Oleg y Svetlana: La primera vez que te vi

No mentiría... bueno, si lo haría, los tres besos le habían gustado, cualquier cosa que ella le diera le iba a buca, aun fuera una misera basura la guardaría como un grandisimo tesoro, así era el Jaeger, un chico extraño, malvado, de buen corazón con quien merecía su cariño y odioso y peligroso con quien no lo merecía. Con ella... bueno, aveces sería bueno y otras malo, dependía de su humor y el de ella. Hizo una mueca y levanto un de sus manos para tomarla de la nuca.

-Eres una pequeña niña y muy torpe ¿Sabes? A mi me gustan así.- Y entonces la acerco pero no unió sus labios, no aun.- Abre tu boca Nark.- Le ordeno con una sonrisa maliciosa porque apena so hizo abrió la suya, adentrando su lengua de lleno a la bica de su chica para besarla intensamente, fue pasional, erótico incluso porque mientras la besaba mordió la lengua de Narkissa y después la suya porque quería su sangre y la obligaría a beber la propia. Le gustaba esa clase de acciones, avergonzarla y disfrutar de sus expresiones.

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Oleg miro a Björn mientras le daba esa explicación. Ciertamente había una gran resistencía pero, como decía el viejo francés, al hibrído le envolvía algo así como una luz que le brindaba lo que sólo un ser podía darle: espezana.- Aún así, él no debeían estar aquí, el verdadero líder de esa familia es Lud...- No termino la frase cuando el cañon de una poderosa y brillante dispola casi rozaba la carne en su cuello. El ruso afilo la mirada contra el Aleman ¿Se atrevía a amenazarle de tal forma?

-No lo menciones.- Cys lo odiaba, a cada mienbro de la familia que seguía a sus abuelos, les deseaba el peor de los destinos y él le daría ese jodido destino, a cada uno, sin excepción alguna los mataría, ciertamente podía notarse en su oscuro mirar el gran odio que crecía y a la vez disminuía en su corazón, porque Frejya sería su balanza y lamentablemente, ella no estaba con él en ese momento.

-Baja tu arma, niñato.- Hablo con seriedad el Yasikov mientras miraba ferozmente a Cys, una ofensa más y no tendría piedad del chiquillo, él no sabía a lo que se enfrentaba, Oleg no necesitaba ninguna arma para desmembrarlo, descuartizar su cuerpo en cuestión de segundos y con orgullo mandar los restos a su familia.

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El moreno sonrió cuando Made le dijo aquellas palabras, ella en verdad sabía que decir y le gustaba el apoyo incondicional que siempre le dio, desde pequeños. Se inclino para saber sus labios después de que le dio aquellos besos en su mentón.- Por favor, no salgas de aquí y bo habar la spuerta a nadie, llegare tan pronto como pueda, estate lista....- Le dio un beso más y no espero más, salió corriendo de aquella habitación, no sería dificil encontrarla, era señora y él su guardian.

( jajajana esta dormida xD me ondeo ahorita lo ediyo xD jajajaja ;0;)

Se sorprendió,no se lo esperaba. Primero lo estaba mirando y ella estaba llebando el control pero luego todo había cambiado y era él quien la besaba, quien la tomaba y la apretaba y le hacia perder lo sentidos,desde cuando Carsten besaba asi? El sabia a manzana, sus sentidos se inundaron, su cuerpo se erizo,no pudo evitar sonrojarse ni jadear cuando él se hubo separado. Sus ojos estaban abiertos de par en par, cuando le miro estaba sonrojada, avergonzada. Nadie la habia besado asi antes, no pudp evitarlo, se separo con sus dedos rozando sus labios.-Me has mordido.-susurró en ruso.


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Bjorn miro a Cys en cuantp hizo aquella acción, asi que despues de todo tenia la habilidad de Sören, algo mas primitiva y menos refinada claro pero alli estaba, el nieto de Ludwig.

-Vaya! Al parecer estamos acercándonos alos castillos Orendain.-El lobo se colocó frente a Cys.-No desperdicies tu vida, cachorro, seha sacrificado mucho por ella. -sabía que 3l Jaegerera buenopero Oleglo era aun mas, sobretodo por quetenia mas armasyuna familiauniday poderosa, el cachorro lidera aun no tenia ello.

-Y lo aré las veces que quiera.- Le respondió en un profundo y duro alemán mientras se inclinaba para lamer su cuello ya penas rozar los colmillos que se habían alargado en el momento en el que saboreó la uva en su boca. Si, Narkissa era deliciosa, tan jugoza como una uva morada.- ¿sabes por qué? - cuestionó y se apartó quedándose a un lado, aún recostado en la nieve, buscando con su mano la de ella para entrelazar sus dedos.

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Cys lo intentó, en verdad intentó mantener la mirada contra la del ruso pero fue casi imposible porque por mucho que lo intentara,ese hombre era peligroso, pero no perdería, no... Su mano tembló, tanto que Oleg mostró una suave sonrisa, se burlaba de él, ese Yasikov iba a matarlo en cualquier momento.

-¿Por qué lo defiendes, Wolfgang?- Cuestionó Oleg, haciéndose un lado, se apartaba un tanto del moreno que ya bajaba el arma, muy lentamente, aún impactado por la forma en la que le había enfrentado, claro, era fácil intimidar a un cachorro como el Jaeger.- Parece que...- No dijo nada cuando mantuvo la mirada adelante y frunció el ceño, el Orendain se unía a ellos.

Cys miró a Björn por unos segundos molesto por entrometerse entre él y el ruso pero terminó por darse la vuelta para ver a Branko acercarse, si, claro, como el hombre presumido y poderoso que se creía y sin saber, era.

-Parecen divertirse sin mi, vaya educación la suya, señores... Llegan tarde ¿tan poco les importa su dulce florecilla?- Branko sonrió, sabía que no les gustaría ese comentario a ninguno de los invitados.

Narkissa le miró, estaba acuclillada mirando fijamente a Carsten, sus mejillas aun estaban sonrojadas y tenía una de sus manos ocultando sus bonitos labios entreabiertos, labios que habían sido besados por él de una forma casi interespacial.-N-No...-Negó dándole la mano con suavidad, mostrando ese lado inocente que incluso ella podía tener, porque pese a cualquier cosa, aun era una chica de 17 años, experimentando su verdadero y único, amor.

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Björn sonrió al ver a Branko. Branko Orendain. El cachorro perdido, el sicario que se encargaría de matar a toda su familia... y la maldición. Era un enemigo poderoso, era sin duda el peor... podría ser incluso el ingeniero maquiavelico del secuestro, de las muertes y las desapariciones que acontecían en ese momento. Tal vez él era el malo en lugar del bueno o un bueno con acciones muy malas... o ninguno de los dos. Fuera como fuera escucharlo no le había gustado en absoluto, más no por ello dejo de sonreir.

-Oh, se tiene que aprovechar cada momento.-Dijo el mayor de todos mientras se recargaban en el bastón de plata que llevaba, de alguna manera era una especie de burla, pues en la mitología la plata dañaba a los lobos.-En lo particular no me gusta hacer negocios al aire libre.-Dijo caminando a paso normal, sin embargo no por ello dejando de lado a Oleg, era después de todo y aunque no le gustara, familia de su pequeña nieta.

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Madeline sonrió con ternura y asintió. Le gustaba que Vasillyi fuese tan responsable con su trabajo, con la familia Yasikov, era muestra de que era digno de ella y de todo el esfuerzo que harían juntos.

