Oleg y Svetlana: La primera vez que te vi

Oleg entro y tomo asiento donde le correspondía y enseguida se sirvió un vaso de Vodka, se le había antojado hasta ese momento. a su lado su hijo. Nikolay miraba por la ventana, no estaba de humor, para nada de humor. Tendría que superarlos si no terminaría siendo botado y Oleg no se tocaba el corazón, aunque fuera su hijo.

Escucho al pregunta del hijo de su aliado y sonrió mientras bebía un poco de Vodka.- ¿Sabes lo que sucede cuando un lycan es separado de su pareja a esta magnitud?...- Bebió un poco más para darle tiempo a el chico de responder.- Ahora mismo mi hijo no es más que un peligroso animal. Lo mejor es mantenerlo bajo control por ahora, hasta que asimile la situación correctamente.- Le sonrió, Oleg estaba tranquilo, confiaba en que su hijo actuaría enseguida y de la mejor manera.

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Sergey se emociono tanto que abrazó con fuerza a su japones ay sonrió.- Si sigues así, no saldremos de aquí por un largo tiempo Lulú... Te are el amor como un loco..-Le advirtió porque si, ella lo volvía completamente loco, jamas había deseado tanto a una mujer ¡Nunca! Se aparto un poco de su chica para verla a los ojos.- Sera mejor que salgamos ahora...-Por que si se quedaban otros segundos más, estarían sobre la cama completamente desnudos.

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-Bien.- Dijo sonriente por esa mujer y después se puso un tanto más serio.- Ahora, hablemos de negocios. Mi señor ha comprado este museo para regalarlo a la prometida de su hijo. queremos asegurarnos de que él lugar este mucho mejor de lo que esta ahora para cuando ella regrese.- No daría detalles de ello.- Madeline trabajara a su lado, así que le pido que le enseñe tanto como pueda y la cuide. Yo me encargare de otras cosas... ¿Alguna pregunta que quiera hacerme, mi señ...- Sonrió, no termino la frase.

Lo miró con atención, Luke era más bien frio y distante. Prefería mantenerse al margen esperando para atacar cuando fuera necesario, sin embargo con el tema de su hija era muy diferente. Había esperado más de 20 años por tenerla de vuelta entre sus brazos, su pequeña y ahora luego de saber que vivía, querían arrebatarsela por su futura pareja querían quitarla de sus manos de nuevo. Luke sonrió de lado al escucharlo, ¿mantenerlo bajo control?

-Bueno, bueno.-Dijo Björn encogiendose de hombros.-No tenemos el gusto de conocer a Vladimir.-Dijo-Y si mi nieta es en verdad su pareja por imprimación, estoy seguro que llegaremos a buenos tratos.-Sonrió, a Björn no le agradaba del todo la idea de que su nietecita estuviera con un Ruso, sin embargo el enlace le convendría en demacia al pais entero, por lo cual se mantendría al margen de todo.-¿Ya hemos llegado?-Preguntó, aun faltaba un largo camino a Italia.

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Lulú rió por lo bajo pero asintió, acomodó su cabello en un chongo y salió fuera de la habitación en busca de aquellas personas que se habían atrevido a ensuciar el hermoso momento de Hana y Vladimir.

-¿A donde tenemos que dirigirnos? -Preguntó sin dejar de avanzar. Sería una noche larga.

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-Bien-Dijo volviendo a la normalidad o por lo menos lo más normal que podía.-Estoy trabajando en ello.-Caminó al lado opuesto de la habitación, mirandolos de reojo-Con o sin las ordenes de Oleg.-Pues no era por él que hacia las cosas, además él era... aun le costaba trabajo soportar el hecho de que trabajaba para ese hombre.-Es un nuevo cuadro que nos exportaron desde Italia, algunas de las reliquias de la familia Copobianco estan en nuestras manos, hemos hecho mucho para conseguirlas.-Admitió, ella conocía el suceso que había ocurrido hacia algun tiempo atrás en aquel pais, el territorio de bruja shabía sido masacrado al igual que aquella raza protectora de la diosa. Ante la gente común había sido un golpe de estado al reinado de los Copobianco sobre aquel pais, pocos conocían la historia real... pocos humanos la sabían.

Oleg entendió una cosa de Luke, él no conocía aun a su imprimación porque no vio en su mirada entendimiento ni nada por él estilo. Triste para un chico tan apuesto como él pero bueno, lo entendería en otro momento.

La avioneta comenzaba a elevarse, tardarían al menos un par de horas en llegar, a lo que miro a rey y negó con la cabeza. No hablo más, bebió de su vodka y miro por la ventanilla, pensaba en su hijo y suspiro.- Lo conocerán pronto, es un buen chico.- Dijo de repente, ibviando que hablaba de su hijo mayor, el,prometido de la nieta e hija de quienes le acompañaban.

-Llegaremos dentro de tres horas, por ahora lo mejor es que nos tomemos las cosas con calma. El Orendain nos espera...

Dijo Nikolay quien guardaba por fin su movil y miraba de reojo a su padre... Parecía bastante tranquilo... Demasiado para su gusto.

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Sergey camino junto a Lulú, aunque no hizo nada especial con su cabello, simplemente disfruto de ella en movimiento.

-Nos dirigiremos al sureste, a como 30 Km de aquí, ellos viven e una hermosa mansión pero llegaremos pronto. Iras de nuevo sobre mi. Tendremos que ser sigilosos porque los (No recuerdo su apellido ;- seguro que han reforzado su seguridad, si es así, la sospecha aumentará sobre ellos ¿no lo crees?- Sonrío y se detuvo unos segundos y miro hacia arriba. Escucho algo extraño, era Vladimir. Tenso la quijada ¿deberían ir a verlo?

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Vlasilliy no hizo más que reír un poco, ella hablando así de su esposo, era increíble porque Svetlana jamás diría algo como eso, o al menos no con el señor lejos, se lo diría de frente y él tendría que salir de la habitación para dejarlos "discutir" a solas. Asintió y acercó a Madeline con su señora. -Bien, yo me encargare de entrevistar a cada uno de los trabajadores. Por muchas promesas que nuestro señor haya hecho, no puedo permitir que un mediocre trabaje para él...- << Y para usted, mi deber es protegerla.>> pensó el moreno.- Por ahora, Madeline se quedara con usted ¿está bien?- Cuestionó a ambas y le sonrió en especial a Made, sabia que su chica seria una clave importante para los recuerdos de su señora, porque Made conocía bastante de cada uno de los miembros de la familia y esperaba que Svetalana fuera tan curiosa como siempre lo fue.

Björn miró a Nikolay y luego a Oleg, ¿que pasaba allí? que divertido sin duda alguna, que divertido.

-Y dime Oleg, ¿Que tal van los negocios con China? Supe que había algunos problemas con la exportación de ciertas... sustancias.-Era claro que hablaba de la droga, solo que le gustaba jugar e irse por los extremos, además era divertido. Conocer del mundo de la droga nunca había sido su afición, naciendo como rey debía tener otras responsabilidades, quedaba poco tiempo para las trivialidades y también para los amigos. Aunque había mantenido algunos, Wilhem por ejemplo (no se como se escribe D:), él era la excepción a toda regla, eran realmente buenos amigos. Se había conocido en un bar ¿o había sido durante una batalla? Sus memorias le fallaban pero pese a eso recordaba lo unidos que era, por lo menos hasta que él se casó y tuvo a su familia. Para ese entonces el ya tenía a Luke y su amada Cara, Cara era una hermosa duquesa pelirroja a la que había amado y solo estando con ella había sido fiel... por lo menos la mayor parte del tiempo, hasta que ella simplemente murió, dejandolo al cuidado de su único hijo Luke. -Ah~ que tiempos aquellos.-Dijo de la nada, sirviendose otro poco de vino.

