Anubis y Alaric -Te atrapé-

-No lo haré-Le afirmó convencida sentandose al escuchar lo que él decía "Regresaré con ellos a casa" Asintió llevandose una mano al corazón.-....-Se mantuvo en silencio, había tantas cosas que quería decirle pero no era el momento de hacerlo, no le diría que lo extrañaba, que quería verlo ni tampoco que debía volver a su antiguo hogar, que había sentido el llamado de los ancianos con urgencia.

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-Tak zhe, kak vy . Yest' rasshirennyye zrachki ... [Así como el tuyo. Tus pupilas estan dilatadas...]-Ella levantó el mentón, él era obscuro, lo sentía, su cuerpo se lo decía.-Vash metod , chtoby zastavit' menya govorit' ? [¿Es tu metodo para hacerme hablar?]- Dijo pues esos dedos rozando su piel.. le habían causado escalofríos.

Cys tampoco dijo nada por algunos segundos. Esperaba que ella le hiciera alguna otra pregunta pero no había nada, lo que le hizo pensar que estaba pasando algo más de lo que ya pasaba ¿Pretendía ocultarle cosas? No, estaba volviéndose loco, ella no haría algo así.

-Te extraño Frejya... Me apresurare para regresar lo antes posible...Ich kann nicht mehr Zeit entfernt sich von euch, meine lieben Nymphe. [No puedo soportar más tiempo lejos de ti, mi querida ninfa.]

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-...-Ladeo un poco la cabeza pero termino riendo.- ¿Qué tanto podrían decir de mi mis pupilas dilatadas?- La cuestiono.- Sólo que me gusta lo que veo ¿Verdad?- Dijo sin ninguna preocupación y le sostuvo esa mirada retadora, repleta de una fidelidad y una intensa negación a dejarse "quebrar" por el enemigo..- En cambio tú eres como un libro abierto. Cada movimiento, cada expresión, e incluso la forma en la que respiras me dicen más de lo que puedes imaginar...- Detuvo la suave caricia que le daba a la chica. No se había percatado del movimiento de sus manos pero no por eso las aparto.- Si funciona, no me molestaría continuar.

-Ich vermisse dich auch [Yo también te extraño]... Cys.-Susurró con un dulce anhelo, había practicado Aleman un poco y Anke le había ayudado, aun no sabía del todo pero era mas fácil entenderlo, sobretodo si él lo decía. Sus ojos azules le lagrimaron, estar tanto tiempo sin él era extraño, ¿como había podido vivir sin él antes? Se llevó una mano a la boca, no podía llorar por algo como eso, Cys lo hacía porque tenía que recuperar a Lea, lo hacia por Dimitri, ese chico que se había ganado su cariño. No tenía porque llorar ni ponerse sentimental.-Voy a esperar por ti.-Sonrió limpiando una lagrima que caía, debía ser fuerte, ella era fuerte.

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Anubis se movió de nuevo, ¿más de lo que ella creía? Él podía leerla y eso la petrifico por un instante, nadie antes había podido leerla, ni siquiera Vasilliy o Sergey pero Alaric Jaeger si podía hacerlo y peor aun, el bastardo se lo estaba recalcando en su cara.
-Has lo que quieras, hay castigos peores.-Le sonrió, pero una sonrisa que no llegaba a sus ojos ni mucho menos que sentía en verdad. Era más bien una sonrisa por recordar todo lo que le habían hecho en el pasado "Lo que no te mata te hace más fuerte" le había dicho hacia mucho tiempo la señora Svetlana, cuando estaba embarazada de Narkissa.

Es cucharla hablar alemán era exquisito. Ella aun estaba aprendiendo, pero lo hacia con rapidez. En ese momento se molesto porque no estaba ahí para enseñarle. Gruño un poco pero sonrió al imaginaria intentando aprender dia con dia. Puso atención en el repentino silencio que hubo entre los dos. Podía percibir el sentimiento en ella. Negó con la cabeza.

-Frejya...Ich Liebe Dich...- le susurro, como si se tratara de un secreto entre los dos. No quería que nadie lo escuchara, aunque estuviese sólo, en medio de la nada, espiando la enorme mansión de la mujer y el hombre que más deseaban ver morir a su diosa. Ya los había encontrado. Ahora era cuestión de recuperar a Khato Orendain, o al menos cerciorarse de que estaba ahí.- Tengo que irme... Frej.... Mie...- La llamada comenzaba a cortarse y entre tantas cosas gruñidos, maldiciones y golpes se escucharon hasta que la llamada corto. Cys no la tenia fácil pero no por eso iba a rendirse. Él era un Dinter después de todo.

