Devianey/Kellen

Rio por los besos que él le daba, sus manos se había colocado en sus hombros, para sostenerse.-Bueno tu impaciencia por supuesto.-Letizia estaba feliz, ¿desde cuando no reía así? claro,desde que él no pasaba tanto tiempo en casa.-Y la manera en que te enojas porque no puedes besarme tanto como deberías.-Rio de nuevo.-Y el amor que te tengo y me tienes y como mi corazon sigue latiendo como la adolescente que fui.-Habían pasado muchas cosas para que ellos se conocieran y se llevaran bien, si, no había sido nada fácil.

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-Oh, sin duda aunque no sea su "clase de chico" ella caera definitivamente rendida a sus pies. Kellen es un caballero, pese a lo que piense o haga incluso el mismo. Lo sé. Porque bueno... lo he visto a escondida en ocasiones, detrás de toda esa facha de libertino, es un caballero.-Clarisse sonrió mirando a Dim- Y a toda chica le gustan los caballeros.-Se alizó el vestido y luego carraspeó.-Bien, pero pasando a otros asuntos. Mi temporada va a iniciar, estoy un poco... er... inestable-Levanto su mentón.-una princesa, la princesa de Inglaterra nada menos. ¿Sabes el peso que tengo que cargar? -Suspiró, a veces odiaba tener que ser princesa, ¿porque no ser como cualquier otra dama? Suspiró de nuevo, esta vez más profundo y lago para luego girarse a Dim y tomarlo de los hombros-Bailemos Dim-Sonrió de oreja a oreja.-Complaceme en esto ¿si?

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La duquesa rió.-Oh, le diré a Lady Boblue que has elogiado sus vestidos.-Se pegó más a él por la manera en que quitaba su ropa, se sonrojo, no podía evitar sentirse sonrojada, Cys era... bueno, a pesar de los años era demasiado para ella.-¿Necesitas ayuda?-Preguntó y al final sintió como su cuerpo se liberaba solito, como resbalaban algunas cosas. Mordió su boca.-E-Estoy sorprendida por... su habilidad, Duque Jaeger.

Sonrío mientras que la escuchaba. La cargo para llevarla a la cama mientras continuaba con sus besos.- Hmmmm tienes mucha razón.- Y le mordió el labio inferior mientras la recostaba y quedaba sobre ella, apoyando las palmas de su mano sobre el cómodo colchón. Le sonrió. Le acarició la mejilla.- Y sigues siendo tan hermosa como la primea vez que te vi.. No... eres aun más hermosa. Te veo y sigo pensando pensando lo mismo "Ah~ Que chica más hermosa, ella tiene que ser mía"-Sonrió y se inclino.- La cosa es, que ya eres sólo mía... Bella Mia Letizia.

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-Suenas bastante confiada, Cissie pero acepto, veamos quien cae primero.- Dijo divertido mientras continuaba viendo a su alteza. Era una chica mimada, no había duda de ello pero no le desagradaba, al contrario, sabía que detrás de todo eso, había una dulce y encantadora mujercita. Sonrió cuando mencionaba lo de su temporada.- Lo siento, afortunadamente no soy una chica y no tengo que experimentar ese pesar...-Estaba bromeando. La miro un poco sorprendido pero le sonrió y asintió.- Sera un placer complacerla, princesa.- Y le ofreció la mano después de reintegrarse de pie para invitarla como todo un caballero. Sujeto con suavidad su mano y la otra la llevo hasta donde su cintura mientras la miraba a los ojos.- Muchos querrán bailar contigo ¿Sabes?... Eres muy bonita Clarisse, seras muy popular...

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Rió por aquellas palabras y negó atrayendola aun más a él.- No lo necesito, mi amor.- Susurro en su oído, quitando más y más de las telas que le alejaban de la piel de su mujer.- Oh my lady, se sorprenderá aun más cuando la tenga desnuda entre mis brazos... Le are disfrutar de mi compañía.- Si, iban a gozar y disfrutar la gran noticia.

Respiraba agitada, sus pechos maduros subian y bajaban. Era cierto que ya no tenía el cuerpo tan delgado como cuando era joven. Aunque la reina se mantenía hermosa, tenía algunas evidencias de sus embarazos, unas marcas blancas alrededor de su vientre y algunos lunares más en la parte baja de sus senos y unos cuantos en su cuello. Sonrió.-Soy tuya.Afirmó sin duda alguna y luego rió.-Soy hermosa a tus ojos...-dijo pasandole una mano por su cabello, suspirando por la excitación que Branko le provocaba.

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Clarisse rió un poco pero al final negó, tomando sus manos y empezando a moverse con suavidad.-Soy hermosa y se...-Carraspeó.-Sin duda que seré muy popular.-Sonrió forzadamente para ver a la nada.-Ese es claro esta, el problema. Soy hermosa, soy hija de los Reyes de Inglaterra, tengo por obviedad una dote enorme y también soy inteligente. Pero es eso lo que le quita todo el encanto.-Continuó moviéndose, de un lado a otro, mirando los ojos de Dim y la nada nuevamente.-¿Quien me querrá por lo que soy Dimitri? -Suspiró.-Es dificil tener verdaderos amigos... verdaderos pretendientes que no luchen por lo que soy en la superficie.-Miró a querido amigo y suspiró una sonrisa.-¿Entiendes ahora? Estoy envuelta en un mundo lleno de frivolidad, caballero.

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La última prenda de su ropa cayó al suelo, dejando ver su cuerpo desnudo a excepción de las medias con ligeros de encaje.

-Bien..-Le dijo con suavidad, sintiendo como su rizado cabello rubio acariciaba su suave espalda blanca.-quiero que me sorprenda, milord.

Bufó una risa muy masculina, grave, repleta de excitación por la forma en la que sus manos podía recorrer el cuerpo de la castaña, por la forma en la que ella reaccionaba, como su pecho subía y bajaba. Era delicioso verla.- Y no necesitas serlo a ojos de alguien más... Eres mía y no me gusta compartir.- Si, era bastante egoísta-. Se apoyo en sus codos para sentar sobre su cuerpo, rezar tanto como podía mientras la besaba una vez más, saboreando sus labios, mordisqueando de vez en vez, abriendo sus labios, dejando que su lengua comenzara a interactuar con la de ella.

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Dimitri espero un poco y tarareo un bonito vals, uno bastante popular, no recordaba el nombre pero le gustaba. Lo hizo bajo para empezar a moverse, guiando a la dulce princesa mientas la miraba y la escuchaba con atención. Entendía su preocupación aunque fuera un chico porque no le sorprendería que las chicas se acercaran incluso así por el, era hijo del Duque y muchos de los que pretendían ser sus amigos eran sólo interesados. Le sonreía porque a él le gustaba Clarisse, la miraba por lo que era y no por lo que tenía. La quería mucho aunque... bueno, simplemente la quería.- Clarisse a mi me gustas por lo que eres, nunca lo dudes ¿Si?.- Dijo riendo un poco mientras daban una vuelta.- Y te entiendo pero se que eres bastante inteligente como para darte cuenta quien se acerca a ti por interés monetario y seguro que tu padre y hermano también se darán cuenta. También me tienes a mi y a mi papá, cuidaremos de ti. Seguro que encontraras el chico indicado. No todo es lo que parece.- Y le dio una vuelta más, tomando un poco más divertido el baile, haciendo pasos un poco exagerados pero cuidando a la princesa en todo momento.- ¿Cómo es tu chico ideal, Cissie?

