Oleg y Svetlana: La primera vez que te vi

Observo detalladamente cada expresión de la pelinegra. Quiso reir porque por alguna razón supuso que ella pensó que de saber su sorrpesa se hubiera vestido aun más hermosa pero ¿Para que la ropa si no la iban a necesitar del todo? Se había acomodado de tal manera que puso tras su nuca sus manos como si fueran almohadas para seguir disfrutando de la ternura e inclusive inocencia de Narkissa.

Recordo lo que ella decía. Ciertamente no soportaba que le tocaran, nadie que él no permitiera por supuesto y eran muy pocos ¡Demasiado pocos! los que podían acercarse y Narkissa... bueno, con ella fue completamente diferente, ahora élq uería que ella le tocara, necesitaba que lo hiciera, era un extraña sensación pero no iba a admitirlo, no aún.

-Comprueba si aun me parece desagradable.- Le reto pemitiendole tocar cuando ellla quisiera, inclusive cerro los ojos y mantuvo su sonrisita. Inhalo profundamnte, el olor era agrdable ¡Natural! repleto de petalos y sobre todo ese toque a uva, jugoza uva.

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-Björn, basta- Fue el Ruso quien miro a su buen aliado o algo así y se acerco a é, para detener sus palbras.- Basta, tu no meres rebajarte a tal clase de Diosa.- La miro con despresio, ganandose no sólo la mirada del dragón, también la del lobo Orendain y el Jaeger.- ¿quieres nuestro respeto, quieres que confiemos en ti?.- Bufó una risa.- Ganatelo niña y hazlo por tu cuenta, ni él, ni muchomenos ellos...- Se refirió a los demás.- Van a ganarse lo que por "derecho" debes tener. Honra a tus padres si tando dices amarlos, inclusive honraras a los padres del mosntruo al que decidiste entregarle tu corazón.

Branko entonces gruño pero se mantuvo en silencio mientras mantenía una suave sonrisa. Poco le preocupo qyue se negaran a que él dirigiera, sabía que sería de esa forma pero bueno, si querían salvar a su niña tendrían que obedecerle. Miro a Letizia de reojo, quería acompañarla, sabía que estaba dolida, que le habían abierto heridas muy,muy profundas pero ella tenpía que ser fuerte y soportar eso y cosas aun peores.

-Señores, se que no estan muy convencidos de que este al mando de esto pero les aseguro...- Bufó una risa, ellos no le iban a creer de ninguna manera pero, no imporataba, iban a respetar a Letizia sin o con él, Cys sería la clave o algo parecido,. quizá. Rió.- Nada, no les prometere nada. Lo mejor que pueden hacer es controlar al joven Vladimir, no arruinará los planes por su poco control ¿Verdad? Regresen a su hogar y pronto recibiran noticias que se que desearan escuchar. Cys, tu tienes algo importante que hacer...- Miro a los dos más viejos y sonrió.- ¿Qué? ¿Acaso no hay algo importante que tiene que hacer?- Y sonrió de más a Oleg, porque no sólo era su hijo mayor, se trataba de su esposa, seguro querría ir a verla.

Narkissa lamió sus labios secos, quitandose el gorrito que usaba y el único guante blanco que tenía, quería sentirlo con las yemas de sus dedos desnudas.-...-No había visto jamás algo como Carsten, con el cabello blanco como la nieve y los ojos violeta magico, porque no eran violetas como los de ella, ni tampoco vino ni azul... era diferente, de otro mundo.-Eres suave...-le dijo, ella solo habia estdo con un chico. Se detuvo... bajo la mirada, tal vez ella no tenía derecho de tocar a Carsten, ella seguía siendo virgen pero alguien ya la había besado antes, había tocado su piel desnuda. Sintió su corazón romperse por eso... ¿Era repulsiva tal vez? No sabía que haría ella si Carsten hubiera sido tocado por alguien más, unos celos terribles la inundaron ¿celos? Ella no era celosa, ella... ella querría matar a cualquiera que lo hubiese tocado.-Perdoname... por no haberte conocido antes.-Susurró.

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-La verdad es que no tengo nada que hacer.-Dijo Björn.-Es la primera vez qu visito los territorios Orendain desde.. bueno, desde tu abuelo.-El peliplata miro a Branko y luego miró a Letizia.-Si es que a la diosa no le molesta que visite Italia.. ¿o es que el ultimo Orendian no quiere que un "aliado" visite sus tierras?

Adras gruñó.

Letizia se giró a ver a Björn

-No querras estar en la tierra de una diosa pagana, podras contaminar tu pulcro hocico.-Inclinó un poco la cabeza.-Fue una experiencia reconfortante, tener su visita.-Se giró, porque no podía estar más allí, hablaría luego con Cys "No los quiero cerca de mi" Susurró en la mente de Branko y también de Adras, ella había sido un fiasco, una burla, un desperdicio.

Sólo sonrió ante el comnetario de Narkissa. No tenía absolutamente nada que decir, solamente quería disfruar, gozar de su compañía, de la forma en la que le tocara pero ella estaba tardando. Abrió los ojos para verla, parecía extraña ¿Molesta? Frunció un poco el ceño y suspiro.- ¿Qué? ¿Es enserio?- Cuestiono y la miro fijamente, aun sin apartar sus manos de su nuca.- ¿Te atreves a pensar en otro cuando estas conmigo?- Negó con la cabeza y desvió la mirada.- Entonces sera a mi manera.- Dicho eso, cambio las cosas, ahora él estaba sobre ella a orcajadas y le sonrió.- Yo también lo hice ¿Sabes?- Comentó, ciertamente había tocado a alguien más, a una chica que aunque abrazo termino por matar con sus propias manos.- Pero ahora sólo quiero que me hagas olvidar todo eso ¿Es dificil de entender?- Gruño y se inclino tanto como pudo, acercandose al rostro de la merena, apoyando sus manos a los costados de la cabza de la rusa.- Yo voy a limpiarte porque estas sucia...- sonrió de lado y le dio un besito, solo no quería que ella pensara en alguien más.

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Oleg suspiro y se aparto del francés. No dijo más, simplememte comenzó a avanzar para salir de aquel lugar porque él si tenía algo importante que hacer, ponerse en contacto con sus hijos y sobre todo, con Vasilly quien tenía un muy importante encargo, además, aun tenía que hablar con Danya, ella esperaba a su hijo y tenía mil cosas que atender antes de alejarse del todo por estar en aquel lugar, algo le decía que en verdad haría algo junto a todos esos lycans.

Cys miraba a Björn con intriga, quería preguntarle algo, era extraño pero no sabía de que se trataba exactamente. Desvió la mirada, pens+o que lo mejor era retirarse también, después de todo Letizia parecia muy incomoda, herida, se sentía extraño porque no hizo nada para ayudarla.

-Espera aquí Cys, aun tengo que pedirte algo y tú...- Miro a Adras.- Quedate con Cys, también hay algo importante.- Y sonrió con él a diferencia de Cys porque sabía que lo que le pediría a el dragón no sería de su agrado, en lo absoluto.- Björn por ahora, evita habitar lo que no es tuyo.- Le aconsejo y dio media vuelta para ir con Letizia, sabía que lo estaba pasando mal, haría algo para confortarla.

