Franko y Violette -

¿Eh?-Violette se levantó con cuidado y negó.-¿Porque? -Se giró a la puerta y sonrió.-Esta bien, podemos hablarlo aquí , no es necesario ir a otro lugar.-Se acerco para abrazarlos, es tarde y hace frio, prefiero quedarme aquí y dormir entre tus brazos.-Cerró sus ojos, sin soltarlo.

-Vio, por favor, quiero que lo hagamos en mi casa o en la tuya. Es un tema importante y este lugar....- Y apretó los labios porque le estaba costando. Ella lo abrazaba ¡Maldición! era terrible, Kellen se acercaba ¿Para qué? ¿Kaori le acompañaba? ¡No! Eso era lo peor, porque esos significaba que él. Entro en una clase de Crisis.- ¡Violette!- Dijo y en un tronar de dedos hizo lo que nunca había hecho frente a ella: utilizar su magia. Si, porque no sólo era un Orendain, también era un Copobianco. No tuvo tiempo de más, la empujo lejos de él y en cuestión de segundos, la puerta era destrozada por el cuerpo de un hermoso chico que golpeó con fuerza el rostro del menor de los orendain machos. Si, Kellen iba a por la Rhamel y por "error" termino por atacar a su hermanito.

Ropa interior y una camisa y unos jeans, todo eso antes de aventarla. Las cosas iban rápido, su instinto se despertó ¡un Orendain!-¡Franko!-Gritó mientras de sus manos aparecía dos armas mágicas que su padre le había regalado.-¡Alejate de él, perro!-Frunció su ceño y su mirada se afiló, disparó sin pensarlo. Estaba frente a frente del mayor de lso hermanos Orendain.

Kellen Orendain

Su novia era una vampireza, pelirroja e igual de malvada. Su madre era la diosa más zorra de todas, era una bruja cruel y sin palabras y su esposo, el padre de Kellen era el demonio mismo, el ser más desgracido hijo de puta. Debía ser erradicado.

-¡Alejate de él!

Franko estaba debajo de Kellen, se quejo por el fuerte golpe ¡Maldición! Kellen era fuerte y no se iba por las ramas. Lo tomo del cuello y le miro. Franko se sorprendió, porque su hermano estaba destrozado ¿Qué le había pasado? No, ya no era más aquel hermano presumido y ante todo elegante.
-Tu... ¡Tu la protegiste! Maldito bastardo- y golpeó de nuevo el rostro de Franko. Kellen sabía que Franko había ayudado a Kaori, sin embargo, Franko también había sido engañado.- Y mírate nada más, la clase de mujer con la que te enredas, una repugnante Rhamel ¡Traidor!
A Franko eso no le importaba, en su mente sólo existía algo, era protegerla, porque no quería que a ella le hiciera daño, pero para entonces Kellen ya se apartaba de él.
-¡No te atrevas a tocarla! ¡Kellen NO!
Y entonces se levanto a una velocidad sobre humana y se interpuso entre aquellas dos detonaciones, desapareciendolas, dando la espada a Vio, para impedir los movimientos a su hermano. Un enfrentamiento entre semidioses, entre lycans y sobre todo, entre hermanos.
-¡Zorra de mierda! Voy a matarte, como te atreviste a tocar a mi...
-¡No, Kellen, no te voy a permitir que la insultes, ellas mía!
Y eso hizo que Kellen comenzara a reir a carcajadas, ahora lo entendía, Franko, su pequeño hermano...
Franko sabía porque se reía.
-Al menos mi novia no me abandono por otro. Vio Vete, por favor, vete!
Y aquellas palabras hicieron enfurecer al Orendain mayor. Franko iba a sufrir mucho.
-.¡Violettte, no! No lo hagas él...- Apreto los labios y bajo la mirada.
-Dicelo, Franko... y sufre...
-¡Maldita sea!- Arrojo lejos a Kellen y se giro para enfrentar a Vio con dolor en su mirar.- ¡Vio, no!- Se interpuso en caso de que intentara hacer daño a su hermano.- Él... Él es mi hermano.

