L&R - Primer encuentro.

Rachel estaba metida en la cama, mirando la cama que estaba sobre la suya, Elena no había regresado, supuso que quizá también tuvo una misión repentina, como la que harían el día siguiente. Suspiro y puso sus manos detrás de su almohada, no podía dormir del todo porque estaba pensando en el general, le molestaba hacerlo ¡Joder! ese cabrón quería quitarle a su Frida.

Bufó molesta y no se dio cuenta cuando fue que comenzó a pensar sólo en él, en esa mirada profunda y penetrante, en esos hombros anchos y musculosos, ese par de manos poderosas y su potente presencia.... sacudió la cabeza y cubrió todo su cuerpo con la sabana. Imposible, él no era más que una barrera para lograr su objetivo y tenía que derrumbarla, eso haría.

-(-)-

En Alemania las cosas estaban descontroladas, al menos en aquel castillo, Kellen había regresado a ese trono rodeado no sólo de mil y un cuerpo de chicas inocentes, estaba rodeado de miomasa pura, una que terminaba por desintegrar a cualquiera que se acercara a 100 metros a la redonda, que´ria la siguiente, porque los recuerdos de esa maldita mujer le hacían bastante daño. Lo recodaba, la primera mirada con la que ambos se sedujeron, la primera vez que se dijeron sus nombres, la forma en la que sus labios se probaron aquella noche, ese primer "te quiero", la decisión de formalizar esa relación sin un titulo y después las mil y un veces que la amo, no sólo el cuerpo, todas esas veces que le dijo sin ninguna duda un "Te amo Marina, ven conmigo, quédate conmigo para siempre". Su corazón estaba hecho añicos porque aun recordando esos preciosos momentos, terminaban por quebrarse, la descubrió con otro y no suficiente con ello, ella sólo había jugado con él.

Gruño con dolor y un odio increíble, la oscuridad en su ser aumentaba y con ella la miomasa que consumía cualquier partícula con vida que lo rodeaba, todo a su al rededor estaba muerto, con un olor putrefacto, Kellen ya no era él chico amable y coqueto que fue alguna vez y regresarlo... bueno, sólo una chica tendría el poder de eliminar al demonio y otra de devolverle la esperanza de volver amar.

Elena había pedido que la llevaran, un pequeño Jet la esperaba a las afueras de la Orden, todo listo para iniciar la búsqueda. Sin embargo era como encontrar una aguja en un pajar, no sentía la esencia de su prima ni tampoco donde había sido vista por última vez.

-¿A dónde la llevo señorita?-Dijo el piloto quien se acomodaba el cuello de su saco de comandante. El hombre era de muy buen ver, era humano y no era joven.

-¿A dónde iría una niña perdida? –Dijo Elena sentándose en el asiento de copiloto, acomodando los emblemas de su saco sastre entallado. Iría no como Elena, más bien como la teniente viajera Orendain. No sería un encuentro lindo, supusó.

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-Muy bien-Dijo Buck mientras terminaba de anotar la ultima información de Sebastian. Conectó la red que existía entre todo su pelotón y pantallas holográficas se proyectaron en las paredes de cada habitación de los cadetes.-Hola ¿Estan durmiendo? Bueno… er tengo un comunicado.-Carraspeó mientras sus amigos poco a poco se despertaban, Buck podía verlos a todos, era como una conferencia holográfica, Barbeitus, los gemelos, las chicas, los demás chicos… estaban dormidos.-Hola Rachel ¿Estas bien? Supimos que habías tenido un inconveniente con el General Orendain.

-Nada es secreto en estas paredes Chel-Dijo Barbeitus quien se rascaba la cabeza con su mano morena.-A excepción de los secretos de los altos, ellos son una puta caja de pandora.

-Bien-Dijo Buck- Sea como sea tenemos algo de que encargarnos en unas horas. Seré breve para que puedan descansar.-El peliblanco sonrió con cansancio, sería una misión peligrosa. Ellos nunca habían peleado contra un dios, no directamente.-Esta misión es de clasificación X- Existió un murmullo entre todos.-Eso significa.

-Que probablemente alguien no regrese.-Dijo Eva, mirando de reojo a los demás.

-Significa que todos estamos en peligro si no cuidamos nuestras espaldas. El general Orendain encabezará la misión. El grupo se dividirá en dos sectores, defensa y ataque.-El Peliblanco suspiró.-Ataque será el General Orendain , Sebastian, yo, Barbeitus y…-Buck se detuvo, mirando la hoja que tenía en las manos, un poco sorprendido a decir verdad…

-¿Quién más Buck? ¡Dilo, Dilo, Dilo!-Gritaron los gemelos al mismo tiempo.

-Y Rachel.-La voz de Buck fue un poco más floja pero al final sonrió.-Creo que han reconocido tus habilidades.-Sonrió a Rachel-Atrapar a Elena fue increíble.

Chel no espero que en una de las paredes de la habitación apareciera una imagen holografica de Buck ¡¿Qué rayos? Chel tan sólo destapo su cuerpo y se sentó a orilla de la litera y miro fijamente el holograma de ese chico, le sonrió, ¿Los demás lo estaban escuchando? Bueno, su pregunta se respondió justo cuando vio a el reto en miniatura, todos estaban involucrados, que buen equipo.

-Estoy...- No termino la frase cuando arqueó una ceja, así que lo sucedido con el general ya corría por los pasillos, increíble, bufó una risa y negó con la cabeza.- Bueno, ya no importa, lo saben.- Aseguro y guardo silenció con una suave sonrisa mientras escuchaba con atención las indicaciones.

Chel no entendió del todo cuando se clasifico la misión, lo que no le gusto escuchar fueron las palabras de Eva, eso no le parecía en lo absoluto, no, no iba a dejar que pasara algo como eso, la opción "morir" no existía en su vocabulario.

