Cys y Frejya, -Cap. 2-

Miró la confusión en sus ojos y supo que no sabía como aceptar lo que ella le decía. Sonrió con suavidad porque lo entendía, despues de no recibir amor y vivir en el odio, sería dificil volver a acostumbrarse a la luz, a transmitir luz.-¿P-Podrías tocar una canción para mi?-Preguntó pues ella ya no lloraba, se había calmado un poco, tal vez porque sentía a Cys más tranquilo, no lo presionaría, todo llevaba su tiempo y su ritmo, como la vida en el bosque, todo sucedía cuando debía suceder ni antes ni después.-Te prometo que no te molestaré.-Esbozó una ligera sonrisa, haciéndose a un ladito del taburete.

-....-Sonrió y negó con la cabeza. ella no lo molestaba en lo absoluto. La tomo de las mejillas y con sus dedos pulgares quito la poca humedad que aun permanecía y después se inclinaba para darle un beso en la mejilla. Se quedo unos segundos pegada a ella y susurro cerca de su oído derecho.- Danke.- Después de eso se aparto de ella para sentarse a su lado en el banco. Miro las teclas y después la miro a ella mientras pensaba en una canción ¿Algo para ella? Listo, vino algo de Chopin, algo suave, bonito y nada triste, más bien, algo... romántico.

Puso sus dedos sobre las teclas del piano, inhalo y exhalo.- Esta canción... la aprendí hace muchos años, si no mal recuerdo, tenía 10 años, desde entonces no la he tocado. Dimitri dijo que debía tocar algo como esto y dejar que esos sentimientos me llenaran. Nunca le entendí, hasta ahora...

Dicho eso, comenzó a presionar las teclas para dejar que la melodía sonara especialmente para ella. Sólo para ella.

Frejya miró los dedos de Cys. Le gustaban sus dedos, la manera en como precionaban las teclas y estas producían un sonido hermoso, ella las había precionado pero no producía nada hermoso, en realidad producían un ruido horrible, duro y sin ninguna melodía. Rió un poco por eso, ella no sabía, pero él si Además la pasión con la que tocaba la dejaba sin habla, era una melodía bella, sentía que flotaba. Sus manos descansaba en sus muslos, sin embargo no tardaron mucho en moverse, finjiendo que tocaba en sus piernas, al mismo son que Cys, intentando imitar en el aire.

-Es hermosa.-Le contestó una vez hubo terminado, mirandolo encantada.

Tocarla fue nostálgico de alguna manera. Dimitri siempre intento enseñarle lo mejor, guiándolo por el camino del todas esas emociones positivas: Amor, alegría, felicidad, paz y de más. Y aunque lo logro por algunos años, una sola acción lo arruino noto. No se permitió pensar en ello, más bien, recordó lo que pensó al escuchar esa melodía por primera vez.

"-Es demasiado alegre, papá...
-Exacto Cys, es por eso que vas a tocarla ¿No te gustaría hacer feliz a alguien más?
Recordó que no había respondido nada, tan sólo había encogido los hombros.
-No temas Cys, deja que esa emoción y las demás te guíen al tocarla.
-¿La alegría?
-Así es, mírame, escucha, permite que la melodía te envuelva y cuando termine, dime que es lo que has experimentado ¿Vale?"

Justo cuando termino, dejo sus dedos sobre las teclas aunque sin presionarlas y se giro a verla. - Si, lo es...- Y no aparto su mirada de ella. Se quedo en silencio, sólo admirándola. Tardo unos segundos en reaccionar y regreso la mirada a las teclas, comenzando a tocar.- Esta canción la toco todas las noches...- Dijo mostrando un poco más de él para Frejya, porque esa canción era él, al menos así lo sentía. Una canción bastante solitaria que aunque sonaba triste, tenía su gracia, su belleza y su alegría... Le permitía recordar lo que fue y en lo que comenzaba a convertirse.

