Cys y Frejya, -Cap. 2-

Todos miraban con atención a esa interesante parejilla. Esperaban algo interesante ¿que habrían hecho en todo el día? ¿Cómo era que ella se entretenía con un chico tan serio como Cys? Si, todos se hacían esa clase de preguntas, todos menos Lea. Ella sabia que pese a todo ese intento de parecer un chico malo, existía, en el fondo, un verdadero héroe. Un hombre de gran poder, de grandiosas habilidades y de un corazón noble, tan parecido a sus padres.

Cys se sintió un poco nervioso mientras ella hablaba. Era extraño, había hecho muchas cosas con Frejya, incluso con todos esos niños ¿Cómo había sucedido todo eso realmente? Continuo mirándolo por unos segundos más y entonces se puso de pie de golpe. Apenas había tocado la comida, pero no tenía tanta hambre, había salpicado gran parte de ella bebiendo de la sangre de Frejya.

-Yo... Tengo que preparar algo de ropa para Claus...- Fue lo único que dijo y salió de aquella habitación, necesitaba simplemente distraerse un poco. No estaba acostumbrado a tanto y era difícil asimilar que realmente le gustaba poder convivir con todos de esa forma.

Lea suspiro y lo miro salir. Le pidió a Frejya que lo dejara sólo por unos momentos, sabia que su sobrino lo necesitaba.- Parece que ha avanzado bastante... Y sólo en dos días...

-Si, esta actuando verdaderamente extraño.- Continuó Alaric mientras miraba a su madre y después a la ninfa.

-Aun me cuesta creer todo lo que has dicho ¿en verdad se comporta de esa forma?... Cys no parece la clase de chico que disfrute jugar con niños- Continuó el mayor de los quintillizos mientras se llevaba un bocado más a la boca.

-Creo que lo juzgamos demasiado sin darle una oportunidad, hermanos.- Dijo Anke sonriendo a la hada.- Ella aun no lo conoce y sabe que Cys tiene potencial.

Günter soltó una risilla un antro burlona pero más que nada contenta.- No, simplemente hemos caído en el juego de Cys Dinter, el chico que ha intentado ser durante todos estos años... Ella, quizá ha despertado el Jaeger que es realmente.

Y todos giraron a verla. No se daban cuenta de la presión que estaban forzando en ella, claro, querían que Cys reaccionara y dejara de actuar como un suicida, pero entonces Lea se ponía de pie para llamar su atención.- Basta, no presionen tanto a Frejya, no es justo para ella. - Sonriompara intentar darle algo de calma.- Si tu...- Negó con la cabeza.- no es tu obligación cariño, pero una cosa si te aseguro, él no podrá separarse de ti ni ahora, ni nunca...- Señalo su propio cuello diciéndole a la pequeña ninfa que podía notar sus marcas.- Le has brinda algo de esperanza a mi sobrino... Al hijo del mejor amigo de mi esposo... A nuestro futuro... No, a nuestro líder.

Intentó levantarse hasta que Lea la detuvo. ¿Había dicho algo malo? ¿Había hecho algo mal? Bajo la mirada para ver la única hoja de ensalda y la pico, de pronto ya no tenía hambre.

Se llevó su mano a su nuca y se sonrojo. Sonrió, era su objetivo, su objetivo era brindar luz, había hecho su trabajo ¿como? ella ni siquiera había hecho nada.-Cys ha hecho todo él solo-Negó.-solo... mm... solo es, solo soy su amiga. M-Me da gusto poder serlo.-Les contesto.-Yo c-creo que iré al baño.-Miró a Lea, necesitaba ir al baño, necesitaba mojarse la cara, se sentía caliente y ansiosa.

La niña lo detuvo y antes de que pudiera alejarse de la cama ella se levantó, abrazandolo con sus dos bracitos e intentando envolvelo, pero apenas y podía.-Me he divertido mucho.-Le sonrió y le dio un besito en su mejilla.-¿T-Tu no te asustas de mi verdad? -Preguntó mientras Leo se acercaba con una bata de dormir de algodón rosa. El niño apreto sus puños ligeramente... le enfurecia aun, no haber podido hacer nada para salvar a su hermana.