Rió un poco cuando mencionaba la forma en la que se dividiría el grupo, supuso que estaría el el grupo de defensa, después de todo era su primer día pero, lo que le dio risa fue el hecho que Buck se puso por delante cuando, por educación debía ser el ultimo, era estúpido, pero a ella le causo gracia hasta que la menciono. Miro fijamente el holograma. ¿Ella?... Entrecerro los ojos ¿Qué pretendía ese cabrón del general? Sonrió de lado y asintió.- Lo hicimos todos juntos Buck, pero gracias...

-B-Bien-Dijo Buck un poco nervioso.-Entonces... er... bueno, ese es el informe, mañana nos darán más explicaciones. Estaremos en la sala norte. -Se giró a ver a la Eva holografica que bostezaba.-¿Podrías pasar por Rachel para que no se pierda?-Sonrió.-Nos quieren todos a tiempo, tenemos exactamente 6 hrs. para dormir así que, cadetes, descansen.

-Claro Buck-Dijo Eve.-Descansa Novata, a las 5 de la mañana voy a pasar por ti.-Le sonrió y le guiñó un ojo. Nadie conocía a ciencia cierta lo que Rachel era capaz de hacer, pero confiaban en las ordenes de sus superiores.

Todos empezaron a apagarse poco a poco, primero las chicas, luego los chicos y al final solo quedaban Buck y Chel.

-¿Como t-te has sentido hoy, Rachel? -Preguntó Buck, estaba preocupado por ella, a él al inicio no le había ido tan bien.

-Te vere a las 500 horas, Eve.- Dijo chel con una sonrisa y después los vio desaparecer a todos a excepción de Buck que parecía querer decirle algo más antes de retirarse. Le sonrió con calma, el chico le producía una gran confianza, le agradaba bastante.- Muy bien Buck, aunque no lo parezca, estoy acostumbrada a entrenamientos duros, después de todo soy... una Benedetto. Me siento cómoda con todos ustedes, agradezco la aceptación y bueno, se que puedo contar contigo sin duda ¿Tú como te sientes conmigo? Seguro debe ser extraño... ¿Verdad?

-No habíamos tenido a una nueva compañera en nuestro escuadron.-Si era un poco raro-pero me da gusto que estes con nosotros, espero que te adaptes bien. Ellos son... -suspiró y sonrió a la nada-dificiles a su manera, son un poco brucos pero son buena gente-Admitió. Cada uno de los integrantes era especial, no era tal vez los más poderosos pero Leone los había elegido para ese escuadron por algo, algo que sin duda era más fuerte que la fuerza misma.-¿No te has enfermado? -Preguntó.-la novatada siempre es diferente para cada uno.-Rió, la de él había sido... escalofriante.

-Creeme, Buck, lo dificil sera que ustedes se adapten a mi.- Dijo a modo de broma, pero nunca imagino que eso sería lo más dificil al convivir con ese nuevo equipo al que querría con todo su corazón, porque ellos aun no veían a la verdadera Rachel Vandercraft.- Creeme, estoy acostumbrada, no soy tran fragil como podría aparentar.- Le guiño el ojo y rió.- ¿Enfermarme?... oh, no, creeme, soy una vam....- Cerro la boca y sonrió.- Soy una Benedetto pero dime ¿Qué tal fue tu novatada? Seguro fue aterradora.- lo concluyo por su expresión.

Miraba todo por la ventana. Sus ojos por ese instante se había vuelto frios, vacios, eran como un mar antes de que llegara una tormenta. Elena sabía a ciencia cierta que la guerra se aproximaba, que ella jamás habría tenido que aparecer allí y... que con el paso de cada minuto, la probabilidad de que ella y su hermano existieran disminuía.

-¿Teniente?

-¿Sucede algo?-Elena giró su mirada a al piloto, sonriendo. Se había limpiado con su guante una lagrima discreta que había rodado por su mejilla. Las cosas no estarían bien. Las cosas nunca estaban bien.

No desde su abuelo Leone.

No desde la sangre negra y Emma.

No desde que su madre hubiera herido tanto a su padre.

-Estamos volando hacia Irlanda. Segun reportes ha existido un incremento fuera de lo normal de muertes. El teniente esta allí esperando ordenes de ataque, no detectan la esencia de lo que esta matando en ese lugar.

-Vamos.-La rubia frunció ligeramente el ceño, el teniente de Irlanda era todo menos condescendiente, si tenía suerte solo se desataría una lucha menor. En todo caso aun no era seguro que Clarisse se encontrara allí, habían buscado casi por todas partes... ¿En que problemas se había metido su prima?

-Desciende, iremos a desenmascarar al monstruo descontrolado.

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Buck rió.

-No pienso que seas fragil.-Se encogió de hombros y jugo con algo que traía en las manos pero no se alcanzaba a ver.-Creo que eres del tipo de chica que arriesga su vida por otros... y eso es lo que me preocupa.-Buck suspiró y se rascó la cabeza, haber... su novatada ¿como había sido? -Ah...-Dijo-Me metieron a la sala de entrenamiento del general Orendain.-Se sonrojo.-No fue... agradable.





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La morena sonrió de lado ¿sacrificarse por alguien más? Si, ella era esa clase de persona pero ¿se daba cuenta? No, ella simplemente actuaba y protegía lo que más quería. No estaba dispuesta a perderlo de nuevo y mucho menos tener en la consciencia el conocimiento de lo mucho que aquel ser sufriría por no protegerle. Se le estremecía la,piel solo de recordar lo que su padre pudo haber sufrido si ella no hubiera interferido aquella noche cuando apenas una pequeña niña. Soltó una suave risita.