-N-No me refería a eso... yo...¡Carsten!-Se sorprendió, Carsten decía cosas que hacian que se sonrojara, cosas que no esperaba. Apretó los labios y le miró como una niña pequeña y mimada, recibiendo un regaño que a la vez significaba algo bueno.-No quiero que otra mujer te toque.-Le dijo luego de recibir el beso de él, era tan dulce... le gustaba que Carsten fuese así, que la mimara así a ella.-Tu eres el único... que me hace sentir así.-Estaba con las piernas un poco flexionadas, la posición de él sobre ella, no era la primera vez que pasaba.-Estas usando Hugo Boss?-Sonrió encandilada por Carsten, Narkissa estaba conmovida, era como un sueño.-Me inspiras Cars...-Suspiró, sus manos subieron a su rostro, dudaron en bajar a su pecho pero poco a poco lo hicieron, sus dedos temblaban, era ridiculo, no sabía como empezar ¡ella! Narkissa Yasikov.

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Adras miró a Letizia y luego frunció el ceño.

-Imbecil.-Le dijo mientras caminaba hacia un Björn divertido por la situación.

-Bien, entonces que así sea.-Dijo el peliplata, haciendo una exagerada y burlona reverencia que Letizia pudo ver de reojo con claridad. -Adios dragon.-Le dijo-Primor.-Levantó una mano y luego se giró hacia la salida, Luke y Nikolay no habían llegado, lo cual le intrigaba de cierta manera.

-Pasemos a otra sala.-Dijo Adras una vez que Björn se hubiese marchado.-Este lugar no es apropiado.-Pues las cosas no había funcionado como querían.

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Letizia había intentado ser fuerte, lo suficientemente para alcanzar a salir de los palacios. ¿A donde iba? No sabía, solo quería salir de allí, se estaba aficciando entre los recuerdos y lo dicho y no dicho por los lobos de rusia y francia. Suspiró, realmente a veces deseaba no ser la reencarnación de una diosa, ¿que hubiese pasado si...? "Si Branko no los hubiera matado" Sonrió un poco, había llegado a unos enormes jardines, la primera vez que conoció a Branko, cuando se habían peleado, cuando le había dicho niña fea. ¿y que tal si él se hubiese quedado con ella? ¿Y que tal si él no hubiese sentido algo por Nerys? ¿Que si desde un principio Nerys jamás hubiera aparecido en sus caminos?

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Madeline se había sorprendido mucho por la acción de la Señora Svetlana, había sido peligroso.

-¡T-Ten cuidado!-Dijo cuando la pelinegra se removió con fuerza, los ojos de la Yasikov estaban perdidos, no tenía consciencia de sí.-Hay algo... algo que la lastima-Continuó Madeline.-Allí...-señaló-En su cuello, debemos quitarselo...-Svetlana sufría y en su sufrir despertba a la bestia.

-Ni yo quiero que otra mujer me toque, es repugnante el sólo pensarlo, tampoco quiero que otro hombre te toque ¡ninguno!- Esclamo con el ceño fruncido porque Carsten sería celoso inclusive con el padre de su chica, así de simple, porque él era completamente posesivo, muchas veces se molesto, cuando era pequeño, de ver cómo su madre y padre mimaban a Devaney y Dim. Había entendido que papá y mamá no podían ser de él porque ellos se pertenecían pero ¿sus hermanos! ¡Si! Ellos si que podían ser suyos. Odiaba a la novia que Dimitri, esa zorra se las iba a pagar porque lo había besado delante de él, le haría sufrir a la perra y Deimon también iba a sufrir porque solo fijarse en su Devaney... De solo imaginarlo le cabreaba.... Y así sería con su Narkissa, ni sus hermanos, no su padre, sólo él podía tocarla con las mil y un intensiones que podrían existir.

Asintió con la cabeza, correspondía a los sentimientos de Narkissa, ciertamente ella lo hacía sentir diferente, con deseos de algo más que solo hacer sufrir al mundo, era tan distinto con ella porque a la Yasikov quería hacerla Feliz, quería verla sonreír siempre a causa de él y sus acciones y lo iba a conseguir.-Narkissa.- La llamo mientras llevaba su mano hasta donde el pecho de la morena, no con la intención de tocar su seno —al menos no aún— posicionó la Palma donde el corazón y cerró los ojos un segundo, mientras ella comenzaba a tocarle.- Quizá lo use, quizá no.- Dijo divertido y sin más su mano brillo un poco porque haría con ella lo que jamás hizo con otro ser, dejo que ella en verdad sintiera lo que ella provocaba, como con solo mirarla su corazón se acongojaba, se emocionaba y anhelaba latir aún más por ella.

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Oleg no se despidió de nadie, simplemente dejo de verlos a todos mostrando su espalda para avanzar junto al pleiplata. Pensaba un poco en la situación, pensó en la jovencita y suspiro, era solo una cría que se responsabilizaba por toda la mierda que había hecho su prometido, no lo entendía y no pretendía entenderlo en ese momento, no le interesaría la Italiana hasta que en verdad logrará superar lo que su padre alguna vez hizo por su pueblo, por su familia, inclusive por él mismo ¿ella lo lograría? Había tomado el camino peligroso, porque elegía un destino completamente a las anteriores reencarnaciones.

-Algo grande nos espera Björn.- Bufo una risa justo cuando salieron a los enormes jardines, dirigiéndose a la salida de las propiedades de la poderosa raza.- Bien lo dijo Franko Orendain "Él será una revolución".- Recordó aquella única reunión con ese poderoso hombre, Branko no tenía absolutamente nada de ese líder, Franko y su esposa eran La Paz en persona, poderosos lycan que siempre fueron puros, leales, salvajes en el momento preciso al igual que justos.- ¿será que los jóvenes ya no darán importancia a las tradiciones?- Cuestionó y sonrió ¿qué haría su hijo Vladimir cuando subiera a su puesto? ¿Qué sería de la joven Hana cuando tuviera que enfrentarse a su mujer? Miro de reojo a él francés y sonrió de lado, él había hablado demasiado ¿algo le habría ofendido frente a esa parejilla?

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-¿qué significa todo esto Adras?- Cuestionó a, dragón mientras lo seguía para ir a otra habitación donde esperarían a Branko. Tenía los puños apretados, no podía sacarse de la cabeza a Björn, la forma en la que desprecio a los suyos y como por alguna extraña razón le daba un voto de confianza a él.- No he entendido mucho, hablaron de los antiguos líderes, los padres no sólo de Letizia, también de él ¿por qué fueron tan duros con ella?- Sí, Cys sabía que Branko había hecho una atrocidad con su familia y la de ella pero ¿porque lo había hecho? ¿Qué lo obligó a alejarse de todo y convertirse en lo que era en ese momento? Cys necesitaba conocer la historia como todos.

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Branko no necesito apresurarse, sabía a dónde se dirigiría ella, pensó que quizá no querría que él fuera con ella porque pese a todo, a su arrepentimiento momentáneo y su lamento, seguiría odiando ese jardín, ese que su madre cuido con todo su ser y que por más que intentará olvidarlo volvía a la vida. Suspiro y continuó avanzando, podía escuchar el latir de su corazón, inclusive la forma agitada en la que respiraba por el dolor que todas esas palabras le habían causado. Cerró sus ojos y la escucho.