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¡Dios! Qué mujer. Sentía un fuerte presión en su pantalón mientras la mirada de pies a cabeza. Ese ligero lo hacía sentir demasiadas cosas ahí abajo y en todo su cuerpo. Deslizo sus manos sobre el cuerpo de su mujer. Le sonrió mientras la miraba y la pegaba a su cuerpo de frente.- Qué petición más indecente, my lady.- Susurro en su oído y mordió su lóbulo mientras sus manos jugaban con el ligero.- Me encanta.- Gruño comenzando a besar por debajo de su oreja, dejando un camino de besos hasta su cuello.

-Ah...-Mordió sus labios al escucharlo. Siempre tan sexy, siempre tan sensual... lo amaba, porque la derretía, esas palabras la derretían.-A mi tampoco me gusta compartir, u alteza.-Lamió su labio inferior y una de sus manos bajo a su espalda media, palpando, sintiendo hasta colocarla en su nalga. Ladeo una sonrisa.-Hay cosas que nunca cambian.

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La rubia dió la vuelta y se encogió de hombros.-Creo que debe ser un caballero, debe ser inteligente y también debe cumplir mis caprichos.-Negó.-No debe ser menos que papá o mi hermano, porque tendra que enfrentarse a ellos... así que bien, la selección es un poco dificil-Se detuvo y luego miró a Dimitri, con sinceridad y suavidad.-Pero sobretodo, lo que más me importa Dimi, es que me ame y que no tenga miedo de luchar por mi o en su caso, de que yo luche por él-Luego su mirada cambio a una más afilada, más arrogante.-Si, creo que ya se como es mi tipo de hombre... uno como tu.-Sonrió de lado.

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Frejya se sonrojó, ahogando un suspiró a la vez que se sostenía de los hombros de Cys.-Ah...-Cerró sus ojos dejandose llevar, sintiendo escalofrios por todo su cuerpo.-H-Habrá que ser silenciosos.... los reyes estan durmiendo en nuestra casa-Sonrió por puro gusto, lanzando su cuello hacia atrás ligeramente dejando que él besara todo lo que quisiera.

-Hmm~- Expreso escuchándola y sintiendo aquella atrevida mano que bajaba hasta su trasero. Su reina era la mujer más atrevida, más sensual y excitante en la jodida tierra, lastima para el resto de hombres que no podían disfrutarla, era de él.- Lo se, su majestad, continuemos disfrutando mientras aun sea posible.- Y en un movimiento rápido la puso a ella sobre de él. Sabía que eso le encantaba a ella y él lo gozaba a un más.

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El Jaeger McCloud sonrió cuando ella dijo eso ultimo y termino dándole un abrazo a la princesa deteniendo el baile, Dimitri era un chico bastante natural, era agradable y muy transparente, jamas se intereso el algo material y sabía que no le interesaría, le importaban las personas ¿Podrá cumplir su sueño? Él quería doctor, quería ayudar a las personas. Japón era el lugar indicado, aunque aun nadie lo sabía, eso se llevaba mucho más tiempo del que se podrían imaginar, cuatro años no era nada... estaría demasiado tiempo lejos de casa. Se aparto de la rubia e hizo una elegante reverencia.- Es un gran honor, creo... - Rió nervioso y la miro de nuevo a los ojos.- Seguro encontrara un chico mejor que yo y ¡Yo le ayudare! Princesa, permitame invitarla mañana a dar un paseo por el parque central e invitarle un helado.

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Cys rió un poco y después mordió con suavidad la piel de su doncella. Sujeto con firmeza sus piernas, guiando sus manos hacía arriba para llegas a su cintura y pegarla a él. Quería que supiera cuanto la deseaba... demasiado.- Dudo que nuestros reyes duerman, cariño pero...- Le rozo los labios.- No es algo que nos incumba.- Y devoro su boca mientras la encaminaba a la cama.

-Oh!-Sonrió encantada mientras lo miraba debajo de ella, con sus piernas a cada lado,pegando sus pelvis y meciéndose un poco aun sin que él estuviera dentro de ella.-Branko...-Siseó y sus palmas subieron a su pecho, lo acariciaron, bajando por sus costados sin dejar de moverse. Una de sus manos subió a su propio cuello, cerrando los ojos y sintiendo el placer de que él la mirara, como un espectáculo, ella era el espectaculo

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Clarisse rió y asintió para al final detenerse. Estaba cansada, había sido un viaje largo.-Esta bien Dim iré contigo a por ese helado pero antes...-Sonrió de lado, cruzandose de brazos-No olvides nuestro reto, tenemos que tener los ojos muy abiertos a Dev y Kellen, quiero saber que es lo que va a pasar entre ellos dos.-Sonrió encantada.-Y ahora estoy algo agotada, creo que iré a dormir.-Le dijo con una sonrisa.-Gracias Dimi, te quiero.

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Frejya estaba sonrojada, suspiraba, jadeaba ligeramente ante las caricias. Sintió su boca y respondió con la misma pasión que él le daba, al principio de su relación era un poco más tranquila, porque no sabía y porque Cys la abrumaba, no sabía como responder, sin embargo ahora ya no podía resistirse, ahora se dejaba llevar. La duquesa suspiró sintiendo su dureza.-Tienes mu... mucha ropa Cys-Le susurró, intentando quitarle la camisa.

Branko estaba duro, su falo se sacudía con los movimientos de su esposa y la forma en la que se exponía ante él. Ese par de pechos botando, encantadores, ese cuerpo curvado, anhelaba saborearlo en todo su sentidos y entonces llevo su mano hasta la cintura de su mujer si. Detenerla, comenzó a mover sus manos, acariciando su piel suave como la seda. Jadeo estremeciéndose por la fricción de sus sexos y la miro con sus pupilas dilatadas.- Letizia... Eres tan hermosa...- Gruño y jadeo de nuevo, su esposa sabia como moverse sobre él.

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-Te aseguro que no los perderé de vista.- dijo él guiñándole el ojo a la rubia. Se inclinó y le beso el dorso de la mano antes de decir esas palabras, pues se sentía honrado de poder ser amigo íntimo de la princesa, quería ayudarla y cuidarla y lo haría.- Permíteme acompañarte a tu habitación, majestad,- Y le ofrecía su brazo para llevarla fuera de esa habitación y guiarla a sus aposentos.- Tambiém te quiero, Clarisse.- Termino por decirle con esa sonrisa tan suya, emocionado aun por tan buena relación que tenían.

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-Tienes mucha razón, mi condesa- Murmuro sobre su boca para decorarla una vez más mientras la ayudaba para quitarse la camisa porque si, aun estaba vestido y anhelaba el calor del cuerpo de su esposa, pero no le daba tregua porque sus manos ya hacían sobre el cuerpo de Frejya. Subían y bajaban, apretaban su delicada carne, la pegaban más y más a él. No quería detenerse pero, tenía que hacerlo en algún momento para sacarse por completo la ropa.