La canción había sido completamente distinta. Era más triste, más densa-....-Sus ojos no perdieron de vista los dedos de él, pero poco a poco su risa se fue borrando. Era solitaria pero aun así muy bella, no era una experta en música sin embargo su pueblo era un pueblo feliz y lleno de vida, generalmente tocaban musica alegre para bailar o cantar, anunciar nacimientos que significaba un hecho de mucho gozo pues una nueva luz crecería, tocaban para el recibimiento de la primavera, el verano, otoño e invierno, pero jamás tocaban música tan... melancólica.

Termino de tocar aquella melodía que tanto le gustaba. No podía dormir sin tocarla al menos una vez. Era algo así como su ritual de cada noche desde que comenzó a vivir en casa de Lea. Suspiro y aparto sus manos del teclado. La miro y se encogió de hombros.

-¿Suena triste, verdad?- Cuestiono lo obvio en la expresión de la ninfa.- Es mi favorita...

Se giró lentamente a él, aun sentía las notas musicales en su cuerpo entero. La feerica lo miró entonces, colocando su mano en la que él tenía sobre el piano. Negó con suavidad sin dejar de observarlo.-Suena como tu.-Le dijo esbozando una tenue sonrisa porque era verdad, la música sonaba triste, sonaba solitaria, sonaba a dureza y pena, pero también muy en el fondo, entre las notas y acordes que ella no conocía pero que si sentía, podía percibir también un deseo de esperanza, una fuerza inquebrantable... algo que ella admiraba.

Se encogió de hombros.

-Me gusta.

-...-Cuando ella dijo aquello mientras tocaba su mano se sorprendió un poco ¿En verdad pensaba algo así? Era agradable hasta cierto punto pero no era momento de cuestionarse cosas que no valían la pena en ese momento, estaba compartiendo algo con ella, quería saber un poco más de ella pero ¿Cuál sería una buena pregunta? Justo en ese momento pensó lo que jamas creyó de sí: Era torpe.

-Gracias... Frejya... Frejya...- La miro fijamente y entrelazo sus dedos con los de ella presionando las teclas, dejando al aire un extraño sonar, nada desagradable pero no hermoso.- Tu sabes mi nombre completo... ¿Cómo es el tuyo?

Parpadeó un poco, bueno, estaba segura que su nombre ya se lo había dicho antes ¿no?

-Frejya...-Dudó ¿le diría su segundo nombre? Cerró los ojos y luego los abrió.-Frejya Bridghet McColud.-Sus mejillas se sonrojaron, pocas personas sabían su segundo nombre, sus padres eran los únicos que le podían decir así o bueno, que se lo habían dicho.-Es raro..-Le contestó.-¿Verdad?

-....-Se le quedo viendo esperando que le diera una respuesta. Incuso se puso un poco nervioso. Era idiota ¿Por qué tan repente..? Negó para sus adentros. Le puso demasiada atención, la miraba fijamente, con la seriedad que le iba a caracterizar por el resto de su vida.

-Frejya Bridghet McColud....-Repitió para memorizarlo.- Bridghet...- Negó con la cabeza.- En lo absoluto, es muy... bonito... Frejya... lo siento me esta constando, no se cómo actuar en realidad.- Prefirió sincerarse, a fin de cuentas, toda la noche lo estuvo haciendo.- Es...- Gruño molesto ¿Por qué ahora actuaba así? Era más fácil ser serio, lejano, quizá un poco malo pero ¿Cómo ser todo lo contrario?

-(-)-

Raynard se había tomado su tiempo para llegar donde el orfanato. Estaba memorizando el camino, miraba a su alrededor para recordar todo con exactitud y poder dibujar un mapa, sabía que Alaric era el mejor para realizar esa acción pero bueno, él no estaba ahí ¿Verdad? Llego a la gran mansión y miro arqueando de lejos. Era un lugar bastante desprotegido... bueno, la presencia de su hermano le daba ya una defensa. Avanzó aun con las dos maletas en mano y se detuvo frente a la puerta para soltar un equipaje y tocar a la puerta, tenía que instalarse aunque pensó que dormir con su hermano no sería problema, al menos esa noche.