No espero que le detuviera de esa forma, supuso que sólo dormiría y listo. Mañana seria un día nuevo pero cuando menos lo supo, la niña ya lo abrazaba con fuerza, su pequeña fuerza. Claus suspiro y asintio con la cabeza mientras sonreía un poco.- también me he divertido, Magali.- Respondió y recibió ese beso en la mejilla. Fue.. Extraño. Miro los ojos de la pequeña, eran enormes y hermosos. Se había perdido un segundo en ellos y después, tan sólo levanto una de sus manos para acariciarle la cabeza. Negó con la cabeza.- Jamás, eres la princesa... Mi princesa, la más hermosa de todas.- Le dio un cariño más con su mano sobre al cabeza y la aparto alejándose un poco.- Desvansa Magali... Leo...- Giro un poco para ver al niño. Parecía tenso y también le despeino un poco.- Todo estará bien. Vine para darles una mejor vida... Cys y mi familia les protegeremos...- Y ahora si, miro de nuevo a la niña para despedirse y salir de ahí. La mejilla le hormigueaba y no entendía el por qué.

-(-)-

Todos los varones rieron un poco de aquella respuesta. Ella no entendía lo que estaba pasando y ese asunto no era del todo de un macho como ellos, quizá de Günter si, pero no de Al ni Ray.

-No Frejya... Tu lo ayudaste, tu despertaste en él algo que todos temíamos él había perdido- Dijo Raynard con cierta dureza mientras se ponía de pe y comenzaba a recoger los platos con cuidado. Lea le fulminaba con la mirada.

-Mi hermano tiene razón, Frejya tu lograste, en tan sólo dos encuentros, lo que nosotros no hemos podido lograr en 7 años... Eres...

-Dije que basta, Alaric y Raynar Jaeger sólo terminen de limpiar la cocina y váyanse a dormir.- Lea los hizo callar, estaba diciendo demasiado para la chica que necesitaba asimilar algunas cosas.- Adelante cariño, te esperaremos en la habitación donde el piano... Se que tienes algunas preguntas ¿verdad? Te ayudare sin problemas, Anke, ve con Cys a preparar la maleta de tu hermano y Günter, mi amor, gracias por vestir a Frejya tan hermosa, ve a descansar, debes estar cansado de todo lo que hiciste hoy.

-Gracias mamá.- Günter se acercó a Su madre y le dio un beso en la mejilla. Se despidió de la hada y se fue. Anke entonces ya había tomado camino para dirigirse con Cys, quería ver que era lo que hacia y que sorpresa se llevo.

Cys había entrado a la habitación de su primo, pero no había hecho nada. Estaba sentado en la cama cubriendo con ambas manos su rostro. Era ella, Frejya estaba en todas partes. Se miraba tan hermosa con su camiseta. Olería delicioso, la quería en sus manos, deseaba olfatearla como nunca, quizá lamerla y morderla no una si no muchas, muchas veces. Gruño y se dejó caer a la cama justo cuando Anke entro a la habitación.

-¿Cys?... ¿Estas bien?

-Anke... Si, sólo estoy un.... No nada...- Se levanto. Anke se mordió suavemente el labio inferior. Cys se negaba a compartir sus emociones, sus sentimientos y pensamientos, prefería sufrir sólo, no quería hacerles daño... Según él.

-Anda, preparemos la maleta para Claus, mamá no quiere que regreses tan tarde a Casa.- Y ambos se miraron, ella le sonrió y comenzaron a elegir la ropa para el segundo de los quintillizos, él que pensaba un poco más que el resto.

Magali se desvistió mientras Leo daba la espalda y ella se colocaba solita su piyama. Al fina dijo un "estoy lista" y el adolescente se giró para arroparla y darle un beso en su nariz.

-Descansa Mag.-Le dijo para cerrar su puerta y dejarla dormir. Había sido un largo día.

+

Frejya caminó por el corredor hasta llegar al baño. Apenas entró sintió como sus piernas temblaban y como poco a poco caía al suelo, cerrando los ojos para respirar y llevarse una mano a su pecho. Nunca le había latido tan fuerte o eso era lo que creía. Hacía mucho no se sentía como en un familia ¿cuando había sido la última vez que había estado con una?