Empezó a mecer sus caderas en circulos, apretando su miembro duro, se levantó un poco y jugo con su punta, dejando que tocara y sintiera su vulva pero no que entrara, una de sus manos se sostenía de sus piernas, ofreciendo de esa manera sus senos, como si fuese un tributo a un dios de la fertilidad.-Branko~-Gimió con más fuerza, mientras se detenía y bajaba su cabeza, dejando que su cabello castaño callera como castad al frente, metiendo poco a poco la polla de él dentro de ella.-Ahh~ Ahh! Branko~ B-Bran..ahh-nh~ Branko~!-Terminó de gemir con fuerza, dejándose caer por completo.

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La rubia rió un poquito y asintió, tomandole el brazo y empezando a caminar.-Y tu Dim? ¿Que es lo que quieres tu? -Porque habían hablado mucho sobre ella y ahora le tocaba el punto de vista de él-¿Hay alguien que te interese Dimitri? -Sonrió-o estas bajo los estandares de tu bella hermana mayor?

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Tan pronto pudo, sus manos ya tocaban la piel del hombre. Sintió como sus piernas flaqueaban pese a la edad, pese a tener tanto tiempo con él.-Ah~ Cys...-Suspiró y bajo sus dedos hasta el ombligo de él y luego volvió a subir a sus hombros, pegandose por completo, aplastando sus senos contra su dura carne, estos se irguieron por completo, duros y calidos.-Te amo.

El rey gemía junto a su amada esposa. Levantaba sus caderas a cada roce para reforzar el contacto y el placer que se disparaba los todo su cuerpo. Sujetaba con fuerza su cuerpo, sus pechos, masajeandolos a su antojo. Quería más. Iba a por ellos. Quería devorarlos, lamer la dureza de sus botones y hacer muchas mas cosas con ellos pero no pudo continuar su acto cuando sintió la estreches de su mujer decorarlo.-Argh... Letizia...- gimoteo con voz varonil y entonces, justo cuando ya al tenía sobre de él, con esa hermosa cascada castaña se lanzó sobre sus pechos, tomando uno con sus labios, saboreando lo, dejando que su lengua envolviera aquel hermoso botón rozado, un poco oscurecido por la excitacion y movió, sin poder evitarlo, sus caderas, quería que le apretaba más mientras la adoraba.

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Dimitri sonrío mientras caminaba con ella y pensaba un poco.- Bueno...- Río de nuevo y pensó un poco ¿cómo sería si chica ideal? No estaba seguro, no es que no hubiera convivido con otras chicas y como que no llamaran su atención pero ¿qué era lo que realmente le llamaba la atención?- No lo se...- Negó con la cabeza.- Una chica inteligente quizá, una con la que pueda conversar de muchas cosas y que no se conforme con sólo ser la esposa de un duque ¿sabes? Se la carga que tengo sobre mi... Y también se que se acercaran muchas chicas a mi sólo por mi titulo y el gran dote que mi padre y madre me heredaran pero... Espero lo mismo que tu, Clarisse. Alguien que me ame por lo que soy y no por lo que tengo.- La miro a los ojos.- Somos el uno para el otro ¿no?- y soltó una carcajada, estaba bromeando porque aunque buscarán lo mismo, no podían ser el uno para el otro.

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No la dejaría caer. La tomo ente sus brazos mientras sus pechos se pegaban sin parar para llevarla sobre la cama. La recostó y se quedo él sobre ella mientras seguía besándola.- También te amo... Te amo- Y la beso de nuevo mientras que sus manos comenzaban a acariciar ese bonito par de senos y su boca se dedicaba a besar la,piel de su cuello, su clavícula dejando marcas, asegurándose de que esas marcas fueran visibles solo para él cuando la desnudara, nadie más podía notarlas.

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Suponía que era lo mejor que podía hacer después de haber realizado acciones tan escandalosas. No podía quedarse más tiempo en casa, a fin de cuentas, siendo la única heredera de aquel Conde y condesa que habían muerto algunos años atrás, a nadie le interesaría estar junto a una mujer "Poco recatada". No estaba arrepentida de haber hecho lo que hizo. Lo había disfrutado ¡Dios! Ese hombre le había hecho sentir como una verdadera mujer por un largo tiempo pero no odia esperar más de él y mucho menos de otro honorable caballero. Espero que fuera de noche, ya estaba harta de aquella tía y primo que la presionaban porque buscará quien tomará el lugar del conde Vandercraft, pero a ella no le importaba. Si su primo quería el piesto se lo daba con gusto, no soportaba más la compañía de ese par de arpías. Vivió aquellas aventuras pero no quería desmontar a su padres que ya hacían en la tumba. Sonrío para sus centros y miro el cielo estrellado.

-Lo siento, pero ambos lo sabían, yo no quiero ser la típica señorita perfecta.

Dichas esas palabras se adentró a las calles de la hermosa ciudad para buscar un carruaje con él cual buscaría la casa de un poderoso conde, había escuchado que la esposa de ese hombre la ayudaría sin hacer muchas preguntas... Bien, era el momento de comenzar algo nuevo y no más como Rachel Vandercraft, oh no, ella seria Raquel Van, la hija de un pobre mayordomo abandonado por una encantadora mujer.

Letizia gimoteó, casi lloró de gusto por tener de nuevo su boca sobre ella. Sus senos adoloridos y resentidos por tanto tiempo de no sentir caricias, le respondieron con punzadas de placer por toda la areola obscura, sus dedos se encajaron en sus hombros duros, apretando mientras empezaba a moverse en circulos, apretando y saliendo lentamente para entrar con un poco fuerza. Letizia gemía cada que botaba sobre él, tomaba aire cuando salía y lo exhalaba eróticamente cuando bajaba.-P-Por... ahh~!ahh~ Branko...-Mordió sus labios, cerró sus ojos,dioses, lo había extrañado tanto.

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Habían llegado a su habitación, Clarisse sonreía a lo que Dimitri decía, para al final pegar la carcajada.-Lo sé. Somos el uno para el otro.-Puso sus manos sobre el cuello de él y se acercó peligrosamente a su boca.-Si no te considerara mi amigo y primo, probablemente te seduciría, milord.-Sonrió gatunamente y luego lo soltó, porque bromeaba, aunque aveces la manera en la que ella lo hacia era cruzando lineas. Suspiró y le besó la mejilla.-Buenas noches Dimi.-Le acarició la misma mejilla.-Encontrarás a ese alguien, lo juro o le arrancaré la cabeza a la primer mujer que te lastime.

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-Ah~ Cys...-Mordió con fuerza su labio inferior sin dejar de suspirar y sentir las caricias en su piel, sus senos se endurecieron al instante, podía sentir la mano dura de él contra su sensible y erecto pezón... era la gloria.-Cys~-Flexionó una pierna, la manera en la que le
tocaba siempre la encendía, como un fuego lento que nacía en su corazón y pasaba a quemar cada parte de su cuerpo.

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Miraba el cuadro de su madre. Era una hermosa mujer de cabello rubio, usaba un vestido de corte imperial color azul lavanda que asentuaba ese aire inocente y puro que sabía, había vuelto loco a su padre.