-Tranquilo, no tienes porque preocuparte, así como los protegeré, me protegeré a mí misma, no soy tan inconsciente.- Sí lo era, no lo aceptaba del todo. Arqueo una ceja cuando menciono al general. No evitó hacer una mueca, ese hombre se las debía, no se lo perdonaría, le había alejado de su Frida.- Debió ser duro...- Dijo con cierto desprecio hacia el rubio, no hacía Buck porque cuando lo miro a los ojos le sonrió.- Es hora de ir a dormir Buck, no quiero que el "General Orendain" se moleste y termine castigando a toda la tropa por nuestra culpa. Descansa vale y no te preocupes de más, estaremos bien y lograremos recuperar al chico.- Le guiñó el ojo y se alejó de la pantalla, era hora de ir a dormir o intentarlo.

Sonrió con suavidad al escucharla.

-Si. Descansa Rachel.-Apagó el transmisor, mirando la pared vacia en donde se habia proyectado la conversación.-Buenas noches igual....-Cruzó sus piernas como mariposa y se apoyó a la cabecera de la cama, había sido un día pesado, de muchas revelaciones ¿Porque Rachel fingía ser una Benedetto? ¿Porque los generales no la delataban? Y más aun...-¿Porque tienes que parecerte tanto a ella?-Se llevó una mano a su pecho y sintió el dolor de una herida que sabía no sanaría jamás, por lo menos no en mucho tiempo aun. La primera vez que miró a Rachel no había podido aguantar su sorpresa pese a disimularla muy bien. Había leído su expediente "Rachel Benedetto, Rango: Bruja, Nivel: Superior, Habilidad: Magia Blanca..." La foto que aparecía allí le había dejado sin habla... mucho peor había sido verla frente a frente, verla reir o amenazar a sus compañeros ante la novatada, incluso verla protegerlos y preguntar curiosa sobre cosas. Maldita sea. Maldita sea. -Ella no es Emma...-Tragó.-Ella es Rachel, es Rachel-Se repitió, acostandose sin poder dormir del todo.

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Clarisse se levantó poco a poco. Estaba sudando frio cuando recupero el equilibrio y pudo poner un pie tras otro sin necesidad de sostenerse de la pared. Sentía su cuerpo quemar, era como si su piel quisiera arrancarse a tiras o en el peor de los casos, como si en realidad se estuviera descarapelando.

-Necesito...-Sus ojos se volvieron rojos por un breve parpadeo, el salón estaba obscuro, debía volver a casa pues ya era noche y no había ningun alma por allí... o por lo menos un alma que pudiera olfatear, su sentido del olfato se había intensificado, era pura dinamita, olía el aroma de un café de varios kilometros de distancia, la fractura de tobillo de una estudiante de dos cuadras atrás de su casa, el sudor de sus estudiantes, de su carne fresca, el eructo de un borracho. Todo. Podía olerlo y sentirlo todo, tanto que asustaba... a ella le asustaba.

-Que esta pasando...-Lloró mientras caía de nuevo saliendo de la escuela. Estaba sucediendo de nuevo, otra vez... pasaba siempre que miraba la luna. Luna llena en Irlanda-NO....-Hipó clavando sus uñas en el asfalto, como si este fuese mantequilla-¡No!-Gritó a cuatro patas, convulsionando, sus uñas se alargaban, su ropa se desgarraba, sus ojos se volvían rojos y entonces lo escuchaba. Como sus huesos se quebraban y volvían a tomar forma, su corazón latía rapido, la sangre explotaba de sus venas y se regeneraba, su piel se resquebrajaba y se volvía peluda, suave. Aulló de dolor y de hambre. Clarisse no era una mujer lobo, era algo más, algo que había investigado. "Lycantropo"

Corrió en busca de su presa, quería comer... olió algo delicioso ¿que era? Perfume, perfume ¿que?

-Versace Bright Crystal.-La loba dorada se giró de golpe entre una calle vacía, un semáforo descompuesto y un gato que salía de un contenedor de basura quien ocultaba a un hombre ebrio. Sin embargo no había sido eso lo que había llamado la atención de Clarisse. Más bien había sido aquel cuerpecito oloroso que había hablado.-Es el nombre del perfume. Solía gustarte bastante. Cisse O.

Clarisse rugió, corriendo hasta donde estaba aquella mujer pequeña y rubia.

-Solo mirate, estas perdida.-Elena observó como su prima menor corría con locura, con una ansia de hambre desgarradora.-¿Quien te hizo esto?-Jadeó mordiendo sus labios, brincando ante el primer y segundo ataque. Si seguía así, si Clarisse continuaba así... podría perderse para siempre.

Chel miraba la cama si de ella ¿dónde estaría Elena? Se preguntó pero terminó por suspirar. Tomó la suave tela con la que cubría su cuerpo. Intentó cerrar sus ojos o más bien los cerró con fuerza. Pensaba en demasiadas cosas aunque lo que más rondaba en su cabeza era Vladimir.

-Se paciente Vlad, en serio voy hacer todo cuanto esté en mis manos para ayudarte.- Susurro, él lo había hecho con ella, le había apoyado durante todo ese año que estuvo sumergida en una patética depresión, no iba dejar que él se undiera.

(Clarisse Asdasd ewe tan poderosa como tu papi u_u regresa con tu broh nena Asdasd)

La batalla había comenzado. Elena miraba fijamente a una Clarisse enloquecida; siendo loba Clarisse era más ágil, sus sentidos se agudizaban, era un arma mortal.

Elena conocía a la rubia desde que había nacido, se había criado con ella, sin embargo Clarisse era diferente, era tan fácil de amoldar, tan fácil de manipular. Recordaba las veces que corría llorando tras su hermano Kellen, a ella jamás la habían dejado entrenar un cuerpo a cuerpo con Branko, ella siempre había estado protegida. Su padre y su hermano no dudaban en matar a cualquiera que se le acercara, Clarisse había sufrido mucho por aquellos tiempos.