-Que estas haciendo?-Violette lo había girado a ella, alejandolo, colocandose frente a Kellen a quien apuntaba con las dos armas.-No lo entiendes Franko, el es un Orendain, lo recuerdas? Es la raza de la que te hable.-Sonrió de lado.-Hijo de Artemisa... la diosa traido...-Sus ojos se abrieron al escuchar a Kellen.-Él no tiene nada que decirme...-Dio un paso atrás ¿que estaba pasando? Su corazón latió, más cuando él se coloco frente a ella, más cuando sintió que el mundo se volvía lento.-Mentira...-Dio un paso atrás para luego volver sus hermosos ojos azules a Kellen.-Eres un D´Madalena.-Sonrió, ¿que tipo de mal juego era ese?-No es tiempo para jugar Franko, muevete...-Sacó la pistola de nuevo y apunto a Kellen-¡MUEVETE FRANKO!- Su corazón latía más rápido, sus manos temblaban al igual que sus labios.-Eso no es cierto ¡No lo es! ¡Tu jamás me mentirías!

(;A;!!! ÑOOOOOOOOOOOOOOOOOOO)

-....-Franko bajo la mirada, avergonzado por la mentira que le había que le hizo a la mujer que amaba, pero tenía que acercarse a ella de cualquier forma. Esperaba que le entendiera.- Tenía que hacerlo, Vio. Tu ni siquiera hubiera intentado escucharme de habértelo dicho el primer momento en que te vi. Vio... por favor...- Intento acercarse a ella.- Entiéndeme, tu... tu odias a mi familia sin razón alguna, Mi madre, mi padre... ellos no... Por favor, perdóname.- Negó con la cabeza. Ella no iba a matar a su hermano, no lo iba a permitir.

Y Kellen les miraba desde un punto ¿Arruinarlo? Estaba bien, iría a por ella y después, mataría al traidor y convertiría a su familia en la mas poderosa, además de tomar el puesto que le correspondía.

Dio un paso atrás y otro y otro.-No me toques..-Sonrió y entonces le apuntó.-Todo era una mentira...-bajo la mirada.-y te dije todo...-miró el saxofón y sus ojos terminaron por llenarse de miedo, de pena, de rencor...-No te molestes en hacer nada...-Sintió un bajo de energía, alguien la consumía, miró a Kellen, la estaba...-Franko Orendain, que tengan una bonita fiesta familiar.-Se quitó la blusa, tomo su propia ropa y disparó al saxofón, a la letra de la canción.-La proxima vez que nos miremos sera como enemigos.

-¡No! Vio no es una mentira ¡Te amo!- Le grito intentando acercarse más y más a ella pero justo cuando le apunto se detuvo.- Por favor, yo nunca te mentí, todo lo que te dije era verdad, todo... menos mi apellido, de verdad, Vio, por favor.

-Tan ridículo, Orendain-Dijo Kellen mientras caminaba con toda la elegancia de un Orendain Copobianco. Y justo cuando su mirada se encontró con la de la albina le sonrió. Si, iba a matarlos a los dos o al menos a ella.

Y Franko sintió que todo en su interior se hacía añicos. ¿Enemigos? Pero... ella y él... recién... - No, Vio, por favor, escúchame... n-no... no me hagas esto...-Y entonces su voz se quebró... lo sentía en su ser, Sentía que todo se le iba y el aire le faltaba.- Violette.. ¡No!- Grito cuando disparo al saxofón y todo estaba perdido ¿En verdad era así? Dejo caer los hombros y entonces Kellen ataco. No grito, no nada, simplemente se lanzó a por ella pero Franko se lo impidió. Maldita sea, que sólo se fuera, la buscaría después.

-¡No! Vio no es una mentira ¡Te amo!- Le grito intentando acercarse más y más a ella pero justo cuando le apunto se detuvo.- Por favor, yo nunca te mentí, todo lo que te dije era verdad, todo... menos mi apellido, de verdad, Vio, por favor.

-Tan ridículo, Orendain-Dijo Kellen mientras caminaba con toda la elegancia de un Orendain Copobianco. Y justo cuando su mirada se encontró con la de la albina le sonrió. Si, iba a matarlos a los dos o al menos a ella.

Y Franko sintió que todo en su interior se hacía añicos. ¿Enemigos? Pero... ella y él... recién... - No, Vio, por favor, escúchame... n-no... no me hagas esto...-Y entonces su voz se quebró... lo sentía en su ser, Sentía que todo se le iba y el aire le faltaba.- Violette.. ¡No!- Grito cuando disparo al saxofón y todo estaba perdido ¿En verdad era así? Dejo caer los hombros y entonces Kellen ataco. No grito, no nada, simplemente se lanzó a por ella pero Franko se lo impidió. Maldita sea, que sólo se fuera, la buscaría después.