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-Estará bien-Dijo acariciando su hombro, sin mirar más que a él-Es fuerte, se que Hana también le ha dado fuerzas.-Porque sabía que ella era algo especial, más no conocía del todo su secreto.-Demonos prisa Sergey, quiero terminar con esto pronto.-Hana la esperaba, cualquier información que diera sería vital y aquellos mellizos por la información que Sergey decía, podrían ser la clave para encontrarla.

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La mujer observó con atención a Vasilliy y luego a la chica. La diferencia de edad no se percibía a simple vista pero ella no era una persona común, ambos tenían poco recorriendo el mismo camino pero sentía que su recorrido sería eterno con ellos dos de la mano. Suspiró ligeramente y luego sonrió al moreno.-Claro, le asignaré un puesto enseguida.-Andrej te guiara a la oficina de recursos humanos Vasilliy. Necesitamos más expositores y algunos expertos en arte antigua, este cuadro Italiano como te he dicho es antiguo y hay algunas cosas que se deben cuidar y solo un experto podra hacerlo.-La pelinegra se aceró al telefono que había en su habitación y marcó a recepción.-Andrej, necesito que acompañes a Vasilliy a Recursos Humanos, se integrara con nosotros de inmediato.

(Es Wilhelm como Reich, en su honor xDD)

Oleg se le quedo viendo unos segundos al rey y le sonrió de lado, no era una sorpresa que supiera de sus negocios turbios, en realidad, ninguna criatura mágica ignoraba sus acciones, sin embargo, no había nada que le inculpara, nunca le habían descubierto y no le descubrirían.

-Esa información no está en mis manos, su majestad pero, es mi hijo quien se encarga de nuestros negocios en chica.- Dijo orgulloso de Vladimir quien con tan sólo 22 años se había a atrevido a enfrentar a la más poderosa mafia china.

Ignoro el comentario del hombre mientras se ponía de pie, iría a buscar un buen lugar para hacer una llamada, necesitaba saber de su mujer... Ahora que sabia que Svetlana estaba con vida, no podía dejar de pensar en ella, de nuevo sentía inmensamente el vacío en su interior, uno que intentó llenar con otra mujer y él cual, jamás fue lo suficientemente apto para ningún otra, sólo su Narciso.

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El albino sonrió y negó con la cabeza, tomando la mano de su amDa ninja.- Vas demasiado rápido nena. Tu aseguras que los encontraremos pero... Algo me dice que no estarán aquí, lo que los hace aún más sospechosos...- Quería ir a con su amigo pero no lo hizo, salió con Lulú de la mansión para enseguida en caminarse a la casa de aquellos hermanos hijos de puta. Disfrutaría interrogarlos, sería divertido junto a su amada.

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El moreno asintió co. La cabeza, él se encargaría de contratar a los mejores solía miembros de la familia y por supuesto, de grandiosos poderes, lobos que lucían una fines que quizá no tenían pero que respetarían no sólo a su señor, también a su señora. Si, lobos ejemplares.

Con una señal se despidió de su chica porque ya iba junto a Andrej para cumplir su objetivo, asegurarse que su señora estaría bien.

Judith había sido elegida por Creta y ahora caminaba trás ella, con un collar de cuero negro y una tira de cuero blanco que se ataba a uno de los dedos de la rubia.

-¿Que quieren? ¿Quienes son? ¿Eres tu la lider?

-Silencio.-La calló, pasando a un lado de Felix.

-Asegurate que llegue a sus manos.

-¿Me ordenas a mi?-Creta tomó el disco pequeño y se lo entregó al hombre negro que caminaba a su lado.-Si arruinas este juego te mataremos, Felix.-El video de como tocaban a una de las sumisas sería enviado a la familia más poderosa de Rusia, lo cual era peligroso, lo habían dejado por el simple hecho de que aportaba una gran cantidad de dinero a los juegos.

-Solo quiero hacerlos sufrir un poco.-Sonrió, el simple placer de que ese disco llegara a manos de Vladimir Yasikov era su única motivación-La flor es mi ahora, imbecil.-Se alejo susurrandolo, bajo la mirada fria de la rubia.

-¿Que le hicieron a Hana? ¡Que le hicieron grandisimos hijos de puta!-Gritó Judith, intentando liberarse.

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Narkissa estaba sentada, la habitación aun era obscura y todo a su alrededor se sentía más denso, más lleno de sombra. Vladimir estaba liberando mucha energía.-Hermano...-Tocó su mano, quería transmitirle su luz, decirle que todo estaría bien pero no podía, no le mentiría. Aun no encontraban a Hana y lo que era peor, estaba involucrada en una trata de blancas.

-Señorita Narkissa.-La morena se levantó, su ojos violetas se habían afilado por instinto.-Ha llegado un paquete, necesito que este presente. Ya ha pasado la inspección... hemos detenido al mensajero pero no sabe nada.

-Bajo enseguida Olenka.-Se giró a su hermano y besó su frente. Nadie descansaría hasta traer de vuelta a la geisha que había devuelto la luz a la mirada de Vladimir.

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Svetlana miró a Vasilliy y a Andrej partir, se giró a ver a Madeline y sonrió

-¿Madeline cierto?

-Asi es.-Dijo la pequeña mujer, sonriendo sin poder creerlo aun, ¿ella era la mujer del poderoso Oleg Yasikov? "Wow"

-Bien, me ayudaras a acomodar todo este desorden, la basura en su lugar y... lo que parezca importante en los cajones, lo que no parezca importante tiralo.

-P-Pero y si...-Bueno ¿como saber cual era lo importante y cual no? Ella no sabía nada.

-No conozco a tu jefe-se refería a Oleg- Pero ese chico que acaba de salir es bastante capaz. No me hubiera dejado contigo si no fueses apta para cualquier cosa que te dijera, no aceptamos la incompetencia en este lugar.-Sonrió y pasó a su lado, acariciandole la cabeza.-Confía en tu intución.

Madeline se giró a verla, "Wow, ¡wow!" ¿Esa era Svetlana de Yasikov? No había duda de ello, era la única mujer que podría llevar en sus manos un imperio tan imponente y peligroso como aquel imperio Ruso, no había duda de porque había puesto los pies de cabeza al Señor Oleg.-Y eso que acaba de vomitar.-Dijo una vez que Svetlana salió de la habitación. Bien, tenía mucho que hacer y mucho terreno que ganar con ella.

Fueron apenas unos segundos cuando el castaño comenzaba a abrir sus ojos. Se sentía mareado, un tanto torpe, confundido ¿En donde estaba? Intento levantarse pero su cuerpo no tenía mucha fuerza, al menos no aún. Tardaría unos segundos en regresar a la realidad, no tenía a Hana, se la habían arrebatado de las manos... era lo peor. Vladimir haría sufrir al hijo de puta que se había atrevido a burlarse de él.

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Oleg había ido a una habitación exclusiva, completamente equipada para que nada de lo que dijera pudieran escucharlo porque lo que hablaría con Vasilliy era bastante confidencial o bueno, su hijo aun no podía saberlo del todo. Marco y espero que él moreno le respondiera, esperaba escuchar que ya la había encontrado y que había hecho contacto con ella. El celular sonaba, res segundos le parecieron completamente eternos.

-Vasilliy.... informes.

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El moreno ya se encontraba en la oficina de RH. Le pidió a Andrej que le dejara sólo, no necesitaba ninguna explicación, él buscaría y tomaría lo necesario así se trabaja el moreno, al menos para Oleg, con Svetlana siempre había sido diferente. Su móvil comenzó a sonar y sonrió, su señor era bastante impaciente, o al menos, era la primera vez que lo notaba de esa forma.

-Señor... Ella esta bien o bueno, eso es lo que parece. Se ha mareado y a vomitado un poco pero esta bien. Al parecer a recordado algo, un poco.- Había notado preocupación en el líder pero con esa explicación al parecer le había tranquilizado.

-Sigue igual de hermosa ¿Verdad, Vas?

-Usted lo ha dicho, señor.

-¿Estas con ella? Quiero escucharla.