"probablemente no estaríamos aquí" Aseguró sin detenerse "Y no estaríamos juntos. Tú estarías comprometida o ya casa con Duncan y yo, seguro que con alguna chica miembro de los diferentes clanes que han aparecido por aquí." Y era la verdad, porque por mucho que lo pensaran, un guardián jamás podría ser amante de la reina y no cualquier reina, la diosa.

-Además....- dijo estando cerca de ella, bueno, al menos a un par de metros, en aquellos vivos y pacíficos jardines.-... Lo que sentí por Nerys nunca fue verdad y lo sabes. Fui un niño muy estupido, pero no intento justificarlo.- No, porque no se arrepentía de haber vivido con ella algunos años, era su maestra después de todo al igual que Leone pero no por eso tenían su respeto, eso jamás.-

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El moreno aún la sujetaba, joder, había olvidado lo poderosa que era su señora ¡era la líder después de todo! Pero eso no lo iba a detener. Hizo fuerza para regresarla, estaba enfrentándose a ella pero ¡joder! No le haría el daño que su señora ya le había causado, el costado de Vasilliy sangraba. Maldijo en ruso y cómo pudo sujeto ambas manos de sus señora con una sola sobre su cabeza.- Por favor, una Yasikov jamás sede a esas mierdas- Gruño acercando su mano a aquello que estaba en el cuello de su señora.- ¡Una Yasikov jamás sede a esas mierdas!- Le gritaba porque esperaba que entendiera quién era ella, lo lamentaría, seguro, pero no había de otra, tenía que salvarla antes de que se desangrara por completo.- Madeline busca en mi movil y marca a el señor Oleg, lo necesitamos a la de ya.- Solo su voz en realidad, eso seguro ayudaría a tranquilizarla o ¿no?

Se sonrojo al sentirlo, ¿eran sus latidos? Abrió los labios, bajo a ver su pecho y luego a verlo a él.-Es....-Era nuevo y no sabía como responder. Con los otros chicos ella era más espontanea, era más divertida, ella toamaba el control pero... Negó por dentro, no podía no querer tocar a Ashran, no podía mostrarse timida cuando él era tan sincero.-Me gusta...-Le dijo fascinada-Es maravilloso que puedas usar magia...-Su nariz lo olió con un poco de pena en su cuello, bajo lento por sus hombros, los latidos de su corazón cambiaban, se aceleraban igual que los de ella, ¿le gustaría a él lo que vería en ella? No era la más escultural, no tenía senos enormes y sensuales como los de Hana o los ojos de gata de Anubis. Trago respirando agitada... -M-Me gusta saber que soy yo quien provoca esto en ti.

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Adras lo miró de reojo, dejandolo entrar primero a una enorme habitación. Estaban en los castillos Orendain, los castillos que habían sido abandonados, ahora ya no tenían el resplendor que habían tenido antes.

-Existen varias versiones, rumores que se crean despues de un hecho tan atroz como el hace más de 8 años.-El dragon lo invitó a sentarse, despues de eso Cys tendría que elegir que camino tomaría, si era al lado de su diosa lo admiraría, si no... lo entendería.- La historia de la Letizia que conoces tiene un pasado igual de cruel que el tuyo. El día de su presentación como diosa, los tres imperios de brujas más poderosos, liderados por el imperio Copobianco se reunieron en sus palacios, ella iba a ser dada a conocer como la reencarnaciónde Artemisa, la bruja blanca más poderosa de todas. -Se encogió de hombros, él no había estado en cuerpo durante ese suceso, pero aun así en esencia lo había visto todo.-Fue en ese día que sufrimos un golpe de estado.-Adras se recargó al sofa donde estaba- Fue un grupo selecto de brujos blancos y negros así como algunos lycantropos traidores quienes atacaron, mataron a todo cuanto ser vivo encontraran, su objetivo era matar a la joven niña de 16 años, no querían a una Artemisa viva en ese tiempo. Los reyes y los Orendain lucharon codo a codo pero no esperaron que su hijo perdido estuviera entre los enemigos.- Espero alguna reacción de Cys, alguna pregunta y luego continuó.-Tampoco esperaron que la hermana de la reina y el hermano del rey fuesen los lideres del complot. Nadie pudo sobrevivir, Letizia vio morir a sus padres en el lomo de su unico guardían fiel antes de que Creta, su prima borrara su memoria. No es necesario que te repita quien fue el hijo perdido. -Sonrió de lado.-Branko Orendain mató a su padre y luego a su madre, despues con la hermana de la reina en su lomo, mato a Adrina Valenti y poco despues a Kellen Orendain. Él hubiera matado a Nero y Letizia si estos no hubieran escapado, al parecer Björn conoció a Franko y Clarisse Orendain con vida, así como a los reyes Copobianco. ¿Quien querría estar con una diosa que ama a su propio asesino?


Lo escuchó, aun llevaba la ropa emblematica de los Copobianco, los que asendían al trono. Suspiró un poco y su ropa cambió de nuevo, ahora a ese vestido verde que siempre había solido usar.-Supongo que no era el momento de vestir así-No se giró más no por ello ahuyentó a Branko, no podía hacerlo, sería como ahuyentarse a ella misma.-Ellos no confían en mi...-se encogió de hombros.-Y no los obligaré...-se giró para verlo. Branko no tenía la culpa de nada, la culpa la tenía ella, eran las consecuencias de su elección, la mismísima Artemisa se lo había dicho mientras estaba en aquella cueva, uqe lloraría lagrimas de sangre al estar a su lado.-Estoy agotada...-Sonrió apenas-Iré a caminar un rato y luego iré a nuestra alcoba.-Le acarició una mejilla, besando su boca ligeramente.-Esto no va a derrumbarme, lo pasado, pasado es.

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El albino sonrió y enseguida negó con la cabeza, apartando a la morena de él, pegandola contra la cama.- Perdiste tu oportunidad Narkissa, ahora es mi turno.- Dijo con una voz un tanto más grave sujetando ambas manos de la rusa para ponerlas sobre su cabeza y con uso de magía mantenerlas ahí.- Si, la aprovechare al máximo.- Prometio y se inclino para ahora ser él quien olía su cuello. Su cuerpo se estremecía por completo y lamio mientras sus manos se iban a su cintura para comenzar a tocar aun sobre la ropa, iría lentamente, pimero quería conocer o más bien reconocer la figura de su hermosa azabache.

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Cys entro a la habitación y tomo asiento para escuchar la historía que Adras le contaría sobre el pasado de Letizia. En realidad sabía muy poco o bueno, a grandes rasgos había perdido a sus padres a una joven edad, tenían un pasado un tanto parecido porque había decidido no indigar de más por temor a hacerle daño, además, él tampoco le había contado del todo su verdad.

La historía se tornaba tan oscura, un terrible desenlace y no pudo pronunciar ninguna palabra cuando lo concluyo ¿Había sido Branko el actor principal de aquella masacre? Apreto sus puños y frunció el ceño, todo cuadraba, la forma en la que los otros lobos juzgaron a la castaña y cómo incluso se dirigieron al Orendain y él..