Rió suavemente y negó.-Nadie me dice Bridghet...-Tragó un poco nerviosa.-Me gusta más Frejya.-Se encogió de hombros porque Bridghet guardaba un significado mucho más profundo, mucho más comprometedor.-Me... ¿podrías enseñar a tocar Piano?-Le miró de reojo, estaban cerca, podía sentirlo, su calor, sus emociones, fluían más y eso le gustaba, podía sentir los sentimientos de Cys con más claridad, ese nerviosismo, ese temor... eran parecidos a los de ella, por lo menos con respecto a él.

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Magali se habia metido ya a la cama pero no había podido dormir. Realmente se sentía extraña. Bajo de su colchón y con los pies descalzos empezó a caminar por toda la casa. Primero entro al dormitorio de los niños, estaba Damon, Erick, Ricky y Esteban, tenían entre 4 y 6 años. Luego estaba Valentine, su hermano y otro chico al que siempre se le olvidaba su nombre, eran los niños de 8 y 12 años. Continuó caminando hasta que escuchó algo. Miró como Ana caminaba hacia la puerta con un bat en mano. Magali se escondió cuando ella abrió.

-Oh...-Ana dio un saltito.-Es... como... mmm ¿Porque estas aquí afuera? Pasa, pasa.-Ana casi lo arrastró dentro. Cerró la puerta con seguro y sonrió.-No se... vaya, así que has ido por ropa.-Rió encantadoramente y le palmeó el hombro.-¿Ocupas ayuda? La próxima vez que salgas de casa dime, para no tener que usar esta arma tan desagradable.-Le enseñó el bat, porque era una manera de protegerse.-Buenas noches Claus.-Bostezó y comenzó a caminar de regreso a su casa. Magali por su parte miraba en un rincón asomando su cabeza cuando Ana ya se había ido.

-¿A donde fuiste?

Sintió con la cabeza cuando ella dijo aquello, no la llamaría de nuevo de esa forma, no si a ella no le gustaba, respetaría ese punto y todos cuantos fueran necesarios para no hacerla sentir incomoda a su lado. Inhalo y suspiro mientras miraba a su alrededor. La miro de reojo y asintió con la cabeza, se hizo a un lado, permitiéndole a ella sentarse mas cerca de las teclas, más al centro.

-Acércate...

Le pidió con una suave sonrisa pues quería que ella primero lo observará detenidamente y tocara las teclas a su gusto.

-(-)-

Claus estaba metido en su cama. Se había quedado dormido, suponía que iba a esperar a su primo pero no espero quedarse tan profundamente dormido o algo así.

Raynard aun esperaba, hasta que alguien le abría la puerta. Iba a presentarse enseguida pero no tuvo tiempo, ya lo confundían con su hermano, río para sus adentros y solo asentía con la cabeza. No hablo, algo que los diferenciaba claramente era tono de su voz, de los cinco, Claus tenía la voz más grave, muy parecíada a la de sus padres. Vio desaparecer a la mujer y suspiro, eso era peligroso, tendría que disculparse por la mañana. Aun con las maletas en mano iba a continuar para buscar a su hermano pero una dulce voz llamaba su atención.

-¿perdona?- dijo el mayor, un poco sorprendió ¿por qué esa pequeña mocosa lo cuestionaba?- ¿y tu quien eres?- cuestiono mientras soltaba las maletas y se acercaba a ella sin la misma gracia que el hermano.