-Ahora mismo es Madeline quien la acompaña. Estar con mi señora no están bueno, serían demasiados estímulos y podría dañarla. Made será nuestro filtro, por decirlo así pero estaré al tanto.

-Muy bien, gracias por considerarlo. Ahora, tienes que investigar que ha hecho todos estos años y con quien ha estado.

-Ya me hago cargo de ello.- Si, en sus manos ya tenía el expediente de su señora..- Disculpe señor ¿Puedo preguntarle si han descubierto algo de la señorita Hana?- Su líder suspiro al otro lado del móvil.

-Por supuesto Vas, ahora mismo vamos a Italia, al parecer los Orendain y Jaeger tienen que ver en esto pero, sospecho más de otra situación, ya te explicare, ahora, antes de cortar quiero que hagas lo siguiente...

Y el moreno escucho las indicaciones claras. Sonrió, al parecer su señor quería conquistar de nuevo a su esposa y no quería perder más tiempo, le tocaría hacerla de cupido.

-Entiendo pero... Señor, ¿Qué pasará con la Señorita Danya?

Un silenció un tanto incomodo se produjo y el Yasikov suspiro.- Tu sabes lo que pasa, Vasilliy, ella no es mi esposa y nunca tendrá el puesto de Svetlana. Ahora, has lo que te ordeno y protegelas, no dejes a Made mucho tiempo sola.

-Si, señor.

Narkissa había bajado sin sentir a su hermano, más bien había llegado hasta donde el paquete.

-¿Que es?

-Un disco-Le respondió Olenka, no le gustaba como se miraba eso.-La dejaremos sola, señorita.

-Que nadie entre.-Pidio y entonces lo tomó, lo reproduciría, lo habían mandado para que lo vieran ¿quien? No estaba segura del todo, pero ella era una Yasikov también y estaba implicada en ello, le haría saber a su padre de cualquier manera. Respiró y lo metió en una pequeña portatil que había allí. El disco empezó a reproducirse, Narkissa abrió los ojos y se tapó la boca, despues bajo el volumen de aquella horrible grabación, miró hacia la puerta con los ojos abiertos de par en par y las lagrimas asomando sus orbes. Era horrible... era Hana y estaba sufriendo, Vladimir no debía ver eso.

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Madeline ordenaba las cosas, intentaba ser más astuta pero había algo que no cuadraba, ¿Porque Svetlana le había dado esa orden y luego se había marchado? No era propio de ella... por su personalidad parecía ser más del tipo que le gustaba observar como trabajaban sus subordinados.

-¿Señorita Lana?-Preguntó, saliendo de la habitación.

Svetlana por su parte había entrado a otro cuarto, su oficina particular a decir verdad, ahora estaba sola, tenía aun un fuerte dolor de cabeza pero más que ello, no podía quitarse de la menta la tristeza de esos niños llorando ¿quienes eran? Se veían tan indefensos, tan vulnerables y ella no podía hacer nada por protegerlos o sacarlos de su mente.-Vladimir...-Susurró de la nada, recordado sus otra visiones y su reacción ante ese nombre ¿Vladimir? Quien era Vladimir? ¿y porque era importante para ella? Suspiró, recargandose a una de la sillas.Tal vez necesitaba dormir, tal vez....

"No me interesas, Oleg. Ni siquiera me gustan las rosas"

Se levantó, ¿que era eso? ¿Que significaban esas voces de ella misma en su cabeza y... ¿porque mencionaba a Oleg? ¿Era el mismo Oleg? Dioses, eso empezaba a cansarla.

Él castaño intento ponerse de pie. Quería buscarla. Su Hana, su amada Hana. Gruño molesto porque aun se tambaleaba. Vladimir tenía que aclarar sus ideas pero necesitaría un poco de tiempo. Su instinto lo controlaba, su instinto jugaba con él como nunca lo hizo antes, porque jamas había perdido algo tan valioso, incluso más valioso que su madre...

<<Mamá...>>

Y recordó ese momento en el que ella los protegió y lo dejo a cargo de sus dos hermanos. Se quedo ahí, recordando cada segundo de aquel día. Ahora tenía que calmarse y... buscarla, recuperar a Hana porque esta vez no se iba a quedar ahí sin hacer nada ¡No! Afilo la mirada, no era momento de perderse en estupideces. Su prometida, iba a recuperarla.

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Vasilliy había hecho otro par de llamadas para cumplir con las ordenes de su señor. Estaba hecho, ahora continuaría buscando en los expedientes o más bien, investigando el falso expediente de Lana. Era completamente patético, bueno, al menos para él que la conocía bastante bien. Rió y se acerco a una ventana por donde observo parte del hermoso paisaje.

-Como siempre, mi señora, me ha puesto una gran prueba.- Murmuro para él y suspiro. Regreso a su trabajo, era hora de investigar a cada uno de los empleados y someterlos a un interesante interrogatorio, ¿Estarían dispuestos a ser fieles a los Yasikov o tendrían que irse para siempre?

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No pasaron más de 10 minutos cuando un apuesto joven de cabellera rubia y ojos azules se acercaba a la recepción con un enorme ramo de rosas. veinticuatro rosas exactamente, el total de veces que Oleg pretendió darle una flor a Svetlana cuando joven y no se animo, hasta que junto el gran ramo y se acerco.

-Buenas tardes, le han enviado esto a la señorita Lana.- Dijo el chico que dejaba el bonito ramo sobre el escritorio con una nota un tanto extraña.

"¡Svetlana ******* (-deberíamos tener un apellido de soltera de Svetlana xD) Me gustas, sal conmigo!

Respuesta: No me interesas, Oleg. Ni siquiera me gustan las rosas

PD: ¿Me creerías si te dijera que esas rosas aun están conmigo?

OY. "

Oleg sabía que quizá estaba siendo demasiado agresivo pero, en realidad así fue como comenzó su historia, con un chico que insistió hasta el cansancio y consiguió a la chica más hermosa del planeta.

Narkissa apagó el reproductor y sacó el disco. Estaba pálida y la urgencia de encontrarla era cada vez más grande, se dejo caer en una silla y negó.

-Quieren destruir mi familia.-Susurró, había sentido el dolor de Hana, como ella... negó, intentó quitarse esa imagen de su cabeza pero no podía, había abusado de ella... jamás se lo perdonaría ¡Estaban condenados a la muerte!-Olenka.-Llamó.-Prepara mi equipaje.-Ella no podía quedarse así, no podía simplemente... no podía permitir que su familia volviera a sufrir así.-Necesito que llames a Renji, Anubis no esta en este momento y necesitaba alguien para poder enviar información segura a Oleg y también a su hermano.

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Madeline!-La llamaron. Suspiró, afortunadamente entendía un poco el sueco.-Esto es para la señorita Lana, ¡mira nada más!-Rió Andrej quien era la recepcionista.-¿No es hermoso? -La chica del cabello color caramelo miró el ramo de rosas y sonrió, ¿sería del señor Oleg? Era el único que podría llegar a hacer cosas de ese tipo. Aun recordaba un cumpleaños de la señorita Narkissa, había llenado la mansión de globos de colores y había mandado a hacer un pastel con flores de chocolate en forma de narciso, Narkissa había casi llorado, había sido muy feliz.

-¿Quieres que se lo llevé?-Preguntó con calma, había visto a la señora Svetlana entrar a su oficina.

-Si y dile que tenemos la visita de alguien. Un tal... Ras... Rasputin.-Andrej sonrió y Made tomó el ramo de rosas, tocando la puerta de la mujer.

-¿Puedo pasar?

-Adelante.-Svetlana se había levantado, sus ojos observaron el hermoso ramo que entraba y luego miró a Madelin cargandole ¿que estaba pasando?-D-De... ¿que es eso?

-Es para usted, ¿no es hermoso?

-No puede ser.-Abrió sus ojos de par en par y un calido sentimiento la inundo, la hizo caer sentada en su asiento, tomando la nota y leyéndola.