Tan solo tenía 4 años pero podía recordarlo claramente. Sus padres estaban preocupados por algo, su hermano no estaba con ella ese día, las luces de los grandes arboles se apagaban y se encendía. El aire olía a muerte, Frejya podía percibir como la esencia de todos cambiaban rápidamente.

-Estaras bien.-Le había dicho su madre sollozando mientras besaba cada centimetro de su carita.-Te amamos, te amamos Brighet.

-Recuerda esto hija mia, tu debes vivir, debes vivir para dar vida. No lo olvides nunca.

Y entonces simplemente todo se borraba, los rostros de sus padres se desvanecían como si no hubiesen estado nunca. Como si solo hubiese sido un sueño, pero no lo era, era demaciado cálido y hermoso para haber sido solo un sueño. En ese entonces era una niña, se había criado con la sensación de que esa noche solo era una fantasía pero después los ancianos habían ido a por ella y luego la habían criado hasta dejarla sola. Nunca se había sentido realmente en casa, porque despues de crecer y ayudar a los demás, era ella siempre quien protegía, siempre que brindaba un hogar o un alivio, una esperanza... y entonces...

Entonces solo estaba Cys.

Cys sonriendole y Cys protegiendola, abrazandola o curando sus heridas. Estaba allí enojado porque no se protegía más, porque no quería que le pasara nada y luego... luego el sonido del piano se colaba en su corazón y la manera en que sus alientos chocaban.

Por primera vez se sentía en casa, se sentía de nuevo protegida y no sabía que hacer. Estaba enamorada de un ser que apenas y podía abrirse y que pese a eso ya le estaba iluminando con su luz. No quería perderlo. No quería alejarse de él.

"¿Y tus padres?"

"¿Y tu hermano?"

Cys termino por acercarse a un mueble con un gran espejo. Se miro fijamente. Lo hacia como nunca antes lo había hecho. Aun cuando pequeño, prefería alejarse de ellos porque todos lo llamaban monstruo, por supuesto, no era humano como los demás. Era una abominación creada por el mismo satanás.

Negó con la cabeza mientras seguía mirándose y recordaba a Frejya. Pensó en esa rubia mujercita. Ella no le temía, ella acariciaba su mejilla y lo llamaba por su nombre de una forma tan diferente.

"Cys... Cys... Cys... Cys"

Y entonces pudo percibir con claridad su olor, el sabor en su garganta. Cerro sus ojos olvidando el hecho de que Anke estaba a su alrededor, no importaba nada cuando Frejya llegaba a su mente y de repente, salió de aquella habitación a toda velocidad.

-¡Cys!- Grito Anke ¿Qué le pasaba? Pensó lo peor, la verdad fue que pensó lo peor.- ¡Mamá, Alaric, Raynard!- Si, tenían que detenerlo, no podía desaparecer de nuevo.

Todos entonces reaccionaron ante el grito de Anke, intentaron moverse, pero fue Lea quien los detuvo al notar que Cys había corrido a toda velocidad al baño donde Frejya y lo había abierto sin siquiera haberla llamado.

-Frejya...- Casi grito el híbrido y sólo verla en el piso casi le hizo perderse. Jadeo y se dejo caer de rodillas frente a ella. Estaba jadeante, había sentido algo extraño, no, ella no estaba en peligro pero estaba tan confundido como ella.- Frejya...

No supo como pero Cys estaba allí, de rodillas y gritando su nombre. El hada se sintió en casa de nuevo y también se sintió perdida ¿Porque su camino se había cruzado con el de él? ¿Quien salvaría a quien?

-Cys...-Frejya tampoco supo como ni cuando, pero entonces ya se había lanzando a sus brazos, se había enroscado en su cuello y se había quedado allí, con los ojos cerrados.

¿Quien había salvado a quien?

¿Porque sus caminos se habían cruzado?

-No te vayas.-Le dijo sin saberlo realmente, cerrando sus ojos.-No puedes irte.

El Híbrido no dudo en responder al abrazó, sen ser un tanto posesivo, abrigándola con su cuerpo entero, teniéndola entre sus brazos. La apreto un poco sin hacerle daño. Aquellas palabras le llegaron hasta el fondo del corazón, fue como un golpe al pecho ¿Qué era lo que sabía ella?
Se tensó un poco pero termino negando con la cabeza.