-¡Clarisse!-La rubia mayor sujeto el hocico de la menor con ambas manos, estaba utilizando toda su fuerza pero la cachorra le ganaba segundo a segundo. Su cuerpo peludo empujo a Elena con fuerza, alcanzando a morder parte de la piel de su pierna que se había desgarrado un poco.-¡Joder!-Rió dando una maroma en el aire y cayendo magistralmente al suelo.-¿Que te hicieron? Ambas lobas se miraron la una a la otra, se habían separado a una distancia considerable pero cada una veía en la otra el palpitar de su respiración.-Solo será un ataque tio Branko, lo prometo.-Elena sonrió y empezó a correr hacia ella, Clarisse por su parte también lo hacia, más desenfrenada, hundida en su propia locura. Ambas saltaron, Clarisse como loba y Elena como humana... o al menos hasta que estuvo lo suficientemente cerca. En un parpadeo se había transformado en lycan, tomando con sus fauses el cuello peludo de su prima, sacudiéndola como un trapo y lanzandola contra el suelo. -No ha sido tan malo.

-Gk!...-Clarisse intentó levantarse, había regresado a su forma humana al igual que Elena, quien la miraba desde lejos.

-Bueno, has hecho que use el poder que tenía guardado.-La hija de Nero suspiró y espolvoreo su largo cabello hacia su espalda, estaba desnuda igual que Cisse, sus senos se habían vuelto más grandes y también había aumentado de estatura.

-¿Q-Quien...?

-Tranquila. No te esfuerces en comprender todo ahora, queremos ayudarte.-La mayor se inclinó para ayudarle a levantarse, su prima no tenía el brillo de los dioses, era simplemente una lycantropa, ni siquiera podía usar magia.-Él no estará muy contento cuando te vea, Clarisse.

-¿él?-Clarisse levantó la mirada, ¿esa mujer era quien la había detenido? Era muy diferente a cuando la había visto al principio.-M-Matame...-Lloró mientras la sangre de su cuello por la herida de Elena le corría por sus senos.

-No puedo hacer eso.-Sonrió Elena conmovida. Clarisse tenía una personalidad muy fragil pese a lo que todos podían llegar a pensar.

-Teniente.-Varios miembros de la Orden acudieron a la escena, borrando rastros y vigilando los alrededores.-Debemos irnos.-Dijo el piloto del jet quien le entregaba dos mantas.

-Claro. Ponte esto Clarisse, hace frio.-Le dijo cubriendola y empezando a caminar de regreso a un auto que los esperaba escondido en un callejón. Había encontrado a Clarisse, Elena estaba feliz por eso sin embargo, su querida prima no estaba en las condiciones que ella hubiera deseado.

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Las horas había pasado. La Orden se ponía en marcha, sobretodo el pelotón del sector de Leone, empezaban a movilizarse rapidamente para preparar todo lo que se necesitaba para tranquilizar... a un Dios.

Leone estaba recibiendo los últimos informes sobre el estado de Kellen en Alemania.

-¿Estan listos?-Preguntó el general a un Sebastian que revisaba una agenda electronica.

-Si, esperan tus ordenes en el hangar 4. Tenemos a nuestra disposición todas las armas...-Se detuvo, Leone lo miró de reojo.-Bueno... solo usaremos armas de contención, es decir... no vamos para ocacionar una guerra.

-General.-Buck saludó colocandose una mano en el pecho y bajando ligeramente la cabeza.-Subgeneral.-Realizó el mismo ademán.-Las tropas de apoyo se estan movilizando tal y como lo ordeno, General. Solo quedamos nosotros, el pelotón esta listo para acatar ordenes.

Leone ignoró por un momento a Sebastían y observó al pelotón de Buck. El sector 13 tenía la peculiaridad de tener a todos los cadetes que no habían sido ubicados rapidamente en sectores "normales". Psicopatas, agresivos, impulsivos, trastornados, mutilados y heridos... esa era la lista de los cadetes de su pelotón. Podía verlos a cada uno.

-Bien.-Dijo avanzando hasta el Hangar 4, seguido de Buck y Sebastian.-Buenos días, sector 13.-Miró a cada uno, Barbeitus, Tom, Jerry, Clara, Monroe, "Araña", Bob, Ralph, Benjamin, Chock, Eva, Duman y Lara y por último Rachel.-Nuestra misión es simple. No será un ataque directo, algunos de nosotros nisiquiera se va a acercar, solamente será una contención.-Leone, quien iba vestido todo de negro, con un saco gris y emblemas dorados, caminó entre ellos.-Nos dividiremos en dos grupos, uno de ellos es quien entrara en contacto con el objetivo.

-Buck, Bob, Rachel, el General Orendain y yo entraremos en el equipo Alfa.

-Los restantes serán el beta.-Una proyección holografica apareció alrededor de todos.-El objetivo esta localizado al norte de Alemania. Sus niveles de energía son superiores al de cualquiera de nosotros.-Sus ojos se enfriaron-No intenten nada estúpido mientras estemos allí, quien no quiera asistir puede irse en este momento.-Sonrió-No puedo asegurar su protección. Quienes acaban de ingresar, acaten las ordenes al pie de la letra, un error...-Frunció su ceño mirándolos a todos.-Y los mataré yo mismo.

-El nivel de la misión se las comentó su comandante al mando. -Habló Sebastían.-Requeriremos de cada una de sus preciadas habilidades. "El costo de la vida libre"-Se llevó una mano al pecho lleno de emblemas.

-¡Equipo Silver!-El pelotón realizó el mismo ademan, diciendo la frase al unisono.

-No te preocupes novata.-Eva sonrió de lado, estaba cerca de Rachel-Yo te explicaré todo lo que acaban de decir.