"Me gustan los hombres, no los niños... pero tu... tu tienes mucho potencial de volverte un hombre que me haga caer rendida a sus pies"

Algo vibró en ella, algo palpitó y se rompió como cristal. Ella conocía a Oleg... ella conocía a esos niños, eran importantes, Oleg era importante.

Al reaccionar por completo miro a su al rededor. Estaba sólo en su habitación lo que significaba que toda su familia actuaba. Hizo puños las manos, molesto porque él no había actuado como debía, por Hana ¡Joder! Comenzó a avanzar, buscando la salida para caminar por los pasillos, el silencio y la soledad le irritaban y que decir de su olor. Le dolía percibirla y no tenerla cerca.

Se apoyaba en la pared mientras avanzaba hasta que la escucho. Giro y se apresuro, era Narkissa y ¿Hana? No, estaba alucinando ¡Joder! se iba a volver loco ¡LOCO! Continuo hasta llegar a la habitación en la que se encontraba su hermana. Se detuvo en la puerta unos segundos y aunque no escucho del vídeo nada, percibió el enojo de su hermana. Abrió la puerta.

-Tu no iras a ningún lado, Narkissa. No sin decírmelo todo... ¿A donde han ido?- Lo exigió porque era su prometida y él tomaba todas las decisiones, nadie más, ni siquiera su padre.

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El moreno continuaba con su trabajo en la oficina, sin percatarse de la presencia del hombre que había arruinado el todo de su señora, porque él no lo sabía, fue lo único que su señora le había ocultado, al culpable de los sucesos más dolorosos en la familia.

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Oleg, miraba su móvil con una sonrisa. Deseaba estar con ella, ver la expresión de su rostro cuando viera el regalo que le había mandado pero... tendría oportunidad en el segundo o tercer intento porque ahora su hijo lo necesitaba. Ya iba a salir de aquella habitación y para su no sorpresa, ahí estaba Nikolay con el ceño fruncido. Si, su hijo sospechaba. Eaa increíble, estaba orgulloso.

-Tu hermana esta bien, de hecho las dos. Danya me ha comentado sobre su ultimo chequeo. Anda, regresemos con nuestros nuevos aliados.- Y le sonrió con calma a su hijo, sabía que lo perdonaría cuando su madre lo recordara todo.

Narkissa apretó los labios y abrió los ojos sorprendida.

-Vladi...-Susurró, no era el mismo Vladimir, no era el mismo chico apasible y calmo, en él había un enojo profundo, un odio hacia aquel que había apartado a Hana de su lado. Bajo la mirada al escucharlo y no pudo más que asentir, en ese momento estaba escuchando a un lider y ella no podía negarse.-Nikolay y nuestro padre han ido a Italia.-Tragó.-Han encontrado rastros de los clanes Jaeger y Orendain, t-tal vez debas sentarte.-Le dijo pues el que Hana fuese la hija perdida del principe a la corona de Francia era algo que no se habían imaginado.-El rey de Francia y su hijo han acompañado a nuestro padre, se han unido a la busqueda de Hana, todo el reino de francia y el clan Wolfgang.-Lo miró a los ojos.-Hana es nieta del rey y lider Wolfgang.

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Sus recuerdos afloraban conforme leía y releía la nota que Oleg le había dejado, voces en su cabeza, rechazos, risas, gemidos, llantos... todo se mezclaba.

-Señorita Lana ¿esta bien?-Preguntó Madeline avanzando hacia ella, no parecía estar bien.

-Estoy bien.-Se levantó y apretó sus puños.-¿Algo más?-Preguntó, necesitaba descansar, tal vez podría tomar...

-No, hay una persona que pide verla, su nombre es Rasputín.-¡No! Svetlana sintió que la sangre se le helaba, ¿porque él? ¿que hacia él allí? Negó para sus adentros, las cosas solo se complicaban, si él sabía de Oleg le haría daño, ella a pesar de todo no podía permitir que le hicieran daño.-Guarda esto Madeline.-Le entregó las rosas de nuevo.-Yo atenderé al señor Rasputín, hazlo pasar en cuando escondas el ramo de rosas.-Volvió a dejar la tarjeta allí y luego se ajusto la ropa, Rasputín no debería verla afectada.

Por su parte Madeline salió de nuevo ¿y ahora a donde iría? Las cosas estaban siendo extrañas, la señora Svetlana actuaba de una manera inquietante, como si algo le preocupara. Metió las flores en la oficina de reparación y luego la cerro, se giró a buscar a Andrej y entonces lo miró. El hombre era alto, de cabello moreno y de barba bien afeitada, tenía una mirada maliciosa y no era muy agraciado, sin embargo tenía una presencia que imponía temor y miedo.

-La señorita Lana dice que puede pasar.-El hombre miró a Madeline de pies a cabeza.

-¿Eres nueva?

-Mmm si, señor.

-Vaya, parece que el personal mejora día a día.-Sonrió mostrando sus dientes de oro y entonces entró. Madeline respiró aliviada ¿quien era ese sujeto?

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Björ se levantó, dejando a Luke observando a la nada. Aveces ni él mismo podía entender a Luke, tenía una forma de ser que le intrigaba, como si no pudiera desifrarlo, por lo regular él y Luke tenían muchos pensamientos en común, pero siempre parecí que su primogenito se reía de él a sus espaldas.-El muy cretino.-pensó y rió el rey, a él no le molestaba, le enorgullecía que su hijo tuviera un sentido más agudo de ser, era sorprendente.

-No conozco estas tierras ¿ya hemos entrado a territorios Italianos? -Preguntó.

El castaño seguía con el ceño fruncido. Molesto porque todos se movían y él ¡Joder! Miraba a Nark, imposible mirarla con alguna clase de sentimiento negativo, era su hermanita, su reina, aunque ahora la número dos, Hana ahora y siempre sería la número uno, pero bueno. Escucho ¿Jaeger y Orendain? ¿Qué tenían que ver en ese momento esos lobos? Gruño. Iba a matarlos a todos si habían tocado si quiera un cabello de su prometida

Abrió la boca para decir algo pero no lo hizo. Mantuvo su atención en su hermanita para llevarse una sorpresa.- ¿Qué?- Dijo sin poder creerlo ¿Ella parte de los Wolfgang? ¿Cómo era eso posible si ella... en Japón? Gruño y se puso de pie con molestia. Eso era lo de menos ¡Lo de menos! Hana, primero la encontraría y no se las entregaría ¡Por qué era suya!

-Me voy... - dijo de repente poniéndose de pie. Hana no estaba en Rusia. Sería imposible el que no la encontrará, tuvieron que llevarla lejos ara que él no la percibiera ¿Donde? No sabía pero la encontraría. Se tambaleó un poco pero no le importo, aun con un estado critico él iría a por ella.- Quiero a Sergey enseguida y a Rachel ¡Ya!- Ordeno, sin saber los planes que ya habían hecho su padre y hermano. Vlad sólo quería actuar enseguida con sus mejores elementos.

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Oleg había dejado a su hijo atrás y termino topándose con el peliplata. Sonrió de lado y se detuvo frente a él.- ¿Hablas enserio, Wolfgang? Vives mucho más cerca que yo de ese hermoso lugar.

Le comentó porque prácticamente eran vecinos, seguro alguna vez, en sus milenios de vida intento apropiarse de las tierras de los Italianos y si no mal recordaba, no le había ido bastante bien.

-Espera.. V-Vladimir...-Narkissa intentó alcanzarlo.-Sergey y Lulú han sido enviadas por padre a investigar a un tal Felix y también a Felicia, sospechamos de ellos también.-Apretó su puño.-Rachel también ha salido del pais a buscar información, Renji es quien esta monitoreando las acciones en Rusia.-La morena lo tomó del brazo, Narkissa tragó lento, su hermano despedía un aura poderosa ¿era esa la verdadera esencia de un guerrero Yasikov? Los Yasikov lejos de ser la mafia más poderosa de los paises frios, también era una legión de lobos sumamente fuerte, guerreros de la nieve que luchaban y hacian emerger su verdadero espiritu en situaciones inimaginables.-Me han dicho que tengo que quedarme aquí... c-contigo, -aunque ella pensaba salir, sentía la misma hipotencia que él, bueno... parecida, porque ella no sabría que hacer si su pareja de vida hubiese sido secuestrada.-Podemos decirle a Renji que nos acompañe.