"No es lo que aparenta ser, pero cuando conoce lo que realmente es... te atrapa"

Eso era justamente lo que Myer le había dicho cuando le preguntó, siendo un infante el ¿Porque se había enamorado de su mamá? Rio al pensar en ello y tomó el wisky de nuevo, de un solo golpe para dejarlo caer en la mesa y levantarse. Llevaba tres días mirando el mismo cuadro, tres dias resolviendo papeleos para evitar que el imperio que había creado su padre fuera al borde, era su prueba de oro, de fuego para probar que tan bueno era ser un Benedetto. Obviamente Italia estaba en su cuspide, los reyes Kellen y Adriana, estaban celebrando que su hijo, el futuro Rey Blake, había ido a la universidad en Roma.

Luego de que su primogenita se casara con el principe -Rey actual- de Inglaterra, Blake era el segundo a la corona, la opción más lógica. Las relaciones con la realeza habían hecho que el ducado Benedetto se extendiera, podrían volverse parte de la realeza en poco tiempo, tal vez un principado menor, aunque eso no le importaba. Su titulo ante la sociedad era suficientemente poderoso y bueno, por lo que un titulo más realmente no era necesario, su reputación era implacable.

Hasta que supo que los senos de Rachel Vandercraft serían su perdición.

Leone sabía distinguir a las mujeres, a las damas de las... compañías placenteras de vida libre. Sin embargo Rachel era un tipo de mujer que no se ataba a la descripción anterior. Era más bien como una raresa de Wisky -al que él era un fiel seguidor- que nunca había probado antes. Era un aire fresco para su intachable reputación de libertino reformado. A sus 26 años había vivido y tenido, una gran variedad de mujeres. Pero en 4 años pronto cumpliría los 30 y eso significaba que necesitaba a una mujer.

¿Pero que mujer?

Una dama Italiana no era precisamente lo que buscaba, no hasta Rachel -obviamente-. El como había entrado a aquel casino en Inglaterra era lo menos importante, lo importante radicaba en el momento en que ella lo había seducido y en el momento en que él la había tomado salvajemente en aquel lugar. Sabía que no era correcto, era una doncella pero él la había marcado, la había "arruinado". No lamentaba el daño, tampoco la manera en como habían pasado las cosas, era lo que buscaba, un aire nuevo, algo que no fuera aburrido.

Lo había comprendido ese mismo día, Rachel tenía que ser su esposa. Debía casarse con ella o atenerse a un matrimonio arreglado para proteger y salvaguardar el poder, reputación y grandeza de la casa Benedetto. Todo era fácil.

Por lo menos hasta que se dio cuenta que ella había desaparecido y que no la iba a pode encontrar en Inglaterra. Había perdido a una joya.

-Una rareza de wisky-Levantó la copa, como brindando con su madre en el cuadro y sonrió.-Pero la voy a encontrar.-Sonrió de lado, una mujer como ella no se escaparía de sus manos, además, él era Leone Benedetto Copobianco. Sobrino directo de la realeza, con contactos por todo el mundo. Si ella creía que escaparía de él, estaba muy equivocada, su futura esposa no tenía escapatoria.

Fue cuestión de segundos, en un movimiento ya la tenía a ella contra el colchón. Se relamió los labios y con una sonrisa comenzó a moverse con fuerza. Extrañaba la sensación de sus cuerpos siendo uno de esa manera, de los jadeos de su reina. Gruño y la beso sin para, susurrando palabras sobre sus labios, declarándole su amor, diciéndole que ea la mas hermosa, la más sensual mujer, la única con la que en verdad se sentía completo.

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El menor de los Jaeger se sorprendió un tanto cuando ella se le acercó de esa manera. Nunca antes se habían acercado así a él y se sonrojó suavemente pero sonrío, sonrío porque sabia que ella bromeaba, era Clarisse a fin de cuentas.- Creo, su majestad, que quizá seria yo quien intentará conquistarla...- y ya se apartaba de ella después de ese beso en la mejilla y caricia.- Descansa... - Y se inclinó para verla entrar a su habitación y así dio media. U esta para dirigirse a su propia habitación. Ya era un poco tarde...

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Río sobre su piel mientras una de sus manos acariciaba aquella pierna que se había flexionándose ante el placer de sus caricias. No dijo nada, dedicó su boca a darle placer, besos sobre cada centímetro de su piel. Lamió gozoso sus duros y encantadores pezones mientras que con su mano deslizaba una caricia sobre su pierna en dirección a su sexo.

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Rachel no tardo en tomar un carruaje. Estaban en servicio tan tarde. Ya estaba cansada de viajar por tanto tiempo pero bueno, lo hacia por vivir algo diferente y de la mejor manera. Una nueva vida, siendo parte de las personas que alguna vez sirvieron a ella.

Sonrío mientras se apoyaba en el respaldo del asiento. Seria divertido aunque... Extrañare a a ese maldito libertino. No le gustaba aceptarlo, había cometido el mas grande error de su vida: Enamorarse de un imposible.

Gimió con fuerza, aferrandose a la sabana mientras una de sus piernas se enrollaba en la cadera de él.-Bra-Branko~ Ahh~-Letizia se arqueó, sentía su centro frotarse con fuerza, él estaba tan desesperado como ella por sentirla, por sentirlo... -T-Te amo... ti amo.-Una de sus manos se dirigió a su cabello, a su nuca, sosteniendose para seguir con las embestidas, embestidas que aplastaban su carne caliente y suave.

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Clarisse no había tardado mucho en dormirse, luego de ponerse su ropa de cama y soltrse el cabello, amarrandolo para que no se dañara. Había durado casi dos horas en ello.

El mismo tiempo en que Devaney se había despertado. Tal vez... necesitaba un poco de leche. Algo para calmar el picor que sentía entre las piernas. Salió del cuarto y en bata de dormir, con el cabello suelto y los pies descalzos, empezó a caminar por el pasillo, bajo un peldaño y otro hasta que lo escuchó.

"Ahh~"

Se estremeció.

"Ahh~"

Apretó sus piernas y sonrojada, caminó aprisa a la cocina, con una vela en la mano. ¿Que era eso? ¿Que estaba pasando? ¿Eran sus padres o los reyes? Se sonrojó ante se pensamiento. Mordió su boca y se pegó a una pared, cerrando los ojos y respirando agitada. Eso estaba fuer de control.

"Nos divertiremos"

Abrió los ojos, la presencia de un libertino como Kellen Orendain tampoco estaba ayudando.

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-Cys... Ahh~-Se arqueó, él la tocaba, la tocaba mucho y ella ardía. Ella queria tocarlo también, una de sus manos empezó acariciar su pecho, a respirar más y más agitada. Frejya estaba siendo amada, tan delicadamente que se derretía.-C-Cys...-Levantó un poco más su pecho para él, entreabrió más las piernas.-C-Cariño...-Susurró con los ojos cerrados, erizandose.

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-Señor.

-¿Evans?

-Tal vez debería dejar de tomar tanto, su madre no querra verlo así.

Leone rió y dejo la botella de wisky. Miró la copa y tomó su último trago.

-No querremos que se entere. ¿Alguna noticia?

-No señor, no querremos eso. -Evans se detuvo un poco-Si, su primo, su alteza proxima a la corona real, Kellen, esta de viaje con sus padres, no se sabe su destino más que es fuera de los castillos reales.

"Con el duque Jaeger"

-Bien, que no me molesten, gracias por el dato Evans, vuelve en dos horas, quiero que hagas una entrega.-Le escribiría una carta. Tenía cosas que decirle.

