Franko y Violette -

-A veces pienso que deberías huir de mi ¿Sabes?- Expresó de repente mirando el cielo.- ¿No te asusta estar con un chico tan loco como yo?.- Y después de unos segundos sonrió y la miro directo a los ojos, con un toque un tanto extraño, pero repleto de un sentimiento puro y original para ella.- Que lastima...- Y con esa sonrisa se hecho sobre ella cuidando que la caída no le lastimara, claro, era un loco a fin de cuentas. Estaban en un bonito parque, porque él la había llamado con un extraño mensaje.
~~~~~~
Para: Violette
De: Franko.
Asunto: ¡Estoy loco!
Si no vienes ahora, cometeré la locura más horrible del mundo.
Estoy en el parque cerca de tu departamento(?)
¡De prisa!
~~~~~
Unió su nariz a la de ella y continuo mirándola.- Estoy muy loco como para pensar bien...- Y de la nada saco una bonita flor de bombones y se la ofreció, era un regalo, simple pero de corazón.- Señorita Moncrieff R., esta noche se ve de lo más hermosa y pretendo secuestrarla hasta tarde... ¿Le gusta la idea?

Había salido de su habitación apenas había terminado de reir por el mensaje. Franko era especial, sentía en su interior algo más que querer, sentía que debía decirle que sus sentimientos habían cambiando pues ya no solo lo quería.

-Te amo.-Susurró mirando al frente y bajando las escaleras para llegar al parque, besarlo y reir cerca de él.

-¿Es así?-Dijo con una sonrisa en sus labios rojizos, ¿huir de él?-Tal vez lo piense Franko, no me tientes.-Levantó una ceja y luego abrió los ojos de par en par-Espera... que ¡Franko!-Cayó al pasto y rió mientras cerraba los ojos.-La locura es uno de tus mayores atractivos, joven Franko.-Le acomodó unos mechones de cabello y luego miró la paleta de bombones. Sus ojos azules se suavisaron al instante, Franko no tenía igual.

Había estado tan cerca de él y nunca se había dado cuenta de los sentimientos que él tenía hacia ella y de los que ella empezaba a tener por él, sin embargo ahora estaban juntos y ya nada de eso importaba. Pasó sus manos alrededor de su cuello y se encogió de hombros.-No lo sé, tendrás que convencerme Franko.-Sonrió de lado, sin dejar de verlo.

Se le quedaba viendo con un amor inmenso. Claro, esperaba su sonrisa, quería que ella aceptara y sabia que lo haría, porque pasarían esa y muchas, muchas noches más juntos. No soltaba la paleta de bombón, le gustaba estar así, con ella, recostado, invadiendola por completo, marcarla como suya, porque pese a todo, su amabilidad, su humildad y de más, Franko era posesivo, uno pasivo porque no importaba que, confiaba en ella y la forma en la que se entregaban el uno al otro.

Se inclinó, acercó su nariz a la de ella, rozando apenas sus puntos ¿convencerla? ¡SI! Le encantaba convencerla. Se acercó más y apenas le rozó los labios.

-Si vienes, si aceptas, te daré muchos de estos...- Y le dio apenas un piquito.- Y de estos...- Y se inclinó para buscarle el cuello, besarla y lamerle ligeramente, jugando, respirando su olor, ese dulce Jengibre que lo volvía loco. Era tan exótico, seguro muchos pensarían que él era raro por percibir ese olor en ella pero.. Era intenso, con un ligero toque de limón, despreocupado porque "ella" ella no iba a interrumpirlos, nadie.

Rió encantada.-Oh... ¿esta intentando chantajearme joven Franko?-Dijo en un suspiro mientras sus manos acariciaban su espalda.-Porque esta funcionando... no se detenga aun.-Le gustaba, le gustaba demasiado ese chico. Duraron así unos minutos más hasta que ella le miró.-Ahora dame un beso.-Le ordenó sosteniendo ambas mejillas.-Tengo muchas, muchas ganas de besarte.-Entreabrió su boca y lo acercó a ella. Franko era para ella lo mejor, no pensaba en otra cosa más que estar con él., tal vez era tiempo de presentarselo a sus padres. Belia sería más dificil, por su naturaleza posesiva y por la naturaleza de Franko, pero sabía que su padre podría contenerla.

-Creo que sí ¿no?- Respondió pero sonrió encantado mientras continuaba con esos mimitos hacía su novia. Besos, lamidas, chupetones, mordiditas y cosas y no se detuvo hasta que ella le tomo la mejilla.- Te dare todos los que quieras, mi amor...-Dijo todo cariñoso y abrió un poco su boca para poder besarla como tanto le gustaba, dejando que su lengua y la de ella comenzaran una danza intensa. Estaba feliz y por eso él creía que ya era momento de decirle la verdad a su novia ¿Ella podía perdonarlo? si, seguro que si.

