Franko y Violette -

Sentía una ansiedad en las manos. Quería ser él quien desabrochara esa bata pero fue como un ¡Boom! contra su ser cuando ella dejo a la vista sus sensualidad, sus preciosos senos ¡Joder! Comenzaba a dudar sii podía mantenerse calmo.

Cerro los ojos cuando ella se acerco y le toco la frente. Asintió con la cabeza y jadeo un poco.- S-Si... ¿Qué debo hacer? Y-Yo siento un dolor abajo...- Dijo, porque su erección presionaba contra su pantalón pero sonrió. ¡Dios, era un juego difícil! pero le estaba gustando.

La peliblanca se alejó ligeramente sacando su estetoscopio, metiendo el frio metal por debajo de la camisa de él, palpando su torax duro, sus musculos. Se alejó de nuevo, dandole la espalda e inclinandose, levantando su firme y redondo culo para que él lo viera, para que él lo disfrutara y anhelara tocarlo, tanto como ella deseaba que lo hiciera.-Vamos a hacer una revisión extensa Señor Franko.-Dijo de nuevo, ajustandose los guantes mientras lo miraba.-Necesito que se recueste.

(Me acabo de dar cuenta que Violette le esta diciendo "Sr. Orendain" y ella un no sabe que lo es D:)

Y gozo del bonito panorama. Ah~ que delicia de mujer ¡Que delicia! sonrió encantado, erecto y resistiéndose a lanzarse porque estaba a nada de tomarla, follarla, hacerle el amor como un loco pero ella giro justo a tiempo a lo que intento ser disimulado.- Esta bien, Dra.- Y ya se acostaba obedeciendo las palabras de su albina.

(Es verdad! XD LOL ya lo cambie jajajaja )

Sus ojos azules lo examinaron, mordiendo su labio inferior al ver aquella dura erección abultar sus pantalones.-Donde te duele Franko?-Preguntó mientras metía su mano por la camisa, presionando el pecho, su torax, su estomago, su ombligo, sus caderas... su pelvis, bajando poco a poco y observando sus reacciones, hasta llegar allí. Su mano enguantada tocó el bulto, presionando con un poco más de fuerza, apretándolo ligeramente mientras sonreía.

Inhalaba y exhalaba profundamente. Cerro los ojos y de nuevo inhalo y exhalo. Su corazón estaba hecho una bomba y dejo que sus sentidos se despertaran con aquellas caricias.- Abajo...-Dijo en un suspiro. Trago.- M-Más abajo... d-doctora...¡Ahg!.- Expreso cuando ella toco aquel bulto y gimió con el apretón.- Ahí... m-me duele...- Sonrió un poco, joder que continuara tocándole.

Violette sonrió para sus adentros, su corazón se había disparado al mil al escucharlo gruñir de esa manera... dioses, era tan sexy.-Pobresillo...-Susurró mientras continuaba con esos movimientos, suaves y lentos.-Esta ardiendo joven Franko...tengo que checar su temperatura.-Susurró mientras pasaba sus manos por su camisa, sacandosela lentamente.-¿Mejor?-Preguntó mientras ella mordía su labio inferior y se quitaba los anteojo.-Creo que hace calor aquí.-Se levantó y empezó a desabrocharse otro botón más, hasta dejar a la vista su sexy y bien proporcionado busto.-Necesito que se siente.-Le dijo y justo cuando él estuvo sentado, se acercó, levantando su rostro a ella.-Tenemos que bajar la temperatura.

Jadeo. Le gustaba que ella le tocara de esa forma. Que fuera tan suave y tan dedicada. Trago saliva y se removió un poco bajo las manos de su novia. Suspiro y dejo que le quitara la camisa, dejando a la vista aquellos aretes en sus pezones duros.-...-Negó con la cabeza.- N-no del todo... doctora...- Y abrió los ojos cuando ella dejo a la vista su precioso pecho. El miembro de vibro y le hizo estremecer.- Ahg... S-Si...-Dijo mientras se relamía los labios saboreando sus pechos, su boca, todo de su amada.