Se puso de pie y le dio la espalda al Dragón.- Maldición, Letizia.- Murmuro y se peino el cabello con su mano hacía atrás.-...- Abrió la boca pero no pudo decir nada, no sabía que hacer ¿Confiaría en él? ¿qué si todo era una trampa para hacer el mismo daño a Letizia? Un sin fin de dudas comenzaban a surgir en su cabeza pero... tenía que hablar con LEtizia , ella confiaba en él, inclusive amaba a ese demonio... tenía que escucharla antes de lanzarse como juez contra él.

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Frunció el ceño cuando ella dijo aquello, llevaba puesto ese precioso vestido verde, encantadora con cualquier o sin que le cubriera la piel, la cosa era que ella misma se undía y eso le desagradaba en lo absoluto. La miraba en silencio. Aun con la caricia mantuvo una mirada un tanto dura ¿Se culpaba, de qué? No estaba entendiendo a LEtizia, ella era la Diosa, no debía sentirse culpable por la ignorancía de los otros líderes pero no iba a presionarla más, al menos no aún.- No te alejes ¿Entendido?- Cuestiono orque sabía que ella quería estar sola y aunque no quería hacerlo, tenía que apresurarse y conseguir las piezas faltantes, iba a lograr que LEtizia mirara a todos por sobre su mentón y cada uno de los lycans que pisaran la tierra se arrodillaran frente a ella alabandola.

Negó acariciando su mejilla.

-Estaré cerca.-Le aseguro separándose de él. Para dirigirse a otro lugar, donde no pudiera sentir la esencia de nadie, quería volvera los palacios pero sería peligroso estar sola en los territorios Copobianco sin Branko o Adras a su lado. Miró a lo lejos, la esencia de BjÖrn y Oleg Yasikov se dispersaba, suspiró un tanto aliviada, apretando parte de su falda verde, hacia mucho tiempo que no usaba esa ropa, era tipico en ella usarlo mientras estaba con Nero. Nero... había vivido muchas cosas junto a Nero por dos años antes de encontrar a Branko. La vida había cambiado, ya no estaba Nero ni sus padres, solo estaba Branko a su lado y nada más importaría. ¿Nada más? tal vez no le había llorado a Adriana y Kellen lo suficiente, tal vez no estaría lista nunca más.

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-Pocos saben realmentelo que sucedio ese día, el pueblo Italiano y muchos otros creen que existió corrupción en el gobierno de Kellen Copobianco, pero lo cierto fue que ese golpe de estado había sido planeado desde antes de que Letizia naciera. -Se levanto- Si fuera por mi, mataría a Branko Orendain.. pero lejos de hacerle un bien a Letizia, solo causaría su muerte.-Caminó a la salida.-Si tienes otra duda podras preguntarle a ella... -sonrió de lado antes de irse, lo dejaría solo, él necesitaba pensar y emitir su propio juicio.

Abrió sus ojos de par en par, lo miraba fijamente hasta que pudo sentirlo con claridad sobre su piel tibia, el aliento de Carsten era calido y le hacia cosquillas. Pero también le hacia.sentir otras cosas, una agitación que cubria su cuerpo entero y la estremecia-E-eso no es justo-le dijo intentando moverse, tal vez si..- Car.. mmm..- suspiro y cerró sus ojos, que la tocara despacio era lo mas dulce y lo mas romantico y sensual que habia experimentado. Flexiono una.pierna porque era increible.... aunque su cuerpo no fuers el mas exotico del mundo

Sonrió pero detuvo sus labios sobre su piel, inclusive su mano se detuvo sujtandola con fueza por debajon de la cintura para que ella no se removiera, ella había perdido su oportunidad por lo que él decidía si ella podía o no moverse y por el momento no era necesario.- No nena, no es trampa... o quizá...- Bufó una risa pues si, él era bastante trampoco tanto que apreto un poco su agarre sólo para utilizar su magía y así, aun por sobre la ropa ella sentiría como si le estuviera tocando directamente su suave y blanca piel.- ¿Как? [¡Te gusta?- Cuestiono mirando su rostro, disfrutando por ahora de su piel mientras deslizabasu mano hasta su pierna, esa que había flexionado.

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El Orendain entorno la mirada hacía la castaña. No, no quería dejarla sóla. Suspiro y asintió, no dijo nada, tan sólo dio media vuelta y avanzó alejandose de ella, le daría el tiempo necesario.- Si no regresas al anochecer ire por ti.- Dijo sin detenerse, no iba a darle mucho más de eso, ahora se enfrentaría al Jaeger y el Dragón <<¡Qué haras Cys? ¿Te uniras a nosotros o seguiras a los otros?>> pensó con cierta diversión aunque sin mostrarlo, era momento de moverlo, Cys encontraría la pieza restante para que los aliados estuvieran completos, sabía que a él no le reconocerían como el líder de una familia que él mismo había destruido pero si a su hermano, su querido hermano.

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-Adras, espera...- Dijo cuando estuvo apunto de salir de aquel lugar. Hzo puños sus manos y negó con la cabeza.- Creo que él...- Suspiro y negó con la cabeza <<Necesita otra oportunidad>> pensó porque viera por donde le viera él tenía de alguna manera mucho parecido al Orendain. La muerte, la sangre de inocentes simepre les acompañaria, aun cuando él Italiano parecía tener un corazón de piedra.- Olvidalo, ya no importa.- Dicho eso busco un sofá donde centarse, esperaría al moreno y mientras tanto pensaría bien las cosas. No percibió que el lycan esperaba a el Dragón al otro lado del pasillo, justo un par de habitaciónes lejos de ellos.

Mordio sus labios para evitar hacer un.ruido vergonzoso y tan solo asintio, le gustaba, le fascinaba lo que él le estaba haciendo. Era tan diferente .-Carsten...- suspiro y su pierna cosquilleo.- me gustas mucho...- los ojos de la pelinegra se pbscurecieron, sus.colmillos se asomaron ligeramente en.su boca, estaba disfrutandolo mucho.

-Tu eres el único que emitirá un juicio, los demás también.-Adras le miró de reojo.-Algunos a diferencia de ti, no se torturan arrepintiendose del daño que han hecho.-Sonrió de lado, porque Branko era una obscuridad ansestral que anteriormente ya había matado a la diosa, pero eso tendría que explicarle Letizia, no él.-Es más, disfrutan haberlo hecho.-Se encogio de hombros y salió pues sentía la esencia de Branko. Caminó por los pasillos dejando solo a Cys y encontrandose con el traidor. Branko era de la misma altura, tal vez unos centimetros más bajo que él, pero era obvio pues él era un dragón, un ser más grande en tamaño que un lycantropo.-¿A donde ha ido?-Preguntó por Letizia, esperando la respuesta de él, Letizia en su mente seguía siendo su prioridad, aunque no por ello dejaba de pensar discretamente en la dragona que tenía lejos de allí ¿Que estaría haciendo? Seguramente intentando descifrar el misterio del "himen". Sonrió por un breve instante, apenas perceptible hasta que se dio cuenta que lo hacia y cambió su expresión, mirando al pelinegro.

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-Señor Oleg...-Susurró la peli café.-S-Soy Madeline, es su ... es la señora Svetlana.-Le dijo un tanto alarmada, Svetlana Yasikov se retorcía en la cama, Vasilliy ya tenía arañazos y una herida profunda, ¿que pasaba con ella? Era una loba herida que recuperaría su memoría pedazos por pedazos.