No había podido dormir en toda la noche, sin embargo no era problema, había bebido directamente de Elena lo que le permitía mantener bastante energía, era fabulosa la sangre de esa chica, de esa poderosa híbrida. Había pensado muchas cosas entre ello en el general y la misión ¿sería muy peligrosa? Era emocionante, así era ella, era una aventura más pero aun así le preocupó algo más, su nuevo equipo, ella iría en frente, tendría cierto contacto con el objetivo y tenía que actuar como lo que era para ellos.

Se puso de pie desde muy temprano y se preparó, llevaba un uniforme agradable, justo a su medida, nada que luciese o bueno, era imposible que ella no se luciese pero esta vez no era su intención, simplemente estaba ahí, saliendo de aquella habitación para encontrarse con él resto del equipo, como era de esperar, su lugar era justo al final de la fila, uno a uno entraron hasta quedar frente a frente con sus superiores. No conocía el saludo por lo que no se molestó ni un poco en intentarlo, mucho menos frente al rubio, aún había que solucionar lo de Frida, Chel no olvidaba con facilidad.

Escucho con atención, entendió claramente lo que tenían que hacer y la amenaza de su general, tuvo que morderse el labio inferior para no decir absolutamente nada, aunque claro, deseo retar a ese hombre como acostumbraba hacer con cualquiera, razón por la que siempre tenía algún "problema" pero eso hacía divertido cada segundo de su vida, aún cuando su vida peligrase. Asintió con la cabeza en peligro, hasta el momento en que tuvieron que salir.

-Gracias, Eva.- Le respondió con una sonrisa de lado y avanzó junto a su equipo, por el momento solo seguiría indicaciones o lo intentaría.

-Toma esto novata.-Eva le lanzó una especie de malla.-Usalo debajo de la ropa, te ayudara para evitar cosas desagradables, como el incremente de la miomasa en tu sangre.-Eva caminaba a su lado, al igual que todos los demás, estaban por salir del edificio para llegar a los campos donde los transportarían.-Al salir de aquí nos dividiremos, no nos daran más que un transmisor que incrustaran en tu muñeca al ingresar a las naves. Tus mejores armas son tus poderes.-Le avisó.

-No dejes que te intimiden demaciado.-Lara la del brazo bionico se acercó y sonrió.-La miomasa es toda la energía o magia obscura que haya en el objetivo, el rango al que nos enfrentamos es alto, ira por lo que tengo entendido un equipo de detectores.

-Es una contención muy poderosa.-Le dijo Eva.-Gneralmente la haría un maestro, pero al parecer no quieren causar ese tipo de complicaciones.

-Chicas.-Buck se había detenido, estaban afuera.-Es hora de que dejen a Rachel en paz, vayan a sus puesto.

-Claro Buck-Eva sonrió.-Éxito en tu primera misión novata.

-No te mueras.-Lara no la miró, pero le estaba dando su apoyo.

-No les hagas caso.-Rió Buck, su equipo nunca cuestionaba las ordenes.

Chel miró a ambas chicas, tomó la malla que le entregaban y escuchar sobre la miomasa le causó curiosidad ¿miomasa? Ella la conocía, inclusive había entrenado para combatirla con uno de los chicos que estaban en el juego, el perro de Jesus.

No expresó preocupación por eso, sabía a lo que se enfrentaria en todo caso, además si era parte de los Benedetto, seguidores de la Diosa debía conocer un poco de ello. Asintió, las miraba, entendía y reía con sus buenos deseos, eran encantadoras, todo el equipo era maravilloso.

-Gracias chicas, les aseguro que llegare completa y celebraremos nuestra victoria.- Les dijo mientras se alejaban y se quedaba a solas con Buck.- No creo que tenga tiempo para ponerme esto, Buck. Estaré bien, se a lo que nos enfrentamos.- Le guiñó un ojo dejando la malla en sus manos. Tenía que ir a su puesto, era el momento.

-¿Nos dirigimos a la base, Teniente Orendain?

-No.-Elena miraba al frente, tenía el cabello largo hasta las rodillas lo cual le molestaba mucho, generalmente siempre tenía la estatura y simpatía de una chica más pequeña, como su madre.-Llevanos a Alemania.-Se giró y caminó hacia uno de los sillones reclinables del jet, en donde Clarisse era atendida por un detector.-¿Como siguen sus niveles de miomasa?

-Es estable-Le avisó el chico de cabello café claro hasta los hombros.-Algo ha bloqueado toda su magia, es como si su poder se hubiese esfumado de su cuerpo, es algo insolito...-El hombre negó, levantandose y mirando a Clarisse acostada.

Elena bajó la mirada, apretó sus puños con fuerza, su respiración se agito.

-¿Cual es el pronostico?

-No lo sabemos con certeza... ella no puede ser solo lycan, no es su esencia. Las celulas de su cuerpo disminuyen e incrementan fuerza sin ser constantes, por eso la transformación es tan dolorosa...

-Sin rodeos.

-Morirá. Si no encontramos una forma de que ella pueda recuperar su esencia divina... morirá.

-Gracias.-Elena le indicó al detector que se marchara.-Siempre has sido tan facil de leer.-Sonrió acariciando la cabeza de su prima menor.-Que siempre pensé que tenías mucho que ocultar, Cisse.-La rubia se alejo, soltando la manta que la cubria y volviendo a su estado "normal"sus pechos se redujeron, su cabello se encogió un poco y su semblante maduro se volvió un tanto más picaro y atrevido, era la misma Elena de siempre, con su misma estatura de siempre.