-(-)-

El pelirrojo enarco una ceja y su sonrisa fue un tanto mas ladina que divertida. ¿Ella quería un castigo? Bien, él le daría un castigo. Se puso de pie resaltando su gran altura y tomo el menton de la chica para que le mirara a los ojos.

-¿Quieres que te torture? Bien, entonces te torturare.- Dijo como si eso fuera lo mas clásico del mundo. Trono su cuello, sus dedos y después preparo su puño y fue hasta la cara de Anubis. Deteniéndose a tan solo unos milimetros.- No soy tan clásico.- Sonrió como todo un chico encantador y después sus manos ya hacían sobre el abdomen de la castaña comenzándole a hacer cosquillas, tocando puntos clave. Ella iba a reír estaba muy seguro, o al menos se iba a irritar.

-¿Cys?-El hada parpadeo un poco asustada hasta que la llamada se cortó.-Y-Yo también te amo Cys.-Susurró y luego bajo el telefono hasta que ocultó las bocinas en su pecho. Frejya tembló, quería estar con él, más aun ¿porque parecía que el estaba haciendo cosas peligrosas? No debía preocuparse o por lo menos tenía que intentar calmarse porque de otra manera no lograría nada, además ella tenía una misión, tenía que controlar los sentimientos de los mellizos, calmarlos, monitorearlos para que no cometieran alguna locura.-¿Anke?-Salió a la salita para buscar a la chica, ¿donde estaría Raynard y Günter? ¿Donde estaría Claus? A él lo había sentido inquieto pero no estaba segura del todo porque era.

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Anubis lo miró fijamente, ¿que era ese tipo de sonrisa? Sus ojos miraron sus manos y luego... ¿el la tocaba?

-¿Que estas haciendo?-Le preguntó mirandolo de cerca, sus manos tocaban todo su estómago.-¿Buscas algun punto de dolor?-No tenía ninguno, era una perdida de tiempo y energía, sin embargo su cara estaba demaciado cerca de él, así que intento alejarla, desviarla... hacerla a un lado. Era enfadoso. Fastidioso.

Anke había respetado el espacio de Frejya, pero estaba al pendiente de la ninfa. Regresaría cuando terminara con la llamada. Aprovecho para buscar a sus hermanos. A los dos mayores porque Günter estaba en casa leyendo algunos artículos de revista barata. Encontró a Raynard sólo en la gran entrada. Converso un poco con él para darle calma. Era el más alterado. se tomaba muy enserió su papel como responsable de la familia. Lo abrazó, era él que más necesitaba seguridad pues sin su madre cerca se sentía perdido, no quería manchar la memoria de su padre.

-Esta bien Ray, ya no hay peligro, regresemos a casa. Tienes que descansar si quieres continuar cuidándonos, además Cys nos llamo, seguro que Frejya tiene algo que decirnos ¿Si? ¿A donde ha ido Claus?

-No lo se. Dijo que regresaría enseguida. Seguro fue a ver a esa niñita fea y llorona.

-Raynard...

-¿Qué?

Anke sonrió y negó con la cabeza. Beso la mejilla de su hermano mayor y le pidió que regresara a la casa, ella iría en busca de Frejya pues escucho que la llamaba, además, tenía que asegurarse que Ray no fuera donde la sospechosa, él si le haría daño. Se apresuro ara encontrarse con la ninfa.

-Estoy aquí Frejya. Lo siento, fui a buscar a mis hermanos.

-(-)-

Alaric parpadeó un par de veces, mirándole de cerca, algo sorprendido porque ella no reaccionaba a sus cosquillas.- ¿Qué clase de ser eres, Anubis? ¿De verdad no sientes nada?-Cuestiono él y sus manos continuaron tocando ¡Ella no se inmutaba! Frunció el ceño y con una de sus manos la tomo del mentón.- Mírame...

La rubia sonrió al verla, Anke era la más madura o por lo menos la que aguantaba más..

-No te preocupe ¿como estan ellos? ¿Como eta Raynard?- Pues sentía que él era el más afectado, como si fuera su culpa, no era de extrañar, era el mayor pero aun así... no debería cargar tanto en su espalda, al menos era lo que ella pensaba.

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Anubis lo observó con atención, que él le tomara del mentón no estaba dentro de sus calculos, mucho menos sentir una extraña sensación por la forma en que él la observaba, estaba siendo demandante ¿se daba cuenta de eso acaso?