-¡No me toques!-Gruñó entonces, aventandolo con fuerza y convirtiendose en un lycan de nuevo, grande y chorreando en sangre.

-¡V-Vasilly!-Made se había hecho hacia atrás, Svetlana había roto la cama y los muebles, ¿que le haría a su Vasilliy?-N-No lo toques... p-por favor!-Pidio mientras la loba la miraba y ladeaba su peluda cabeza, un bocadillo.

Sintió que su piel se estremeció cuando noto esa poderosa esencia en la Yasikov. Claro, no por nada era la menor de esa poderosa familia. Se aparto un poco de ella y comenzo a sacarse lo que cubría la parte superior de su cuerpo y tan sólo se desabrocho el pantalón. Regreso a ella y sujeto con fuerza la tela que cubría la piel de su pelinegra.- Todo esto me estorba Narkissa, tendre que deshacerme de todo- Y sólo apreto algo de la tela y comenzaba desmoronarse como dientes de leon cuando eran soplados y así sería hasta que sólo quedara en su bonita ropa interior. El Jaeger no espero que verla de esa forma le impactara en demasía, inclusive se había sonrojado un tanto.

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Cys no había hech más que tomar asiento y pensar un poco en todo lo que le había dicho el dragón. No fue mucho en realidad pero aun así... necesitaba más, no podía, sería injusto juzgarlo sólo por aquello cuando él... apreto los puños con fuerza y se puso de pie para salir de aquella habitación, bsucaría a Letizia, no esperaría más, no cuando su familia estaba en peligro. Tomo un atajo, uno por el cual no necesitaría toparse con ninguno de los otros dos, no tardaría mucho, supuso que el Orendain lo entendería en lo absoluto. Buscaría la esencia de la Diosa y la buscaría atravez del enorme jardín que pertenecía a los guardianes de Artemisa.

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Branko por su parte apenas se enc0ontro con el Dragón se mostro tranquilo, como si nada le importara, como todos debían percibirlo y coimo en realidad era.- No te preocupes, estara bien acompañada en cuestión de segundos.- Y lo dijo por Cys porque por mucho que ese lycan quisiera esconderlo, no sería nada facíl.- Ahora, dragón...- Sonrió de lado con cierta malicia.- Hablame de esa chica por la que sonries, parece ser que sera tu acompañante en este tan divertido juego ¿O me equivoco?- Cuestiono mientras lo invitaba a ir a otra habitación, una donde nada ni nadie los interrumpiría y donde tendría la información que quería si o sí, ese Dragón no tendría de otra.

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Oleg se había apartado un poco del Francés, no podía arriesgarse a que su hijo le escuchara hablar con Vasilliy, no cuando se encargaba de su madre, su mujer. "Dame un segundo, necesito que distraigas a mi hijo Björn" Y Así fue como se aparto lo suficiente y respondió a la llamada.

-¿Qué sucede Vasilliy?- Cuestiono yu su sorpresa fue escuchar a la pequeña Madeline. Percibió con facilidad lo que sucedía en aquel lugar y frunció el ceño, aun más cuando escucho como el moreno se quejo por un poderoso golpe <<Maldición>> pensó.- Madeline, ponme en alta voz y relajate, no provoques a mi mujer.- Porque quisiera o no, el miedo que la dulce jovencita mostraba incitaría aun más a su poderosa mujer.

Vasilliy por su parte si estaba muy herido y derramaba mucha sangre pero eso no iba a detenerlo. Gruño contra su señora, su error pero no le agardaba la forma en la que miraba a Madeline, era la primera vez que sentía ganas de enfrentarla realmente por alguien especial, aun más especial que ella.

-"Basta los dos"- Se escucho desde el móvil que la humana tenía en manos. Oleg cerro sus ojos e intento hacer lo que en años había desaparecido, comunicarse con ella aun estando a grandes distancias- "Cariño, no hagas daño a nuestra familia ¿Era tú regla, verdad? Tienes que relajarte, no te aremos daño, al contario, sólo queremos ayudarte... quiero tenerte de nuevo a mi lado.. Svetlana... Svetl..." De pronto Oleg dejo de hablar, su pecho ¿Svetlana se negaba a escucharle? Eso le estaba doliendo como jamas había sentido dolor.

El moreno se había puesto de pie y no importaba que ya estaba frente a Made, protegiendola de cualquier ataque de su señora. Se abraza a él mismo intentando detener la hemorragía pero era casi imposible.- Ты обещал ... никогда ... я никогда не навредить. Никто из нас .... [Tú lo prometiste... nunca... nunca me harías daño. A ninguno de nosotros....]- No termino la frase cuando se tambaleo. Estaba siguiendo indicaciones, sin embargo, en ellas nunca se dijo que él tendría que proteger a Made. Todo estaba siendo muy diferente a lo que su señora le había explicado antes de desaparecer.

-Espera…-Se sonrojo cuando él empezó a quitarse la ropa de arriba. Carsten era muy atractivo. Era un hecho muy obvio pero jamás había pensado que lo miraría así, desnudo del torso, con su cuerpo bien formado ¿Qué pensaría de ella? ¡Y estando amarrada!-N-No Carsten…-Se encogió avergonzada, cerrando sus ojos por lo que él vería. Estaba usando una ropa interior horrible.-Es…-Apretó los labios.-No es de la temporada….-Era un conjunto beige clásico de Victoria Secret del año pasado. Narkissa siendo la cosmopolita que era no se permitía vestir de manera anticuada, pero ese conjunto en especifico le había encantado, con la costura apenas visible, hecho a mano con encajes de cuento de hada en el borde del sostén y de la panty de seda y acabados de algodón eran una obra de arte… pero del año pasado.-Y-Yo no sabía que tú me mirarías así. -se avergonzó, abriendo sus ojos y mirando hacia otro lado, esperando una burla, una risa.- Yo hubiese usado algo…- Se detuvo. ¿Nada?-¿Carsten?-Le miró un tanto preocupada y curiosa de su silencio ¿Tan mal se miraba?

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Letizia se recargó contra un enorme árbol, era enorme, casi del tamaño de tres casas encimadas tal vez 4. Cuando era pequeña solía esocnderse entre ellos dentro de sus palacios, los castillos Orendain también los tenían, ese enorme roble era muestra de ello pero ninguno como los castillos Copobianco. En su tiempo habían sido enorme fortalezas creadas con mágia pura. Los Copobianco siempre habían sido brujos guerreros muy poderosos, tenían lo mejor en combate y en defensa, no había nadie ni siquiera un lobo que pudiera traspasar sus muros mágicos… Por lo menos no hasta la masacre de los tres imperios obscuros.
Suspiró mientras se resbalaba poco a poco hasta quedar sentada, abrazando sus rodillas y enterrando su cabeza en ella. Se suponía que esa etapa ya había pasado, se suponía que era fuerte, que las dos traiciones de Branko ya las había superado ¿Por qué las palabras de Björn le habían dolido tanto? “Porque es verdad, todo lo que dijo él es verdad”

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Adras frunció el ceño cuando lo escuchó hablar.
-No es algo que te incumba.-Le dijo mirándolo caminar. Él no conocía los castillos Orendain pero sabía de las habitaciones de esos poderosos lycans encargados de Artemisa.-No tientes tu suerte, Branko.-Le dijo siguiéndolo, llegando hasta ese lugar.-He pasado muchas de tus intransigencias… incluso la diosa o ha hecho.-Sus ojos se afilaron. Hablar de Adaira no era alo que tenía pensado hablar y mucho menos con Branko Orendain.

