Cys y Frejya, -Cap. 2-

El hada se giró ligeramente a verlo, tragó lento y asintió diciendo un suave "gracias" avergonzada ¿más de lo que ya era? ¿Él creía que era hermosa? Su corazón golpeó su pecho fuertemente, quería besarlo otra vez.... un momento, abrió sus ojos de par en par y se llevó su mano libre instintivamente a su labio inferior ¿ella pensaba eso?

-Tu también... t-te vez muy atractivo así es... mmm bueno siempre lo has sido solo..-Se sonrojo, dioses ¡que decía ahora!? ¿que le estaba pasando?

-Gracias.- Respondió, la entendió aunque hablara de esa forma, eran los nervios, supuso, no estaba seguro. A él no le pasaba de esa forma pero si que se ponía nervioso. Sólo le sonrió y la acerco más a él y continuo avanzando.- Podríamos... estar solos más tarde después de ir al orfanato... ¿Te gustaría?- quería estar a solas con ella, aunque fuera en silencio, aunque quería hacer varías preguntas... muchas.

Se intentó calmar. Poco a poco, ella era un ser de emociones, cualquier cosa podía alterarla pero también se podía regular, no era una niña.

-Me gustaría mucho.-Tomó aire, ella siendo un hada, cuando percibía que alguien le llamaba, siempre cuidaba de él, lo protegía, le enseñaba cosas nuevas, le contaba de ella. Con Cys todo era diferente, era él quien le enseñaba, él quien le decía y le contaba, pero ella también tenía mucho que decir.-Quiero enseñarte algo.-Le dijo mientras caminaban.-Después del orfanato, es una promesa.- Tomó la mano de él y enroscó los meñiques, esa tecnica de promesa la había aprendido en el orfanato, con Demon y los niños.

El asintió, ahora con más razón quería que el tiempo pasara más rápido porque saber de que se trataba lo que ella quería mostrarle y bueno, quería estar a solas, poder compartir un poco más con ella. Extraño querer hacerlo pero... sólo quería que ella sonriera como lo hacía en ese preciso momento, en el que sus dedos meñiques se entrelazaban.

-Lo es...-Respondió más y la miro fijamente a los ojos. Quería besarla de nuevo, abrazarla y... tragó saliva, porque sus ojos y colmillos aun se mantenían visibles. La deseaba. Continuo avanzado con ella hasta que llegaron a la casa, donde le abrió la puerta y la invito a pasar, todos les esperaban en la mesa.

Si, Frejya sonreía abiertamente, estaba feliz porque estaba con él, tan cerca que podía olerlo y sentir como sus emociones eran tan autenticas. Parpadeó rapidamente al sentirse observada y se sonrojo más no dijo nada y continuó con esa sonrisa autentica que siempre tenía cuando estaba con él.

Respiró.

-Huele delicioso.-Le dijo sin darse cuenta que sus orejitas ligeramente puntiaguidas se movían como percibiendo el sonido. Frejya se inclinó hacia adelante y olfateo cerrando los ojos de una manera natural y delicada, rió.- Tu familia es increible.-Le dijo mientras lo volteaba a ver, podia oler el jugo recién exprimido, la frutilla picada ¿miel? ¿Menta? No podía distinguir bien, habían pensado en ella al hacer el desayuno?

Anke y Lea habían preparado el desayuno pensando en Frejya. Sabían que ella no comía carne y que ellos la adoraban por lo que hicieron algo especial para la ninfa, una ensalada de frutas frescas bañada en miel con un toque de menta (?). Anke se había encargado de investigar y obtener las frutas y Anke había preparado carne a medio coser, especial para sus chicos fuertes.

Los platos ya estaban sobre la mesa y sólo había dos lugares vacíos para ellos. No tocarían la comida hasta que estuvieran todos.

-También es tu familia, Frejya.- Le dijo el dándole el paso al comedor, donde todos les recibieron con una sonrisa. Lea se había puesto de pie feliz de verlo entrar con esa expresión en su rostro, aunque sus colmillos le preocuparon ¿Estaría bien? Bueno, no arruinaría nada en ese momento.