-No se que pretendes. Alaric.-Habló con un marcado acento ruso. Movió su rostro intentando soltarse, haciendo que su cabello despeinado por el movimiento cubriera su rostro.

La chica suspiro y le sonrió acercándose un poco a la ninfa para invitarla al interior de la casa, pues ya casi era la hora para alimentar a esos cuatro enormes y poderosos lobos.

-Raynard no la esta pasando tan bien. No estará bien hasta que mamá este de regreso. Se toma muy enserio su papel como hombre de la casa. Ya sabes...-Rió un poco pero aun así estaba preocupado por él, porque la ultima vez que se puso de esa forma apenas eran unos niños y ella había sido la dañada con aquel terrible hombre.- Claus... bueno creo que el ha ido al orfanato. Tambipen se toma muy enserio su papel como encargado de ese lugar. Le ha tomado mucho cariño, en especial a Magali, o eso creo.- Río encantadora porque su hermano era muy distante.al menos con el mundo, hasta que conoció ese lugar y todos lo que le conformaban.- Quizá una de las chicas le ha gustado... aun no lo descubro. ¿Tú, cómo estás? ¿Cys esta bien?

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Seguía mirándole con el ceño fruncido. Ella seguía tan... ¿Por qué? Gruño un poco, más cuando ella lo llamo por su nombre. Sus ojos seguían dilatados pero esta vez, la miraba diferente, ni el se dio cuenta de la forma en la que su mirada se había oscurecido hasta cierto punto.- Ni yo lo que tu pretendías al entrar a nuestra casa...- Apretó un poco más el mentón para detener su movimiento y con su mano libre quito el cabello que cubría su rostro.- Y no nos iremos de aquí hasta que dejemos todo claro.-Y le sonrió. Le gustaba la idea de estar con ella mucho más tiempo.

Asintió a todo lo que decía. El que Claus estuviera mucho tiempo con Magali también era curioso a decir verdad a ella le sorprendía, siempre había pensado que Claus era el más... serio. Bueno Raynard y él luchaban por el puesto.-Me da gusto que Claus se sienta comodo allí.-Rió.-Lucía es muy bonita.-Le dijo pues ella también cuidaba el orfanado, además se habían topado la primera vez que Claus llegó allí.-Todo puede pasar...-Suspiró.-Estoy mejor, es... estoy feliz de haberlo escuchado.-El hada sintió una opreción en su pecho, deseaba estar con él, deseaba ayudarle pero tal vez aun no era el tiempo, además no quería ser una carga porque pesea a que tenía una poderosa fuerza en magia aun era joven y tendía a descontrolarse y hacerse daño. Además no debía usarla del todo, si no la encontrarían y eso supondría un riesgo.-Esta bien... e-entiendo más su aleman.-Lo cual era curioso porque Frejya entendía sobretodo el Aleman que hablaba Cys, era como si no quisiera prestar atención a las palabras de otra persona que no fuera él.

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La morena frunció el ceño.-Puedes durar toda la noche hablando, Alaric. Pero lo único que podras escuchar en respuesta será el eco de tu molesta voz.-Su acento era notable, toda su vida había estado en rusia más no por ello no sabía otros idiomas, manejaba varios, el Aleman, Italiano, Español, Portugues, Coreano, Japones y Tailandes.

-Yo sería feliz de saber que Claus aunque sea esta intentando salir con alguien. Jamas lo ha hecho y eso muy triste, él merece ser feliz y tener una familia ¿Verdad? Espero que Lucia intente conquistarlo.- Dijo sin saber la verdad de aquella pequeña niña a la que su hermano tanto cariño le había tomado. Le gustaba verla cuando hablaba de su primo, se miraba tan... enamorada.- Me alegra escucharlo, cuando quieras podemos tener otra lección.- Le ofreció pues sabía que prefería que su primo le enseñara pero por ahora tendría que esperar.- Vamos, preparemos la cena ¿si? Ya casi es hora y creo que Al no nos acompañará esta noche.

-(-)-

-Molesta...-Le respondió en ruso, no tan perfecto como el de ella pero era bastante bueno. Sonrió.- Eres una mala mentirosa Anubis. Puedo verlo, en la forma ne la que mueves tus labios, la forma en la que parpadeas y como pretendes mantener tu ceño fruncido... Tu, como yo, disfrutas de todo esto.- Sonrió aun más y la soltó.- Sera una larga e interesante noche.