Sintió que el aire le faltaba, sus ojos le picaron, no podía respirar, necesitaba oxígeno, creer que era una mentira, pero para su desgracia el único que podía volverla a la normalidad estaba allí, en esa habitación ... siendo un Orendain.

-¡Tu no eres quien para decirme que o no debo hacer!-Lanzó una masa de energía que hizo estallar las ventanas.-Porque... p-porque llegué a pensar que eras diferente... eres igual que ellos, eres un Orendain, esta en tus venas hacer daño...-Apretó los labios.-No pienses en buscarme Franko.-Se giró para colocarse en la ventana y saltar.-Lo que yo misma inicie, yo misma lo deshago...-Susurró perdiendose por completo, llorando mientras caía al suelo como una gata, tenía heridas en su cuerpo, Kellen era un experto en magia negra... la miomasa la había estado quemando, era por eso que los vidrios al estallar, le habían dado un poco de respiro.

Y Franko ya no reacciono más. La miro a apartarse. Y de un momento a otro ella desapareció por aquella ventana.- Violette...-Dijo apenas en un susurro y un par de lagrimas corrieron por sus mejillas. Hipo.

Kellen frunció el ceño. No iba a permitir que era Rhamel escapara. Una inmensa ola de miomasa iba a por la dulce princesilla pero Franko no necesito más que extender su mano para desaparecer esa ola de sucia miomasa. Sollozo. -¡Maldito cabrón, Traidor!- Y Kellen se lanzó contra él, porque lo odiaba, porque había ayudado a la zorra que le había engañado y porque él era el elegido ¡Maldito!

Violette se quito la ropa que llevaba para ponerse la suya. No quería nada de Franko, ¡nada! -¡Ahhg!-De nuevo, había sido tan feliz y luego todo se había volteado.-Eras un Orendain. ¡Maldita sea lo eras!-Se abrazó a un árbol, llorando de rabia, de dolor.-¡No!-Hipó, dejandose caer lentamente, cubriendose con su cabello.-P-Porque...-se llevó la mano a su corazón, intentando quitarse el sentimiento pero no podía..-M-me dijiste.. .q-que o me mentirías ¡odio las mentiras! S-Solo pensabas en ti ¡Solo en ti! Te dije todo, todo lo que sentía, el miedo que me causaba y a pesar de eso decidiste continuar porque querías, porque... -pporque...-empezó ahipar, no podía hablar bien, el aire se le iba, le dolía, ¡lo odiaba!

Kellen entonces golpeaba con fuerza a su hermano que no osaba defenderse. Franko estaba destrozado, porque ella lo odiaba, podía escucharla llorar, podía sentirlo. Lo había arruinado, si tan sólo hubiera sido sincero y le hubiera insistido y la hubiera conquistado como un Orendain... nada de eso estuviera pasando en ese preciso momento ¿Verdad? Que importaba, ella no le quería más. Que mal se sentía, tanto que los golpes de su hermano no eran casi nada.

Violette se levantó, alguien intento hablarle, no lo escuchó, unos chicos intentaron acercarse y lo único que lograro fueron golpes, Violette los había lanzado contra cualquier otra cosa, no quería cerca nadie, sentía que se volvía todo negro, todo obscuro y sin pensar como ni donde, llegó a una cabaña... ¿de quien era? estaba sola, estaba obscura pero le resultaba tan familiar. NO sabía cuanto había caminado, volado, atravesado portales que ella misma había creado.-F-Franko... -Se dejó caer llevando sus manos a sus ojos, gritando. No había llorado así por Fena.. por nadie y entonces...-¡Te odio! ¡Maldita seas Artemisa! ¿Porque me enamoré de uno de tus hijos?-Rsago con sus uñas el suelo, afectada y adolorida...

Y con aquello fue más que suficiente. Franko termino por cerrar los ojos e una terrible inconsciencia. Ella lo odiaba y no había más razón para seguir ¿O si? Era terrible y su hermano... su hermano gozaba de hacerle aquel daño y listo. Era suficiente como para soportarlo.

Kellen entonces lo noto, su hermano estaba ¿Muerto? No, pero bueno, soló una risa y lo levanto desde el cuello de su camisa.- ¿Y te hacen llamar el elegido? Eres pura basura, traidor.- Y lo lanzó contra el piso. Su trabajo estaba hecho. Dio media vuelta, tenía cosas aun más importantes que hacer en ese momento.

-Violette...-La chica levantó la mirada y avanzó hacia atrás.-¿Que ha ocurrido?-La peliblanca tenía los ojos azules abiertos de par en par, ¿porque ella? ¿porque tenía que toparse con ella en ese momento?-Hija...