No dejo de besarlo hasta que sintió que tal vez, un parque no era precisamente el mejor lugar para hacerse ese tipo de caricias.-Me has convencido.-Rió y enarco una ceja.-¿A donde iremos?-Preguntó, ella quería llevarlo a un lugar, se lo había prometido a esos seres hacia mucho tiempo. Necesitaba darle las gracias a esos seres y tal vez... dar un paso más a su relación. Lo miró y acarició su cabello.-Han pasado muchas cosas desde la primera vez que te conocí.

Corto el beso y la miro encantado. Aun recostados, disfrutándose como siempre lo hacían.- No se ¿A donde te gustaría ir? Esta noche daré placer a cuanto desees, Vio.- Y se aparto un poco de ella para levantarse y darle su mano después de escucharla y disfrutar la caricia.- ¿A sí? ¿Qué cosas?.- Él lo sabía, pero quería que ella se la contara.

Ella sonrió.- La primera vez que te vi te pusiste rojo y golpeaste a Ashran...-siguió mirandolo, sus hermosos ojos verdes la llenaban de vida, era como si él pudiera ver a traves de toda Violette.-La primera vez que salimos, cuando me cantaste la canción.-susurró.-y yo no pude darme cuenta que eras para mi, estuve cerca de mi chico ideal y no me había dado cuenta Franko.

Soltó una suave risa cuando ella dijo aquello. Lo recordaba pero, era imposible, le se ponía tan nervioso estar cerca de él. Franko era un chico bastante sincero y le costaba mucho no decirle lo mucho que le gustaba, la cantidad de años que tenía amandola como un loco y aun no se lo contaba, pero ya podía estar cerca, podía tomarla de la mano y gritar a los 4 vientos que ella era de él. Sonrió y bajo un poco la mirada.- Fena estaba de por medio... él fue tu primer amor, es entendible que no me notaras.- Y levanto la mirada para encontrarse con los ojos de su amada mientras se acomodaba las gafas.

Le quitó las gafas para verlo mejor. Era muyatractivo, demasiado, como si no fuera humano. Franko era sexy, tenía una personalidad increible, era inteligente, divertido, fuerte y también muy noble, la amaba, eso era lo que más le importaba. Porque Franko era real.-Ya no hay ningun Fena.-Susurró inclinandose de nuevo a él y besandole en esa ocasión más despacio, sin prisas.

-¿Pero qué es lo que haces?- Dijo riendo, intentando tomar las gafas de su bonita novia. Joder, no miraba nada sin ellas y era un completo idiota o bueno, más de lo que ya podía serlo. Se detuvo delante de ella. Miraba sólo una nube blanca o bien, algo sin forma. Si, era su adoraba noviesilla.
-Lo se... y eso... me hace sentir....-No termino su frase cuando ella ya lo besaba. No lo vio venir, pues aunque aquella nube blanca se acercaba, pensó que sólo era una mala interpretación de su poca capacidad Visual. Respondió con la misma calma, porque lo sabía, entendía la forma en la que Vio se comunicaba con él cuando se tocaban, cuando se besaban.

Continuó con el beso, sintiendo el calor de su cuerpo, transmitiendole lo mucho que lo quería, tal vez que lo.... ¿amaba? se separó ligeramente de él.-Eres perfecto para mi Franko...-Besó sus parpados, rozando sus labios por su nariz, por su ceja, donde jaló ligeramente el arete.-Todo lo que hay en ti me pertenece Franko, eres mio. Eres mi lobo.

Amplió su sonrisa de sólo escuchar las palabras de su albina. Por supuesto que era así. Apretó los ojos de más cuando ella jalo su arete y soltó una risilla encantadora, la de todo un apuesto y seductor Orendain.- Así es, mi amor. Soy todo tuyo y tu...-Entonces logro quitarle las gafas a la albina ¿Cómo? Aprovechando un poco de su magia sin ser muy obvio y se las puso para poder verla con claridad.- Eres mía, todo cuanto eres, todo cuanto forma parte de tu ser... toda tu, tu, tu ¡Tu! eres mía ¡Mía~!- dijo alzando sus brazos, exagerando al actuar pero, así era él ¿Qué se podía esperar?

Miró a su alrededor, varias personas se habían detenido a verlos.-Todos estan mirandonos.-Dijo abrazando su cintura y pegando su mentón al torax de él, levantando así la mirada.-Estas loco Franko.-Sonrió feliz, adoraba tenerlo cerca de ella, era algo qeu no podía describirlo.-¿Como estan tus heridas?-Preguntó mientras metía sus deditos por debajo de la camisa de él, solo ligeramente, tocando su ombligo con suavidad, bajando y subiendo, quería saber como estaba su miembro, a ella le había dolido incluso, pobresillo.-

Sonrió encantado, saludando a un par de las personas que les miraban. Si, Franko no conocía la palabra vergüenza, al menos no en ese momento. Sintió cosquillas cuando ella pegó su mentón a su torax a lo que bajo la mirada y le sonrió enamorado.- Es imposible no mirarte, Violette. Eres hermosa, irresistible ¡única! y... mía~.- Dijo en un suspiro abrazandola.- ¿Heridas?- cuestiono y entonces sintió esa manita traviesa meterse bajo su camisa, jugar cerca de su ombligo- oh~...-Dijo y sonrió un poco más.- Mejor, como si siempre los hubiera tenido allí ¿Quieres revisar?.- Dijo alzando las cejillas. Si, estaba de juguetón, pero esa noche harían mil y un locuras.

