, era tan fino como el de cualquier lobo, a excepción de la vista. Poda percibir cada mínimo detalle, fuera lo que fuera y con ella cada expresión era de vital importancia porque con eso se comunicaba.

-¿ te parecía mayor?- Cuestionó encantador.- No eres la primera que lo cree. Seguro crees que soy demasiado joven ahora y justificas mi comportamiento pero te equivocas Anubis. Tu no sabes que tan malos podemos llegar a ser. Aun con una mujer.- Le guiñó el ojo. Era sincero, sin embargo ella no merecía un maltrato porque no les había atacado y porque él no iba a permitir que la tocaran, sólo él lo iba hacer.- Y... ¿Que es lo que más te gusta? Si no me equivoco, por lo que dijiste, tu te haces cargo de la hija menor de Oleg Yasikov ¿verdad? Una chica muy mona...

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-Tranquila Frejya, nosotros no le aremos daño. Ella no nos ataco. Sabemos que al menos, hasta ahora no ha venido a hacernos daño y por eso, no está involucrada con la desaparición de mi madre.

-Nuestra madre.- Dijo Günter receloso con su mamá, aun con su hermana. Anke negó con la cabeza mientras reía, su hermano era todo un caso.

-Vale, nuestra madre.- Miro a Frejya de nuevo.- Por supuesto que puedes ir a verle, pero Alaric estará junto a ti todo el rato, no puedes quedarte sola con ella ¿está bien?- Le advirtió y se puso de pie para llevarla donde las celdas.

Levantó la mirada con rápidez al escucharlo, sus ojos cafés estaban sorprendidos ligeramente ¿como era que él la había leido? Eso no estaba gustandole ni mucho menos lo que él decía, la observaba con detenimiento y eso solo pocos lo hacían. Anubis podía mantener las apariencias aunque la estuvieran ahogando pero en ese momento.. ¿que era lo que tenía Alaric?

-No justifico tu comportamiento.-Afirmó hablando por segunda vez, ¿acaso él no se callaba? ¿Era parte de su tortura?

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Frejya asintió a las palabra sy sonrió a Günter por ello, ella no sabía lo que era tener a una madre todo el tiempo pero sabía que era importante, si no lo fuera ella no la seguiría buscando, porque al igual que los mellizos, Frejya no se daría por vencida para encontrar a su familia.

-Llevaré unas mantas y una almohada... tal vez ella nunca ha sido tratada de buena manera.-Sonrió.-podría ayudar.

Sonrió de lado. Hablo por segunda vez, eso era bastante bueno. Se levanto de la silla para caminar al rededor de la chica. Quería verla con detenimiento en todo sus ángulos y bueno, seguiría hablado de todos modos.

-Parces muy... molesta. No me sorprende que lo estés, digo, hasta yo lo estaría si me sujetaran de la forma en la que te amarre, pero si no lo hago, seguro escaparías. Entraste como la brisa, sin darme cuenta, simplemente muy de repente te escuche y supe que invadías mi habitación ¿Por qué?

Insistiría, no había duda. Se acerco a Anubis y se agacho en cuclillas para buscar su mirada.

-(-)-

-Buena idea Frejya.- Dijo Anke pues la verdad es que en esa silla la chica no dormiría cómoda y, no podrían soltarla pero una manta no se la negarían, no la dejarían pasar ningún frío o algo parecido, no pretendían hacerle ningún daño.

La mujer levantó lentamente la vista al tiempo en que él la buscaba. Sus ojos chocaron y ella frunció el ceño, no volvería a hablar con él, ¿porque no simplemente la mataba? De esa manera era mucho más fácil saber que era lo que quería, aunque claro siempre existía el riesgo de no obtener toda la información si ella moría.

Era el riesgo de ser una espía, ahora su único temor era saber que le había fallado a su familia, a los Yasikov. Su misión había sido abatida por 5 lycantropos Jaeger y eso era imperdonable.

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La mujer se levantó y caminó junto a la loba, esperaba que le dejara ayudarla.-¿Crees que a Alaric le moleste si bajo sola? -Preguntó, no entendía mucho cuales eran los metodos de "interrogación" pero tal vez un poco de calidez le haría bien a esa chica.-¿Sabes como se llama? -No quería referirse a ella como "intrusa "chica" o"mujer", seguramente tendría un nombre.