Agredeció mentalmente que no le hiciera más preguntas y que en cambio, le permitiera aprender a tocar el piano.-Vale-Dijo acercándose a él, rozando su codo con el costado de Cys pero sin notarlo conscientemente- ¿Es muy dificil? -Cuestionó con esa suave voz suya, de alguna manera la feerica pensaba que el piano era un arte que tal vez jamas aprendería ¿como podría hacer sonidos tan bonitos? Sabía que el sonido del arpa se generaba por las ondas del viento, pero el piano no era de viento ¿como se producía el sonido del piano? Sus ojos reflejaban su curiosidad, su deseo por aprender.

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Magali le tomó la mano sin pedirle permiso,porque lo conocía, era Claus.-¿O-Olvidaste mi nombre?-Preguntó y sonrió.-¿Me cuentas un cuento?-Sonrió.-¿a-algo... de ballete?-Susurró igual de despacio que siempre, más aun porque no quería despertar a nadie.

(r-r portate mal Raynard asujidasd rwr sdasdasd eres un serio tipo dominador y creido ¡burlate de magali! muajajaja -ok no- )

(que miedo me das xDD)

-Eso dependerá de ti, Frejya.- Dijo gozando mencionar su nombre sin saber exactamente por qué. Tomo ambas manos de la ninfa y las puso sobre las teclas.- No puedo enseñarte a tocar si no conoces el sonido que cada tecla produce. Toca una por una y gózalo... Siente el piano, su material...- Cys se inclinó parar susurrarle al oído.- Deja que todo él te seduzca...-Habiandicho aquello con un todo de voz más grave, Cys se dejo llevar, porque sin saberlo del todo, quería tocar el piano que podría simular el cuerpo de esa hermosa rubia. Aparto sus manos de las de ella y le dio espacio, quería que se familiarizara con el piano... Y quizá a su presencia cercana... A todo lo que tuviera que ver con él y él a todo lo que tuviera que ver con ella.

-(-)-

Raynard frunció el ceño cuando la niña le tomo la mano y entonces la alejo de ella con cierta brusquedad.- Mira niña, no me importa en realidad quien eres ni mucho menos tu nombre, no te me acerques ¿escuchaste?- Raynard no gustaba mucho de los niños en realidad, era demasiado competitivo y presumido como para poner atención a ellos, no, él no necesitaba a escuincles a su alrededor, pero Cys lo necesitaba, iba a sacrificarse de esa forma.- Además...-Inhalo un par de veces y la miro.- Hueles mal...- Si, la pomada que habían untado en su mejilla olía desagradable. Iba a decir un par de cosas más a la niña pero algo golpeo con fuerza su cabeza, tanto que retrocedió un par de pasos.

-Comp sigas hablando, Raynard, voy a matarte.- Si, Claus se había despertado justo cuando escucho un sollozo que sólo podía pertenecer a la única niña a la que había entregado toda su atención. Bajo para acercarse a ella, su hermano era demasiado duro... Demasiado.

Un escalofrió la recorrió por completo "Deja que él te seduzca" Sus dedos tocaron la primer tecla del extremo izquierdo. Dio un brinquito por el sonido y luego siguió con la otra, era diferente, sonaba un poco más profundo ¿o era menos? Pasó otra y otra, como si sus dedos caminaran sobre el piano. Sonrió por ello sin poder evitarlo.. "Tu-tu-tu-tututut" Frejya esta concentrada tocaba las teclas negras y su dedo saltaba a la otra, luego sin darse cuenta se estiró ligeramente a la derecha, inclinandose más a Cys.

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Magali había abierto los ojos de par en par al escucharlo, lo soltó al instante y pegó un salto. La pequeña sintió su estómago retorerse, de pronto quería llorar, ¿porque Claus le hablaba así? No dudo en encogerse de hombros por el miedo, empezó a sentirse ansiosa y nerviosa, su quemadura quiso taparla en ese momento porque despues de todo si era fea.-Eh...-Se llevó la mano a su mejilla y siseó, sus ojos estaban llenos de lagrimas. Bajo la mirada-Lo siento...-Susurró y empezó a hipar, no quería llorar, no quería llorar, no quería llorar. La niña empezó a hacer pucheros para aguantarse hasta que lo escuchó ¿otro Claus? Los ojos lima de la menor se abrieron de nuevo, girando a ver al primer Claus y al segundo, sin entender.-Lo siento...-Se rascó la mejilla de nuevo, con un poco de fuerza.