La loba se acercaba lentamente al pequeño cuerpo de la humana hasta que escuchó la voz de Oleg. Su cuerpo se tensó de inmediato, su cabeza empezó a dolerle como si una enorme maquina de metal precionara ambos lados de su craneo para destrozarla por completo. Aulló con locura, algo quería entrar, algo quería hacerla explotar. Gruñó, se tambaleó golpeando las paredes evitando que aquel dolor siguiera, no sabía que era su pareja de vida quien intentaba comunicarse.

Solo que había pasado mucho tiempo desde la última vez que había intercambiado algo con Oleg... era tan dificil y tan duro recordar.

Svetlana escuchó el ruso del moreno. Miró la sangre que el derramaba gota a gota, tentandola, insitandola.

-Vasilliy!-Made no pudo evitar derramar algunas lagrimas, su pareja estaba lastimada.-¡N-No le hagas daño a Vasilliy! ¡Por favor! -Pidio la ojos caramelo, mirando a la loba. Svetlana aulló de nuevo, mirando a esa pareja herida, vulnerable... algo dentro de ella se rompió, la cabeza le estalló por dentro o por lo menos así lo había sentido, sintio que él dolor se trasladaba a un area y en un fino y presiso movimiento, su hocico se giró contra sí arrancandose un pedazo de la carne de su hombro con fuerza. La voz de la lycan y de la mujer se oyeron al unísono presas de la agonía.

-¡¡AAhgg!!-El cuerpo perdió pelo y se volvió pequeño, regresandola a su estado humano. Svetlana escupió el pedazo de carne lanzandolo a las rodillas del moreno, la piel estaba chamuscada y tenía incrustado un dipositivo transparente, como una perla con agua negra dentro.-Cura sus heridas.-La voz de Svetlana era dura y poderosa, sus ojos estaban fijos en Vasilliy. Algo había cambiado, como si hubiese un interruptor que se hubiera activado debido a la intensidad del dolor.-Y llama al equipo médico de mi esposo de inmediato.-Miró el celular en el suelo, sus ojos eran diferentes, Madeline en su miedo pudo notarlo, no era la misma mujer del museo, esta era diferente, le infundía respeto... incluso miedo-Tienen 10 minutos para llegar aquí antes de que me desangre.-La mujer camino desnuda hasta el baño, la corriente de adrenalina era lo único que la sostenía de pie, sus musculos, su hombro desgarrado y dislocado así como 4 costillas rotas y un pulmon perforado la estaban matando.-B-Busca el Jet...-Trastabilló.-b-busca a...-Su consciencia se nubló de nuevo, el pequeño lapso de memorias solo había sido por supervivencia.-Oleg...-Susurró antes de caer contra la loza dura y fria, quedando inconsciente.

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Aun la miraba. Estaba completamente pasmado. Estaba sobre ella a horcajadas mirando detenidamente cada centimetro de su cuerpo ¡A la mierda la ropa interior! Joder, ni siquiera le estaba poniendo atención a eso o al menos no por completo ¡Era todo! Ella... ella simplemente era..- "Perfecta".- Murmuro en un perfecto Aleman. Verla en su naturalidad era tan... como si... y además.-....- Tragó y justo cuando se inclino sobre ella sintió como algo calido y espeso se derramo desde su nariz ¿Sangre? Se limpió con el dorzo de su mano derecha ¿Qué diablos? Sacudió un poco la cabeza, no esperaba que ella le erizara la piel de tal manera ¡Era una preciosa DIOSA! No pudo siquiera responderle o decirle algo, aun estaba procesando que ella en verdad era suya ¡Toda suya!

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Cys intento tomarse las cosas con más calma. Caminaba mientras pensaba que preguntas le haría con exactitud a Letizia. No quería hacerla sentir mal, no como lo había hecho Björn. Ese hombre no había sido nada delicado, su intensión era palpable desde el momento en que comenzó a hablar y... Gruño molesto porque no pudo hacer nada por ayudarla, se había perdido en las imagenes, en el temor de perderlo casi todo. De nuevo se obligo a ignorar aquello que lo atormentaba porque cuando menos lo imagino ya estaba muy cerca de ella y le vio apoyada en un enorme árbol.

-¿Letizia?- La llamo deteniendose a cierta distancia, quizá ella no quería compañía.

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Branko bufó una risa cuando el Dragón le dijo aquellas cosas, parecía que no entendía nada pero creía que Adras sólo le hacía el tonto porque por mucho que le molestara, ese dragón tenía muchos más a que él y experiencias y vidas y mil y un mierdas más pero bueno, no por eso era superior, quizá en es emomento no lo entendería pero lo haría en lo preciso.- Me concierne Adras y en realidad te conviene. Esa chica...- Sonrió de lado y se le quedo viendo mientras que con un suave movimiento de su mano abría una puerta secreta.- Es de lo más valiosa y no sólo porque es tu elegida.

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Vasilliy sonrió de lado justo cuando vio y escucho a su señora decir todo aquello ¿Qué Madeline lo curase? Ni hablar, él no era prioridad en ese momento ni lo sería hasta que Svetlana estuviera de nuevo en Rusia junto a toda la familia. Miro los hermosos ojos caramelo que derramaron lagrimas y que estaban desesperados por hacerle sanar.-Nena... la señora... yo...- Apreto los labios, le dolían las heridas pero no, él no era prioridad.- V-Ve a por ella y a-ayudala, y-yo are las llamadas, apresurate y no... no me cuestiones.- Le pidió mientras que, con dificultad, iba por su móvil para contactar con su señor y con el equipo de médicos que estarían en menos de cinco minutos en aquel lugar.

-¿C-Carsten?-Sus ojos se abrieron sorprendidos, ¿Que tenía Carsten? Intentó moverse, que la mirada de es manera y con tal... atención, la habían puesto nerviosa, quería taparse con los brazos, ocultarse de sus ojos ¿que era lo que estaba mal? Se sonrojó desviando la mirada.-D-Deja de mirarme...-Se encogió un poco, moviendose apenas, subiendo y bajando su pecho por su respiración acelerada y por el aroma... -....-sus pupilas se dilataron, tragó lentó y entre abrió los labios suavemente, ¿Sangre? Los dientes se asomaron tiernamente en su boquita.-Carsten deja de mirarme y desatame!-Dio un pequeño gritito acelerado, cerrando sus ojos avergonzadisima ¡¿Porque la miraba tanto?! ¿Su ropa era fea? La intimidaba y ella... jamás se había sentido intimidada.


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-Ve al punto, lobo.-Le dijo mirandolo. No le importaba lo que Branko pensaba de él, ni tampoco si le tenía respeto o no, realmente Branko no terminaba de agradarle, no podía confiar completa ni mucho menos ciegamente.