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Un estruendo se escuchó en la casa, Svetlana cayó contra la pared de su habitación, rompiendola en trozos y sangrando del hocico. Rasputin sonreía en la obscuridad, Svetlana jamás le ganaría y ese encuentro serviría como un escarmiento para su mal comportamiento. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que Svetlana se habia revelado, casi al inicio cuando había sido capturada, sin embargo ¿cual había sido su sorpresa? Svetlana no recordaba nada de su vida pasada, era como si se hubiese bloqueado o borrado la memoria ella sola ¿porque? ¿Que era lo que tanto ocultaba? ¿A quien protegía? Rasputín tenía sus sospechas, la última cachorra que había tenido ella con Oleg, Narkissa, ¿que tenía esa niña de especial? ´¿Que era? Había intentado tantas veces obtener información de ello pero era muy dificil, había algunas habilidades que ni siquiera un hechicero obscuro como él podía lograr, porque aunque quisiera... él no podía acercarse a la familia Yasikov, era como si existiese una barrera que les protegía ¿era esa la finalidad del que Svetlana borrara sus memorias?

-¿Estas contenta ya mi querida perra?-Susurró en Ruso mientras se acercaba a ella, la loba sangraba y apenas podía sostenerse de pie, el implante en su cuello no la dejaba respirar.-Eso es, tranquila, es mejor para los dos que tu te calmes, no quiero matarte.

La miro de reojo unos segundos y después bufo una ris mientras cerraba sus ojos y sujetaba esa femenina y encantadora mano de su chica.- ¿no es obvio?-cuestionó de nuevo y la jalo para ella quedara sobre de él.- Porque eres mía y yo aré cuanto quiera.- Dijo muy seguro de sus palabras mientras buscaba los hermosos ojos de la rusa, ella parecía más tranquila o al menos estaba nerviosa no por lo que sucedía en su familia, más bien por la forma en la que ahora la tocaba y besaba....trago, quería más de la morena, no entendía porque, perdiese aquel,a última vez noto que incluso algo había cambiado en él, ya no actuaba del todo como antes, solo quería estar con ella y asegurarse de que todo el mundo supiera que ella era solo suya...

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Branko sonreía y con una señal los invito a bu "humilde hogar".- Entonces ¿qué esperamos?, no perdamos más tiempo, lo digo porque a ustedes tres.- Incluyó a Cys entonces.- Es a quienes más les importa saber qué hacer y recuperar lo que más quieren.- Dicho eso les dio la espalda y camino de regreso, invitándole a todos a seguirle, esperaba que su amada estuviera lista, porque por mucho que el que estuvieran ahí fuera para su conveniencia, también lo era para ella, porque ella debía ganar la fidelidad de ese par de lobos de gran decendensia y poder.

Cys tenso sus músculos mientras que Oleg avanzó junto al Francés, Lgo no iba bien, sospecho tanto como Björn, el Orendain estaba actuando o quizá no, pero aun así, no era tan fácil ganarse su confianza.

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El moreno corría como si su vida dependiera de ello. Quería llegar a ella, podía sentirlo en su ser, como ella sufría, quizá jamás compartiría un lazo tan intenso como lo hacían Oleg y Svetlana, pero la forma en la que ellos se unían le permitiría encontrar y si, sabía dónde estaba su señora, ese pequeño y desligado lazo había despertado y junto con el, el deseo de proteger, Vasilliy había perdido parte de su ser cuando la señora Avetlana había desaparecido y le habían dado por muerta, ahora que ella regresaba se sentía como un chico nuevo, era extraño pero iba a protegerla, tanto como había prometido a su señor y a ella cuando le asignaron esa importante tarea.

Tardó lo suficiente como para llegar justo cuando el oscuro insultaba a su señora, no lo pensó dos veces, simplemente se lanzó contra Rasputín para alejarlo y bien, para acercarse tanto como podía, no podía vencerlo, era un hecho y tampoco le correspondía por lo que sólo sedaría el tiempo suficiente para irse de ahí junto con su señora, lo haría con él, haría que se hombre viviera su más temido infierno.

-T-Tu... tuya...-Suspiró mientras caía de nuevo sobre él, sus ojos violetas estaban abiertos de par en par, un poco dilatados porque Carsten olía muy bien, olía a manzana en su punto, roja y madura como el pecado.-....-Sin darse cuenta se inclinó un poco, sus colmillos de loba se asomaron un poco mientras su nariz olía el pecho del albino, quería morder allí donde parecía que todo corría más rápido.-C-Carseten también es mio.-Lamió sus labios, jamás había sentido una atracción así, que la volviera poco racional. Negó con rápidez y luego sonrió.-Pero yo quiero ver m-mi regalo.-Tartamudeo un poco mientras se levantaba, estaba azorada.

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Luke no tardó en encontrar el jet que los alejaría por lo menos de las costas de Italia, él no podía marcharse, no así como así, sin saber de su hija. Lo ayudó a subir con cuidado, él mientras otros lycans de su padre merodeaban la zona y algunos guardaespaldas cuidaban la entrada del Jet.-¿Quieres algo de beber?-Le dijo una vez estuvieron dentro. Luke caminó hasta la barra, debía tomar un trago antes de regresar, el aroma de la diosa ya no era tan fuerte pero aun así debía tomar precauciones.

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Björn caminó mirando la espalda del Orendain, mirando los castillos y sintiendo la escencia de un poder mistico. El otro guardían, si los calculos y la información no le fallaban se trataba de el mitologico dragon de los Olimpos. El primero, Dragos había muerto en la tumba de su amada Diosa intentando protegerla de la miomasa que todabía reinaba en el lugar, ¿Quien sería ahora el guardían de los cielos de Artemisa? El anciano sabía las cosas necesarias e incluso más del reinado de las brujas y la profecía de la Diosa. Despues de todo había llegado a conocer a algunos de los brujos más importantes de los tiempos, Kellen Copobianco había intercambiado algunas estrategias con él, acompañado nada más y nada menos que del poderoso padre de Branko. Que por cierto... se parecía mucho a él.

"Franko Orendain"

Rió por el pensamiento, el poderoso lycantropo blanco, padre de los gemelos Orendain, esposo de la hermosa y peligrosa lycantropa Clarisse. Ambos muertos por el hombre que estaba frente a él.

-Con todo respeto, guardían de la tierra.-Le dijo a Branko entrando a las hermosas propiedades.-¿Donde se supone esta nuestra diosa?


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Rasputín no se había esperado ningun tipo de ataque, ni siquiera lo había sentido ¡Era insolito! Su cuerpo cayó varios metros lejos de allí, rompiendo una pared que daba al exterior y cayendo del edificio de donde estaban, fuera estaba obscuro y también nevaba.

Svetlana gruñó pensando en otro enemigo, iba a atacar pero no pudo hacerlo, sintió un choque electrico recorrer su cuerpo y entonces se deshizo en el suelo, volviendo a su forma humana, desnuda y con cortes en todas partes, sangraba de la boca y tenía un pulmón perforado, apenas y podía respirar.

La observo detenidamente. No necesitaba ver esos colmillos para saber que ella deseaba morder donde olía tan profundamente. Sonrió encantado de ello porque si ella quería hacerlo estaba en su derecho, podía hacer con él lo que quisiera, pero no se lo diría, ella lo descubriría y lo reclamaría tanto como él lo hacía con ella, era simple pero quería disfrutar esa inocencia que Narkissa le estaba mostrando en ese momento porque era encantadora, además estaba perdido por ella ¿se notaba? Bueno, si lo hacía o no, estaba ahí para ella y no lo estaría más para esas terribles voces que no paraban de darle órdenes, al parecer el Orendain estaría en problemas. Abrazo a Narkissa pegándola a él y sonrió, Kellen se merecía lo peor por haberle hecho daño a su hermana.