-M-Mamá...-Hipó y se lanzó a sus brazos mientras Belia la tomaba y la arrullaba, su vientre abultado la acogía.

-Estas en casa.-Susurró la Rhamel quien terminó por sentarse a su lado. Estaban en su casa, Constantin y ella había desidido por precaución, estar en aquel lugar.

Y ahí quedo el cuerpo del Orendain. Estaba completamente golpeado, tenía sangre y algunas partes hinchadas, era terrible pero bueno, él no sentía anda de dolor en el momento. Después de unos minutos, de entre las sombras aparecían dos enormes hombres.

-¡Leder, esta aquí!- Grito un rubio mientras se acercaba al cuerpo del Orendain aunque sin tocarlo, pues ya se acercaba aquel castaño para verlo con más detenimiento. Maldijo y negó con la cabeza.

-Llegamos a tiempo, sera mejor que nos vayamos de aquí, no tardaran en enviar a las personas a investigar. Vamonos.- Dijo mientras cargaba el cuerpo del chico, su aliado estaba apunto de morir

Belia la levantó, la sentó en un sofá y con magía traia un cobertor calido, un poco de té y galletitas.-¿Como te sientes?-Violette negó.

-No me siento bien...-hipó de nuevo y luego la miró, ¿porque? ¿Porque se había enamorado de un Orendain? ¿Que se suponía que debía hacer ahora? Belia lo sabría tarde o temprano... sería más dificil olvidarlo. Porque cuando Fena la había herido tanto estaba Franko... y ahora.. ahora no había nadie, ahora quería de nuevo a Franko pero Franko era quien le había dañado.

Constantine regreso del patio trasero, había ido por un poco de leña para encender la chimenea, pues le gustaba que la casa fuera cálida, en especial para Belia, pues ella se encontraba más cómoda de ese modo o lo había notado así. Cuando entro y fue hasta la sala las miro. Se quedo un poco sorprendido y dejo caer la leña.- ¿Que ha pasado?- Cuestiono preocupado acercándose a sus mujeres.

-(-)-

Emmanuel y el LEder avanzaron a gran velocidad para llegar donde el RAGNAROK, ahí se haría cargo del chico para intentar despertarlo.

Violette intentó sonreír, no podía mentirles a sus padres.

-Hueles diferente.- Su sangre se helo, Belia la miró fijamente,-¿Te encontraste con ellos?-Apretó sus puños.-¿Te hicieron daño no es así?-Se levantó, Belia tenía tenso el cuerpo.

-M-Mamá no... espera, no es bueno que te pongas en ese estado. No ha ocurrido nada... -Se llevó una mano a sus ojos, quería que todo eso terminara, no podía respirar... es... yo... porfavor...-Franko, Franko, Franko... todo él taladraba su mente, todo lo que había pasado, todo lo que le dañaba. ¿Porque le dañaba aun?

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Cathleen por su parte estaba en el ragnarock, miraba a Vico, miraba a Adrew... ¿que había pasado? Las profesias no era para nada buenas.

Llegar el viaje y tener tan terribles noticias.. Joder, Noah estaba muy molesto por lo que había sucedido, pero no tenía tiempo, la cosa era encontrar al Dios elegido y al parecer lo llevaba en sus manos. Un chico bastante patético. Junto con su Naoti, llegaron al Ragnarok en busca de una habitación.- Llama a Dona, Tony y Cath. Es importante que le vean.- No sabía porque, pero suponía que quizá alguno de ellos podía reconocerle.

-(-)-

Se sentó junto a su hija. Intentando ser de apoyo para ella y para que Belia no se alterara mucho.- Violette ¿Que pasa, cariño?-

Cathleen intentó acercarse a Vico pero lo mejor por el momento -o en lo que se calmaba su furia- era mantenerse alerta.

-Ángel..-Cathleen se giró, afilando su mirada.

-No me mires así, ya te dije que quien la obligo fue el sayo de tu berseker.-Rió.

-No es mi berseker..

-Bueno, tu chucho, tu perro, venga, lo traes con la cola por las piernas.-Anthony rió, burlón mientras cruzaba sus brazos-Y pensar que por un momento pensé que eras de hielo...

-¿no deberías estar con Ciara?-La pelirroja caminó, con sus botas negras a media rodilla y sus jeans azules ajustados a la cintura, una camisa azul marino de manga larga pegada a su cuerpo y un pequeño chaleco del color de las botas. Estaba comoda y era más práctico, podía moversecon facil...¿Que es eso?-Anthony se había girado ya, algo no andaba bien.