Se acercó a su boca, rozando sus alientos, mirandolo fijamente.-Esto me esta estorbando un poco.-Violette sentia sus piernas flaquear, era tan erótico saber que Franko estaba así a su merced.-¿Podrías ayudarme?-Tomó sus manos y las colocó en la bata, esperando que él desabrochara botón por botón, para dejar ver su vientre plano, con aquel pircing, con las medias, los ligeros y esa pantaleta de encaje negra que aunque era obscura, tenía partes transparentes, dejando ver la tersa piel de su pubis.-También tenemos que hacer algo con ese dolor ¿no es así?-Poco a poco se sentó sobre él, con sus piernas a cada lado de las del chico.-¿Que le gustaría hacer joven Franko?

El Orendain asintió atontado a su novia. Gruño de nuevo porque la tenía cerca, porque la quería debajo de él pero tenía que aguantar y disfrutar de esas atenciones. Asintió con la cabeza. Tenía la piel chinita, comenzaba a sudar por la intensidad de la emoción, de los sentimientos, del deseo y su excitación. Hizo una mueca. Le dolía. Jadeo. ¡Joder!.- Violette....-Dijo en un suspiro perdido, Excitado y llego sus manos hasta las caderas de su novia apenas estuvo sobre él y la presiono contra su erección. Movió sus caderas, no podía aguantar más.- N-No lo se doctora... y-yo soy muy torpe... ¿Q-Qué me aconseja?- Cuestiono sin dejar de moverse y apretarla contra él.

Violette jadeó, afilando su mirada en él... tan sexy, tan... -B-Bajar...-Susurró mientras empezaba a moverse aun sobre la tela, simulando lentas penetraciones, cada vez más rápido.-T-Tal ves tenga una infección.-Su mano bajo por torax, empezando a desender y desabrochar el pantalón para sacar su miembro duro, hinchado por el deseo que sentía por ella.-¿Pircings joven Franko?-Empezó a acariciarlo con su mano directamente pues ya se había quitado los guantes.-¿No le ha dolido?-Se inclinó a su boca.-¿porque ha hecho tal cosa ah~...F-Franko?

Franko jadeaba mientras la sujetaba con firmeza de las caderas. La miraba con las pupilas dilatadas.-Ah~ Si....- Dijo sin dejar de verla, moviéndose más con ella gruñendo mientras que ella le tocaba directamente.- Ah~ Doctora...-Franko trago y la miro a los ojos. Sonrió sensual, perverso, enamorado, deseoso, salvaje.- U-usted...- Jadeo.- Es... es tan sexy... quiero... quiero follarla.- Le decía a Violette con cierta fuerza. Pegándola más a su erección. Continuando con su juego. Un paciente loco por su doctora, que soñaba noche y día en tenerla debajo, mojada, llena de él.- TToda,,, ahg... toda usted... la deseo... eso... por eso...Ahg!... y lanzó la cabeza hacía atrás... Franko estaba disfrutando esos roces.

Violette jadeó al escucharlo, al oir decir lo mucho que deseaba...-Ahh~-Lanzó su cabeza ligeramente hacia atrás, mirando el techo y sonriendo de lado.-¿Que quiere hacer conmigo...?-Su erección la aplastó ligeramente con su vulva empapada a traves de la tela. Dioses, podía sentir los pircings.-No le mientas ah...-Pegó sus manos al respaldo del sofá y comenzó a moverse así, con la bata abierta, mostrando su perfecto cuerpo envuelto en lencería.-Tendré que inyectarlo...

Y Franko ya no pudo más con ese juego. No lo sabía pero le costaba simplemente estar quietesito. Violette lo provocaba demasiado. Su cuerpo, la sensualidad que esparcía y él simplemente era esclavo de esa preciosa mujer. Gruño y se fue a sobre ella, recostandola en el sofá, rozando sus sexos, inclinándose a su boca, sin besarla por el momento.- ¿Mentir?... Y-Yo no miento Dra. jamas le mentiría...-Suspiro y trago. Sonrió.- Ya... yalo hago yo.- Dijo divertido y su dura erección rozo con más fuerza sobre el sexo de su doctora preferida.

-Franko~-Mordió su labio inferior con fuerza, arqueandose un poco, jadeando agitada porque se sentía tan caliente, porque podía sentir el metal frio del pene de él rozando su zona intima aun cubierta por la tela.-E-Eres un mal paciente...-Su mano se dirigió al cuello de él, sosteniendose mientras se rozaban con sensualidad, con deseo y erotismo, acariciando, apretando y jalando el cabello de su nuca. Sus pezones estaban erectos contra el sosten negro, sus labios rojos se entreabrían suspierando, susurrando en gemidos su nombre. Franko, Franko era todo para ella... ella... ella... lo... lo amaba.-Franko ah~...