-¿Soy tuyo Nark?- Cuestino y aflojo el abrazo.- Márcame... Que todos en estas tierras sepan que tengo dueña... ¿Te parece?- Y sonrió ampliamente, seguro que a su papi no le gustaría pero era lo de menos.

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Nikolay suspiro cuando estaban sobre el jet. Se sentía mareado pero bueno, la esencia de la diosa disminuía lo que le permitía centrarse, sentirse más tranquilo y no bajo los encantados de la bruja, esa... Bruja. Tomó asiento y cerró los ojos unos segundos. Negó con la cabeza cuando Luke le ofreció la bebida.

-Estaré bien, tenemos que regresar cuanto antes.- Dijo aún con los ojos cerrados, no dejaría ir solo a Luke y no dejaría solo a su padre, no cuando tenía que hacerlo por su hermano, su querido hermano.

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Branko miraba al frente, no necesitaba dar la vuelta para saber que detrás de él venía el mejor equipo, con el que su prometida estaría más que protegida, sin embargo aún había mucho que tratar, no sería fácil convencer a los más ancianos, claro, Cys y él eran demasiado jóvenes y ninguno de los dos fungía como líder de su manada o al menos él, porque Cys sin saberlo tenía fieles a su servicio ¿qué tenía él exactamente? Río para sus adentros, ni siquiera Tania a su hermano para que le apoyaré, pero ya no era el caso, tenía el plan perfecto para regresarlo y así tener el equipo por completo.

-Tranquilo Wolfgang, ella se prepara para recibirles como lo merecen. Se giró para enfrentar la mirada del hombre que parecía demasiado confiado y sonrió de lado, lo invito a pasar al interior de su castillo, uno que aunque con la presencia de la diosa parecía un lugar completamente muerto, era parte de su poder porque sus tierras no brillarían como antes hasta que el verdadero líder estuviera ahí. Nero tenía que regresar pronto.

Por otro lado Cys y Oleg caminaban siguiendo a los otros dos, sin embargo, justo cuando comenzaban a cruzar la entrada de los reinos Cys le impidió el paso al Ruso provocando que el mismo Oleg le mirara fríamente, casi asesinándole con la mirada. Cys supo algo, no con exactitud pero por alguna razón, sabía que estaría imbolucrado con ese hombre, también con el otro y no solo por proteger a la Diosa, se trataba de algo muchísimo más importante. Cys inclinó ligeramente su cabeza, sorprendiendo al ruso de alguna manera y extendió su mano al moreno.

-¿qué es lo que pretendes, Jaeger?

-Entender porque estamos aquí y porque algo me dice que nuestras familias se unirán no sólo por un objetivo.- Dijo Cys sin ningún problema notando en el Yasikov cierta burla, claro, el hombre no lo creía y al parecer no lo quería... Si, le costaría después de haberlo amenazado con la misma Christa.

-Haste a un lado.- Ordenó y avanzó cuando Vus se apartó, no sería tan fácil y Oleg estaba dispuesto a disfrutarlo pero... Hizo puño sus manos, algo no iba bien. "Svetlana" pensó.

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Vasilliy estaba agitado miraba a su señora totalmente herida, joder, deseo matar a Rasputín como nunca había deseado matar a alguien. Hizo puño sus manos pero bueno, tenía que darse más tiempo, lo suficiente como para llevársela de ahí. Se acercó a ella y se quitó la gran gabardina que cubría su cuerpo para cubrir con ella a Svetlana.

-"Regresare por usted, mi señora"- Le dijo en un poderoso ruso y se apartó, dejando junto a ella sus gafas, era momento de darle un escarmiento al traidor y llevarse a su señora para regresarla a su hogar.

-¿Q-Qué?-Tartamudeó sin dejar de verlo. Luego miró a ambos lados y se inclinó un poco hacia él.-¿A-Aquí?-Se sonrojo y luego se levantó.-Aquí n-no Cars...-Mordió sus labios con fuerza, ¿porque le hacia esa proposición allí? Ella esperaba algo más romantico... aunque bueno él estaba allí para ella... la estaba cuidando a su manera. Se volvió a inclinar a él, esta vez para sentarse sobre él con cuidado, aun estaban en medio de la nieve, incluso empezaba a nevar un poco.-He perdido a muchas personas en mi vida...-le acarició el cabello y el rostro, dandole un beso en los labios muy suave.- no quiero apresurarme y perderte a ti también...-Sus ojos violetas viajaron a su cuello, olía tan bien, quería probarlo pero... ¿estaría bien en ese lugar? "Vamos a derretir la nieve" Recordó sus propias palabras, cedió. Bajo sus labios hasta el cuello de Carsten Jaeger y entonces le chupó, besó con fuerza esa área hasta dejar una marca primero rosada, rojiza hasta que se volviera violeta.-Esto sera por a-ahora...-Desvió la mirada.

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-Esta bien, entonces es mejor que apresures tu recuperación.-Luke observó con cuidado el lugar en donde estaban.-¿Como la encontraron?-Dijo al fin, quería saber más, mas de su hija, ¿ahora se llamaba Hana? Ella había tenido otro nombre, más hermoso, más acorde a su rango.

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Adras levantó la mirada cuando los sintió entrar. El primero en identificar fue a Cys y luego a Oleg. Sin embargo al ver al tercero no puedo evitar sentir curiosidad.

-Estaba ansioso de conocer tus territorios.-Björn miró a Branko y luego miró a Adras.-¿Acaso eres tu la diosa?-Bromeó.-Eres bastante atractivo.-Adras rugió.-Perdón, perdón, es una broma-Miro a Branko-No quiero irme por las ramas.-Dijo-¿Que es lo que quieres, Orendain?

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Levantó la mirada al escuchar la palabra "Señora" pero no pudo moverse realmente, dejo caer la cabeza al suelo y cerró los ojos envuelta en dolor.

Rasputín por su parte se levantaba en medio de la nieve, sus ojos se afilaron, seguía sin sentir la presencia de nadie pese a saber que no estaba solo.

-¿Que tipo de truco estas usando? -Dijo sin temor alguno, curioso de saber a que poder se enfrentaba.-Puedo pagarte mucho mejor que quien sea que te hubiese contratado.-El hombre miró a su alrededor, algo no estaba para nada bien.

Carsten sonrió y asintió mientras cerraba los ojos. Recibió cuanto fuera de ella, esperaba que hiciera lo suyo ¿tímida? No, con él no debía hacerlo jamás, porque él era todo menos eso, presumiría su marca a cualquier ser que le viera, se aseguraría de que todo ser viviente lo notara porque así era él, un chico extravagante, uno que llamaba la atención y disfrutaba del dolor ajeno y cosas parecidas.-¿ y por qué no?- Cuestionó y recibió esas caricias.- Te lo dije, no me perderás, es una promesa, Rusa.- Aseguró y levanto su mentón justo cuando ella bajó para posar sus labios sobre su piel, sonrió mientras ella succionaba, era una tramposa.

Abrió los ojos justo cuando ella dijo eso último y levanto una de sus manos lata tomarla de la mejilla.- Supongo que es suficiente... Por ahora....

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-¿A Hana?- Cuestionó cuando el otro hizo aquella pregunta. Suspiro un poco.- Fue Vladimir quien le conoció cuando hizo un trato con un Yakuza Japonés, él podría contarte todo con exactitud, lo poco que sé es que fue en una casa de Geishas o algo parecido, no recuerdo el nombre con exactitud... La vio y se aseguró de regresar por ella.- Le comentó pues aunque su hermano le había contado, era mejor que él hablara, porque Vladimir le diría cada cosa a detalle.