Sonrío cuando ella comenzó a tocar y reaccionaba ante los sonidos. Sabia que para ser la primera lección no podría enseñarle absolutamente ninguna canción, ella debía conocer el piano a la perfección. Conocer cada detalle que le hacia un precioso instrumento. El menos de todos, al menos para él.

Continuaba silencio mientas ella en verdad se dejaba llevar por el sonido, tanto que no se daba cuenta que ya casi estaba sobre de él. No la interrumpió, no quería que se cohibiera si él decía algo, simplemente lo disfruto, aun le faltaban otras teclas más, eran más de 90 a fin de cuentas.

-(-)-

Claus apresuro el paso para ir a por la pequeña que aún hacia pucheros por la insolencia de su hermano. A veces quería darle con todo lo que tenía pero le decía respeto bueno, a veces. Se inclinó y le apartó la mano a la pequeña de la mejilla.

-Magali, te he dicho antes que no tienes que rascarte ahí.

Y entonces la tomo en sus brazos. No le gustaba verla hacer esos puches, era.. Extraño y le dolía el pecho de alguna forma. La abrazo y fulmino con la mirada a Raynard.

-¿Qué diablos haces aquí, Raynard?

Ray por su parte aún se quejaba por el dolor de cabeza. Joder, su hermano tenía una puntería buenísima, iba a pagárselas en otro momento.- ¿qué? ¿Te has convertido en el protector de esa niñita?

-He dicho que te matare si sigues, Raynard.

-Inténtalo.

Ambos lobos se gruñeron, hasta que Ray mostró una sonrisa tan burlona. Sabia que eso hacia molestar a su hermano menor.

-Magali, esta bien, no hagas caso de él. Es mi hermano, sólo estaba bromeando.- Y antes de decir más miro al otro lado para amenazarlo, pobre de él si decía lo contrario. Ray suspiro y negó con la cabeza.

-Cys me ha mandado, necesitaras ayuda y me ha pedido que sea tu apoyo.

Y entonces noto las malestar, Claus entonces supo que ambos vivirían en ese lugar por algunas semanas.

Una más y sus ojos se abrieron de par en par. Luego otra y otra. Rió hasta tocar la última tecla. Se detuvo emocionada, excitada por la manera en que había hecho esos sonidos, había sido...-Hermoso...-Dijo volviendose a él y sorbresalandose por la cercanía de sus cuerpos.-L-Lo siento...-Se alejo un tanto nerviosa, bajando sus manos a su regazo y apretándolas allí.-Ha sido muy bonito, g-gracias por enseñarme.

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Seguía hipando, apretando sus manitas para no llorar, no quería llorar.-Lo... lo siento-Dijo de nuevo y se abrazó a su cuello, escondiendo su rostro en él para dejar escapar unas lagrimas, le había dolido su rechazo, ¿porque la rechazaba? -Ya no me quieres? ¿Hice algo malo? -Le dijo conmocionada, no entendía.-Eres tu... ¿P-Porque... h-hay dos Claus?

Llevo una mano sobre las de ella para mirarla a los ojos. No quería que se pusiera nerviosa... Quizá deseaba que se acostumbrara a su cercanía... Si, lo quería.- Esta bien, es sólo el principio. Frejya puedes venir a tocar el piano cuando quieras... Te enseñare...- Aparto la mano de ella y se puso de pie para espabilar un poco.- Ya... Ya es tarde. Te acompañare a la habitación...- no sabia que más decirle, solo sabia que ya era hora de ir a dormir.