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-¿Porque no lo ocuparías?-Buck caminó hacia ella, deteniendola poniendose al frente.-Usalo Rachel, eres una bruja blanca, la miomasa puede matarte.-Le dijo con el ceño un tanto fruncido, preocupándose por ella, por su equipo.-No podemos tener bajas, no nosotros que estaremos directamente con el objetivo. -Negó.-Úsala, tienes el tiempo suficiente ahora mismo, iremos en un vehículo.-Dijo mirando la nave en la que irían, le devolvió la malla de nuevo y la dejo pasar.

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Leone ya estaba dentro, revisaba los últimos detalles de la misión, en su nave solo irían el equipo alfa, el que saldría más lastimado en caso de enfrentarse directamente con Kellen. Esperaba que Elena ya hubiese encontrado a Clarisse, no tenían mucho tiempo y era su unica opción para poder retener la miomasa que Kellen estaba generando.

-¿Crees que funcione?-Leone se giró a ver a Sebastian quien miraba por la ventana de la nave.-Quiero decir, solo es una hipotesis, lo mismo resultaría si recurrieramos a Letizia. Creo que su hermano no nos dará la solución ¿cual es tu plan?

Leone se encogió de hombros, realmente no tenía un plan estructurado. Clarisse era la opcion de "salvavidas" en caso de que él no pudiera detenerlo lo suficiente para hacerlo entrar en razón. Había entrenado con dioses toda su vida, tenía un poder incluso fuera de lo normal, había aprendido bien, pero aun así era algo muy diferente enfrentar a uno en una batalla vida y muerte. Más diferente aun enfrentarse a su primo.

-¿Están todos en la nave?

-Si.-Sebastian abrió la compuerta que separaba la cabina principal con los demás compartimientos del medio de transporte.-Buck, Rachel y Bob.

-¿Has intentando contactar a Valentine?

-No ha respondido al llamado, él y Demon no contestan.-Suspiró.-No se si contemos con la ayuda de la generala.

Había esperado hasta esa noche ¿razón? No estaba del todo seguro, había subido al tejado de su apartamento acompañado de su oscuro violín. Había tocado una, dos, tres melodías mientras le había sucedido todo a la hermos rubia que día a día le había colmado la paciencia, que lo había seducido con sus movimientos e incluso le había alejado de mucha de la razón que presumía tener frente a sus alumnos, era difícil, pero lo fue aún más no hacer nada para protegerla.

¿no fue esa la orden de su padre? Sonrió un poco justo cuando una pequeña araña apareció sobre su pierna derecha, la miro y sonrío.

-Es hora Alex.

Giró justo cuando Richard apareció detrás de él y no hizo más que asentir con la cabeza. Su destino era Alemania mientras que el de Richard Inglaterra, tenían que continúa, el rubio sabía que era el momento de unirse con su líder porque su chamán ya había despertado por l sangre de aquellas poderosa jovencita.

-(-)-

La morena se detuvo justo cuando Buck se puso delante de ella y le dijo aquellas palabras. Noto su ceño fruncido y no hizo más más que imitar de algún maner aquello. Tomó la malla cuando se la dio pero no le dijo ninguna palabra, simplemente avanzó y entro a la nave aún con la malla en mano. No era idiota, sabía a lo que se enfrentaba, ciertamente no sabia que la miomas podía ser tan peligrosa para una bruja blanca pero no era una y ya se había enfrentado aquella extraña sustancia, sabia lo que tenía que hacer o al menos tenía idea de cómo defenderse.

Tomó asiento en el vehículo y suspiro ¿ponerse la malla? Negó con la cabeza y se mantuvo quita, se relajó y esperaría nuevas indicaciones, ella ni nadie más morirían ese día, de eso se aseguraría porque no iba a perder tan buenos compañeros.

-Hola Eva, ¿como esta el pelotón?-Sebastian miró por la ventana de la nave en la que iban, esta también servía de proyector. Ante él estaba Eva y los demás miembros del escuadron saludando divertidos, los gemelos, Barbeitus, araña, en fin, todos y cada uno tenían una historia que contar.-Pongan sus naves en automatico, enviaremos las coordenadas de la ubicación. Usaremos la formación A, protegan sus espaldas, estaremos en comunicación.

-No se olviden de usar el transmisor.-Leone entró a la sala principal de mando, donde había varios asientos de piloto y una paleta llena de botones, numeros, palancas y volantes, todo era sofisticado y blanco, demaciado pulcro.

-Entendido general-Dijo Eva, saludando con respeto y una sonrisa suave.-Usted también...-Ella sonrió de lado.-Asegurate de usar un transmisor, señor.-La pantalla se apagó y Leone torció una sonrisa.

-Ahora tienes que hablar con nosotros, somos tu ataque principal.-Sebastian se llevo las manos al cabello.-Esto es un suicidio, no quiero ir.

-Puedes quedarte-El rubio en ningún momento se aflojo o cambio de postura, todo en él era tan ordenado, no había ninguna insignia o botón de más o de manos, era un general, cada poro de su piel lo exudaba.

-Nadie cuidara tu culo maldito infeliz.-Sebastian se levanto y enarcó una ceja.-Estoy aquí para salvarte el pellejo suicida que tienes...-apretó un poco los puños.-Sabes que Kellen representa un riesgo para ti, podrías volverte igual que él en cuestión de segundos.

-¿Me crees tan débil?-Leone sonrió por lo bajo, Leone de hielo, Leone "tengo todo bajo control", todos estaban tan equivocados.-¿Crees que no puedo enfrentarme a mi propio primo?

-Creo.-Dijo Sebastian avanzando hacia él, pasando a su lado y quedando hombro a hombro.- Creo que estas desesperado por morir.

-P-Perdón.... mmmm-La puerta automatica que se abrió, mostrando a un Buck sonrojado y rascandose la nuca.-no quería interrumpir pero... emm bueno, quisiera... e-es decir, Rachel y yo esperamos ordenes.-El ojos azul electrico se giró en breve, pasando a un lado de Buck y a un lado de un Sebastian enojado.-¿m-mal momento?-Seb rió.