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-Tranquilo Björn, solo sigue adelante y toma asiento.- Susurro mientras de la nada una enorme mesa aparecía al centro de la gran habitación a la que les invito, una lo suficientemente amplia para los miembros, ósea, solo ellos. Oleg entró enseguida del Francés mirando todo a su alrededor. El olor era desagradable pero mantuvo el silencio en todo momento, solo escucharía y en cualquier caso se iría si nada era conveniente para él y su familia.

Cys por su lado entro y miro a Adras, fue una simple vista, tenían que estar listos para cualquier situación, tomó asiento junto con los demás y el Orendain iba donde el trono, mostrando el poderío que le pertenecía aún sobre ellos o algo así.

-He de admitir que en mis planes no estaba involucrar a sus familias pero, todo lo que a sucedido me ha caído como anillo al dedo.- Dijo sin ningún problema.- están aquí por una razón... Cada uno diferentes razones.- Tronó los dedos y delante de cada uno de ellos apareció un holograma. Frente a Cys la imagen de Lea siendo abusada por dos hombres y Dimitri sodomisado por otro mientras un segundo observaba al chico que había perdid por completo la luz en su mirada. Cys estuvo apunto de lanzarse sobre el Orendain pero justo en ese momento la Miomasa lo tenía legado a su lugar.

A Oleg y Björn les mostró la misma imagen, una Hana vulnerable a merced de un completo desconocido que disfrutaba del delicioso cuerpo de la chica. ¿Branko pretendía desatar una guerra? No, les mostraba la verdad de la que no era culpable ya que el juego al que fue invitado no había sido organizado por él, pero como tal, era el pretexto perfecto para crear la alianza entre las poderosas razas.

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El moreno se movió entre los escombros, estaba listo para atacar al hombre que no sólo había traicionado la confianza de su señor, había roto la promesa que hizo ante los lideres, había destruido la felicidad no sólo de tres, de todo un clan.

Apareció justo delante de él y bufo una risa burlona ¿pagarle mejor? Él no lo recordaba, claro, en ese tiempo su. Era demasiado joven, nada comprado con lo que era en ese instante.

-"Yo no seré como tú, Rasputín"- Murmuro en un ruso repleto de odio mientras fijaba sus ojos en los del brujo traidor. Un minuto, era todo lo que tenían.

´Sonrió abiertamente, él le estaba dando su tiempo, la estaba tratando como si fuese una princesa.-Quiero ver mi regalo.-Rió mientras le daba un beso en los labios rápidamente, levantándose esta vez por completo. El lugar estaba todo blanco, a Narkissa le gustaba el color de su tierra en invierno, además era la primera vez que estaba con el amor de su vida...

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-Adélaïde-Corrigió con rápides.-Su nombre es Adélaïde.-Apretó ligeramente sus puños, miraba la copa que tenía entre sus manos, quería romperla en trozos al saber que su hija no estaba a su lado y que a punto de recuperarla la había perdido de nuevo.-¿Estas mejor?-Dijo dejando la copa y poniendo punto final a la conversación.-Si estas listo es tiempo de irnos.

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Hana estaba en un rincón llorando, hecha un ovillo mientras un hombre cuyo rostro no se observaba le lanzaba cosas al parecer ropa que usaría ¿para qué? Björn no estaba seguro cuando observó todo eso. Lo cierto era que sentía la sangre hervir y si no tuviese tanta edad y tanta experiencia en controlarse, hubiese gruñido y saltado como Cys.

-Que pretendes con todo esto?-El lycan frunció su ceño, volviendose a una expresión totalmente diferente a la amigable y jovial que siempre intentaba mostrar. -¿Es acaso que tu y tu diosa, desean ocasionar una guerra?-El hombre miró fijamente a Branko y luego a Adras.-Porque la disfrutaré mucho si así es.

Adras quien se había mantenido estoico, giró un poco la vista para ver al Orendain, aquellas posiciones, esas ropas, esos tratos.... Branko había estado un paso más adelante que él. Sonrió de lado por lo hijo de puta que era aquel lycan.

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Rasputín frunció el ceño y se giró lentamente a verlo. ¿Quien era? ¿Que quería?-¡Svetlana!-Pretendió correr hasta la mujer pero era demaciado tarde. Algo cambiaba a su alrededor, era el decierto, era él mismo siendo comido por cuervos y por seres de la noche que salian desde sus entrañas. Era su destrucción final, estaba mirando su propia muerte, sentía el dolor, gritó, se araño la cara en medio de aquella visión.



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Carsten sonrió y se puso de pie seguido de ella. Comenzó a sacudirse la nieve que se había quedado en su ropa y le tendió la mano.- Caminemos un momento, tu regalo tengo que dártelo en un lugar más privado.- Le guiñó el ojo travieso y justo cuando sus dedos se entrelazaron comenzó a caminar, lo harían por un rato, quería relajarse y olvidar todo lo que había pasado.

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-Si lo deseara, hubiera terminado con tu familia Björn y no con la mía.- Dijo con una sonrisa de lado, mostrando que no le importaba haber cometido aquella atrocidad, aunque claro, solo Lerizia sabía lo mucho que sufría de recordar la muerte de su madre, la forma en la que le había matado.

-¡Branko!- Gritó el Jaeger rabioso por lo que miraba, era su hijo ¡Maldicion! Era su hijo y... Y... Intentaba liberarse de todas las formas pero era imposible.

-Relájate Jaeger, yo no he decidido que les hagan ese daño, fue una gran sorpresa que ellos tres fueran elegidos como juguetes, Adras...- Mencionó mientras sonreía ante la mirada series del Yasikov ¿no le importaba? A Él no lo engañaba, Oleg Yasikov estaba más que furioso.- Él les explicará a detalle, la acción es simple, entraremos al juego y obtendremos de él lo que queremos, sin embargo, más que su familia, nuestro deber como protectores de la diosa está en juego. Los dioses se han aburrido y han decidido jugar con sus creaciones.- Y extendió su mano hacia los lados, todos ellos eran creaciones de los dioses.

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Era el momento, se apartó del brujo y se quejó un poco, tenía ya tiempo sin utilizar aquella habilidad pero no importaba, fue a por su señora y la sujetó en sus brazos. La miro detenidamente y gruño, estaba muy herida.

-No la perderemos de nuevo, no de nuevo- Y sin más salió de aquel lugar, asegurándose de no dejar rastro alguno.

Narkissa asintió feliz, estaba a su lado y no pensaba en otra cosa, más bien sentía bastante tranquilidad, se sentía segura.-¿Te ha crecido el pelo?-Le miró curiosa y luego rio.-Los copos se confunden con él.-Dijo para detenerse y limpiarle un poco la nieve que se enredaba en sus hebras.-¿Tienes frio?

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-¿Porque tendría yo que proteger a una diosa que permite tal atrocidad?-BjÖrn caminó hacia Branko su autocontrol se estaba esfumando.-La diosa nos traiciono primero al estar contigo. ¿Que ha hecho ella por nosotros? Más que causar agonía a cada ser de esta tierra, fue por ella que todos fuimos condenados. No merece mi fidelidad, mucho menos a base de amenazas.

-Tienen razón.-Letizia había estado escuchando todo en completo silencio.-No tienen porque ser fiel a algo que los ha dañado tanto.-Bajo peldaño a peldaño. Llevaba una ropa muy distintiva, la ropa que su padre usaba, los colores de la estirpe Copobianco; pantalones azules con botas café bajo la rodilla, un saco de cola un poco larga del mismo tono, con el cuello a rallas rojas, negras y doradas, asi como el emblema que alguna vez había sido de ellos, una cruz plateada con negro adornado por un laurel verde.-Por eso tienen que ser fieles a las personas que aman.-La castaña llegó al frente mientras Adras se inclinaba ante su presencia.-Yo quiero ayudarlos.