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Sevetlaana miraba la ventana cuando él entró. La esencia de Rasputín se volvió repugnante, odiaba a ese hombre.

-¿Que haces aquí?-Le dijo volteandolo a ver más furiosa de lo que parecía.-Teníamos un acuerdo, Rasputín.

Lo sé-El hombre sonrió de lado y se acercó lentamente a ella, era más delgado, como un esparrago, no tenía los sexys musculos y elegante porte que tenía Oleg, no había punto de comparación en ningun lado.-Pero tenía ganas de verte y he pensado... ¿porque no tomar unas vacaciones yo también?

-Dijiste que me dejarías sola.-Levantó el rostro hacia él, girandose y enfrentandole cara a cara.-He hecho lo que me has pedido, he sido fiel a nuestra palabra.

-Pero yo quiero más, no puedo esperar enones para hacerte mía, Svetlana.-Susurró, acercando su naris a la frente de ella, a su cabello. Svetlana era la joya más hermosa de todas, una que le había robado al imbecil de aquel lobo. Había sido tan fácil y había causado tanto dolor.

-No me toques...-La mujer había sido acorralada contra el escritorio, pero Svetlana no era tonta, ella era como una serpiente, como una cobra venenosa que no dudaría en atacar al primer atisbo de peligro. -Apestas, Rasputín.-Apretó el altavoz y le miró con seriedad.-Madeline, acompaña al señor a la salida.

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-¿Eh? Ah sí, es verdad.-Se encogió de hombros.-pero quien se encarga de esas cosas es Martha o... tal vez Adelaida?-Levanto una mano, como si le estuviera pidiendo la orden a un mesero.-Luke, pregunta a Adelaida en que parte de Italia estamos.-El lycan se giró a verlo pues había seguido a su padre poco deespues de que él se levantara.

-Estamos cerca de Lambordia, justamente sobre Milán. Falta poco para entrar a las tierras de Venecia. La cede principal del Imperio Obscuro se encontraba en Venecia.

-Y eso significa que?-Björn miró curioso a su hijo, este solo lo observó.

-Los imperios obscuros eran liderados por el clan de brujas Copobianco, ellos radicaban en Venecia. Si buscamos a los clanes Orendain los encontraremos allí, no radicaban lejos del clan Copobianco.-Luke se recargó a una pared del avión, cruzó sus brazos y observó a los dos lideres de lycans, era increíble que no se estuvieran matando ahora mismo.

Saber que todo al que solicitaba estaba ocupado le hizo cabrear aun más. Gruño y la miro justo cuando le tomo del brazo. Fruncía el ceño, mostraba una expresión la cual nunca había dirigido a ella, pero era inevitable, no era para ella, era porque se sentía impotente, sentía un miedo terrible y unas ganas abominables de matar.

-Entonces nos vamos.- Dijo sin pensarlo, sería un hecho y no había cabida para que la menor discutiera.- Prepárate, ahora mismo iremos a encontrarnos con mi padre y el abuelo de MI Hana, no harán nada sin mi autorización.

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Vasilliy continuaba buscando en los expedientes, mas que nada información de su ama, necesitaba saber quien pretendía ser en ese museo y quien pretendía ser en otras partes, necesitaba toda la información necesaria para poder enviarla a su señor pues aun querían descubrir como era que ella no había muerto. El moreno supuso que el supuesto asesino estaba con ella, debían descubrirlo y dejar el resto en mano de Oleg.

De un momento a otro un olor putrefacto comenzó a percibirse. Lo conocía pero no recordaba el porque... Se quedo quieto y miro a la salida de aquella oficina ¿Tenía que ir? Frunció el ceño, Madeline estaba cerca de aquel ser desagradable.

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Ambos, Oleg como Nick miraron a Luke que daba explicaciones sobre el lugar al que irían. Oleg sonrió, Luke era digno de su respeto, pues pese a su mal comienzo, él chico mostraba su habilidad y prestigio, que aunque su padre lo tenía y multiplicado por mil, con sus accione sy comportamientos lo desmoronaba poco a poco.

-Bueno, es cuestión de minutos, ahora relájense y descansen un . En poco nos encontraremos con los sospechosos.- Dicho eso, miro de reojo a su hijo quien aun le miraba con desaprobación. Oleg suspiro, su hijo para bastante perspicaz, no lo engañaría tan fácilmente pero lo inventaría hasta más no poder.

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Por otro lado, en las hermosas tierras de Italia, donde las propiedades del Orendain, ya hacía el fuera, en el gran balcón de su habitación. Había despertado y sin problemas salió desnudo a recibir los rayos del sol. El clima era bastante agradable. Sonrió mientras miraba al cielo. Ellos venían.

-Letizia, tendremos visita. Sera mejor que nos preparemos.- Le aviso, Branko estaba emocionado por querer que todo comenzará.

Narkissa apretó los labios, ella debía retenerlo, era una orden directa de su padre, cuidarlo. Pero Hana era su imprimación y Vladimir no era el mismo.-De acuerdo.-Dijo mientras salía de la habitación-Solo tomaré mi abrigo, Renji debe venir en camino, Olenka ya debió haberle llamado y, creo que deberia hablarle a nuestro padre, si llegan antes que nosotros...-Debían estar informados.-¿Q-Quieres que hable con él o prefieres hacerlo tu?-Le miró, su corazón estaba acelerado, Vladimir siempre había sido más tranquilo y ahora, tenía otra mirada, otra presencia.

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Svetlana se sentó en la silla, debía salir de allí. Conocía a Rasputín, él no era un hombre fácil, nunca se cansaba hasta obtener lo que buscaba y en ese momento la quería a ella, no podría poner en riesgo lo que había en aquel museo, ni tampoco que se enterara de Oleg Yasikov. De alguna manera sentía que debía protegerlos, que aun no era el tiempo pero ¿el tiempo para que? Se suponía que ella había sido una lycan que había casi muerto en un accidente y Rasputín la había salvado, toda su familia, hijos, esposo, padre, madre, todos habían fallecido y ahora ella estaba sola en la vida. Lo peor era que no recordaba nada de aquella vida entonces ¿como creerle? Sus hijos Darius y Marina habían muerto al igual que su esposo Benjammin, había encontrado una foto, todo parecía real, pero justo en ese momento empezaba a dudarlo.

-Andrej, cierra mi agenda, tengo que salir.-Apagó el comunicador y miró el reloj, ya era tarde, saldría temprano... dejaría a Vasilly encargado aunque... ellos no conocían del todo el museo, sería irresponsable de su parte.

Madeline se topó con el justo antes al cerrar la puerta.

-Señor.-Se inclinó un poco y el hombre la observó.

-¿Como te llamas?

-Madeline-Ella sonrió, era un cliente después de todo, era servicial y amable.-Con su permiso.-Se giró, dejando al hombre observándola por detrás. Suspiró aliviada, había algo en aquella persona que no le gustaba.-Oh..-Se llevó la mano a la nariz, chocando con alguien, estaba tan distraída.-L-Lo siento..-Se disculpó.

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>>Veía la espalda de Kellen, lo miraba en un lugar lleno de piedras azules, luminoso y magico, parecía que de alguna de las piedras lizas se deslizaba un pequeño arroyo que daba a un manantial en medio de aquel lugar, arriba se podía ver más de aquellas piedras azules y lo alto una luz que dejaba entrever los rayos tenues del sol.