Sonrió sensual, agudizando su mirada solo un poco para estirar la bragueta de él y luego soltarla de nuevo, estirar y soltar.-Me gustaría por supuesto, quiero cerciorarme de que no exista ninguna sola herida. -Sonrió.-hoy seré tu enfermera.

-hmmm~- Dijo meloso y coqueto hacía la alvina que le miraba intensamente, que jugaba con su cordura.- Estoy en sus manos, mi linda enfermera- Y se inclino para rozar la punta de su nariz con la de ella.

-En mis manos...-Sonrió y rozó su nariz de igual manera, cerrando los ojos.-¿A donde va a llevarme? debo cumplir el deseo de mi paciente.-Susurró


(Que cursis e-é xDDD )

-.... hmmmm Vemos ¿Qué lugar sera el indicado?.- Cuestiono mientras le tomaba de la mano entrelazando sus dedos.- Vamos, hoy experimentaremos algo nuevo.- Dijo muy contento mientras comenzaba a avanzar. Un motel ¿Por qué no? Nunca se había quedado en uno con ella, aunque conocía varios gracias a sus conocidos.

(xDDDDD ewe ya sabes, ella igual que su papá y él o-o como su mamá ewe perfecta combinación)

Asintió con complicidad, dejando que los dedos de él entrelazaran los de ella. Sus ojos azules miraron sus manos unidas y no pudo evitar pensar en lo hermoso que se miraban así.-¿Me diras a donde iremos?-Tenía en su mano la paleta de bombon, queria comerla pero... tenía mejores planes para esa paleta.-¿A donde me llevaras?-Tenía curiosidad, quería saberlo en verdad, aunque tal vez sería dificil convencerlo de hacerlo, cuando algo se le metía entre ceja y ceja... era imposible sacarlo de su cabeza.

-Puedo decirtelo si lo deseas, mi amor.- Dijo mirandola de reojo, acomodando una vez más sus gafas, mientras reía un poco, coqueto, insinuando que se divertirían o algo así, porque ella sería su enfermera y, bueno, ella sabría que hacer.- Quiero que vayamos a un Motel. Conozco un par pero...-Dijo muy sincero. Si, muchas fiestas en sus tiempos libres.- No hay como él Luna nueva. Es un motel muy bonito, elegante y es un lugar nuevo para los dos.- Si, sólo había entrado y salido de una fiesta improvisada.

Enarcó, tal vez no era tan dificil, Franko era tan impredecible. Violette se llevó una mano a la boca y rio un poco. ¿Un motel? que interesante, la idea no sonaba tan mal.-Nunca he estado en uno.-Le contestó caminando como siempre lo hacia, con ese porte seguro y autosuficiente, sensual y elegante, como su madre.-Esta obscureciendo..-Levantó la mirada al cielo casi azul marino y dejo que el viento rozara sus narices.

-¿Enserio? Yo si.- Dijo tan sincero como ella lo era con él.- Mis amigos a veces se alocaban un poco ¿Recuerdas a Mickey?- Cuestiono, ese chico que le había enseñado de todo un poco de la vida nocturna.- Él me llevo junto a Ami y a Leonel a pasar una noche en uno de los moteles más corrientes de la ciudad.- Soltó una risa. Recordar esa noche era en verdad divertido.- Fue una noche inolvidable.- Y la miro, le gustaba contarle un poco de lo que solía hacer junto a sus mejores amigos cuando más joven.- Si... ¿Tienes frió?- Cuestiono acercándose un poco más a ella.- Te daré mi sudadera.- Dijo mientras le soltaba la mano al detener el paso y se quitaba su sudadera. Si, para cubrirla del frío que probablemente podía tener su novia.

Frunció su ceño ¿Ami?-Vaya...-caminó más rápido, ignorando si tenía frio o no, ¿amigas +hotel=sexo? Sintió algo caliente emerger de su estómago, quería destruir lo primero qeu encontraba, ¿con cuantas mujeres se había acostado SU novio? peor aun, ¿a cuantas había besado? No era la única, había tenido muchas amigas, ¿no las tenía? ¡claro! estaba esa tal narciso, narko, ¿como se llamaba? no le importaba, tenía tatuado su nombre, tenía tatuado el nombre y algo significativo de cualquier otra mujer menos de... sus ojos se volvieron color hielo.

-¡Oye!- dijo un tanto sorprendido de que ella reaccionara de ta manera. Si, ella estaba molesta por lo que había dicho ¿Qué habría imaginado su bonita novia?- Violette... ¡Violette!.- Dijo deteniendose de golpe, sin soltar la mano de su novia.- Oye ¿Qué pasa? ¿Por qué te has enojado?- dijo intentato verla a los ojos