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Svetlana apenas y podía sentir lo que pasaba a su alrededor, miles de imagenes recorrían su cabeza, las escenas de una guerra, de una mujer peleando, de unos niños llorando y luego un incendio, piel chamuscada, daños, choques, vidrios rotos, el llanto de un bebé y entonces la nada. ¿Que pasaba? No sabía con realidad, los recuerdos volvían pero no tenían un significado, no aun.

-¿Vasilly?-Susurró entreabriendo sus ojos apenas consciente de donde estaba, cerró de nuevo sus orbes obscuras y se perdió en la inconsciencia, otra vez.

El albino carraspeo pero se detuvo gustoso de que ella notara eso en él y le mimara de alguna manera, era su centro de atención y así debía ser, solo él, para ella, le gustaba mucho.

-¿me veo extraordinario, verdad?- Dijo presumido, encantado de que ella intentará quitar de su cabello la nieve.- Aunque sea así, creí que es mejor tenerlo corto ¿deberíamos ir a arreglarlo?- Cuestionó y se inclinó acercándose a su rostro.- Hmmm quizá lo tengo, tendrás que arreglarlo ¿sabes?-Sonrío tramposo, divertido e incluso enamorado de esa niñita.

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-"Que basura".- Había murmurado el Ruso poniéndose de pie, la imagen de Hana en ese aspecto no le causó el dolor que le causó a Björn, pero solo imaginar el dolor de su hijo le destino el corazón porque Vladimir ya hubiera causado la guerra que intentaba evitar con cualquier otra raza, La Paz, la tranquilidad que tenían viviendo estaba pendiendo de un hilo por culpa de un lobo hijo de puta que pretendía cumplir sus estupidas caprichos. Se puso de pie y miro a la Diosa acercarse, Branko sonreía porque ni siquiera se puso de pie cuando el francés se acercó a él, ni mucho menos dejo de sonreír, les estaba ofendiendo.

El Yasikov miro con desprecio a la diosa y avanzó hacia ella.- Ayudarnos...- Bufo una risa.- Lo dices cuando hieres al más fiel de tus aliados?- Dijo señalando al Jaeger que estaba aún dolido por lo que había visto.- ¿Qué clase de puta ayuda podrías darnos? ¿Qué te hace creer que te necesitamos? Hemos logrado mantener un equilibrio sin ti, Björn tiene razón, Tú...- Estuvo apunto de señalar a la Diosa sin embargo no espero el que Orendain golpeara su mano apartándola de ella. Oleg gruño mostrando sus colmillos, el Orendain estaba colmando su paciencia, la poca que tenía.

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Solo le miro cuando le llamo, no la forzaría, no hasta que se recuperará. Tardó apenas unos segundos cuando llegó al hotel, entro discretamente, sin que nadie le notara porque era el momento de que Madeline interviniera y le ayudará a curarla. Estaba tan furioso que todos sus músculos se contraían.

Narkissa se había levantado de puntitas para alcanzar a quitarle los copos a Carsten. Él era alto, bastante en realidad para un duendecillo encantador como ella, no es que le molestará su estatura o la de él, en realidad le gustaba, eran la pareja perfecta, porque Carsten Jaeger tenái la altura, el porte y la sonrisa de su principe perfecto. Rió por lo de "extraordinario" levantando sus ojos para verlo a él, casi rozando sus narices.-Mentiroso.-Carsten hacia que su corazón latiera muy rápido, nadie había hecho que su corazón latiese de esa forma, nunca había sentido esa necesidad de besarlo cuando apenas se había besado minutos atrás.-Los lycans no tenemos frio...-Sus manos recogieron algunos de los cabellos albinos del chico y los paso trás sus orejas, para dejar sus manos tibias en su nuca.-y tu eres un lycan también.-"Dios mio" Pensó sin dejar de verlo, ella estaba en verdad enamorada de Carsten Jaeger. Enamorada. Enamorada de verdad de ese chico que siempre la molestó desde el primer momento.

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Las pupilas de Adras se dilataron al escuchar al Ruso, parte de su rostro se volvió negro con escamas, nadie señalaba a una diosa. Mucho menos a Artemisa, por ello miró a Branko y por primera vez su mirada no fue de odio.

Letizia por su parte sonrió o por lo menos intentó sonreir lo más sincera que pudo. Por dentro estaba asustada, sabía que sería dificil. Cuando Branko había salido de su habitación horas atrás ella estaba segura de que nada de lo que vendría seguiría siendo entrenamiento, no había acierto y error, los lycantropos no eran razas fáciles. ¿Como lo había logrado su padre? ¿Como podía ser ella una lider cuando no tenía la confianza? Era aun una cría de 16 años, la cría que había perdido todo en una guerra de la que no estaba enterada y de la que ahora no era nada más y nada menos que la protagonista.

-Estas causando una guerra ahora mismo.-Björn sonrió con malicia, podía sentir el temor de esa niña, de nada le serviría tener un lobo demonio o un dragon dios si ella no podía ni siquiera controlarse... mucho menos controlarlo.-Dejas que él haga tu trabajo... Si te sometes ante el Orendain que mató a tus padres...-Letizia levantó la barbilla digna ante las crueles palabras del más viejo de los lobos. Él continuó- Él único aliado que tienes es un lobo que exterminó a la única raza fiel a ti, Artemisa.-Espetó con burla. -Es una pena ¿no es así?

-Habla así una vez más...-Adras abrió sus puños, enseñando sus garras-Y tu lengua no sera lo único que perderás.

-No será necesario, querido dragón.-El anciano miró a Oleg.-Nos has dado la información que queríamos, sabemos que ellos siguen con vida, nos encargaremos de lo demás.

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Madeline miraba a la nada, estaba parada moviendo una chuchara ¿que había preparado? Cuando estaba nerviosa olvidaba lo que hacia. Se giró de repente, mirando al moreno entrar con alguien en brazos, el rostro de la chica caramelo palideció, llevandose una mano a la boca y susurrando algo como "No puede ser" -V-Vasilly...-Se acercó a él.. a la mujer.... se detuvo antes de llegar y cerró las ventanas y las puertas con discreción, ella estaba mal herida.-Iré por unas mantas, recuestala aquí-Dijo quitando cogines y sabanas de la cama. La señora Svetlana estaba desnuda, inconsciente y sangraba.

Carsten sonrió de lado cuando ella lo llamo "mentiroso" ciertamente tenía razón, era casi imposible que tuviera frío pero, había un pequeño detalle, él no era un lycan del todo, en sus sangre corría la fría sangre de un vampiro y también la frágil y pura sangre de un hada. Era complicado quizá, pero estaba bien, el frío ni nada podría detenerlo.

-Si, ciertamente soy un lycan pero...- Movió sus manos por sobre ella para colocarlas sobre sus caderas y sonreírle- Soy más que solo eso, ton-ti-ta- dijo con cariño, burlon, apuesto, solo como él podía decirlo.

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Branko sonrió cuando el más viejo de los Lycans mencionó sus acciones. No le molesto aún enfrentar al ruso quien sin duda también escuchaba chin atención al francés. No le importaba, no había arrepentimiento en su mirada, no había dolor ni mucho menor vergüenza en sus actos, lo hecho, hecho estaba, ya había derramado lagrimas por quien merecía derramarlas, el resto no era de su interés, su error, por supuesto, pero no era el momento para que el poderoso Orendian se diera cuenta de ello.