-¿Con Leone maldito-egolatra-de-mierda?...-El demonio gruñó y un vaso de cristal estalló en pedazo.-siempre es un mal momento.-Buck observó a Sebastían por un momento despues de que se fuera y entonces le siguió.

Leone por su parte había entrado a donde Rachel se encontraba, la puerta se abrió por la parte de arriba dejandolo pasar, el lugar era aplio, estaban en una nave de La Orden, era obvio que todo sería amplio y moderno, tecnología de punta.

-....-La observó por uno momento para pasar de largo, ella no usaba la malla de protección, arrugó la nariz, olía a mora, demasiado a decir verdad.

-Y entonces yo le dije que....-Buck y Sebastían entraron platicando hasta que los vieron allí, Buck sintió escalofrios, Rachel y Leone eran como... dioses había algo que estando ellos dos juntos producía chispas y centellas, ¿acaso se odiaban?-Er... bueno estaba... mmm la malla, le dije que se pusiera la malla, es... es para su protección.-Buck miró a Rachel ¿aun no se la había puesto?


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Rachel miraba con detenimiento la habitación en la que se encontraba, era demasiado para lo que pretendían hacer, ciertamente tenían la mejor tecnología, seguro traían objetos del futuro que mejoraban lo que tenían en el presente, después de todo, muchos venían de otros tiempos según le explicaron pero bueno,y averiguaría en otro momento, lo importante en ese momento era

<<Vladimir>> pensó y justo después de eso la puerta que la alejaba del resto se abrió. Se giró solo para encontrarse con el rubio de ojos color cielo. Frunció suavemente el ceño y levanto el mentón ¿qué hacía ahí? No necesito decirle palabras ni escuchar por parte de él, Leone parecía molesto, sonrió un poco de lado y en cuestión de segundos ya no estaban solos, ahí estaba Buck, acusándola como si se tratara de su hermano menor. Se enterneció de alguna manera mientras lo miraba acusarle con el pelo negro, el sexy demonio. Suspiro y negó con la cabeza. No le importó que Leone pasara junto a ella o... Bueno, solo intento no darle la importancia que si le estaba dando.

-¿Dudas de mi fuerza? No veo que Sebastián o Leo... El general la utilicen, no veo razón para que yo la use.

-Eres una bruja blanca...-Dijo Buck con el ceño ligeramente fruncido.-C-Cualquier riesgo debe ser innecesario, debemos ser precavidos...

Sebastían rio un poco, le gustaba el caracter de Rachel.-Eso sin contar, cadete, que son ordenes de tu superior directo.-Tomó asiento y miró a Leone.-Además como sabes que no estamos usando una debajo de nustra ropa?-Sonrió como gato recargandose en una de sus manos, apoyando los codos en la mesa. Leone miró de reojo a la pelinegra, ella no era ni por asomo una bruja blanca.

-No compares tu fuerza con la nuestra.-Sus ojos se afilaron.-No quiero bajas en este grupo.-Su expresión se relajo.- ¿No puedes hacer algo tan simple como usarlo?

-Bueno, tal vez ella no...-Sebastian miró a Leone y luego a Rachel, suspiró

-O... tal vez la cadete prefiera que sea su general quien se la coloque.-El lobo sonrió de lado, con un ambas manos metidas en sus bolsillos, recargandose en la mesa principal.

-Soy lo suficientemente fuerte como para saber como cuidarme y cuidar a los demás y, tú lo hyas dicho Buck, soy una bruja blanca, no una tonta. Se a lo que me enfrento, no e sla primer vez.- Aseguro con el mentón arriba, no iba a dejarse convernser tan facilmente porque hablaba en serio la cosa fue escuchar la risa de Sebastian. Arqueó una ceja, como deseo mandar por el arco del triunfo las ordenes de su superior pero no debía hacer eso, no aún o ¿Quizá...? Abrió la boca para responder pero ahí entraba ese rubio presumido.

Camino hasta quedar frente a él.- o quizá el general no quiere ver de lo que es capaz esta cadete si le pone una mano encima.- Lo amenazo y sin apartarle los ojos de encima hablo a sebastian.- No me haces tonta Sebastian, ni tú ni él llevan puesto nada bajo su ropa y si me demuetsras lo contrario, no se, quizá tu seas quien pueda ponerme la malla.- Bufó burlona y le dio la espalda a Leone para alejarse pero no sin antes dejar la dichosa malla aun lado del general sobre la mesa.

La tomó del brazo antes de que saliera. Tenía los ojos azul hielo fijos en ella, no era cuidadoso, ni mucho menos.

-No me importa si era la misma Atenea, Rachel.

-General-Sebastian se levantó y Buck se acercó al lado del moreno.

-Usaras la malla, no pondras en riesgo esta operación.-La soltó-No pondre en riesgo a mi pelotón por los caprichos de una niña berrinchuda.-Leone miró a Sebastían.-Quitate la ropa.

-¡Qué!-Sebastian se sonrojo, ¡ese cabrón!

-Tu también.-Le ordeno Leone a Buck quien algo nervioso empezó a quitarse la ropa de la parte superior, solo un poco. Tenía una malla diferente, una color escarlata.

-Bastardo...-Susurró Sebastian quien empezaba a desabrocharse el saco y el chaleco y la camisa, y la otra camisa y entonces mostrando una malla plateada al igual que Rachel.-¿Contento?-Se vistió de nuevo.

-No me hagas desvestir a todo el escuadron B, no me hagas quitarte de esta misión, Benedetto.-Leone fruncio el ceño. Rachel lo tentaba demaciado y eso era algo palpable, Sebastian y Buck no sabían que decir exactamente. "No lo mates" pensaron ambos chicos mirando a Chel, por alguna razón, sobretodo a Buck, Rachel le causaba ternura.