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Violette jadeó, su pecho le dolía.

-¡Violette!-Belia se levantó algo alterada, su hija se había caido al intentar levantarse.-Constantin llevala a su habitación...-Se llevó una mano a su pecho ¿ese era el instinto de madre? Era aterrador, le hervía la sangre y la misma vez, quería cuidar y proteger a su pequeña bebé.

En cuestión de unos minutos, ambos Berseker llegaban a el Ragnarök. Si, Noah aun cargaba como saco de papas al semidios hecho papilla, derramando sangre, un poco o quizá mucha.

-Emm prepara todo lo necesario, enseguida atenderemos sus heridas.- Y le entrego el chico, Emm obedeció y Noah, con las manchas se dirigió enseguida donde la castaña, sabía que ahí encontraría a Cath ¿Es qué tenía que suceder todo en ese instante? Su llegada fue... simplemente perturbadora. Vico estaba inconsciente, Julius parecía débil y un aliado estuvo apunto de morir en manos del enemigo. Por poco chocaba con la pelirroja y entonces, noto su furia, no le sorprendía. Prefirió no decirle nada. Miro a su hermano del alma y con una movimiento de cabeza lo dijo todo, lo necesitaba, aquel chico era importante y necesitaban averiguar de quien se trataba, no había nadie mejor que Anthony Stark para averiguar de quien se trataba. Por otro lado, se acerco donde la castaña para verla con más detenimiento. Cuello herido. Marcas de un lobezno o eso era lo que parecía y su brazo estaba hecho... una mierda, literal. Cerro los ojos.- Mejorará, sin embargo... su estado mental no sera el mejor. Un hospital de salud mental podría ser de gran ayuda, Cathleen.- Dijo mientras se giraba para verle.- Necesita una evaluación psiquiátrica.

-(-)-

Y constantine no dejo que Vio tocara el suelo, logro sujetar a su hija y miro a Belia.- Tranquilízate, Violette no puede perturbarse de esta manera.- Y se refería a la pequeña que ya hacía en su barriga. Cargo a su hija como a una princesa y se apresuro para llevarla a la habitación de invitados, claro, su habitación aun no existía del todo.

El vanir tomó al chico en brazos y lo acomodó en una cama, una habitación especial.-Siri-

-Si seños Stark- Limpia sus heridas y desinfectalas.

-Me temo que no puedo hacer eso...

-¿porque? -El lider levantó una ceja, no le gustaba que lo desafiaran.

-Él parece negarse a ser atendido por inteligencia artificial

Perfecto, Anthony se llevó una mano al cabello con algo de desesperación-Esta bien, joder, trae a Dona.

-Eseguida señor...

++
+

Cathleen miró a Noah, entrando de nuevo a la habitación, odiab ver a su peque...-Ni siquiera lo pienses Noah Wayne-Sus gemas azules se agudizaron-ella no irá a ningun lugar donde la tengan en observación y usandola como marioneta...-Cathleen odiaba los hospitales.. por razones que Noah ya debía conocer.-Ella no estará en otro lugar mejor que conmigo...

Emmanuel había preparado todo cuanto Noah iba a necesitar para ayudar al chico, pero entonces Stark ya hacía de las suyas en un intento de ayudarlo por medio de aquel artefacto creado por él.

Franko en su caso, se mantenía en un terrible y doloroso "sueño". Las palabras de Vio, su desprecio.... era su cupa, si tan sólo no le hubiera mentido, sin tan sólo se hubiera presentado como un verdadero Orendain... pero, sabía que ella iba a rechazarlo y ahora... todo estaba mal, necesitaba ayuda y no, no la de una maquina. Era un Dios y como tal necesitaba las manos de otro para poder sanar sus tan terribles heridas.

-(-)-

-...-Suspiro, ya le parecía oírla decir aquello, claro, no era de sorprenderse.- Ella no ira a cualquier lugar, es mi hospital y estará en las manos del mejor de los psiquiatras.- Si, sabía, tenía muy presenta la razón por la que ella no querría que Vico se alejara de ella y no pretendía negarle aquello. Suspiro.- Muy bien, ira sólo a la evaluación y escucharemos las recomendaciones del Dr. ¿Esta bien? Por ahora, dejemosla descansar. Te necesito abajo, al parecer he encontrado a uno de los nuestros.- Si, tenían que ir a atenderle.