-Adras...- lo llamo el Orendain para detenerlo, no era necesario que ayudará con amenazas, ayudaría a Lerizia, lo había prometido, uniría a las razas, sería parte de su fuerza, base de su nuevo reinado.

-¿Y creen que será tan fácil?- Cuestionó el Jaeger que aún estaba sentado, sujetado por los poderes oscuros del Orendain.- Están siendo injustos con ella.- Levanto la mirada buscando no sólo la del francés, también la del ruso. Cys no era idiota, ciertamente era el que tenía menor auto control, el más cachorro de todos pero no por eso era idiota.- ¿No lo entienden?- Entonces Branko lo liberó y el próximo líder de la raza alemana se puso de pie.- Lo que enfrentaremos para salvar a nuestros seres queridos no es lo que siempre ha estado frente a nosotros ¡Va más allá de lo que podremos ver en nuestras patéticas vidas!- Exclamó apoyándose en la mesa.- es cierto, quizá es difícil confiar en ella cuando Eligio al ser más oscuro en esta tierra pero...- Miro a Letizia, confiando en ella, en las desiciones que tomará porque aunque aún le costará confiar en el Orendain, no dudaba en lo absoluto en ella.- Ella se está esforzando por seguir los pasos de sus padres.

Oleg miró de reojo al Jaeger, después miro al francés y por último a la diosa,era una cría, incluso el Jaeger lo era pero... Ese chico, el Jaeger le causaba mucha intriga.

-se te ve muy confiado, Björn. Siendo el más "sabio" vas por el camino equivocado, inclusive tu aliado parece...-Nos termino de hablar cuando Oleg lo tomo del cuello.

-Björn, tú conoces mejor que nadie al líder de los Jaeger ¿O me equivoco? ¿ por qué ella elegiría a un bastardo como él, cuando es tan repudiado por su familia?

Y ese fue un golpe bajo para Cys, porque el Ruso tenía razón pero no por eso bajo la mirada, porque no se mostraría débil frente a ese hombre que intentaba hacerlo sentir más basura de lo que su propia familia ya lo hacía sentir.

-(-)-

El moreno no dudó en obedecer a Made. Llego, asintió y sin pensarlo la recostó sobre la cama descubierta, apartó su gran gabardina y enseguida busco algo con lo que limpiar la sangre que manchaba su cuello y otras partes de su cuerpo, joder, ¡joder! Tenía que avisar a su señor pero... No, no era el momento, no podía preocuparlo cuando su hijo también estaba perjudicado por las malas noticias.- Madeline, tenemos que apresurarnos,tenemos que irnos de aquí lo antes posible.

Björn rió ante las palabras del Jaeger, ¿la defendía? Era enternecedor. Al parecer no era el unico fiel a una diosa de papel.

-No me importa la vida los humanos, mucho menos la de esa niña -señaló con la cabeza a Letizia.- o la de tu clan...-Le dijo a Cys.-Lo único que me importa es mi familia.-Volvió a reir-¿Seguir los pasos de sus padres? Ella ha elegido todo antes que seguir los pasos de sus padres. Kellen Copobianco y Adriana Copobianco.-Letizia entreabrió sus labios ligeramente, casi imperceptible, culquiera podría verla bien, pero quien la conociera sabía que Björn le estaba haciendo daño, sacando al aire libre heridas que no había sanado.-Ellos estarían desepcionados.

-....-Adras apretó la mandibula ligeramente, admiraba el temple de su diosa, parecía tan serena y tan lejana a todo cuando pasaba allí.

-Oh no lo sé.-Dijo bostezando el lycan gris.-Tal vez porque ambos perdieron a sus padres a causa de sus propios familiares.-El frances miró a Branko con curiosidad.- La pregunta aquí es... ¿Porque estas tu con ellos?-Se rascó la barbilla.

-Estas siendo irreverente.-Adras avanzó hacia BJórn , quedando palmo a palmo.-Bajalo.-Le dijo a Oleg mirandolo de reojo. Cys era un aliado, no podían perderlo.

-A ti te lo creo, eres un dragon despues de todo.-Björn miró a Letizia quien se había mantenido callada, ¿estaba preparando un argumento convincente o tal vez quería irse a llorar? -Pero tu...-volvió a ver a Branko.-Quieres algo más... no eres el más fiel de todos ¿o me equivoco?

Letizia clavó las uñas en sus palmas.

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Madeline no tardó demaciado, llegaba de nuevo a l cama como mantas y algunas vendas, también llevaba alcohol.

-¿Porque no se regenera?-Preguntó alarmada, los lobos se regeneraban, ¿porque no lo hacia ella?

Svetlana gruño ante los cuidados de Madeline, le dolía.

-¡aGH!-abrió sus ojos y sus uñas se alargaron, las vendas que Made le ponía la habían hecho despertar, casi lanzandose sobre la humana.

Cys mantuvo la mirada sobre el Yasikov, que le sujetara de tal manera no le asustaba, no sería el primero que intentara amenazarle de tal forma, en verdad Cys no temía del Ruso o al menos ya no metería la cola entre las patas como lo había hecho antes, si, la presencia de él y el Francés era sin duda imponente pero no, no iba a bajar la mirada por nadie más, más bien sujeto con su mano la muñeca del Ruso presionando, quería liberarse pero fue el comentario de Björn lo que lo dejo sin aliento. Eso había sido bastante bajo.

Oleg bufo una risa y presiono con más fuerza el cuello del Jaeger, miro al Dragón y fruncio el ceño, debía entenderlo, si la diosa no fungía poder sobre él ¿Por qué un misero dragón oscuro sí?- ¿Este era tu Plan Orendain? Provocar la ira de dos poderozas razas y provocar el odio a tu diosa, eres brillante.- Y sin imutarse lanzó al Jaeger contra el suelo dirigienose a la diosa pero las acciones del Orendain le hicieron quedarse justo a un lado del Wolfgang.

Branko sonrió en todo momento, ese homb re no era viejo por nada, no era estúpido en lo absoluto y debía aceptar que quizá iba un paso delante de él pero ¿Es qué tenía que decirle sus verdaderos objetivos? En lo absoluto, nadie lo sabría, quizá Letizia, en su momento pero aun no lo era. Les dio la espalda a todos para mirar a la castaña y tomar una de sus manos. Se arrodillo frente a ella y con suavidad beso el dorso de su mano porque así como el resto, podía percibir el miedo e inseguidad de Letizia. "No esta sola, ellos no podran hacerte daño Letizia. No permitire que te hagan nigun daño" dicho eso, se aparto de ella poniendose de pie, enfrentando a los dos aliados más dificiles de roer.

-Cuida tus palabras Björn.- Dijo riendo con calma mientras avanzaba para quedar delante de los dos.- Sin darte cuentas permites que lastimen al líder de la familia a quien le deberas la vida de tu hermosa nietecilla.- Miro a Oleg.- y tu hermosa nuera. Cys, Lea es fantastica y que decir de tú crío.- Menciono sin apartar los ojos de los dos poderosos.- ¿Saben cuantas veces se ha sacrificado esa mujer por el bien de su familia? Y que decir de ese niño idiota y de buen corazón.- Refiriendose a Dimitri.- Tomenlo como quieran; amenaza, chantaje, noticia, alianza, un mero chisme pero ese chico merece más respeto del que le dan.- Se puso firme y les dio la espalda para caminar hacía el Jaeger y ayudarlo a ponerse de pie ¿Estaba ayudando? Bueno, tenía que ganarlos de alguna manera ¿Qué no? Era sólo ilusión, Branko sólo ayudaría a Letizia y obtendrfía la obsesión que obtuvo al cumplir su destino.