La rubia ri a sus palabras y luego asintió.-Claro.-Caminó con ella, aprendía cada día nuevas cosas de esa familia, sobretodo cuando le pasaban accidentes. Como cuando aprendió a usar el microondas o cuando supo como cambiar una bombilla, había tantas cosas que le habían enseñado, ella estaba muy agradecida.-Anke.-Tomó su mano cuando llegaron a su cocina.-¿Como estas tu?-Sonrió con suavidad, sin dejar de verla.

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-No sabes nada de mi.-Le dijo observandolo.-No pienses que lo sabes solo por leer algunas cosas, es normal que puedas hacerlo -no, no era normal, pero eso no se lo diría.-Estoy agotada de estar así, es obvio lo que sucede.

Anke no espero aquella pregunta. En realidad no esperaba que ni sus hermanos se la hicieran. Todos estaban demasiado preocupados por su madre, ella no podía ser el centro de atención, todo lo contrario. Pero si, incluso ella estaba tan mal como ellos ¡Por dios, era su madre también! Apretó un poco el agarre de la ninfa en sus manos y suspiro.

-Estoy preocupada Frejya. La extraño, me asusta que le estén haciendo daño. No he podido comunicarme con ella pero... Se que regresa con nosotros, ella no se dejara vencer tan fácilmente.- Miro a la ninfa y se limpio con su mano libre, la lágrima que caia por su mejilla.

-(-)-

Soltó una risa más. Esa mujer era mala para mentir, o al menos a él no lo podría engañar.- Sigue creyendo tus palabras Anubis, pero por mucho que quieras fingirlo, se que te perturba bastante el que pueda leerte de esta manera... Y disfruto verlo en tus ojos...

La rubia suavizó sus facciones al verla de esa manera, Anke se esforzaba por mantenerse al margen y confiar en que Lea actuaría de la mejor manera, sin embargo no saber de ella ni localizar su paradero era dificil y muy doloroso. Frejya lo sabía, había vivido en una agonía por mucho tiempo así que podía reconocer con facilidad esa pequeña sombra en los ojos de la hermosa lycan.

-Confiemos en Cys.-Le dijo tomando su mano y sonriendo.-Él jamás se dará por vencido hasta encontrar a Lea y a Dimitri.-Su voz tembló ligeramente por ello, negó.-Son fuertes, los tres... lo lograrán.-Afirmó convencida, por el momento ella no podía hacer nada directamente pero tendría que apoyar a su manera.-Yo... mmm q-quería que continuaramos con nuestras clases de Aleman.-Se sonrojo un poco soltando su agarre, recogiendo un mechón de su cabello, quería aprender el idioma de Cys y saberlo completamente cuando él regresara.


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Se hizo hacia atrás por instinto, pegandose a la silla en la que estaba sin dejar de verlo, sin dejar de sentir que él tenía el control por primera vez en mucho tiempo sobre ella. Eso no le gustaba, era tan peligroso como el arma más mortal ¡El podía verla! Las cosas estaban saliendo fuera de su control, necesitaba salir de allí, volver con su familia y aceptar el castigo que se merecia. Guardó silencio porque no iba a decir nada más, cualquier palabra, cualquier acción la delataría, delataría cosas que él le hacía sentir... le hacia sentir intriga, le hacia sentir curiosidad, le hacia sentir algo que no había sentido en toda su vida; atracción, una extraña y ligera atracción por él.

-Por supuesto.- Dijo ella mientras sujetaba su mano, sentía esa paz que le transmitía pero también notaba en ello preocupación, por supuesto que estaba por su chico, sus dos chicos y la mujer que les ayudaba. Cuando le soltó la mano se quedo a su lado y le sonrió con más calma.- Por supuesto ¿Qué te gustaría aprender hoy? Vamos.- Dijo sonriendole mientras avanzaba, podía escuchar a lo lejos de la entrada unos pasos, Raynard se iba a reunir con todos ¡Genial!

-(-)-

Sonrió ampliamente por esa tan evidente reacción. Ella pretendía no decir más. Sus pupilas estaban un tanto contraídas, incluso su respiración se había agitado un poco. Los afilados colmillos del lycan se vieron mientras que sus ojos se afilaban. Era en verdad un gusto poder tener el control sobre esa chica.- ¿Qué? ¿Vas a darme la razón Süßes Gebäck [Dulce pastelito]?