-Los esperábamos, venga que se nos hará tarde y Raynard y Claus nos esperan.- Tomo asiento de nuevo y Cys ya le abría la silla a su hermosa ninfa para que tomara asiento.

-Gracias.-Miró a Cys y sonrió a los demás.-Es..., gracias por la comida, se ve delicioso.-Comentó mirando a Anke y luego mirando a Lea. Ambas eran hermosas, se parecían mucho pero había rasgos muy diferentes entre una y otra, Lea se veía madura y fuerte mientras que Anke era más bien dinámica y juvenil. Observó con cuidado la mesa, había carnes para los mellizos, también estaban casi todos en la mesa, ¿como estarían los demás? Esperaba que bien, todos en el orfanato eran encantadores y también comían todos juntos.

Cys tan sólo asintió y tomo asiento junto a ella mientras miraba el plato. No acostumbraba hablar mientras desayunaban o comían. Simplemente tomo su tenedor y cuchillo para tomar un primer bocado.

Lea sonrió al verles y se dirigió a ella- Te vez preciosa linda. Esperamos que disfrutes del platillo que mi hija preparo exclusivamente para ti. Nos da mucho gusto que nos acompañes en el desayuno. Espero no sea la ultima vez.- Lea sonrió y entonces les permitió comenzar con sus alimentos. Quería ir a ver a sus dos hijos mayores.

La hada de luz asintió y cerro ligeramente los ojos, era una especie de bendición a la comida, un agradecimiento a la naturaleza. Era una costumbre muy antigua que tenían en su pueblo.

-Provecho.-Tomó un tenedor y empezó a picar las frutas, manzana, duraznos, melón, papaya, estaba delicioso. Mordió con cuidado un bocado pequeño y con suavidad para empezar a masticar. Ella adoraba comer con personas, le gustaba hablar con los niños del orfanato, ellos hablaban mucho, siempre era la comida la hora más activa de todas.-Esta delicioso Anke... ¿t-te gusta cocinar?-Preguntó un tanto curiosa por eso.

La comida era un poco silenciosa, no era como que acostumbraran hacerlo de esa forma pero todos comían con calma. Cys miraba a Frejya mientras comía con calma, jamas había disfrutado ver a alguien más comer. Ella en verdad disfrutaba de esa comida tan... verde o bueno, nada carnosa.

Anke masticaba cuando Frejya pregunto a lo que rió un poco y le pidió que esperara apenas unos segundos.- Lo siento.- Limpió su boca con la toalla y continuo.- Si, me gusta cocinar, es muy divertido ¿No lo crees? bueno ¿A ti te gusta cocinar? por lo que vi, lo haces bien.- Pues ella había preparado para Cys su comida preferida aunque fuese carne

-Soy buena.-Le dijo sin ninguna intención de vanagloriarse, Frejya solo decía la verdad.-De donde yo vengo la comida es un regalo, cada día se prepara buscando siempre lo más fresco y también lo mejor para quienes amamos, nos esforzamos por eso.-La comida para ellos era su energía, la energia vital que los hacia sobrevivir y enfrentarse a los retos que suponía un nuevo día, por eso era tan valiosa. Aunque claro, ellos no comían carne como principal fuente de alimento, su comida básica eran vegetales, frutas y quesos, también había quienes consumían pescado e incluso quienes consumían huevo y gallina, todos ellos eran respetados y no se veía como malo, pero la mayoría prefería consumir cosas no vivas.

Todos ponían mucha atención a las palabras de la ninfa. Alaric imaginaba los platillos que ella preparaba, todos verdes, quizá deliciosos para los de su raza pero para él... No, no podrá vivir de eso solamente. Günter pensaba más en el y lo que haría durante la próxima a semana pues se iría de viaje, de nuevo a Francia, donde una fabulosa modista haría una pasarela, un invitado especial, el modelo del año ¡lo seria definitivamente! Si, estaba en su mundo. Ante por su parte la miraba atenta, sabiendo que la ninfa no presumía ni mucho menos intentaba impresionar a Cys diciendo aquello pues no había pizca de eso en su mirar ni palabras. Lea, ella estaba mas atenta a las acciones de Cys, amaba el cambio que apenas podía verse con dos días de relación y ya esperaba ver que sucedía con él en ese tercer día de convivencia con esa hada tan especial.