-(-)-

-¡Madeline!- Exclamo y enseguida se interpuso entre ella y sus eñora para recibir cualquier golpe mortal que la poderosa Rusa pudiera darle, no se quejo, sólo la sostuvo.- Lo entiendo, se que debe senirse muy extraña y desorientada....- Sonrió un poco e intento recostara.- Cuando estemos en casa todo sera diferente, sólo queremos protegerla, mi señora.- Dicho eso, miro a Made para que se acercara, la sujetaría en cualquier caso, no quería que Svetlana Yasikov matara a l mujer que más amaba, de la que menos imagino se enamoraría.

(Olvide contratante con ellos tut)

-Presumido...-susurró con una sonrisa, acercandose suavemente a sus labios para besarle de nuevo. Dios! Que pasaba con ella? Carsten, su solo nombre le hacia flotar, era extrañó, caotico y loco, pero el albino le hacia perder todo su glamur. Narkissa se estremecio con el beso, algo empezaba a calentarse en ella, era nuevo... diferente a como se habia sentido con los otros chicos.- Cars...-suspiro cuando se separo, sacando su lengua de su boca, el sabia a manzana...

(¿Por qué no hay Like aquí? xDDD)

No dudo en responder a sus dulces labios. Ella sabía uva, deliciosa, fresca y para él, exótica, era fabuloso porque besarla de esa forma era como recibir el fruto en su boca, cómo un Dios egipcio, simplemente maravilloso. La miro a los ojos cuando lo llamo, noto como la temperatura en el cuerpo de su chica umentaba, como sus ojos brillaban de forma diferente, como sus labios lo incitaban... se relamio sus labios y sonrió.- ¿Qué es lo que quieres realmente Narkissa?- Cuestiono dejando que una de sus manos desendiera, buscando tocar ciertas partes de su hermoso cuerpo.

Narkissa cerró sus ojos y jadeó un poco, negó, no sabía ¿o tal vez sí?-E-Es demaciado pronto...-Se mordió la boca, ella siempre había soñado su primera vez como algo cursi, rosas, flores, chocolates y una habitación con un aroma de ensueño, como una princesa... pero Carsten era una rueda rusa, alocada, diferente, exigente. -p-pero me gusta que me toques...-abrió sus ojos lentamente, buscando sus labios.-me confundes ¿estas contento con eso?

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Björn afiló la mirada, ¿Quien era Lea? ¿Quien era Dimitri? Realmente solo le importaba su nieta, pero Branko parecía tan confiado, tan seguro de lo que decía.

-Aun no has respondido mi pregunta, ¿que ganas tu con todo esto? -Caminó hacia él.-Inclinarte ante una diosa de papel no es suficiente.-Extendió los brazos.-Con todo respeto.-Se inclinó divertido al Jaeger.-Me importa poco que le pase tu familia.-Se encogió de hombros.-Por mi pueden matarla... desencadenar una guerra. Eso sería lo más divertido ¿no es así?-Miró a Branko, oh si, Branko tenía el mismo deseo egoista que él, aun peor, Branko deseaba ver el mundo arder en llamas... pero la mujer. Miró a Letizia una vez más, esa mujer era la clave, el sentimiento hacia esa diosa en verdad era real.-Porque me miras así primor, deberías dejarle el trabajo a alguien que pueda llevarlo.-Se limpió las uñas con el chaleco de su saco.-Tal vez a Branko o Cys Jaeger, no se, creo que en una escala del uno al diez, son tal vez menos odiados que tu.

-Insolente.-Adras lo levantó del cuello.-Tu raza esta obligada a serviler a Artemisa.

-¡Pero ella no es Artemisa!-Björn lo estaba disfrutando.-Ella solo es una huerfana enamorada de su asesino. Una huerfana que pretende ser una diosa.-Sonrió de lado.-En mi tierra, las llaman prosti...

-Dejalo.-Letizia respiraba un tanto agitada, no podía simplemente hacer como si no le importara, estaba llegando demaciado lejos, sabía que iba a ser dificil pero no tenía idea de cuanto llegarían a lastimarla. Él en el sentido practico tenía razón.-Soy una huerfana.-Se encogió de hombros.-Eso ha sido lo único que no he podido elegir.-Porque todo lo demás era cierto, Branko había matado a sus aliados, había matado al lider Orendain más fiel de todos, a la bruja negra más buena de todas y al mago más valiente, dulce y tierno que había conocido. Su padre.-Y Hana, Lea y Dimitri tampoco han podido elegir. Ellos no tienen la culpa de sus errores... o los mios...-bajo la voz, no quería verlos, no quería ver a Oleg ni a Björn, pero dentro de ella sabía que debía hacerlo, era una Copobianco, una Valenti.-No les pido su fidelidad, ni tampoco su respeto.-Levantó su barbilla con algo de miedo, con mucho coraje y con muchas ganas de hecharse a llorar.-Se que Hana es la senka... ¿saben lo que significa eso?-Si, en todo el tiempo que Letizia había estado callada, había hecho algo que no le gustaba hacer, había leido sus mentes, había usado su poder de diosa para chantajearlos, pero no tenían que saber eso, no aun.-¿No? -Forzó una sonrisa-Es una pena porque yo sí, y yo soy la unica que puede ayudarla.

-Hija de puta.-Björn frunció su ceño.

¿Qué si estaba contento? Ella no podía imaginarse ni un poco lo contento que estaba por esas palabras. Su florecilla era una pervertida pero eso le gustaba por él nunca antes había tenido esos pensamientos, ese deseo incontrolable de poseer a alguien, no hasta que bebio de ella, hasta que beso sus labios y supo que le pertenecía sin importar quien o que.- Quizá...- Respondió a ella mientas tomaba una de las manos de la morena y la acerco a su cuerpo.- A mi también me gusta que me toques Narkissa.- Dijo sin problemas pegandose a ella, inclinandose para susurrarle al oido.- Quiero tocarte más Nark... sólo tocar.- Le pometió porque incluso él quería que su primera vez fuera tan especial como el gran amor que sentía por su rusa.

-(-)-

Branko no se inmuto en ningun momento por las palabras del Fránces, al contrario, sonrió porque se arrepentiría de sus palabras ¿Por qué lo decía? Bueno, Branko sabía más de lo que todos los que estaban ahí podían imaginar, más de lo que ellos podrian saber algun día porque por muchos años que tuviera de vida el más antiguo, Branko ganaba por una razón, el miraba lo que hacía delante, no lo que habia quedado en el pasado. sin embargo sus palabras comenzarón a molestarlo, sólo en el mo0mento en el que pensó insultar a Letizia porque a él podían decirle lo que quisieran,él era una basura, lo sabía pero ella no. Afilo su mirada contra el frances y en el momento en el que iba a dar un paso escucho con claridad la detonación de un arma.

Giro y miro a Cys apuntando al Frances mientras que Oleg amenazaba al Aleman con una espada corta, no le sorprendió del Ruso pero si del Moreno joven. A la mierda, ya estaba enojado y se fue contra el frances.- Habla todo lo que quieras Björn, pero no colmes mi paciencia porque te aseguro que tu mujer fue aun más puta de lo mencionas es la mía.- Y sonrió de lado y mostro al hombre la mirada de un dios de la muerte, uno que velaría por tener pronto en sus manos la alma de ese vejestorio pero en seguida dio media vuelta.- Señores, estamos saliendo de contexto, estamos aquí por una razón ¿O me equivoco? comportemonos y escuchemos a Letizia o es que ¿Aun no llama su atención? Cys baja esa arma ya y tú.- Señalo al Ruso con un movimiento de cabeza.- Guarda esa espada o perderas a alguien más de tu familia ¿No fue suficiente con tu esposa?