-(-)-

Claus suspiro y negó con la cabeza.- No es eso Magali. Te quiero...- Fue extraño decirlo, incluso el mayor de los cinco se sorprendió al escucharlo.- No has hecho nada malo, fue Raynard quien ha hecho mal. A veces es un poco tomto ¿si? Y ya te he explicado que es mi hermano... Vamos, te llevaré a tu habitación.- abrazaba ala pequeña mirándole mientras que con la mirada seguía fulminando a su hermano.

-Bien~ Yo me iré a nuestra habitación, hermanito. Descansa Magalita... Nos veremos por la mañana Niñita...- Y avanzó para buscar a la habitación en la que se quedaría algunos días o semanas o lo que fuera.

Claus negó con la cabeza mientras suspiraba y se dirigía a la habitación de la pequeñita.- Magali... Deja de llorar, no has hecho nada mal, Raynard solo estaba bromeando.

Ella se sonrojo y luego asintió.

-E-Es tarde.-Si, se levantó con cuidado, empezaba a hacer frío por lo que se abrazó a ella misma, mordiendo su labio inferior. Caminó a su lado, ella tampoco sabía que decir, lo cierto era que habían dicho muchas cosas, ella sabía más de él. Sabía más cosas de las que nunca pensó.-Fue un dia muy especial para mi.-Le dijo sin verlo realmente.-Me da gusto que.. me hubieses acompañado a la ciudad, a pesar de los problemas que surgieron.


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Levantó su mirada a Raynard, estaba empapada por las lagrimas pero lo miraba con el ceño un tanto fruncido. Ella no se llamaba "Magalita" Miró a Claus y asintió.-Lo siento...-Hipó, encogiendose de hombros.-He bajado porque se me ha quitado el sueño.-Habló despacito, como siempre hablaba.

Cys asintió con la cabeza.si que había sido un día... Extraño y de muchas emociones extrañas, poderosas y que lo confundían.- También... Lo disfrute- Le dijo mientras subían las escaleras y llegaban pronto a su habitación.- Nos veremos por la mañana... Descansa y,.. Si necesitas algo estoy... Estaré en la habitación del fondo del pasillo... Es la única puerta diferente...- Si, Claus era algo... Extraño algunas veces.

-(-)-

-No tienes que disculparte. Ni yo lo esperaba.- Ijo muy sincero pues de esperar a uno de sus hermanos, llego a pensar que Alaric seria el mejor de todos y ahí estaba con él, el menos indicado pero bueno, por algo Cys lo enviaba con él.- ¿Quieres que me acueste contigo hasta que te duermas?- Cuestionó, suponiendo que si ella lo confundió con Raynard era porque le estaba buscando o algo parecido.

-Vale-Se giró y tocó la puerta, empujandola para abrirla ligeramente, ¿que más quería decirle? ¿que más podría hacer? -Si tu q-quieres... podrías dormir aquí.-Miró de reojo al pelinegro.-yo... bueno mmm... si tu quieres, n-no me molestaría. No me muevo mucho.-Dejo que un poco de cabello cubriera su rostro, era vergonzoso lo que le estaba pidiendo o buneo, era su cuarto al fin de cuentas.-La puerta, la dejaré abierta.-Susurró.

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La niña asintió, limpiando sus lagrimas con sus manitas de nuevo.-¿Es tu hermano? -Le dijo en su oido.-¿Como Leon y yo? -La niña tenía una mano en el hombro de él y la otra en su mejilla, le gustaba tocar la cara de las personas a quien quería. Las caras eran lo más bonito de una personas, eso pensaba Magali.

Se le quedo viendo con sorpresa cuando ella le hizo esa propuesta. Iba a negrase, no iba a mandarla a. Dormir a otro lado, la co fue que pensó que ella quería irse a otro lado no el que quisiera compartir con él la habitación. Se quedo un poco el shock, mirándola. Dentro de él una gran batalla se llevó a cabo ¿si o no? Esa era la pregunta que estallaba la gata guerra en su interior. La miro irse, aquel susurro le puso la piel de gallina y se apoyó en la pared ¿qué debería hacer? Cerro los ojos con fuerza y y simplemente siguió su instinto.