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Levantó la mirada en cuanto lo escuchó. Sus ojos verdes lo miraron confundida, avergonzada, derrotada.-Cys...-Sonrió un poco. Cuando lo había conocido ambos eran unos niños, ella apenas tenía 16 años, no había sido más de algunos meses de la gran tragedia.-Lamento que hayas tenido que pasar por todo esto.-Se levantó, no sin alejarse del arbol, sentía que podría caer en cualquier momento.-Es... prometo que Dimitri regresará a casa.-Sus labios temblaron un poco.-Tu tía y todos volveran... te lo prometo.-Bajo la mirada. No habría más muertes... no habría más daño... nadie volvería a perder a su familia.


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Madeline se limpió las lagrimas, iba a replicar ¿Que no se preocupara? ¿Que no lo cuestionara? -Vasilliy pero tus heridas... Y-Yo...-Hipó y corrió haciala mujer, ayudando a voltearla con cuidado antes de que se ahogara en su propia sangre, estaba perdiendo mucha y muy rápido.-Seran m-menos de 5 minutos.-Hipó mientras rompia a tiras su falta y empezaba a apretar el hombro de la Yasikov, para cellar los capilares y los vasos que seguían derramandose.-E-Ella no se regenera -¿Los lobos se regeneraban verdad? Al menos eso era lo que ella sabía.

Svetlana por su parte había quedado insociente, nadaba en un profundo sueño que le traia recuerdos ¿Flores? ¿De quien eran esas flores? ¿Las cartas? ¿Un beso robado? ¿Que era eso? ¿Donde estaba? ¿Quienes eran esos niños? Esas manos fuertes que la rodeaban, esa silla de escritorio donde él se sentaba y ella lo montaba, donde revisaban papeles, donde hacian llamadas... "Svetlana, mi amor"

-O-Oleg...-Susurró adolorida en sueños, ,,,los recuerdos llegarían poco a poco, se había terminado la inconsciencia. Svetlana Yasikov había regresado.

Carsten aun seguía impresionado por lo que miraba. Jadeo e intento inhalar la sangre que intenatab salir aun por su nariz. Estaba maravillado ¡Ella era perfecta! Se molesto con él mismo por no haberse dado cuenta antes de lo que tenía frente a él. Era tan... Gruño ante las demandas de la morena y con lentitud intento posar sus manos sobre la piel de Narkissa- *Tan perfecta*- Susurro en un precioso Aleman y la acaricio siendo cuidadoso, no quería dañar nada que conformara a esa impresionante Rusa- *Maravillosa*- Se inmclino para inhalar el delicioso olor a uva que emanaba de toda ella ¡TODA!- *Pura*- Jadeo en esa ultima palabra y fue su lengua la que termino acariciandola desde su hombligo hasta por debajo de sus senos aun cubiertos por ese sosten que no era nada feo.-N-Narkissa.- tartamudeo mientras seguía alabando su cuerpo porque ella... ella tenía que ser una Diosa, su diosa.

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El Orendain suspiro pero mostro una risita un tanto burlona hacía el dragón mientras tomaba asiento, aun invitandolo a que se sentara a su lado, Adras no era idiota, lo sabía. No por nada era el dragón de la Diosa, Su Diosa, pero ese no era el punto a discutir con él en ese precisomomento.- La quiero a ella. Seguro que lo has notado. No necesito verla para saber que es de otro mundo. Una dimensión desconocida inclusive por ti. Una dragona única en su especie ¿Por qué crees que el "poderoso" alfa la ha elegido?- Sonrió con cierta malicia ¿Qué haría con ella? Simple, asegurarse de que sea fiel a Letizia y no al dragón que, aunque el líder, era un traidor que sólo buscaba lujos a costa de sus seguidores, quizá muy parecido a él mismo pero era lo de menos.- Si no la traes aquí, yo la buscare. Parece un poco torpe, por no llamarla estúpida, seguro que es facil...- no hablo más, se le quedo viendo al moreno ¿Estaba molesto?

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Se alarmo justo cuan do pensó que la castaña iba a caer por lo que en un abrir y cerrar de ojos se acerco para sujetarla peo bueno, Letizia se equilibraba. Suspiro aliviado, no se había hecho daño. Negó con la cabeza cuando ella haía comenzado a hablar y tomo una de sus manos con cuidado, quería darle su apoyo así como ella se lo hab+ia dado ya hace muchos años, cuando apenas se habían conocido. Ella ni siquiera sabía quien era él pero esa pequeña y encantadora Letizia lo abrazo y suplico a su buen amigo Nero que le ayudara... nunca lo olvidaría, le debía la vida a Letizia, en verdad que se la debía de alguna manera.- Esta bien, se que lo lograremos... ellos regresaran con bien a casa.- Dijo intentando calmarle, sabía que la spalabras de Björn habían sido demasiado duras y el trato de Oleg muy desagradable. Quería estar con ella y escuchar de sus propias palabras porque todos juzgaban con tanto desden a Branko Orendain, el llamado Demonio.

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Cuando Madeline fue a por la señora el moreno se apresuro a tomar el móvil con el que hizo la primer llamada: El equipo médico. Les ordeno que se apresuraran porque la señora Svetlana estaba gravemente herida. Y bueno, no atrdaron más que cinco minutos cunado llegaron y con una indicación del moreno fueron donde Made y Svetlana. Con cuidado comenzaron a encargarse de ella, cubrirían las heridas y cuando estuvieran en un lugar más seguro y secreto harían todo hast aque ellla se recuperace. Era momento de regresar a Rusia.

Vasilliy se había hecho a un lado para hacer otra llamada, sabía que Reiji estaba con la señora Danya, pritegiendo al siguiente Yasikov. Fue muy claro, "llevate a la señora Danya de aquí, un lugar donde este segura y... Reiji, la señora a vuelto" dicho eso termino la llamada. Giro para buscar a Madeline entre la multitud de hombres en bata blanca pero justo cuando la miro su cuerpo palpito por completo <<Maldición>> pensó y lo único que atino a hacer fue alejarse y bsucar una habitación en donde nadie pudiera verlo más que aquel chico al que con un suave golpe le advistió de su estado.

-Señorita.- Dijo una muy guapa enfermera mientras le sujetaba de hum hombro. La señora Svetlana ya iba sobre una camilla para salir de aquel lugar con todo cuando necesitara para estabilizarse.- Tiene qu acompañarnos. Vasilliy lo ordeno, el nos seguira después de ordenar todo este lugar.- le explico aunque era un tanto una mentira porque en aquella habitación en la que se pretendía esconder había caido como rez mientras su cuerpo subría mil y un convulsiones por la conmosión de las heridas, eran demasiado profundas y ya había perdido demasiada sangre, necesitaría lago má sque sólo carne.

Narkissa parpadeó confundida, sonrojada, agitada. No sabía lo que estaba pasando ¿Donde estaba Carsten? ¿Ese era Carsten? No había ninguna risa, ninguna burla o reclarmo, en cambio había un hombre emocionado, fascinado y porque no, extaciado, mirando su cuerpo casi desnudo, un cuerpo con una horrible ropa intima de la temporada pasada. Y a él le gustaba.-Q-Q-Que... ah~...-Suspiró y cerró sus ojos, desviando la cabeza a otro lado, que él lamiera se había sentido tan bien, se había estremecido.-C-Carsten p-para... yo...-lamió sus colmillo, Carsten olía muy bien.-si sigues asi...-tragó, respirando agitada, subiendo y bajando su pecho.