-C-Creo que la última vez nos quedamos en la pronunciación-Estaba avergonzada, le había dicho una frase en Aleman a Cys y no sabía si lo había dicho bien. Además aun recordaba algunas frases que él había usado con ella, Frejya quería saber, quería aprender a entender lo que él le decía, quería ayudarlo y hacerlo sentir en casa, quería ser la única para él.

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Levantó su rostro para verlo directamente. Anubis aun intentaba analizarlo todo, pero era inutil, tenía que dejarse llevar por el instinto de supervivencia, un deseo de protegerse de ese tal Alaric Jaeger.

-Unreif, vorhersehbar und dumm, die vorhersehbar Ronald Weasley bist du [Inmaduro, predecible y tonto, tu eres el predecible Ronald Weasley]-Sonrió de lado pero no para ser sensual, más bien para ser sarcastica. Alaric le recordaba a ese personaje de Harriet Potter... ¿O era Larry Potter? Lo había visto muchas veces con Narkissa, aveces ella se quedaba despierta cuando su señorita se dormía, esas peliculas habían hecho mella en ella, por los momentos que había pasando con la morena. Narkissa le había regalado muchos tesoros, pocas cosas que la hacian sentir en verdad como si volviera a ser humana.

-....-Por un momento se quedo desconcertado ¿Ronald Weasley? ¿Enserio lo llamaba como ese chico idiota de esa historia absurda de brujos y criaturas de la noche? Soltó una risa por ello. ¿Le gustaba esa clase de basura? Era una lastima, seguro a los humanos les excitaba creer que ahora sabían mil y un trucos de magia que eran nada comprado con la realidad, con el verdadero poder de brujos, lycans, vampiros, etc., etc.

-....-Suspiro y se encogió de hombros.- Al menos me he quedado con la chica mona e inteligente.- Rió, conocía la historia, alguna de sus parejas fue fanática de esa odiosa fantasía.- Como ahora...- Se aparto de ella y se estiro un poco.- ¿Cómo es que se llama esa chica?... Es lo de menos... pero bueno, Quedamos bastante bien ¿Eh?

-Не бит, Рональд Уизли [Ni un poco Ronald Weasley]-Le contestó con rapidez a la vez que él se estiraba, cada musculo largo y bien definido. Era fuerte y rápido y también se ejercitaba, sus manos eran grandes y sus piernas ligeras y fuertes, sus brazos estaban marcados lo que concluía en que él practicaba algun tipo de deporte constantemente. Por las caracteristicas de su cuerpo tal vez algo que implicara saltos o movimientos rápidos, carreras, salto en garrocha, beisbol, basquetbol... tal vez natación.

-...- Bufó una risa y pretendió ignorarla. Se perdería el entrenamiento de esa noche por cuidar de esa chica. Eso no le gustaba, tener que suspender su adorado y bien estructurado entrenamiento ¡Joder! Quería ser mejor que su hermano ¡Y lo sería! Suspiro y por fin se giro para ver sus ojos. Ella lo estaba examinando a detalle. Tan encantadora. Sus manos de nuevo hormiguearon y su imaginación voló. Ese traje no era nada favorecedor o bueno... si que lo era pero no era justo para su imaginación en ese preciso momento.

-¿Qué es lo que te gusta de esa historia tan ridícula, Anubis?- Cuestiono curioso mientras se sentaba en el piso con las piernas estiradas a los lados de la chica, estaba calentar, estirar sus músculos aunque sea mientras la seguía cuestionando.- ¿Qué?- Cuestiono pues ella miraba su cuerpo, no sus ojos- ¿Tan difícil es adivinar que deporte practico? Creo que soy bastante .

Le miró de reojo, ¡¿Pero como sabía eso?! Sus ojos se volvieron a otro punto en medio de la nada, ¿como rayos...? ¿Como era que él...? Odiaba sentirse tan vulnerable y tan descubierta por él, sin embargo aun hacia uso de todo su autocontrol para no darle más pistas de las que ya tenía. "Basquetball" Sus piernas eran largas, alto y también fuerte, tenía buena intuisión... lo más probable era que jugara ese deporte.-....-Apretó sus labios un poco, se veía tan tentada a hablar ¿porque?