-Morirá mucha gente y no podras detenerlo.-Le decía una voz a Kellen, la voz era fuerte y hacia retumbar las piedras, pero su padre jamás bajaba la mirada.

-Lo sé.

-Si pierdes contra ellos no solo no serás rey. Tu y tu clan seran desterrados.

"Letizia"

"Letizia, tendremos visita. Será mejor que..."<<

Letizia abrió los ojos, parpadeó una y otra vez, subió la sabana que medio la cubría y se tapó, la luz del sol molestaba sus ojos. ¿porque había soñado eso? Era la segunda vez que lo soñaba, aun no le decía a Branko...

-No quiero verlos.-Dijo de pronto, algo no andaba bien.

-No. Dije que sólo tu y yo. Renji se encargará de protegerlos aquí a todos.- Dijo con sequedad. Vladimir estaba enojado, asustado, furioso, irritado, todo al mismo tiempo, sólo pensaba en recuperar a Hana, sólo quería que ella estuviera a su lado. Negó con la cabeza.- No es necesario, él nos espera.- Dicho eso, dejo atrás a Narkissa porque iría a ka habitación que perteneció a Hana por un tiempo. Necesitaba sentirla, necesitaba la seguridad que su esencia podía brindarle. La encontraría, sin importar cuantos murieran en el camino.

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Vasilliy se apresuro de alguna manera. Su piel se erizaba en un enojo anormal, no podía recordar porque ese olor le daba un mal sabor de boca. Gruño y ya estaba donde Made y bueno, la sujeto pero no por eso la miro, observaba su al rededor, intentando encontrarlo.- ¿Donde esta nuestra señora?- Si, tenía un mal presentimiento.

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Arqueó una ceja cuando la escucho. Camino hacía ella y sonrió apoyándose en el marco de la entrada del balcón.- ¿Estas segura Diosa?- Rió encantado de verla tan mimada, era su reina después de todo.- Claro que quieres verlos, claro, a menos que apruebes una guerra entre clanes...- Se acerco a la cama y se sentó ara jalar la sabanas.- Cys lo notará y vendrá a buscarte... anda, levanta es bonito culito y demonos un baño juntos.

Bajo a la sala, donde Olenka le entregaba un poco de té.

-Calmese señorita Narkissa, esto saldra bien. Su hermano es poderoso, no se derrumbara.-Narkissa asintió, su hermano estaba tan herido, lo sentía, si él sabía lo que ella habia visto la odiaría por no decirselo antes, pero no podía, un video así solo desataría la ira irracional de Vladimir y eso traería destrucción y muerte para el pais, ella no podía permitir que su familia fuera expuesta de ese modo. Apretó el pequeño disco en el bolso de su gran abrigo blanco de peluche y tomó el té con la mano temblorosa ¿que iba a hacer si Vladimir la descubría?

++

-Estoy aquí.-Svetlana cerró su oficina, miraba a Vasilly y a Madeline fijamente.-Yo tengo que retirarme.-Bajo la mirada y luego la levantó.-Ha surgido un asunto que tengo que atender, le pediré a alguien que cierre temprano, los visitantes lo entenderan, nos disculparemos con ellos y asumiré la responsabilidad. Ustedes pueden irse a casa, mañana seguiremos con el entrenamiento.-Sonrió y no dudo en empezar a avanzar hasta que lo recordó.-Madeline...

-¿S-Si?-Preguntó sin saber lo que pasaba, al parecer todo tenía que ver con ese tal Rasputín.

-Las...-la morena pensó lo que diría, jugo con el botón de su abrigo y luego se giró.-Las flores, ponlas en mi oficina y... ponles agua porfavor.-Dicho eso volvió a caminar.

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Letizia se enroscó más y habló aun pegada a la almohada.-Son lideres licantropos.-Le dijo.-Nunca he manejado a... bueno...-hundió su rostro en el almohadon.-todos tienen más experiencia que yo en esto... son... ellos mmm... seré como una cría para ellos.-Frunció el ceño aun en esa posición.-No es que tenga miedo.-Reaccionó aunque la verdad tenía un poco de miedo, despues de todo ella nunca había fungido su papel como lider, solo había entranado con Khato, Creta, Adras y Branko, no sabía como era enfrentar a tantos lobos, a lideres poderosos ¿la adoraban? Bueno, Branko la adoraba era su prometido así que era su obligación adorarla, Cys también la seguía, era su hermano así que... también era su obligación, ¿pero los de otros clanes? ¿Como pensaban seguirla?

Estaba en medio de la habitación en la que Hana durmió por algunos días mientras intentaban pasarla bien, pasear y conocerse mejor, dar rienda suelta al amor que creía día a día entre ellos. Cerro sus ojos mientras inhalaba profundamente. Era maravilloso recordar su sonrisa, su mirada, la forma en la que le llamaba, las mil veces que dejara aquel "san" o "kun", no lo recordaba del todo.

-Voy a recuperarte mi amor, te juro que te tendré a mi lado de nuevo...- Su esencia se volvió oscura, Vladimir estaba muy molesta.- Are trizas al maldito que se atrevió a robarte de mi lado...

Dicho eso, salió con cierta violencia de la habitación. Estar ahí era hermoso pero también era torturarse porque no la tenía a su lado. Nunca había estado en esa habitación, jamas se atrevió a entrar sin su permiso y no pudo aprovecharlo porque su ira aumentaba de solo recordar que no la tenía a su lado.

Camino por el pasillo a zancadas para mirar a su hermana bebiendo aquel té.- Apresúrate Narkissa, no quiero perder más tiempo.- Dijo algo seco y no la espero, camino en dirección a la salida Vlasdimir no llevaba nada, ni un abrigo, sólo la ropa que le habían puesto pues no le importaba si no tenía nada, podía comprarse lo que el quisiera, después de todo era un Yasikov.

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El moreno quiso detener a Svetlana pero no lo hizo, no podía acompañarla, por el momento no le correspondía pues ella aun no lo recordaba del todo. Frunció el ceño y la vio desaparecer de aquel lugar. Miro a su pequeña chica.- ¿Qué fue lo que paso? ¿Quien a venido a buscarla?- Dijo con calma, sin mostrarse su enojo a ella, su amada Made.

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-...-Branko suspiro y negó con la cabeza.- Bien, si eso es lo crees.- Se puso de pie y se alejo para ella.- Que comience la guerra.- Avanzó para entrar al baño, sabia que Let reaccionaría, ella no era una cobarde, todo lo contrario y si no se levantaba lo haría cuando comenzará a pelear con Cys porque querría protegerlos a ambos y ahí se mostraría como la Diosa, pues ella era una líder nata, sabría majar a los rusos y por supuesto a ese cabrón francés, tenía que cuidarla de él era lo unico que sabía.

Olenka observó a Vladimir y saludo con una ligera inclinación.

-Gracias por el té, Olenka.-No había podido beber mucho a decir verdad.-Te veré luego avisa a Sergey y Lulú cuando lleguen.-Corrió un poco para alcanzar a su hermano, tembló de solo verlo, a pesar de estar acostumbrados al frio y de que su cuerpo fuese más caliente, siendo humanos eran más vulnerables. Aunque eso a Vlad no le importaba en ese instante.-¿Tu manejaras?-Preguntó, tenían choferes y ella prefería que alguien los llevara, Vladimir... no sabía que locura cometería.-Dejame pedir uno.-Avanzó siguiendo o intentando seguir su ritmo.

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Madeline asintió a sus ordenes y luego se giró a Vasilliy.

-Es... un hombre extraño, no me da buena espina.-Admitió.-creo que les escuche llamarlo Rasputín-Levantó su mirada a él mientras avanzaban a donde ella había guardado las flores.

-Madeline, Vasilliy ¿verdad? -Andrej se levantaba.-Cerraremos el museo pronto, si tienen cosas dense prisa.-Sonrió la chica pasando de largo, acomodando los últimos detalles.

-Gracias.-Dijo la chica volviéndose a su novio de nuevo.-mmm ¿le conoces? -preguntó refiriéndose por supuesto a Rasputín.