Branko asintió, la amaba pero no quería hablar más, jadeaba mientras continuaba con movimientos fuertes, ciertamente, había desesperacion, quería que ella explorará en placer y quería hacerlo junto con ella. Si, bombeaba con fuerza, salía y entraba mientras que gozaba de esas caricias en su cabeza. Gimoteo y termino sujetándola de las caderas para profundizar aún más tocando aquel punto en el interior de su mujer, oh iba a aprovechar cada noche de su estancia, no quería darle tregua y tampoco quería que ella se lo diera.- Ah~ mi reina...

-(-)-

Kellen estaba sentado en la cama aun bien vestido. Estaba aburrido y arto de no solo escuchar a sus padres en ese momento ¿por qué tener que aguantarlo de esa forma si podía salir y buscar alguna chica con quien pasarla bien? Sonrío y guardo sus cosas, había terminado un par de estrofas mientras pensaba en la hija de duque, pero sabia que esa ni la siguiente noche conseguiría algo con ella, además, ella era demasiado correcta para caer tan pronto, la cortejaría de unas una manera u otra.

Quizá estaba mal pensar de esa forma pero... Esa chica lo había provocado y su mejilla aún le dolía. Se puso de pie para salir de la habitación. Se iría por la puerta trasera, pensarían que era un empleado más y estaba muy seguro que la salida estaba por la cocina o quizá no, tendría que buscarla.

Avanzo por los pasillos con sigilo, era experto en eso, escapar por las noches era lo suyo y regresar antes de que todos despertaran también. Iría a conocer los bares y los clubs para caballeros y bueno, quizá algo más pero ¿que era eso que escuchaba? Arqueo una ceja y avanzó esperando un poco ¿jadeos? Una dulce jovencita... Era extraño ¿espiando a los amos y reyes? Arqueo una ceja y sonrío de lado, seria divertido descubrir a la chica que quizá fantaseaba con su padre o el duque pero... Bueno, lo que encontró le gusto más.

-(-)-

Saboreo lo que su mujer le ofrecía, acaricio sus pliegues suaves y húmedos mientras ella abría sus piernas. Le encantaba esa sensación. Húmeda y suave, delicada. Habría sus labios, acariciaba con dedicación, succionaba sus pezones y gozaba de como ella le llamaba.- Frejya... Dímelo ¿Te gusta, Mi condesa? La forma en la que mis dedos tocan lo que es mío... La forma en la que mi boca besa tu cuerpo.- Y de nuevo besos sus pechos mientras su dedo medio jugaba un poco con su entrada.- Tan deliciosa...- Y mordió ligeramente.

-(-)-

Rachel se había quedado dormida unos minutos, hasta que sintió que el auto se detenía de golpe, casi haciéndola caer en el mismo carruaje. Abrió los ojos un poco asustada y espero unos segundos y la puerta del carruaje se abría.

-Hemos llegado, señorita.

Chel se sorprendió de aquello ¿tan pronto? Le parecía casi imposible. Miro con sospechas al hombre que le sonreía. Levanto el mentón y miro hacia afuera. Estaba oscuro ¡por supuesto! Era de noche.

-Muchas gracia...- Respondió mientras se bajaba del coche con ayuda del buen hombre y le entregaba sus maletas. El hombre no pregunto, simplemente se fue sin preguntar nada. Chel se acercó al gran cerco. Todos dormían o eso era lo que parecía. Tendría que esperar hasta el día siguiente. Se emociono un poco, tendría que hacer algo, quizá dormir en las caballerizas por esa noche. Era patético que se emocionara pero era algo que una chica no haría... Si, ella era la clase de chica que haría cualquier cosa por comenzar con una nueva vida.

-Ahh~ Ah-Ahnnm~ ah... así...-Cerró los ojos gimiendo, con sus senos botando de arriba hacia abajo, sus piernas se habían enrollado en sus caderas mientras intentaba también seguir el ritmo de las estocadas, empujando cuando él entraba y jalando cuando él salía.-S-Si.... hh~ s-se siente tan ahh~ ¡Ahh~ si, cariño, así!

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Bajar por el vaso de leche había sido terrible. Las voces eran tenues, se escuchaban apenas en medio de todo el silencio, ¡pero que terrible!¿Porque no dejaba de aparecer la imagen del hombre y la mujer del cacino? La forma tan salvaje, los había convertido en animales en celo, sus gemidos, las embestidas, las manos acariciando pecaminosamente la nalga, los senos.

-Por dios.-Negó apretando su bata de dormir, ella no era así. No se ponía así ante un suceso tan.. tan normal. Las relaciones sexuales eran un misterio que para ella era simple, ¿copula? Porque llamaba tanto la atención de otras personas ¿que tenía el sexo para crear casas exclusivas de ello? Ella no lo entendía, no hasta hacia poco tiempo. Pegó una mano a la mesa y cerró los ojos, tendría que concentrarse en algo, otra cosa, ¿cuentas? ¿numeros? "Nos divertiremos..." -¿Quien esta allí?-Susurró girandose, la vela se había apagado, estaba a obscuras, con la frase de Kellen retumbando en su cabeza.

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-C-Cys~!- Se arqueó, mordió sus labios, su centro se empapaba, sus dedos mojados los podía sentir por toda su vulva, su clitoris estaba hinchado y rojizo, había demasiados nervios acumulados allí, palpitando.-Ahh~ s-si... ah~ M-Me gusta Cys, amo como me tocas.-Dijo en un suspiro, avergonzada porque le hacia decir ese tipo de cosas.-¡Ahnm~ mnn! Ahh-mhhn~

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Leone cerró el sobre y lo dejo en la mesa. Esperaría la respuesta de Kellen para empezar a actuar y también a buscar, seguramente él le podría ayudar a encontrar lo que buscaba. Tal vez también le podría decir a Alex, lo había conocido en Oxford claro estaba, los tres eran buenos amigos, aunque solo él estaba en busca de esposa... bien, Kellen era un libertino que disfrutaba de ello y Alex... él era simplemente tomaba lo que le ofrecían las mujeres, los tres lo disfrutaban, pero solo Leone había decidido por fin sentar cabeza, proteger y demostrar a sus padres que él era suficiente para manejar todo un ducado.

Estaba a nada. Sus bolas se tensaban y espasmos iban contra su falo. Sus movimientos fueron más rápidos, quizá más profundos pero eso si, muy salvajes, Branko no estaba siendo del todo cuidadoso aunque no por eso quería hacerle daño, simplemente satisfacía la necesidad que tenía de Letizia y esperaba que ella la necesidad de tenerlo a él.

Jadeo más, la mordió, la beso, la acaricio mientras seguía embistiendo llevo una de sus manos hasta el clitoris de su mujer pRa estimularlo al mismo tiempo y Volverla aún más loca de placer.- Venga cariño...ah~ hagámoslo juntos....- Gimoteo, ella apretaba con fuerza... No iba a aguantarlo más. Iba a venirse en cualquier momento.

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Kellen se adentró a la cocina, mirando cuanto podía de esa dulce jovencita. Devaney... Bueno disfruto de lo que escuchaba, seguro su corazón estaba latiendo con fuerza ¿nunca había escuchado tan interesante melodía? Río para sus adentros y dio dos pasos más hacia ella pegándose a su espalda. Mil y un acciones vinieron a su cabeza pero tenía que hacerlo con calma y Kellen la tenía.