-Me quedare contigo... no... no iré a ningún lado...-Si, se sorprendió de haber dicho esas cosas porque lo dijo sin pensarlo aunque siendo muy sincero. Agacho la mirada para acercarse más a ella.- Das Beste, was mir heute passiert hat Spaß gemacht mit Ihnen , Frejya . [Lo mejor que me paso este día fue pasarlo a tu lado, Frejya. ]- Susurro sólo para ella.

Asintió y no dejo de abrazarlo. Cerró sus ojos sintiendo sus latidos y también su respiración.-L-Lo siento...-Susurró alejandose un poco.-N-no se porque lo dije.-Bajo la mirada sin apartarse del todo.-S-Solo... solo quería decirlo. Quería decirtelo Cys.-Subió una de sus manos para acariciar su mejilla.-Q-Quería estar cerca de ti.-Admitió, no podía decirle aun que lo quería, que estaba enamorada ni tampoco que se sentía en casa con él. No quería que huyera de ella, no quería que se alejara o decidiera dejarla... si lo hacia entonces ella tendría que hacerlo con él. Tendría que desvanecerse por completo.

-....- Asintió y puso su mano sobre la de ella, esa que estaba sobre su mejilla. Asintió de nuevo sin decirle ninguna palabra porque estaba bien, algo en su interior deseaba escuchar esas palabras, porque lo elegía a él y no a otro.- También quiero estar cerca de ti, Vamos, necesitas descansar... no quiero que enfermes.- Y termino entrelazando sus dedos con los de la mano de la ninfa y se quedo ahí unos segundos más, disfrutando su cercanía. Desde que llegaron a esa casa, no les habían permitido estar juntos hasta ese momento.-... Frejya... te vez preciosa.- Termino por decirlo, porque le gustaba verle con su camisa, porque lo hacía sentir extrañamente bien, poderoso...

Intentaba levantarse hasta que lo escuchó, sus mejillas se tiñeron de un bonito rojo.-Gracias.-Le dijo levantandose al fin.-No sabía si te iba a molestar.-mordió su boca y luego sonrió para verlo de nuevo.-Estoy bien he comido lo suficiente.-Le sonrió con sinceridad porque era cierto, ella se sentía bien, estaba agotada pero sentía que sus fuerza volvían poco a poco. Además estaba con él de nuevo y eso era todo lo que necesitaba en ese momento.-Puedo dormir en el sofá.-Le dijo convencida.

Ya estaba de pie con ella. Si, la vio comer casi toda la ensalada, él no había comido mucho pero la verdad era que no tenía nada de hambre, había bebido demasiado de Frejya. Cys negó con la cabeza cuando ella le dijo eso ultimo.- No dormirás en el sofá. Dormirás en mi habitación, yo me ir a la habitación de Claus....-No estaba dispuesto a discutir eso, salió con ella de la mano para llevarla a su habitación, no sabía lo mucho que iba a disfrutar el tener el olor de ella no sólo en su cama, también disfrutaría esa camisa, el joven híbrido no imaginaba lo mucho que esa ninfa cambiaría su vida y las millones de sensaciones que le haría vivir.

-Oh...-Asintió y dejo que sus dedos se entrelazaran en los de él. Se estremeció un poco, estaba tan cerca de él. Le gustaba estar cerca de Cys.-Mmm n-no comiste mucho.-Le dijo de pronto, para no hacer silencio.-¿No tienes hambre Cys?- Tal vez él quería beber de ella, no sabía muy bien como funcionaba todo aquello del hambre vampirica. Cons u mano libre se acaricio su cuello, allí donde él le había mordido.-Si tu... si tu quieres puedes...-se sonrojo sin terminar la frase "Si tu quieres puedes tomar de mi" Continuó caminando, no recordaba exactamente donde estaba la habitación de Cys. ¿Donde estaría Lea y los demás? No se había despedido de ellos, solo había ido al baño... era de mala educación.

La miro cuando dijo eso. Era cierto, casi no había probado bocado de la cena que Lea había preparado pero aun estaba satisfecho o eso creía. Trago saliva cuando ella ofreció su sangre para él. Se relamió los labios disimuladamente llegando a su habitación. Abrió la puerta para ella. No había respondido ninguna pregunta porque de repente sintió su garganta seca... Muy seca. Su respiración se había agitado un poco pero no era muy obvio.