Entro a la habitación y cerró la puerta detrás de él.

-(-)-

Claus asintió con la cabeza. No le molestaba que la niña le tocara la cara o el hombro, era una niña a fin de cuentas.- Así es. Raynard es mi hermano, como tu y Leo(?)... Aunque en total somos 5. 4 hombres incluyéndome y una chica. Todos somos idénticos.- Le explico mientras entraban a su habitación, la de la niña y se metía con ella a la cama. Esperaría a que se durmiera profundamente.

Estaba detrás de ella. ¿Que haría? Nada, ella se lo había ofrecido porque realmente quería. Se acomodó en la cama, dejando un espacio detrás de ella, esperaba que él pudiera aceptar su invitación. Su corazón latía muy rápido, jamás había hecho eso, es decir... dormir con alguien que le gustara, porque nunca le había gustado nadie.

"No te alejes de mi"

-Buenas noches.-Susurró y luego cerró los ojos, aprendolos con un poco más de fuerza. Necesitaba dormir, debía dormir... pero su corazón latía demasiado rápido, tanto que tenía que apretar su pecho ligeramente, para evitar que no se saliera.

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¿Iguales?-Le dijo acostandose a su lado, sin dejar de apoyar su mano en la mejilla de Claus. Su ojos estaban bien abiertos, aun con los rastros de las lagrimas por sus cachetes rojos y algo regordetes.-Como los clones de las peliculas?-Susurró sin dejar de verlo, la niña se habia acostado mirandolo.

Cys continuaba de pie mirándola sobre su cama. Ahí estaba, un espacio para él en la cama. Ella se cubría y seguro tenía los ojos cerrados con fuerza. Trago y dio un par de pasos a través de la habitación. Se quito la camisa que un estaba rasgada, tendría que tirarla y después se desabrocho el pantalón. Busco entre sus cajones y saco un pantalón pijama oscuro y una camisa de la misma tonalidad. Se acercó a la cama y puso sobre ella esa camisa, era lis y bastante cómoda.

-Creo que... Podrías dormir mejor con ella...- Estaba muy nervioso. Se quedo donde estaba para quitarse el pantalón y ponerse la pijama y sentarse en el lado de la cama que ella le compartía...tenía que calmarse.

-(-)-

La miro acotada a su lado. Se había acomodado de costado, de tal manera que pudiera abrazarla mientras dormía. Era una niña, se sintió... Extraño, podría ser como su padre o algo así... Sólo sabia que quería protegerla. Con una de sus manos que acaricio una mejilla a la pequeña y le limpio un poco de el rastro de las lagrimas que había derramado. Su hermano se las iba a pagar. Río un poco y asintió en la cabeza.- Somos como clones de Raynard, él es el mayor de los cinco. Quizá mañana los conozcas a todos pero ahora tienes que dormir... Ya es un poco tarde.

Abrió sus ojos y se giró para verlo. Sus mejillas le ardieron, él solo usaba pantalones y dejaba al descubierto todo su torso, tenía musculos marcados, su respiración se agito ¿ese era el cuerpo de hombre? Si, ya lo había visto antes, cuando se había quitado la camisa frente a ella pero.. no era en un lugar tan intimo.-V-Vale.-Dijo desanudándose la camisa y tomando la que Cys le daba. Intentó desanudarla de nuevo y tragó, no podía.-mmm... -tal vez Cys podría ayudarla, necesitaba quitarse unos nudos, más bien quitársela toda.-C-Cys...-Se sentó en la cama, pasando su cabello al frente.-Podrías ayudarme a quitarla.-Le pidió

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-¿Van a venir todos los clones?-Le dijo y no, no quería domir, aunque tenía un poco de sueño ya, quería seguir mirando a Claus.-¿Tu tienes sueño? -Le preguntó mientras bostezaba.-Yo no tengo sueño.