(Así es la lencería asdsad ewé )

Si. Ella lo disfrutaba y él.. ¡Joder! para él no había igual ¿Cuándo imagino que podría estar con ella de esta manera? Siempre lo imagino. Noches repletas de sueños húmedos, mañanas calientes sólo imaginándola a ella llamándolo por su nombre. Si, Franko era un chico bastante inteligente, simpático y repleto de deseos en los que sólo una peliblanca estuvieron y estarían el resto de su vida pero... ¿Cuando supiera la verdad? Cerro los ojos y apretó los labios con fuerza. <<No voy a perderle>> pensó desesperándose, creando la peor de las historias en su cabeza <<No>> y comenzó a moverse con ímpetu, con cierta desesperación. Quería hacerla suya. Marcarla... ella le pertenecía, no importaba que. Ni su nombre, no su apellido, ni su familia ¡Nada!
Se aparto de ella unos segundos. La miro mientras se bajaba más el pantalón y sus calzoncillos. Su erección estaba desesperada, tanto como él por estar dentro de ella. Trago, sus pupilas estaban totalmente dilatadas, destellaban deseo por esa hembra ¿Franko? Estaba un tanto asustado ¿Por qué en ese momento? Bueno, era el día de la verdad y... no, no iba a ocurrir nada. Fue agresivo, fue tan salvaje como un lycan y un Dios podían ser. tomo las bragas oscuras de su novia y las hizo trizas, acercando su erección donde su entrada, llevando su boca donde sus pechos, lamiendo por sobre la tela, mordiendo.- Violette...- la llamo.-Te amo...-Dijo con cierta aflicción y en un movimiento rudo, posesivo y territorial, la hizo suya una vez mmás. La penetro y sonrió satisfecho. Ella lo aceptaba. Eran perfectos... si, él uno para el otro. Gruño, gimió desde lo profundo de su garganta y miro la expresión de su linda noviesita.... ¡Joder! Hermosa, sublime ¡Una Diosa!

Lo miraba, había tanto deseo y tanta pasión que no cabía en su cuerpo.-F~ranko..-Gemía despacio, arrastrando las letras de su nombre, no sabía como reaccionar a él.-Ah...-Jadeó moviendose al instante en que él le arrancó aquellas sensuales bragas, mordió su labio, mirandolo con pasión, sonriendo de lado por aquello sin embargo... cuando él le dijo aquel "Te amo" Violette sintió que algo no andaba bien..-¡F-Franko! ¡AHHG~!-Gimió, encajando sus uñas en la carne caliente de él. Aquella embestida le había hecho empujarse hacia arriba, abriendo las piernas, quitandole el aire mientras abría la boca con sensualidad para gemir su nombre. Dioses ¡Dioses! Se sentía tan delicioso, era... su centro había vibrado, sus paredes lo disfrutaba.-Ah..~ ahh! Ahh por ahh~ si!-Sonrió llena de sensualidad, apretando sus piernas alrededor de sus caderas, soltandose el sostén para que él pudiera tomar sus botones, jalando su nuca y aplastando su boca contra sus senos, porque lo quería, tan sexy y pasional como era... ¿Algo pasaba? ella no pensaría en eso, seguramente solo había sido su imaginación.

Y aquella acción lo silenció. Atrapo con su boca los pezones de su amado. Los lamió, los mamo, hizo todo cuanto su imaginación le permitió, dejando que la perforación en su lengua jugueteara con ese par de duros pezones. Embestía, arremetía con fuerza contra el interior de su amada albina. No quería que olvidara quien era él, porque pese a ser lo que más odiaba, también era el amor de su vida. Si, él lo sabía, podía sentir lo mucho que Violette le quería y deseaba ¿Lo perdonaría? ¿Ella lo aceptaría? Si. Tenía que darle un si porque...-¡Ah~!- Gimió sobre los pezones de Violette. Su espada, la forma en la que le apretaba con las piernas. Golpeó más a fondo.- Violette... mía Violette.- Y relamió sus pechos, sus botones. Mordió sus senos y sujeto sus muñecas para llevarlas sobre su cabeza, aprisionándola bajo él, sometiéndola en placer, sólo satisfaciendo los deseos de ambos. Haciendo el amor con locura junto as u novia. Una Rhamel.