Cys no podía dejar de mirarla en silencio. Comía grandes volcados de carne, la cual era aún más cruda que la del resto. Era necesario, el apetito de Cys era increíblemente inmenso -comparado con el de los Quintis- pues su naturaleza era la de dos seres que no solo disfrutaban de la sangre, también de la carne. La humana seria perfecta para satisfacerlo en todos los sentidos, pero ni él ni Lea se lo permitían. Sonrío un poco mientras miraba como convivían. Parecía que Anke y ella se llevarían de maravilla, en realidad, parecía que se llevaría mucho mejor de lo que él se permitía.

-Es muy interesante la forma en la que tu cultura venera los alimentos, Frejya. En nuestro caso...- Decía Anke.- ... Es bastante diferente. No creemos realmente en un Dios, simplemente "cazamos".- Soltó una suave risita. Todos lo hicieron pues entendían eso, era simple: "Somos animales".

-Básicamente...- Continuó Alaric.-... Nos dejamos llevar por nuestro instinto.

-Aunque no por eso somos unos salvajes.- Aclaro Günter mientras limpiaba la comisura de sus labios con mucha elegancia.

-Todos mis hijos tienen mucha razón, sin embargo, muchas de las veces puede más este lado "salvaje" que el repleto de razón. Intentamos vernos "normales" y vivir como si fuésemos humanos pero no por eso odiamos nuestra naturaleza, al contrario. Yo he vivido esas dos partes ¿sabes? Yo fui una humana antes de tener a estos cinco cachorritos. Es difícil, vivir sólo de carne animal no es tan agradable.- Lea se encogió un poco y se llevó un bocado más a la boca, pretendió continuar para explicar esa parte a Frejya pero Cys termino por interrumpirle.

- Es suficiente.- Dijo, no deseando escuchar esa parte. Odiaba saber que necesitaba de la carne y sangre humana. Odiaba saber que él la necesitaba mucho más que el resto. Odiaba haber matado a su viejo y haber comido casi por completo. Se odiaba bastante por eso. Aparto la mirada de todos y como de costumbre se encerró en su propia burbuja, incluso excluyó a Frejya. Le costaría no hacer eso... Definitivamente.

Frejya escuchaba con mucha atención, era interesante, los podía conocer más y sobretodo a Cys. ¿Cuanta carne consumiría un lycan?

-Entiendo.-Dijo respecto a lo de el lado salvaje, respecto a lo del tipo de carne y alimentación. El hada asintió aunque no por ello dejo de sentir un cierto malestar en el estomago al pensar que ellos deberían comer... algo más ¿que era eso algo más? ¿Humanos? El solo pensarlo le hizo sentir mal, pero era su alimentación, eran seres vivos que rechazaban ese estilo de vida y que se esforzaban por proteger. De no ser así, Cys no querría ayudar al orfanato, no se involucraría. Eran personas maravillosas.

Frejya se sobresaltó un poco por lo que Cys había dicho, no dijo nada, tan solo sintió como él se encerraba, como todo se salía de control. Suspiró y con cuidado tomó la mano de él por debajo de la mesa, tan solo entrelazó sus dedos meñiques, esperaba que él recordará la promesa, ellos juntos, solos... no quería que pensara en nada más, los fantasmas eran dolorosos, pesaban y podían volverse obscuridad, pero Frejya no dejaría que esos fantasmas lastimaran a Cys, no permitiría que el volviera a la obscuridad solo, si lo hacia... ella iría con él sin dudarlo.

-A los chicos del orfanato... les gusta de todo tipo de comida. Por eso estoy acostumbrada.-Sonrió con dulzura, allí también había niños que necesitaban carne humana, pero los estaban acostumbrando a comer carne animal para poder convivir con los humanos, sin discriminar y sin dañar.-C-Creo que por eso aprendía a cocinar de todo tipo de comida, t-tal vez... podamos llevar un postre para ellos.-Empezó lentamente a desviar el tema.