-Ahora me ignoras.- Dijo divertido, ella no lo miraba.- Pero estas sorprendida. ¿Escuchas tú corazón, tu respiración? Puedo ver como cada centímetro de tu piel se contrae ante mi fácil forma de leerte ¡Te alarmas! Y lo odias... Tambipen puedo ver como te esfuerzas por no hacer muecas con tu boca...- Comenzó a estirar sus brazos, sonrió dejando le descansar un poco mientras miraba a otra parte.- ¿Ya lo adivinaste? Seguro que si...pero venga, si tu me dices porque te gusta tanto esa historia, yo te dire porque me gusta tanto el baloncesto.

¿Decirle algo tan intimo? ¡Jamas! esos recuerdos con Narkissa eran preciados y no los expondría ante él. Anubis prefirió pensar en otra cosa, como la estructura de la prisión, era fria pero pese a eso no era terrorifica. Ella había estado en prisiones más terrorificas que esa, sin embargo cuando la familo Yasikov la salvó, cuando la señora Yasikov le dio un significado a su vida, ella pudo soportar todos los recuerdos del pasado, ahora era libre, libre de elegir a quien servía, a quien le daba su respeto... y había elegido a la familia Yasikov.

Alaric no dijo nada, continuó con sus estiramientos mientras la miraba, ella no diría nada, no quería compartirlo, supuso que era bastante personal y especial que no lo compartiría con cualquiera. Frunció el ceño, él no era cualquiera. Detuvo los estiramientos para quitarse el suéter oscuro que cubría sus brazos. Lo dejo a un lado, ahora sólo vestía una camisa gris oscuro y su pantalón además de su calzado. Junto sus píen delante de ella, llevo sus lados detrás de su nuca y comenzó a hace abominables.

-Yo comencé a jugar desde muy joven. Tenía al rededor de 5 años...- Sonrió, recordó a su padre quien les enseño en un principio, quizá lo básico, pero a fin de cuentas él les enseño a Ray y a él, eran y seguían siendo los más altos.- Era bastante torpe a diferencia de uno de mis hermanos... Aun me esfuerzo por derrotarlo...- Afilo la mirada y no detenía las abdominales, ya llevaba 10.- Pero así se vuelve más divertido ¿no lo crees? Dime ¿te gusta algún deporte?

Se giró a verlo ¿porque la necesidad de contarle todo aquello? A ella le parecía algo sin importancia o por lo menos eso dejaba ver. ¿Entrenar desde los 5 años? El debía ser muy bueno si a esa edad había comenzado a practicarlo. Anubis lo sabía por experiencia, sus padres cuando vivían la habían enseñado en las artes mágicas, la habían educado en las ciencias de la alquimia pero no había podido continuar con ello, su ciudad, su familia y todos a quienes ella conocía habían muerto por la guerra que se daba en aquel lugar, asesinados a sangre fria pese a ser un lugar de paz, despues de eso había sido vendida como esclava y luego como prostituta hasta que la hubieron encontrado... ella no sabía de derportes pero sabía de armas, de guerra, de miseria y también de cariño, cariño hacia aquellos que la habían ayudado. Ahora era una mercenaria fiel y astuta, dispuesta a darlo todo por aquella mujer que le había brindado luz en su vida, Narkissa.

-Sueltame.-Le dijo ahora más resuelta que nunca, ella no podía quedarse allí, no podía dejar que la separaran de Narkissa Yasikov.

Esperaba una respuesta de la chica. Continuaba con las abdominales aunque ahora les integro algo más, como doblar las rodillas en el aire. Le gustaba hacer ejercicio, aunque ciertamente necesitaba entrenar más algún arte marcial o bueno, lo que fuera, su combate no era del todo bueno, al menos como humano pero sin duda los movimientos de baloncesto lo ayudaban bastante.

-No lo creo, linda. No lo creo ¿Cómo quieres que te libere si sigues con esa actitud tan negativa? Gánate tu libertad, satisfaceme y habla.

Dijo con esa sonrisa y continuo, ahora era más rápido, brazos y pierna. Realizaba un tiempo de 10 y se detenía unos segundos para continuar e ir aumentando. Comenzaba a sudar, perfecto.

Anubis se volvió a mirarlo, su sudor... sus ojos se obscurecieron cerrandolos al instante, moviendo su cabeza un poco, empezaba a marearse, el aroma a lima era cada vez más y más fuerte, necesitaba aire fresco.

-¿Tienes palabra de honor lycantropo?-preguntó aunque su pregunta no buscaba una respuesta como tal, si ella hablaba ¿cuanto le garantizaría eso que la dejara ir? -Aunque hable no me dejaras ir.-Le miró por debajo del cabello, el aroma era tan perturbador que le hacia mantenerse del todo coherente.