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Letizia se hizo un ovillo más pequeño cuando escuchó eso de Branko. Para él era tan fácil decirlo ¿que comience la guerra? Frunció su ceño y se acostó de lado pero aun cubriéndose de pies a cabeza. ¿Porque le entraban esos miedos en ese momento? Hasta ahora, nunca había visto la guerra tan real, nunca había sido entrenado como diosa sino hasta Adras, sabía sus funciones, conocía los mandatos, los había estudiado y muchos de ellos vivido en carne propia. Pero nadie le había enseñado a tratar diplomaticamente a los lideres lycantropos, los lycans eran razas duras y difíciles de persuadir, lo sabía porque cuando era pequeña Kellen llegaba cansado de "discusiones con lobos" al ser el lider de los imperios, los Orendain no era la única raza con la que trataba. Además, Branko no decía enserio lo de la guerra ¿o sí?-...-Bufó, volteándose del otro lado y cerrando los ojos de nuevo, no se sentía lista.

El castaño se detuvo cuando su hermana le alcanzo y le pidió aquello. La miro fijamente. Tenia el ceño fruncido pero con solo verla sentía calam, joder, sólo esa encantadora niña podía darle paz en un momento tan jodidamente estresante. Se acercó a ella y tomo una de sus manos. Se inclino lo suficiente para quedar a su altura y le tomo la mejilla mirándola fijamente a los ojos. Par al amor que sentía por Narkissa, era mucho más intenso su enojo, odio y deseos de matar.

-Escucharme Nark. No me pidas que este calmado, no me digas que hacer ni tampoco dudes de lo que ordene. Se lo que hago, se lo que tengo que hacer. Se que no estoy bien. Maldición ¡Es mi Hana! Estoy destrozado. La necesito a mi lado, tengo que recuperarla antes que no pueda más con todo esto.

Bajo la mirada, soltó a su hermana y se puso de pie para seguir avanzando porque no debían perder tiempo.- Vamos. Tenemos que encontrar a Renji, Sergey y Lulú quizá nos alcancén- Dicho eso continuo adelante, le tendió la mano para que lo alcanzara y termino por darle gusto pues dejaría que Petrov condujera, el mas joven de los choferes y por ende él más veloz, no por nada era el corredor más veloz de "Formula uno" y por supuesto "La Nascar".

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La piel se le erizo cuando la escucho decir ese nombre. Fue impactante pues solo escucharlo le hizo recordar lo que alguna vez olvido o bueno, lo que su señora le había hecho olvidar. Frunció el ceño. Tuvo deseos de tras de él, buscarlo y despellejar su cuello, destrozar su cuerpo y tirarlo al vacío porque ningún lobo querría comer su asquerosa carne.

"No hagas nada cuando lo recuerdes Vasilliy, ya todo estará en mis manos. Jamas dudes de mi palabra"

Sujeto a Madeline con cierta fuerza aferrándose a ella como si solo ella pudiera detenerlo. Ignoro al chico que les anunciaba que cerrarían el museo y cerro sus ojos ocultos en las gafas.

-Te lo diré cuando estemos en la habitación.- Le aclaro antes de que le preguntara algo más. No era el lugar ni el momento.

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El Orendain se bañaba con calma mientras pensaba que seguía del plan. Alemania ya estaba con ellos, Rusia y Francia estaban en camino ¿Qué más necesitarían? Sonrió mientras el agua quitaba el jabón de su cuerpo y largo cabello.

-Inglaterra.-Murmuro y sóbrio com malicia. Esos seres no eram fieles de su Let, pero seriam de gran ayuda, después de todo, sus seres queridos estaban involucrados em sus juegos.

"Letizia ven, no puedes hacer esperar al Rey de Francia y mucho menos al líder de la mafia más temida del mundo. Ellos desean conocerte y por suposto, matarnos a a mi y a Cys si realmente somos culpables" rio y solo dejo ese mensaje para su reina. Ella no debía tener, porque la protegería, se lo prometio al pedirle compromiso, estaría para ella en todo momento.

Narkissa apretó sus labios al escucharlo, asintió a lo que decía. Él tenía razón pero no podía evitar protegerlos, un lycan herido era impredecible y lo menos que quería era poner la vida de Vladimir en peligro, suficiente tenían con la desaparición de Hana.-Gracias.-Le dijo al ver como aquel chofer acercaba el auto en el que se irían.

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Svetlana había salido al exterior, se había recargado a su auto mientras respiraba y la cabeza le daba vueltas.

-¿Que esta pasando?-Susurró llevando sus manos a su cabeza, las imagenes se repetían una tras otra mientras intentaba con todo su esfuerzo recordar los nombres de aquellos rostros.-Se ató el cinto y arrancó en un rápido movimiento, debía salir de allí antes de que Rasputín empezara a sospechar, él era un ser malvado, un ser lleno de avaricia y deseo y lujuría. Siempre se había preguntado cuanto tiempo duraría esperandola, ahora sabía que a él se le había agotado la paciencia e intentaría bajo cualquier medio hacerla suya.

No tardó mucho en llegar a su apartamento, Svetlana se sentía cada vez peor, la frase que Oleg le había dejado en la nota sonaba en su cabeza.

-Basta...-Susurró, cerrando los ojos recargandos a una pared.-B-Basta...

-¿Basta?-Ella abrió los ojos de par en par.

-Rasputín.-Frunció su ceño al verlo.-¿Que haces aquí?-Eso no pintaba nada bien.

-Vengo por lo que es mio, mi amor.-Susurró, sus ojos desbordaban pasión, deseo y lujuría, la morena solo sintió repulsión.

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-Vale, solo iré por mi abrigo.-Entró a la oficina donde habían entrado la primera vez y tomó su gabardina café, fuera haría un frio terrible, estaba segura.-Estoy lista-Le sonrió avanzando a su lado y tomandole la mano por inercia.

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Abrió los ojos, casí podía sentir su mensaje en sus oidos pero.

-No temo que no me protegas.-Susurró.-Pero no me protegerás todo el tiempo... se supone que yo debo, protegerlos a ustedes.-Se quitó las sabanas y se levantó, tapándose con ellas para avanzar al balcón. Sus ojos se cerraron lentamente mientras escuchaba el agua del baño de Branko caer. Branko era su todo, pero ella aun debía incrementar su fuerza, era interesante, era más fuerte que antes, más valiente y segura, pero aun faltaba pasar algunas pruebas más.

Un precioso automóvil se acercaba a ellos, no era nada parecido a lo que él chico de ojos bicolor, cabello oscuro y altura promedio conducía, pero cualquier objeto sobre cuatro llantas y un volante era como comer una manzana a medio día.

Vladimir se detuvo a orillas de la entrada manteniendo a su lado a su hermana. El auto se detuvo justo delante de ellos veloz,, seguro de sus movimientos, el chico bajo y en seguida fue donde sus señor y señorita para abrirles las puertas.

-Aeropuerto, sin pausas, Petrov.

-Si, señor.- Respondió el chico sin ninguna duda, podía percibir la fuerza del lycan, jamas lo había visto ni sentido de esa forma, muchos suponían que algún día verían al futuro líder tan enojado como Oleg, cuando Svetlana había desaparecido... No esperaba sentir tanto cómo aquello. Apenas subieron los dos, se apresuro a subir al volante para arrancar a toda velocidad.

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El moreno no sonrió en ni ningún momento, tenía la mirada afilada, no despreció a su amada, jamas lo haría, aun cuando sabía que su señora estaba en peligro.

-No es nada bueno, Madeline.- Murmuro mientras salían del lugar, un auto los esperaba fuera, los llevarían al hotel donde podrían conversar con más detenimiento necesitaba calma... mucha calma.