Se sorprendió un poco cuando ella sujeto su mano o bueno, cuando sus dedos estaban de nuevo entrelazados. Trago un bocado y pudo relajarse porque ella estaba ahí con él, aun cuando el pretendía alejarse ella no lo dejaba hacerlo... Frejya era fantástica, sólo ese toque le recordó que él no podía sacarla así como así de sus asuntos, de su vida, de lo que pretendía ocultar.

-...-Escucho, junto con los demás sobre la comida de los chicos del orfanato. Él les llevaría la comida suficiente para que se alimentaran de cuanto se les ocurriera y pudieran crecer sanamente.

-¡Es una buena idea!- Dijo con Alegría Anke, a lo que Lea también aceptaba el llevar algo para los pequeños.

-Debe ser algo que se prepare rápido.

-¿Qué tal unos Brownnies?

-Me parece una buena idea hija ¿Qué nos dices Frejya? Danos consejos- Pidió Lea pues no querían llevar algo que pudiera causarles algún daño. Por otro lado, los tres machos sólo continuaban comiendo.

La hada sonrió abiertamente y empezó a decir lo que a los niños les gustaba.

-Algunos son vampiros y otros son humanos.-Les contestó.-pero a todos les gustan las cosas dulces, el chocolate y las sorpresas.-Les contestó empezando a emocionarse ella también.-Aveces hacemos pastelitos con un sabor sorpresa dentro, como fresa, frambuesa y caramelo.-Sonrió, a Magali por ejemplo le gustaba mucho el sabor de la frambuesa, a Demon le gustaba el durazno y a Valentine lo que más disfrutaba era el arroz con leche. Mientras ella seguía contando, no separaba su meñique del de Cys.

Cys no dejo de comer ni tampoco apartaba su dedo de él de ella. La sensación de paz que ella le brindaba le permitía disfrutar aun más el platillo que habían preparado su prima y tía. Ellas podían seguir conversando al igual que sus primos, seguiría en silencio mientras comía.

-Bien, entonces los brownies les gustaran.- Dijo Anke poniéndose de pie. No había terminado su platillo pero la emoción le quito el hambre. Ella quería ir a preparar los panecillos para los niños.

-Yo preparare algunas galletas.- Dijo Lea para seguir a su hija.- ¿Quieres venir con nosotras, Frejya?- Cuestiono la mujer, sin saber que debajo de la mesa Cys terminaba por entrelazar todos sus dedos con los de ella, no quería que se apartara de su lado.

-Y-Yo....-mordió su labio inferir y luego sonrió.- aun no he terminado mi comida.-Miró a Lea con suavidad, como si estuviera disculpándose por no ir, a decir verdad ella tampoco quería dejar solo a Cys, no en ese momento...-ire e-en cuanto termine.-Además a las hadas nunca desperdiciaban ni dejaban a media la comida, esta era sagrada. Frejya volvió su vista a su comida y continuó despacio, apretó suavemente su agarre y sonrió por lo bajo, poco a poco se abría a ella y eso era más importante que cualquier otra cosa.

Lea inclino un poco la cabeza pero sonrió. Asintió y dio media vuelta, no iba a insistirles, entendió una cosa al verlos tan juntitos en la mesa. Esperaba que sus hijos se apresuraran y los dejaran solitos ¡Que emoción!

Y mientras Anke y Lea preparaban los postres para los niños, Alaric le daba un suave codazo a Günter y con una señal de la cabeza le dijo que se fueran para terminar sus platos en la cocina.

-Bueno, yo iré a preparar algunas cosas para Raynard y Claus. Günter acompáñame ¿Vale?

Y así ambos se fueron con todo y platos a la cocina junto con el resto. Era su momento.

Cys los siguió con la mirada mientras caminaba, hasta que sintió el apretón. Giro para verla y... sintió un gran alivio. Trago el bocado que tenía. Sonrió un poco y y acaricio la mano de su ninfa.