Extendió sus manos para sujetarla y cubrir su boca. Un grito no iba a ayudarle. Susurro sobre su oído un suave "Shh" mientras que su mano libre la abrazaba poco a poco, acercándola a él.

-¿Espiando, pequeña duquesita?- Cuestionó, disfrutando de la oscuridad que los envolvía. Que buena idea fue salir de su habitación.

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Sus dedos ya hacían en su interior. Entraban y salían con la intensidad que a ella tanto le gustaban. Gozaba sus suspiros, sus gemidos y la forma en la que confesaba el placer de sus caricias.- A mi me encanta tocarte...- Jadeo más y saco sus dedos de ella, no iba a esperar más, necesitaba estar dentro de ella... ¡Joder! Lo hacia tan feliz. Se desabrocho su pantalón pues aun lo llevaba puesto y la miraba desde lo alto. Saboreo la humedad de sus dedos y se inclinó, prefirió saborear mientras que se despojaba de sus pantalones. Su lengua ya hacia contacto con el sexo de su mujer... Era fabuloso.

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Se había adentrado a la propiedad del duque en silencio, hasta llegar a las caballerizas. Tenía que ser muy cuidadosa, si los caballos se asustaban seria su perdición, mañana por la mañana buscaría a la duquesa y suplicaría ayuda, simple, podría hacerlo y así comenzar desde cero. Miro a su alrededor para buscar algo con que encender un poco de fuego pero termino tropezando. Maldijo para sus adentros y levantó la mirada para encontrarse con dos enormes ojos. Reprimió un grito y un suave relinche le puso la piel de gallina. Un hermoso corsel oscuro la había descubierto.

Que le tocará su centro de placer fue la gota que la derramó. Su cuerpo sintió una placentera descarga de placer recorrer toda su piel, sus pliegues empezaron a apretar el miembro erecto de Branko y entonces terminó por derramarse en un fuerte orgasmo. Letizia gritó su nombre, apretó sus piernas contra él y se arqueó con fuerza, sintiendo los espasmos en su vulva empapada.-¡Ahh~ ahhgmmn~!- Toda ella tenía una capa ligera de sudor cubriendola, había sido explosivo, pasional y desesperado, no volverían a estar tanto tiempo sin hacer el amor, eso era seguro.


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Intentó soltarse pero no quería despertar a su mucama o a los mayordomos.-...-Se movió, estaba demasiado cerca de él y usaba tan solo una bata de dormir.-Dejeme.-Alcanzó a susurrar, bajando con ambas manos la mano de él, su cuerpo se había frotado tan cerca de la tela del saco de él, olía a hombre, no a perfumes femeninos, no a cosas dulces, sino todo lo contrario.

-¿Que esta haciendo aquí? Si nos miran.. si le miran... si me miran a estas horas.-Se detuvo, mirandolo seria.-Yo no estaba espiando nada.


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-N-No...-Dijo mientras se levantaba, quedando incada frente a él-Es mi... mi turno-Le dijo pasando sus manos por su cuerpo, delineando su nuca, acercandose y oliendola para besarla, de su barbilla hasta su cuello, succionando su nuez de adán.

Y Branko no se cohibió en ningún momento. No le gustaba, al menos cuando estaba a solas con ella. Le gustaba disfrutarla y la forma en ala un ella ter Info por vivir ese extasis lo hizo explotar con la misma intensidad. Ella lo apretaba y se pego más a ella para sentir piel contra piel. Beso su boca mientras descarga a y dejaba que los espasmos de los dos continuarán estimulando.

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Intento retenerla contra él, pero Dev actuó rápido. Interesante damita. Dio un par de pasos para estar cerca, muy cerca, estañaban susurrando a fin de cuentas, ella no quería ser descubierta, a él le daba igual.

-¿si nos miran?- Río un poco y la tomo del mentón- pareces muy nerviosa ¿sucede algo?.- Le acaricio un poco la mejilla con su pulgar sin apartarle los ojos de encima.- ¿A no? ¿Por eso jadeabas pegada a la pared?... Te escuchabas espectacular...- Se inclinó un poco hacia ella.

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Cys detuvo sus movimientos cuando ella hablo. Levanto la mirada y ya la veía incorporarse. Se quedó inmóvil. Sonrío cuando comenzó a acariciarlo. Suspiro y cerro los ojos para dejarla actuar.- Frejya...- Jadeo intentando mantener las manos abajo porque sabia que terminaría sujetándola con fuerza y no la dejaría hacer nada. Gimió cuando le mordió el cuello, justo donde su manzana y río un poco.- no pares...

Sintió la boca de él en la suya, continuó. El problema fue cuando sintió todo elpeso de su esposo en ella. Regularmente nunca pasaba nada, no con el embarazo de Kellen o Clarisse, aunque el de Clarisse había sido peligroso habían tenido mucho cuidado, porque ambos lo sabían. En ese momento no. Y pese a que Branko la había dejado montar encima -de pronto ella quería subirse sobre él otra vez- debían ser un tanto más cuidadoso.-B-Branko...-Suspiró, aun jadeando, los espamos la invadían, era como un post-orgasmo, luego del acto le seguían una sensibilidad terrible que la hacía temblar al tacto de él.-Branko mi... mirame.-Le dijo mientras tomaba su rostro y sonreía.-¿Te sientes mejor? Yo me siento mejor.-suspiró y besó su boca de nuevo, lento y seductoramente, necesitaba relajarse antes de decirle cualquier cosa.

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-No jadeaba.-Le dijo mientras intentaba empujarlo otro poco, pero ella estaba pegada a la mesa y él no se movía, era una carcel de musculos y carne.-Mi respiración era un poco acelerada.-Le contesto, levantando una ceja, aun agitada.-Tenía un poco de calor, el cambio de latitud ha descontrolado mi temperatura.-Le empujo por el pecho y luego se giró para librarse de la mesa.-Pero claro dudo mucho, con todo respeto su alteza, que usted comprenda lo que significa latitud.

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Negó, besando su cuello, acariciando el cuerpo de su duque para luego tomar sus manos y entrelazar sus dedos.-Te amo Cys.-Le dijo restregando sus pezones erectos contra su pecho, tomando las manos de él y colocandolas en la cintura, bajandolas mientras ella seguía besando, su pecho, sus tetillas.-de-demaciado...-Puso las palmas de él sobre sus gluteos suavemente y luego las soltó, pasando las suyas por el cuello de él, nuevamente.

Branko quería seguir y lo iba hacer. Quería seguir moviéndose pero noto que ella estaba más sensible de lo normal lo cual era un poco extraño pero no iba a desaprovechar esa sensibilidad tan tentadora. Su mujer era encantadora y en la cama era salvaje aún más con esa sensibilidad. Seguía duro y con un por de apretones por esos espasmos se puso tan duro como hierro, listo para más de esa sensual reina. Jadeo y tembló, suspiro. La miro a los ojos y le sonrío un poco para besarla. Fue un poco más duro en un movimiento, fuerte y profundo.- Más... Quiero más.- Advirtió y dio una embestida más, quería ir más profundo y sus bolas ya chocaban contra e, relaciono trasero de su reina. No imagino que ella quería estar sobre él ni mucho menos que moverse de esa forma podría hacerle bastante daño.