-Bebi demasiado antes... Es por eso que...-Cerro la puerta detrás de él, estando de nuevo a solas con ella. La miraba, sus hombros desnudos, el cuello de esa ninfa a su merced. Sintió sus colmillos crecer, mantuvo la boca cerrada o bien, no mostrarlos. Su cuerpo se sentía muy caliente ¿Qué le estaba pasando? Estaba dando pasos hacia ella, guiándola con su instinto a la cama.- Quiero más...- Si, quería más de ella, sus ojos ya no eran negros, brillaban en un bonito dorado, sólo para ella.

Por otra parte, el resto de la familia estaba en la sala conversando sobre lo que pasa con el hibrido y esa ninfa, les gustaba, era increíble que ella hubiera llegado a tiempo.

Se giró y no pudo evitar sentir un escalofrio recorrer toda su piel. Sus ojos azules le observaron; como cambiaba, como caminaba hacia ella y como sus orbes obscuras se volvían doradas y hermosas, brillantes de algo que ella desconocía, ¿tal vez era deseo?

-Cys...-Se mordió la boca y sus pies se pegaron a la cama, se tambaleo y cayó en ella, parpadeo, sus labios rosados se abrieron resecos y entonces sintió su piel cosquillear. Cys la estaba mirando, parecía tener mucha hambre. Sus dedos temblorosos se tocaron el cuello, apartando unos mechones amarillos de él para terminar estirandola hacia su rostro. Frejya quería tocarlo, quería tocar esos colmillos y recargándose en uno de sus codos, se impulsó para alcanzarlo. La ninfa acarició el colmillo del hibrido y sin poder evitarlo presiono su yema en la punta, pinchandolo para que el delgado hilo de su sangre cayera en la boca de ese hombre... de ese misterioso y hermoso hombre.

Cys espero a que ella estuviera sobre la cama para ponerse sobre ella. Se metió entre sus piernas, en realidad se aseguro de hacerlo mientras apoyaba sus palmas a sus costados. No hablo, le miraba con esa intensidad mirando mientras esa mano se acercaba a su boca. Abrió la boca para ella, mostrándole sus colmillos. Cerro un segundo los ojos y sintió la forma en la que presionaba.

Aquella gota hizo palpitar por completo su cuerpo y presiono el colmillo para penetrar la piel de su dedo y poder beber más de su sangre, lamiendo lento, disfrutando, mientras sujetaba con suavidad si delicada muñeca... Ese era solo el comienzo.

Sintió todo su cuerpo temblar bajo de él, Frejya suspiró suavemente y sus labios entreabriertos se secaron, ella apretó más el dedo, lo curveo ligeramente y el brazo que lo sostenía le temblaba, era demaciado.. sugerente.-C-Cys...-Le dijo en un susurró que lo sintió en todo el lugar, respiraba agitada, sentía su aroma golpeandola y sin poder evitarlo, sus codo no pudo sostenerla y cayó completamente sobre la cama, flexionando una pierna para hacer que la camisa negra que usaba de él se le subiera por las rodillas y el muslo. La manera en la que él succionaba de ella era fascinante, sentía que la succionaba completamente también.

Se inclinó lo sujete como para seguir lamiendo y succionando sus dedos, solo unos segundos más, porque no quería beber sólo del dedo. Lamió por ultima vez su dedo para cerrar la herida y después la miro detenidamente....ñus respiración se aceleró. Su olor... Su sabor... Grupo y se inclinó sobre de ella, uniendo su frente con la de ella. Quería morderla pero...había visto la hermosura de sus labios... Quería beber de ellos, de su boca mientras...

-Estoy... Frejya... Quiero tocarte...- Cerro sus ojos ¿qué diablos estaba diciendo. Joder, si quería. Jadeo y una de sus manos fue sobre esa pierna que dejaba ver su piel. Ella tenía que detenerlo si eso le desagradaba porque nada iba hacerlo, estaba impaciente, necesitado de toda Frejya, quería saborear todo cuanto ella podía ofrecerle.