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Dio un paso a él, tomandolo del cuello y levantando una mano, una mano que se había convertido en garras, apuntandole al cuello directamente.-Escucha, perro.-Gruñó.-Ella no es asunto tuyo, no te metas en terrenos que no te pertenecen, no soy un puto juguete como todos los que estas acostumbrado a usar.-Que le diera estupida, le había jodido. Adaira no era tonta, era ingenua si, incredula y despistada, pero no era estupida, era inteligente y curiosa, era entregada.-Tal vez Letizia no pueda matarte, pero no es la única con el poder suficiente para hacerlo.-Adras no estaba de humor.

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-Lo siento.-Dijo mientras miraba el suelo.-Esto no debía suceder así.-El pasto empezaba a mojarse, como si estuviera lloviendo, pequeñas gotitas cayendo sobre el área que ella miraba.-Ni siquiera se como debía suceder.-Sonrió, sintiendo sus ojos arderle hasta que entendió que no eran gotitas de lluvia. Eran sus lagrimas.-Siempre pienso que soy lo suficientemente fuerte y luego me doy cuenta de que no es así.-Negó.-Él tiene razón.-Habló de Björ mientras las lagrimas caía más rápido, más fuerte.-Es duro pero es la verdad.-Levantó la mirada. Cys, Cys también había perdido a su familia, los dos eran huerfanos, los dos no tenían la culpa de lo que les había pasado, pero allí estaban, pagando los errores de otros, sufriendo las consecuencias de aquellos que los odiaban por el simple hecho de haber nacido.-Y la verdad es que yo lo amo Cys.-Hipó.-Lo amo.

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Madeline se asustó, miró a ambos lados ¿Vasilly?

-No... no pueden, él esta herido.-Negó.-Q-Quiero ir con él.-Apretó los labios, estaba llorando despacio, ¿siempre sería asi? Nego por dentro "Es lo que tu elegiste" Pensó, asintiendo a la palabras de la enfermera, avanzando a la salida con miedo de dejarlo solo, ¿debía? ¿Era el momento? -No puedo...-Negó alejandose de ellos, corriendo mientras otro de los medicos intentaba cogerla.-¡Vasilliy!-Gritó.

Svetlana por su parte estaba siendo intervenida mientras su cuerpo era llevado en un jet privado, de la familia Yasikov ni más ni menos. Svetlana estaba inscociente, apenas y podía respirar, tenía sangre y se había arrancado parte de su propia carne para quitar el dispositivo. Irían a Rusia, debajo de la gran mansión Yasikov, el lugar más seguro para ella.

-¿Qué?- Cuestiono a la morena justo cuando dijo eso último mientras que se pocisionaba sobre ella, mirandola a los ojos, mostrandole lo mucho que disfrutaba el mirarla tan transparente, sincera, sensible. Sus ojos estaban enormes, con un brillo especial, sus pupilas dilatadas y su lengua, saboreaba el sabor de la Yasikov- Dime Nark.- Dijo con la voz un tanto más grave, si, parecía un Carsten diferente, embobado por su chica, perdido en sus encantos, en lo mucho que en verdad disfrutaba.- ¿Si sigo así, qué?- Trago y se inclino, para morder por dabajo de su pecho, aun sin pasar de aquel sosten que la cubría... no le molstaba, no aún porque de sólo pnesar que le vería, ya se volvía completamente loco.

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El Orendain se mantuvo calmo, aún cuando ese poderoso dragón pretendía amenzarlo de tal manera. Intento resistirse una carcajada pero no lo logro del todo, escapo un poco de su burla, de lo mucho que la situación comenzaba a causarle gracía.- Que dragón tan malo, podría castigarte por esto ¿Lo sabes?- Rió de nuevo y después suspiro y lo miro directamente a los ojos.- ¿En verdad crees que podras hacerlo?... No pierdas tu tiempo Dragón, escuchame, obedece y después me agradeceras si no, bueno, supongo que por lo menos ya la follaste una vez.- Amplió esa maliciosa sonrisa, quizá se estaba pasando de la raya pero, era algo que lo tenía sin cuidado, no le importaba. Sin más ese Branko burlon comenzaba a deshacerse y convertirse solo en miomasa, mientras que el original se mantenía apoyado en la pared junto a la entrada de aquella habitación.- La protegere Adras, así como tú proteges a mi mujer. Te doy mi palabra aunque.-Rió.- Se que no confiaras en mi.

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Cys por un segundo no supo que decirle. Le dolía verla de esa forma. No era la Letizia que él conocía. Recordaba la sonrisa con la que le había encontrado en aquel tiempo, cuando le encontro mal herido y sin pensar que podía ser peligroso le ayudo. Ya no eran esos niños y no lo serían jamas, no depsués de sus experiencias y entender las verdades más dolorosas pero, no podía permitir que eso ni nada más lo dejara caer.

Abrió la boca pero no supo que decir exactamente. La cerro y con calma se acerco a abrazarla ¿Qué debía decir? Sabía que no era culpa de ella amar a Branko, no cuando él destino se había empeñado en mantenerles unidos. Suspiro y la abrazó con más fuerza. Dios, esa mujer era su hermana, su familia y si que deseaba destrozar a Branko, ya no por su tonta rivalidad . Era por ella pero... ¿Por qué él había actuado de esa manera? Debía haber una razón ¿lógica?. Sacudió la cabeza.- No... No es justo que... que te exijas de tal manera porque...- Cys incluso temblo un poco, se sentía impotente, destrozado. El dolor de ella er atansmitible, sin embargo lo unico en lo que pensaba era en su hijo, la forma en la que él sufría. Imagino como reaccionaría Frejya al saberlo. Cómo reaccionaría su hija. Apreto los ojos.- Estoy seguro que... ni él sabía como actuar cuando tenía tú edad.- Se refirió al padre de la castaña, a ese hombre al que no había tenido la oportunidad de conocer.- é-él también tuvo que...- Apreto los labios. No debía habalr de su padre, no porque no era justo.- Aprenderemos de nustros erroes Letizia. No seas tan dura... joder...

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Más de uno de los paramedicos estaba sobre el moreno. Habían inyectado más de tres dosis de alguna extraña droga creada por la misma familia. Una exclusiva para ellos con la que obtendrían más tiempo, antes de necesitar la verdadera medicina. Una droga que estaba compuesta no sólo por algunas gotas de la sangre de Oleg, también las de Svetlana, sin embargo, la que ayudaba en es emomento al moreno sólo contenían las del líder.

-Venga Vassi, tienes que recuperarte, como la última vez.- Murmuro uno de los chicos que sujetaba la cabeza de su buen amigo y lso demás intentaba tranquilizarlo, dejando que el médicamento comenzara en sus efectos pero, escucharon a la jóven.

-¡¿Qué diablos?! Saquenle de aquí.- Dijo aquel que le sujetaba la cabeza al moreno, sabía que se molestaría al sabe rque ella le había visto en ese estado.

-Señorita, usted tiene que viaja con la eñora Svetlana, sera un poblema si llega sóla a la mansión ¡NEcesitamos su ayuda! Él estara bien, por favor.- Intentaba alejarla, para que la señora Svetlana no viajara sola.