Cuando Leone la sujeto del brazo un a extraña corriente la estremeció de pies a cabeza por lo qu intento soltarse, apartarse de él lo suficiente como para estar tranquila. Frunció el ceño y lo miro deseando darle un golpe justo entre los ojos y así quiza defomar su bonita carita, quizá así no tendría tantos efectos en ella.

-Sueltame.- Ordeno más que pedir pero el general entonces hablaba ¿Atenea? Le carcomía que ese hombre quisiera controlarla de tal manera. Miro a Sebastían y Buck. Bien, ellos tenían las mallas, muy bien, ella fue torpe por esas palabras pero ¡Ese cabrón hijo de la gran puta! Sonrió de lado cuando la amenazó con sacarla de aquella misión, él no sabía con quien se estaba metiendo ¡No lo sabía! Se deshizo del agarre con cierta brusquedad y se inclino para tomar la malla de la mesa. La miro unos segundos, luego lo miro a él y con el enojo que le provoco lo tomo del pantalon y lo jalo lo suficiente como para meter la malla justo donde su entrepierna.

-Atrevete a sacarme de esa misión general, estare ahí con o sin su permiso.- Dijo eso se aparto de él y le dio la espalda.- Ahora, buscare otra malla, esa estaba sucia, tenía que hecharla a la basura.- Miro a Sebastian y a Buck, les sonrió con encanto, sin una clase de enojo y paso entre ellos, buscaría una malla en algun lugar de esa enorme nave, estaría lista para antes de bajar.

Sebastían y Buck abrieron los ojos de par en par, realmente ninguno de los dos quería saber que haría Leone o que pasaría con Rachel. Era claro que la morena no aceptaba al general y que el general se estaba divirtiendo mucho con esa actitud, pero ¿Cuanto más antes de que él sacara sus uñas?

Buck estaba preocupado.

Y Sebastian algo enfadado.

Leone se había quedado mirandola serio hasta que una sonrisa de lado apareció en su rostro luego de ella le diera la espalda.El lycan no sacó la malla que estaba dentro de sus pantalones pero si cerró la puerta antes de que ella pudiera salir.

-Es una pena.-Sus ojos se afilaron.- No hay otra malla.-Caminó con calma, sin perderla de vista y sin que la malla cayera más abajo-Tendras que usar una sucia.-Dijo hasta que estuvo lo suficientemente cerca de ella, girandola y tomando su mano, jalando su pantalón y haciendo que tomara la malla de nuevo.-Si hubieses sido más lista -Le levantó el mentón, tomandolo con fuerza.-no tendrías que buscar en la basura. -La soltó sin dejar de mirarla.-Tenía más expectativas sobre la mujer que logró lastimarme en combate, al parecer solo fue el rasguño de una cría con el ego herido.

-Es suficiente.-Dijo Sebastian levantandose, Leone podía llegar a ser bastante irracional cuando se lo proponía, era como si le gustará jugar el mismo juego.-Somos adultos, todos.-Enfatizo esa palabra mirando a Rachel.-Y hay un obscuro descontrolando, matando a miles de humanos y magicos a su alrededor.-Buck se levantó poco despues, acercandose a Rachel.

-Eres rápida, podras pasar la capa de miomasa, los demás no, es por eso que estamos aqui.-Negó.-Esto no solo nos incumbe a nosotros, mucha gente esta muriendo, incluso seres con más resistencia. La malla solo es precaución.-Se giró a Leone-Y las ordenes de un general maduro indispensables.

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Chel se detuvo justo cuando la puerta se cerró.  Apoyo sus manos sobre su cintura, escucho sus pasos, el rubio se acercaba como un enorme poderoso León a su presa. Lo escuchaba gruñir, o si, el León no parecía molesto, más bien se mofaba de la pantera que ya hacía en sus territorios, bajo una de sus manos para intentar tocar la puerta, saldría de ahí de cualquier forma pero, bueno, no le sorprendía, eran territorios del León, ella aún tenía mucho que aprender.

En un abrir y cerrar de ojos ya estaba de frente a él. No frunció el ceño, intentó mantener la calma pero que tomará su mano de esa forma... Arqueo una ceja y sonrió un poco, aunque terminó por fruncirlo cuando le tomó del mentón con tanta fuerza. Metió la mano sin problema al pantalón del general. Chel tenía que aprender a controlarse pero la actitud del rubio era tan desagradable.... No, no iba a comparar con una verdadera basura.

Hizo algo que sabía le costaría mucho o quizá no pero la hizo sentir satisfecha.- Lo siento, me equivoqué.- Murmuro después de haber golpeado con intención la "basura" equivocada, lo había hecho lo suficientemente fuerte como para causar un daño más que la sensación de una caricia. Sacó a prisa la malla y escapó de entre la pared y Leone mientras escuchaba a Sebastián y a Buck. A ambos les sonrió con calma y sinceridad, como si nada hubiera pasado antes.

-¿Y qué estamos esperando?- cuestionó mientras sostenía la malla en mano y los miraba, pensaba justo en ese momento como la malla podría ponerse con magia, Myer dijo que la ayudaría ¿verdad? <<Te necesito ahora, Myer>> lo llamo pero solo escuchar la risilla del brujo la molesto.

<<¿Quieres que te vista, cariño? Me encantaría aca...>>

<<Déjate de bromas Myer, sólo hazlo>> le dijo con seriedad y el brujo desapareció de la cabeza de la Morena, así como la malla que estaba en sus manos, ahora ya cubría su cuerpo. miro unos segundos a Leone, lo desprecio porque él en verdad no sabía lo que era ser golpeado cuando alguien dañaba su ego.