Frejya se estremeció y dejo de respirar por un breve instante.-....-¿Quería tocarla? Ella también quería tocarlo, más de lo que imaginaba, más de lo que pensaba que quería hacerlo pero... -Cys..-La chica lo atrajo hacia sí, abrazándolo con fuerza, acariciando su cabello.-E-Espera....-Aguanto el aliento- T-Tu tía... tu tía...-Apretó los labios y cerró los ojos, lo tenía pegado a ella, cerca, no quería soltarlo, no quería que se fuera, quería volver a tocarlo, quería sus manos en su pierna de nuevo.-T-Tu tía... estaba preocupada por ti..

Cys respondió al abrazo. No quería hablar de su familia. Sabia que su tía se preocupaba por él, sabia que incluso los demás lo hacían pero no, no quería eso, no cuando pretendía... Abrió los ojos de golpe ¿quería separarse de Frejya para siempre? ¿Dejarla sola? La abrazo con más fuerza. Estaba tan confundido, la quería a ella, deseaba estar con ella, cuidarla...- Ya... Después...después hablare con ella...- Si, no quería mencionar siquiera a su tía. Era su momento, solo de los dos...- lo siento... No puedo evitarlo más... Solo... No puedo dejar de pensar en ti... Frejya...

-Levantó con cuidado su mirada y lo observó.-No lo hagas. No dejes de pensar en mi.-Casi había sonado una suplica.-Yo no lo hago, no quiero alejarme de ti, es dificil.-Cerró sus ojos negó.-No quiero que huyas de m-mi... no quiero que te alejes de esto.-Negó.-no te conozco del todo pero quiero hacerlo, dejame conocerte... -"Dejame quererte"-Quiero protegerte solo, quiero... -"Quiero ser tu luz, quiero que me quieras como yo"

Miraba ese hermoso color azul. No estaba seguro si lo que escuchaba y entendía era correcto pero no importaba, jo debía separarse de ella, no debía dejar de sentir lo que ella le hacia experimentar. Eran tantas emociones, tantos sentimientos y deseos. Todo, lo quería todo de ella. Cys expresó dolor, tenía miedo, se lo dijo con aquel intenso gemido mientras se inclinaba para ocultar su mirar de ella.- No quiero.... No quiero hacerte daño... N-No quiero perderte...- y entonces levanto una vez su mirada y se acercó demasiado a ella, tanto que apenas sus labios rozaron un poco y el sintió que ardía como los mil demonios- Quiero que... Quiero que seas... Sólo mía...- Y su pecho palpito con fuerza. Se quejó un poco y aparto sus labios de los de ella, porque ella era suya y lo seria para siempre, lo que pasaba era que aún le costaba aceptarla porque aun no se aceptaba a él mismo.

Abrió la boca sin quererlo, como un instinto natural que se colaba por ella.-Bebe de mi...-Le pidió, porque era la única manera en que él la tocaba, en que él ponía su boca cerca de ella.-Por favor Cys... toma mi sangre.-Susurró despacito y contra él, mirándolo, ansiandolo... ¿como podía hacerle entenderlo? ¿COmo podía hacerle entender que él no era malo? -No me harás daño... t-te lo prometo... ja-jamás me harías daños.

Cys entonces gruño con fuerza. Tomo las caderas de Frejya y las atrajo hacia él, la quería muy cerca. La miro con fuerza. Lo iba hacer. Deslizó sus manos por sobre los costados de la hada y se inclinó lentamente hasta su cuello. La beso y después lamió en esa zona donde sus colmillos ya habían lenetrado su piel y mientras ella reaccionaba a sus acciones él seguía tocando, deslizando sus manos por sobre sus piernas, pegando su pelvis contra la de ella, deseando desaparecer esa tela oscura que cubría su piel. No tardo mucho en morderla con cierta fuerza después de lamerla. Gruño aún más y mientras bebía, seguía tocando tanto como podía del cuerpo de esa preciosa hada.

-Cys~...-Sus manos se aferraron a su espalda, apretando su camisa y sintiendo como todo el mundo giraba sobre ellos, sus ojos estaba cristalinos, su piel se estremecía y el corazón de la ninfa latía ferozmente contra su pecho.-Ah-~-Mordió su boca ¿que habia sido eso? El cuerpo duro del lycan estaba sobre ella, prendiéndose, aplastandola... cerró sus ojos con fuerza y apretó más su espalda, quería rodearlo, su cuerpo respondía de una manera extraña, como si algo dentro hirviera y quisiera salir.