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Kellen soltó una suave risa ¿Latitud? Que chica más tonta. Encantadora en realidad. Era divertido tener que actuar de esa forma con ella porque nunca lo había hecho así, era más bien más suave con ellas, sabia lo que querían, un príncipe azul, un hombre que las consintiera en todo lo que ellas deseaban, sin embargo, con Dev era bastante diferente porque ella no era como esas chicas. No, era mucho mejor. Se acercó a ella acorralándola una vez más. Era mejor tenerla de frente, aunque la oscuridad de la cocina no dejaba mucho a la vista, podía pegarse mucho más, sentir sus pechos, bonitos, pequeños comparados con su ultima amante pero encantadores, acercarse a su odio mientras que sus manos se apoyaban sobre la mesa.- Parece ser, Mi lady, que duda bastante de mi conocimiento aunque, también dudo bastante del suyo, pero es lo de menos ahora, incluso su Latitud. Estamos aquí por otra razón ¿o me equivoco? Me ha preocupado su tan "acelerada" respiración- Se había acercado a su oído y sonrío sobre este.- Al parecer nuevamente le ocurre ¿se siente mal, querida mía?- Y sus manos ya iban sobre la cintura de la Jaeger...

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Los espasmos llegaron a todo su cuerpo. Respiraba acelerado, jadeaba para su mujer mientras ella dirigía, mientras sus pechos rozaban y gruñía. Sus manos iban sobre su cuerpo, dejándose llevar por ella, tocando sus delgadas curvas hasta que sus manos terminaron en sus glúteos. Los apretó y la pego más a él.- Me haces...el hombre más feliz de este mundo... Frejya...- Gimió y pego su elección a vientre de su mujer. Trago y levanto la mirada para dejar su cuello a disposición para su mujer, le gustaba lo que hacia, tan atrevida... No aguanto, se apoyo completamente sobre sus rodillas y la puso sobre él a horcajadas, dejando que sus sexos se rozaran. La miro a los ojos y la pedo en la boca mientras que la movía sobre de él. Gozando de esos roces y de esa nueva e interesante posición.

-E-Espera~-no pudo evitar jadea antes aquella envestida, ni mucho menos a su fuerza. Letizia se meció hacia arriba y mordió su labio inferior, era delicioso tenerlo dentro pero debían ir con calma-E-Esp... ahh~ B-Branko t-tengo ah~-Se aferró a las sabanas, su respiración estaba agitada.-Branko~...-Dijo por tercera vez, tomando su mejilla con una de sus manos.-Y-Yo... tengo algo que decirte.

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Su cercanía le afectaba y eso era seguro. Bueno, era el principe de Inglaterra, era seguro que su cercanía le afectaría o al menos esperaba que fuera su rango lo único que le afectara de él.

-Devaney Jaeger.-No era la querida de nadie.-Y mi respiración.... debe tenerle sin cuidado.-Tragó, no se sentía bien estar acorralada.-No es por usted en todo caso.-Sonrió empujandolo de nuevo.-¿No debería descansar su alteza? Ahora la preocupada me temo, soy yo. Me preocupa el corte que tiene en el labio, si no duerme, no sanara con rápides.

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Jadeo, su cuerpo delgado por herencia se apreto contra el cuerpo viril de su esposo. Su piel estaba caliente y él solo la encendía más.-C-Cys ~-Succiono un beso en el cuello de él y sus dedos jugaron en su espalda, en el inicio de su cabello y nuca, sus pelvis lo arrullo contra ella, apretandolo.-Ah~-Dejando salir ligeros suspiros, gemidos que solo él le provocaba. Ese acto tan intimo los unía más, era como una danza caliente y llena de amor de deseo, de pasión. Frejya empezó a mecerse, guiada como por un embrujo, algo embriagador que la hacia perderse.

En un comienzo no se detuvo. Era algo que en ocasiones sucedía, él no se detenía por mucho que ella lo dijera, pues no pensaba que le hiciera daño, hasta que ella le tomo de las mejillas. Jadeo mirándola a los ojos. Su piel estaba un tanto sudada. Frunció un poco el ceño, pero ya se había detenido.- ¿que sucede?- Cuestionó de repente con preocupación.- ¿Te he hecho daño?

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Kellen negó con la cabeza haciendo menos las palabras de la hermosa Jaeger. La pego a él y poso una de sus manos sobre su espalda baja. Era maravilloso tocar sin tanta letra sobre ella, era bastante delgada, podía sentir el calor de su piel.- Me asegurare de que siempre sea sólo mi.- Y mientras hablaba le tomaba la mejilla con suavidad para inclinarse y besarla una vez más posando su mano de su mejillas hasta su nuca, no iba a liberar,a tan fácilmente.

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-Frejya...- La llamo mientras movía sus caderas sujetando las de ellas para que sus sexos continuarán tocándose de esa forma. Era un placer exquisito ver el cuerpo de su esposa menearse de aquella forma sobre él, que lo disfrutara de tal manera lo hacía casi correrse y lo que llamara una y otra vez le estaba haciendo perder en control. Quería estar dentro de ella pero, esos roces eran maravillosos.-Te amo... Te amo Frejya...

Ella negó, estaba roja por esas breves embestidas que la había estimulado de nuevo. Tragó, tal vez no había sido el mejor momento de todos... pero no se iba a hacer hacia atrás.-Necesito sentarme-Le pidio empujandolo un poco para poder estar sobre él, más no por ello, dejar que él saliera de ella.-Recargate.-Le pidió empujando el pecho de él para que se apoyara en el respaldo de la cama. Letizia respiro una vez, otra y otra vez para al final mirar hacia abajo al abdomen de él.-Vamos... -tragó y tomó su mano para colocarla sobre su vientre, sus ojos lagrimaron un poco, ¿y si Franko no sobrevivía? ¿Y si no era el mejor momento para tener un bebé? - Y-Ya le he puesto nombre...-se secó una lagrima-Estoy embarazada.-Susurró.


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-No-Dijo desviando la mirada no por pena, más bien con firmeza, para que él no la besara.-¿Es la manera en la que usted logra conquistar a todas las damas? -Tomó la mano que él tenía en su espalda y la apretó para luego quitarla con una suavidad calculada, ni provocativa ni agresiva.-No asegure nada que no pueda lograr. Podrá ser el príncipe de Inglaterra, su alteza.-Se encogió de hombros.-Acostumbrado a tener todo lo que quiere o supone un reto.-Los ojos de Devaney se voltearon a verlo fijamente, se sentía vulnerable en ese momento ¡Estaba en bata!-se lo que piensa, "Jamás he conocido a alguien como tu, serás mia"-Sonrió, se sentía en peligro por él, así que era momento de que supiera porque ella, una mujer, había logrado entrar con honores a Oxford. Era una genio, una maestra de la deducción nata y también, una chica con genes Jaeger, no se dejaría intimidar.-Pero aun así , nunca tendra mi redención. No le tengo miedo, ni a usted, ni a sus besos.-Frunció el ceño, sin moverse ni un momento pues solo había quitado la mano de él de su espalda.

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-Ah~-Soltó un gemido, su vulva estaba húmeda y él seguia provocandola con esos mimos.-C-Cys~ ah...ahh.ahhnm~ nnhhm~-Jadeó mientras seguía abrazandolo, tocandolo, subía sus manos por sus hombros y los bajaba por los omoplatos hasta su cintura.-Y-Yo también t-te amo Cys...-suspiró.