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-¿Cómo se suponen, dices?- Hablo, porque pese a su lejanía podían conversar, eran tan unidos, no por nada su destino era estar juntos hasta que la muerte los separará.- Ya nada será como se supone Letizia, no cuando me elegiste... ¿Recuerdas lo que soy?... Entiéndelo Diosa, nada sera como se supone...- Levanto la mirada y dejo que el agua mojara su rostro.- Ninguna otra logrará lo que harás cuando todos estemos reunidos...- Sonrió.- ¿Has escuchado de los Dioses...?- Bufó una risa y negó con la cabeza.- Sera fantástico... excitante...- Murmuró con la mirada intensa, emocionado por la gran guerra que se avecinaba.

Narkissa había entrado al auto inmediatamente, debían alcanzar a su padre y al padre de Hana, ni que decir de Björn, ese hombre tan.... irritante. Sentía la presión de su hermano, su desesperación... no podía ayudarlo, no ahora que sabía lo que le habían hecho a Hana, quería llorar por ello, un sentido de urgencia la invadió, ¡Hana era solo una humana! ¿Que le podrían hacer? Estaría muy lastimada. El conductor iba rápido, sus dedos se aferraron al cinto de segudirad, dentro de su abrigo estaba aun el disco con el horrible video, no podía enseñarselo a Vladimir... era peligroso.

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Estas diciendo tonterias.-Svetlana lo empujó, pasando de largo para caminar a la cocina, Rasputín nunca había sido tan insistente, tendría que cansarse o por lo menos eso era lo que ella deseaba.-Vete de este lugar, teniamos un trato.

-Lo teniamos, antes de saber que alguien te enviaba flores.-La morena sintió un escalofrio ligero ¿como sabía él que le habían enviado flore? -Se más de lo que tu puedes imaginar, escapar de mi no es tan fácil. Cuido lo que es mio.

-No soy tuya.-Le dijo de pronto, avanzando con un cuchillo de cocina y acercandose como si estuviera a punto de cortarle la traquea.

-Lo seras.

-La mujer murió con mi familia, lo sabes.-Bajo el arma blanca-Ahora, largate.-Svetlana se alejó, no estaba dispuesta a darle más pistas, aunque se sentía mareada. Algo le decía que no sería tan fácil, que en ese momento se estaba enfretando a un hombre peligroso, al dueño de todo un imperio.

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La chica de cabellos caramelo asintió y salió fuera, subiendose al auto en cuanto abrieron "¡brr!" hacia frio.-Entonces...-Le dijo tomando las manos de él y soplando en ellas, como si quisiera calentarlo.-¿Que pasa? ¿Quien ese ese hombre?


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Se giró a ver la puerta del baño y suspiró, mordiendo sus labios en un ligero puchero. Era su responsabilidad pero... bueno, ¿podría hacerlo? En ocasiones era más facil negar una ealidad, intentar no pensar, pero ella era la diosa, había pasdo muchas cosas, cosas que aun dolían y cosas que ella ya estaba dispuesta a perdonar. No podía dar marcha atrás, no en ese momento, pero era tan dificil "Mamá, Papá ¿Como lo resolverían ustedes? ¿Como podré enfrentarme a esto sola?" "Pero no estas sola cariño. Tienes a Branko" Susurró otra vocesilla en su cabeza.-No será fácil.-Dijo cerrando sus ojos y pegando su frente a la puerta del baño, pues había llegado allí.

Vladimir miraba fijamente hacia adelante. Sujetaba con fuerza uno de sus brazos, no era consciente del daño que se estaba haciendo pero ¡Joder! Eso no importaba, lo hacía a propósito porque su pecho era una jodida muerda, dolía y seguro que verlo sería terrible. Su respiración era hasta cierto punto agitada pero no permitiría que Narkissa lo notara, no iba a dejar que ella se interpusiera porque la conocía, se preocuparía y haría hasta lo imposible para regresarlo a casa. Gruño furioso. Petrov esquivaba cualquier obstáculo frente a él y los semáforos eran solo una decoración para él. Amaba la velocidad.

Percibió el pánico en su hermana, era imposible ignorarla, después de todo, él, junto con su hermano y padre cuidaron de ella desde pequeña, desde que...

-¿Qué pasa? ¿No confías en mí?- Gruñó desesperado, por alguna razón, esa expresión en el rostro de su hermana lo destrozaba ¿es que no creía en que iba recuperar a Hana? Ella... Abrió sus ojos enormes y los frunció, tomando con fuerza la muñeca de su chica más consentida, Vladimiro la lastimaba en su desesperación
-¿Qué has visto? ¡¿QUÉ HAS VISTO NARKISSA?!

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Vasilliy necesitaba enfriar sus pensamientos. Estaba recordando algunas cosas, cosas importantes que su señora le obligó a olvidar hasta ese momento ¿qué hacía ella con Rasputín? ¿Qué hacía él en ese lugar? No podía responderse ninguna de las preguntas, mucho menos cuando ella, su Madeline intentaba calmarlo con esos mimos. Volteo para mirarla fijamente... Si, ella siempre tuvo ese efecto en él. Cuando estaba asustado, molesto o confundido iba donde ella, la miraba dormir, jugaba con ella o simplemente la miraba en secreto y todo se le olvidabas. Por eso disfrutaba de su compañía y hasta entonces entendió la verdad, ella era su destino.

-Ese hombre fue alguna vez el mejor amigo de Nuestro señor y por ende, su mano derecha....- Ahora entendía porque había desaparecido justo cuando Oleg lo necesitaba, él lo había planeado todo pero...-... Nikolay...- Murmuro, lo que habían sospechado por todos esos años había sido falso, todo el trabajo del mediano de los Yasikov había sido en vano.

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Branko enjuagaba su cuerpo con calma, daba la dedicación que debía, porque si, era un hombre vanidoso hasta cierto punto, sabía que era muy apuesto y que con solo una mirada podía tener a cualquiera a sus pies, no era nada modesto en ese aspecto, lo aprovechaba y gracias a ello tenía el poder que tanto deseaba o al menos ya era algo.

Sonrió mientras sus manos tocaban su abdomen, podía percibir las cicatrices que su cuerpo ocultaba, Nerys y Leone no fueron idiotas, sabían que marcar y que no, Nerys lo negaría toda su vida pero él sabía que ella en verdad lo amo alguna vez... Incluso más que a Leone, ese brujo hijo de puta.

-Mis maestros...- murmuro y miro las serpientes en sus manos, ya no funcionaban como antes, mucho menos la mariposa en su espalda pero serían el recuerdo de sus pecados y por supuesto, su victoria.- Yo lo aré fácil para ti.- Le respondió a Letizia cuando ya estaba cerca del baño. No dijo más, ella entraría si quería, después de todo, ellos ya pisaban su tierra.

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El avión había aterrizado. Después de algunas horas de viaje habían llegado a la tierra italiana, Oleg no dejó de escuchar las palabras de su nuevo socio. Björn no era molesto en lo absoluto, más bien, daba honor a su edad, que aunque hablaba como un hombre verde, tenía razón y subsiga bastante, más de lo que imagino sobre la Diosa y todo cuanto la rodeaba, era bastante viejo después de todo, una generación que con fuerza logró mantener a su líder por décadas, quizá siglos. Entonces entendió que unirse con él sería una gran ventaja, no sólo para su negocio, también para su linaje. Por otro lado estaba Luke, un hombre con agallas, tantas como las de su padre o quzá muchas más. En ese viaje no tuvo mucha oportunidad de interactuar con él, pero eso no le correspondía, su hijo mayor se encargaría de ello.

Por otro lado, Nikolay no espero, apenas pudieron abrir la puerta del avión bajo como alma que lleva el diablo. Se comportaba un tanto apático pues su padre le estaba ocultando información, eso nunca había sucedido ¿por qué ahora? No le gustaba y estar cerca de él no era buena idea, nunca había sentido tanto recelo contra él, sin embargo no se daba cuenta que todo aquella era porque su madre estaba tan cerca de él... La noticia no sería del todo buena cuando supiera la verdad.