Frejya se relajó, los sentimientos de Cys cambiaban de nuevo pues estaba menos tenso y más receptivo a los demás, eso era algo muy positivo y también algo que la hacia sentir importante ¿era por ella? Deseaba egoistamente que así fuera.

-¿Sabes cocinar Cys?-Le preguntó entonces curiosa. Se había girado ligeramente a él para escuchar su respuesta, ¿que más cosas sabía hacer? Tocar el piano era una de ellas pero... ¿que más? Frejya quería saberlo todo, quería conocerlo "Para enamorarte más de lo que ya estas" Se sonrojo por ese pensamiento porque en el fondo sabía que era justo lo que haría.

Espero hasta que ella le hiciera esa pregunta y se giro para encontrarse con su mirada, aun sin soltar su mano.

Asintió con la cabeza a esa pregunta.- Fue... Fue mi viejo quien me enseño. Dimitri, ese era su nombre.- explico un poco de lo que le contaría en otro momento, cuando estuvieran completamente solos.- Tu... Tu comida sabe muy bien. ¿Como aprendiste? - Si, tenia que hacer preguntas.

-Seguramente era un muy buen cocinero.-Admitió y asintió.- Cuando era niña mi madre cocinaba siempre y me gustaba verla, lo disfrutaba mucho.-Tragó al recordar a su mamá ¿estaría viva en ese momento? Sus ojos azules se opacaron un poco pero reaccionó al instante.-Cuando empecé a vivir sola, l-los ancianos de mi tierra me ayudaban mucho, sobretodo uno.-Suavizó su rostro al recordarlo, todos habían sido tan buenos e interesados por ella.-Se llama Eiden y significa fuego...-Miró a Cys y le enseñó su palma.-El representa la linea más larga de nuestra palma, era mi guardian y protegía mi linea de la vida.-Le explicó.

El tema de los padres no era su fuerte. No quería adentrase demasiado con los de ella porque tampoco estaban a su lado ¿Habían muerto? ¿Estarían en su mundo? No, no quería preguntárselo, pero escucho con atención sobre el hombre que la cuidaba. Dejo que le mostrara la linea en la palma de su mano. No dijo nada, tomo la mano de ella y miro su palma. Acarició aquella linea. Envidió a Eiden, él quería ser su guardián, sólo él.

-Es bueno saber que... hay personas que siempre cuidaron de ti...-

Sonrió al recordarlos y asintió, gracias a ellos jamás se había sentido sola, esperaba siempre con deseo cada año pues solo una vez iban a visitarla.

-Si, fueron como una familia para mi.-Le dijo y bajo su mano de nuevo a su regazo, Frejya miró su plato ya vacio y luego lo miró a él.-¿Has terminado? -Preguntó, tal vez él tenía más hambre estaba curiosa por eso, quería saber cuanto comían ¿el querría beber de ella ahora? Se sonrojo, pero no dijo nada, esperaría a que él le dijera.

Su platillo estaba limpió. No, no estaba satisfecho pero tenía que decir que si, porque debía forzarse a satisfacerse con eso, no otra carne, no más ¡No debía pensar en eso!

-Si, he terminado.- Dijo y negó con al cabeza. No comería más porque bebería de ella y con eso se sentiría verdaderamente saciado.- ¿Quieres... quieres ir con Lea y Anke? Yo puedo esperar en la habitación del piano.- Le ofreció, porque quizá ella quería convivir con ellas y él pretendía retenerla con él

Lea y Anke estarían preparando la comida para los niños, la verdad era que Frejya tenía ganas de cocinar también pero estar lejos de Cys era... extraño. El hibrido la hacia sentir en casa, como si todo estuviera bien, como si estar con él fuese lo único que ella debía hacer en la vida.

-Si quieres p-puedes venir conmigo.-¿Cocinaría con ella? El solo pensarlo le hizo ilusión, ella podría enseñarle si él quería, hacer pasteles juntos ¿era tonto? ¿Cursi? ¿De niños?-S-Solo si quieres mmm esta bien.-Sonrió, tal vez estaba exagerando.