Gimió su nombre con fuerza, sintiendo como sus pechos eran succionados por sus dientes, su boca, abrazados por su lengua.-Oh~ ¡Ahhahhn~ Franko~!-Apretó con más fuerza, sintiendo como su verga la gopeaba una y otra vez, sus perforaciones la hacia delirar, sus estocadas estimulaban áreas que ella no había snetido antes. Su seno tatuado brillo de un intenso dorado a un ardiente color lava, la manera en que Franko la estaba estimulando, la hizo jadear, apenas y podía hablar, apenas y podía conseguir oxígeno.-T-Tuya ¡Ahg~ sii, SII!-Se arqueó con fuerza, sin dejar de gemir, como musica para aquella habitación obscura, donde solo ellos dos se amaban con locura, con deseo, con ansias.

Si, encantadora y sensual música. No sólo los gemidos de su adorada novia, también aquellos sonidos que sus sexos producían al unirse sin parar. Sonrió jadeante. Si, era de él, ella le pertenecía.- S-Si... Ah~- Arremato contra su interior con su dura verga, sintiendo que sus bolas se contraían.- Violette... Joder... Tan... deliciosa... N-No puedo... eres mía... t-toda mía.- y apretó las muñecas de la albina para ir más sobre ella buscando rozar con su falo aquel punto interior sensible.

Siseó con fuerza, apretandolo mientras que sus senos botaba de arriba hacia abajo, en punta por él, estaban rojizos, llenos de marquitas y aquel tatuaje brillaban en uno de ellos, reconociendo a Franko como su total dueño.-M-Me e-encantas~! -Como le hacia el amor, la manera en que ella se estremecía, no había duda alguna Violette amaba a Franko, pero aun no se sentía lista para decirlo.-F-Franko y-yo ahh~ ah~ me...-Se arqueó, movió sus manos porque quería besarlo, quería tocarlo, su piel, su carne, arañarlo, sentir sus senos rozarse con esos pezones perforados, sentir su pecho duro contra el blanco de ella. Estaba a punto de correrse, su interior apretaba su longitud, su dureza.

La locura consumió al Orendain. No, no la,soltó, apretó aun más sus muñecas. Se inclinó lamiendo aquel precioso tatuaje sobre el pecho de su hermosa novia. Era de él. Por él y para él. La velocidad de sus movimientos se intensificó. Ella lo apretaba. Lo ordeñaba tremendamente. Grito con fuerza en un gruñido animal estremeciéndose por la intimidad, por el acto y el amor que ambos se mostraban.- Ah... Violette... Correte. Hazlo, para mi... ¡maldición!.- Y gruño actuando por su instinto, mordiendo aquel tatuaje. Marcándola para siempre, una vez más, como suya, porque nada ni nadie se la iba a quitar. Justo cuando penetro su piel con sus colmillos, a Franko lo sacudió un orgasmo tan potente que en una estocada dura y profunda termino dentro de ella, dejándose llevar por el estremecer de su cuerpo, el de ella.

-¡¡AHHG~ Ahh~~!!-Se había arqueado, sintiendo las mordidas, las contracciones de sus paredes, de lo empapada que estaba, de lo llena que estaba de él. Su ser entero le pertenecía a Franko D´Magadalena o por lo menos eso era lo que ella pensaba... Sonrió de lado, sin aflojar sus piernas, porque sentía que se correría de nuevo, cerró sus ojos y mientras él seguía dentro, llenandola, ella se meció, estallando de nuevo, respirando agitada, sudada y con su seno escociendole por aquella mordida.-Me ha... inyectado joven Franko...-Comentó con sensualidad, con picardía y esa voz profunda de una mujer satisfecha.

Y se quedo sobre ella sintiendo el estremecer, ese segundo orgasmo de su novia ¡Joder" tan delicioso, intenso, único ¡Maravilloso!. No se moció más, Se quedo sobre ella, lamiendo un poco la zona que mordió con tanta agresividad. Sonrió y lamió un poquito más abajo, llegando hasta su pezón.- ¿Lo hice bien... doctora?-

Violette sonrió de lado.-Ah~...-Sus manos acariciaron el pecho de su novio y asintió.-Los has hecho fabuloso.-Le dijo acostada, sus lentes se habían caido por la agitación y aunque aun usaba esa bata, su lencería estaba semirota, con su cabello despeinado y el tatuaje de un color amarillo obscuro, menos brillante.-Debiste haberlo perforado mucho antes...-Rió un poquito.