-....-Frunció el ceño. Las cosas no iban a terminar bien esa noche. Ah~ Sabía que lo que le iba a decir quizá no le iba a gustar pero no le paso por la cabeza que ella pudiera estar embarazada. La obedeció y con cuidado cambiaron la posición. No le había apartado los ojos de encima ni cuando le empujo para que se apoyara. Era definitivo. Letizia iba a decirle algo que lo iba a preocupar demasiado. Ella siempre hacía eso, buscaba ponerlo cómodo cuando tenía malas noticias. La espero y esa espera lo estaba casi matando ¡JODER! Su mujer sabía como hacerlo desesperar.

-Leti...-Guardo silencio cuando hablo y le tomo la mano. Abrió los ojos de más. Lo entendió. Alejo su mano de ella y se aparto. Fue lo más cuidadoso que pudo ¡Más que nunca! y se aparto de ella y de la cama. Le dio la espalda y en un impulso golpe+o la pared furioso con él y con ella. con ella por no decirle y con él por la forma en la que intento hacerle el amor, tan agresivamente tan...

-¡Dannazione!- Maldijo y no giro a verla aun.- Pude haberte hecho daño... pude... ¡Letizia!- Se giro para verla con el ceño fruncido.- ¿Por qué ca...-Suspiro y negó con la cabeza. No iba a gritarle, no cuando estaba en ese estado, era demasiado sentimental y delicada. Regreso a la cama y se sentó peinando su cabello con ambas manos.- Estoy enojado, demasiado. Odio y lo sabes Letizia, odio los secretos ¿Por qué me haces esto?.- Apoyo sus codos sobre sus piernas cubriendo su cara. Necesitaba calma. No quería hacerla sentir mal... más de lo que probablemente se sentía en ese momento porque por muy molesto que estaba, la noticia le hacía feliz y a la vez le hacía sentir un miedo terrible.- ¡Joder!... - Bufó una risa nerviosa.- Letizia ti amo , ti amo.- Le hablaba en italiano porque por mucho que fuera ingles, sabía que ella prefería esa lengua (Y yo, el ingles es aburrido xDDD) y él, era más... amorosa.

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Justo cuando ella se giro y se detuvo dejando sus labios a centímetros de su piel, sujetando aun con fuerza su nuca pues ella ya tomaba su otra mano. La escucho con atención, mirándola, esperando que sus miradas de nuevo se encontraran y ¡Tada! ahí estaba, mirándole de nuevo con esa fuerza, con esa decisión... Le retaba y eso le encantaba. La dejo hablar y hablar. Pensaba tan mal como el resto, no era para sorprenderle pero le gustaba que así pensara porque pese a todo, la intimidaba y provocaba en ella ciertas reacciones encantadoras, como la de ese momento, intentar mostrar la poderosa mujer que era, buscando la calma y cordura que no tenía cuando estaba tan cerca, al menos se lo estaba demostrando en ese momento.

-¿Terminaste, Devaney Jaeger?-Pregunto aun cerca, sujetando con más fuerza su nuca, cuidando de no hacerle daño.- Parece, hermosa dama, que cree saber bastante de su alteza. Un hecho tan común como él de todos. Me decepciona pero....-Inclino el rostro de la chica para alejar sus labios de los de él y depositar en su linda y caliente mejilla un beso.- Tampoco deberías confiarte...-Susurro a su oído.- Ciertamente, eres una hermosa mujer sin igual. Retadora, muy inteligente, una encantadora mentirosa, provocadora y ante todo... -Beso su oído y susurro de nuevo.- un diamante en bruto. Nunca antes me había encontrado con uno como tú...- Sonrió de nuevo y bajo, besando por debajo de su oreja.- Si no temes ¿Por que huyes?- Y entonces la soltó, dando un paso detrás, dándole su espacio a esa encantadora y sensual jovencita. Se inclino educado y la miro a los ojos después.- ah! No necesitaría ser un príncipe para tener lo que quiero Devaney. Nunca he necesitado mi titulo para lograr lo que he hecho. No pienses como el resto, linda. Tu no eres igual a los demás.- Le guiño un ojo y la soltó. Regresaría a su habitación, ya no tenía la necesidad de salir a divertirse, Devaney le había dado lo que quería. A fin de cuentas, se lo daba creyendo que se resistía a él.

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Y ya no aguantaba más. Detuvo sus movimientos para hacerla que le mirara a los ojos. La beso y mientras lo hacía la acomodaba de tal manera que ella estaría sobre de él. Necesitaba estar dentro de ella y quería verla, agitada, subir y bajar tomando su propio ritmo y entonces mientras el estaba recostado ella estaba a horcajadas sobre él. Acariciaba sus pierna sy la miraba a los ojos. Si, ella tomaría el mando esa noche.

Su corazón se rompió cuando le apartó de esa manera, dio un brinco cuando golpeo la pared y sus ojos ya le escocían, más aun cuando maldijo, las lagrimas de ella empezaron a caer con fuerza. No quería hipar, no quería sentirse así pero no podía evitarlo.-Lo estaba protegiendo!-Le dijo con fuerza, girandose a verlo y levantandose con algo de torpeza para ponerse una bata.-¡Franko no estaba listo!-Lloró con más fuerza y sus ojos verdes lo mirron furiosos también. Abrazó su vientre y se sentó en la cama.-E-Es muy timido él... no quiere dañar a nadie. Y no era el mejor momento para decirlo... n-no quería...-Hipó otra vez.-ilusionarme y p-perderlo... p-perderlo yo...-se llevó una mano a la boca.-P-Pero él tiene n-nombre... y entonces mi hijo no se lleva bien con su padre. Por que los dos son iguales!-Se limpió las lagrimas, no dejo que él se acercara.-¡Odio mi vientre!-Se abrazó con más fuerza. -P-porque no puede retenerlos, porque no es sano y po-pongo en peligro a mis bebés, odio e-esto... l-la s-sensación d-de... de perderlos.-Parpadeo.


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Mordió su boca con fuerza, no quería ceder frente a él.-Soy precavida.-Le dijo reteniendo el aire, levantando el mentón para no encogerse ante ese beso en su oreja. La Jaeger apretó su bata con fuerza, sus nudillos estaban blancos aun en la obscuridad. Kellen Orendain era un rival digno, peligroso. Si no se iba con cuidado, caería en su trampa.-Buenas noches, su alteza.-Dijo sin mirarlo, con las mejillas rojas, aun con ese esfuerzo por mantenerse fria, su cuerpo la engañaba, la delataba como siempre lo hacía. ¿Porque Kellen había llegado a su vida? Tal vez,era más listo de lo que pensaba, más astuto y más inteligente.

Eso no pintaba para nada bien.

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-C-Cys~-El cabello largo de la duquesa cayó sobre su espalda, como una reina sobre su trono. Su cuerpo lentamente dejo que la dureza del pelinegro la invadiera.-Ah~ Cys... Cys,,,.-Frejya lo disfruto, sentirse penetrada de esa manera, con los ojos cerrados y su espalda arqueada empezó a moverse, se meció de adelante hacía atras mientras salía y entraba, la llenaba, él la estiraba,.-Ahh~a hh~ ah...-Jadeaba, gemía como música para él.