-Сукин сын- Insulto en ruso al italiano y ambos se miraron con deseos de matarse, por otro lado Cys miraba con desconcierto a el frances porque había deseado la muerte de su tía y aun asi él no podía desear la muerte de la otra chica. Miro el arma que tenía el nombre de su madre y despues la bajo para mirarlos a todos.

-Basta. No me importa si hay una alianza, no me interesa si se uniran a la diosa o no, sólo quiero recuperar a mi hijo, quiero recuperar a mi familia, tanto como tú quieres a tu nieta y tú quieres la calma de tu hijo ¿De que sirve matarnos los unos a los otros si no los recuperamos? Ahora mismo, mientras nosotros discutimos siguen abusando de ellos ¡Joder! ¡Seremos unos idiotas! No perdamos más tiempo... Letizia... sólo quiero a mi hijo de vuelta y a Lea, sólo quiero eso.- Le suplico a ella porque Cys en verdad deseaba que eso acabara.

Oleg lo observo y fue entonces cuando entendió una cosa, en esa expresión de dolor pudo verse a él mismo cuando perdio a Svetlana y de sólo imaginar que su hijo sufría de la misma forma que ese niñato. Oleg miro a Björn con el ceño fruncido y después a la diosa, ¿Qué diría ella y... él? El problema era el Orendain, era imposible confiar en el asesino de la familia real.

Entreabrió los labios sorprendida cuando él tomó sus manos.-...-Se sonrojo y su temperatura aumento, si hubiese sido una loba hubiese aullado o su cola se hubiese erizado ¿desde hacia cuanto que no se transformaba en lycan?-¿S-Si?-Preguntó mientras sus dedos bajaban curiosos por su pecho y luego volvían a subir, sus pupilas se dilataron, casi un reflejo azulino cruzo por sus pupilas.-Q-Quiero que me toques..-Apenas y pudo hablar cuando levanto su mirada para verle, estaba nerviosa y agitada hasta cierto punto... "Lo deseo" Pensó " Deseo a Carsten"

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Björn miró a Branko y sonrió emocionado, una emoción que solo alguien como él podría sentir al ver la muerte tan cerca. El más anciano se encogió de hombros, su esposa no había sido una puritana en realidad... bueno, él tampoco así que, que más daba.

-No voy a confiar en una diosa que usa el chantaje.-Sonrió.-Ni en un ser que mató al clan más poderoso de Italia por una fantasía hormonal.-Björn sonrió a Branko y luego miró a Letizia, podía ver como ella se había dado cuenta de que él sabía de Nerys, sabía de Branko. Sus ojos se fijaron en Cys por un momento, él nunca había sentido el dolor tal cual, de hecho había nacido insensible a muchas cosas... incluso al saber que su pareja de vida aun no estaba a su lado, sin embargo y de alguna manera, envidió el dolor de Cys, envidió su sentimiento desesperante de recuperar a los suyos.

-No estoy pidiendo reverencia.

-Lo sé.-Björ miró a Letizia y luego a Oleg.-Esto es por mi nieta... y la familia del cachorro. Nunca me ha gustado ver a los niños llorar.-Los ojos grises del peliplata observaron de reojo al ruso-cuenta con mi fuerza para salvarlos.

Adrás miró con despreció al anciano, Letizia tan solo asintió, Björn no le estaba dando ningun voto de confianza, más bien parecía que se lo daba a Cys. Se irguió lo mejor que pudo, las palabras del frances y las miradas del ruso no hacían más que herirle, sobretodo al saber que ellos sabían sobre Nerys ¿que más sabían? ¿Que más usarían para herirla por dentro?

-No he escuchado su respuesta.-Ella miró a Oleg Yasikov, él se había mantenido callado la gran parte del tiempo. Tenía miedo incluso de escucharlo hablar, pero no podía bajar la mirada, perdería credibilidad y también se rompería ella.

Carsten se le quedo viendo mientras ella acariciaba su pecho. Pensó un poco en todo cuanto conllevaba el contacto con otro individuo. Jamás le había agradado, pocos fueron los que podían acercarse a él y darle un mimo porque el albino odiaba eso, que se acercaran a él y se tomarán la libertad de decirle que era moño y le pellizcaran las mejillas y de más pero, ahora todo era muy diferente, anhelaba que Narkissa Yasikov lo tocara, que hiciera con él lo que ella quisiera, que curioseara en cada rincón de su cuerpo porque él también quería hacerlo porque se trataba de la primera chica a la que quería conocer de pies a cabeza, literalmente.

Sonrió de lado cuando ella lo miró a los ojos y asintió con la cabeza. Trono sus dedos y detrás de ellos se abrió un interesante portal.- Yo también te deseo, Nark.- Le dijo sin problema y la tomo de ambas manos para pegarla a él y de ese modo dejarse caer por el portal. En un abrir y cerrar de ojos aparecerían en una habitación, ordenada, muy mona, encantadora para ella, demasiado cursi para él pero era para Narkissa, para hacerla sentir feliz. Cayeron sobre una suave y muy citada cama, ella sobre él, Carsten sonriendo.- Toquémonos, Nark.- Le propuso, pues ya estaban en un lugar más privado y cálido.

-(-)-

Branko estaba tranquilo, no le preocupaba que supieran sobre su pasado y sus acciones, su sonrisa era la mera expresión de placer, de orgullo por lo que había hecho porque no, él aún no se arrepentía de haber dejado en ruina a Letizia pero si estaba muy consciente que él era y seguiría siendo su ruina, porque mientras estuviera a su lado, nadie podría confiar en ella o tardarían mucho en confiar en la torpe niña que amaba a su propio verdugo.

-Impresionante Björn.- Dijo Branko mientras se alejaba de Letizia, inclusive del resto apoyándose en una pared que era cubierta por la oscuridad, no se ocultaba, solo observaba porque en ese rincón sus ojos brillaban intensos, en un rojo demoniaco, su pura naturaleza.- Por lo que dices no tienes más que hacer...- bufo una risa pero mantenía el ceño fruncido porque el vejestorio no apoyo a Letizia, más bien, miraron el dolor de aquel híbrido no deseado, bueno, de algo tenía que servirle Cys, después de todo, Wilhelm lo había preparado para eso y mucho más.

El Jaeger por su parte se mantuvo aún con los ojos del ruso, sorprendido por las palabras del francés, la situación lo estaba cabreando, no podía entender que estaba mal del todo, Letizia se estaba esforzando, bueno el la conocía, Oleg y Björn no le daban el beneficio de la duda ¿por qué a él si?

Oleg apartó su espada corta del alemán y miro a Letizia. Su mirada era hielo puro, desprecio directo a la diosa. Se irguió como el poderoso líder que era y le dio la espalda a Letizia.- Ni te gustara escucharla.- Aseguró con desprecio. Miro al Jaeger y después al Wolfgang.- Po tu nieta y por mi hijo.- Y no le dio más la vista a Letizia porque no respetaría jamás a una mujer como ella, no hasta que le demostrara lo contrario. Oleg no era de muchas palabras, al menos no cuando hacía negocios. Para él era eso, no estaban realmente unidos por un bien común, era por el del demonio, inclusive él era egoísta con su amada. Sintió lastima por la diosa, porque el demonio seguía siendo un demonio, no daría su brazo a torcer ni por el amor de su vida.

-C-Carste!-Dió un pequeño gritito, al ser una lycan pura nunca había tenido contacto con magia directa, Anubis no la usaba para ella con frecuencia, m´s que para protegerla.-Ah!-Se aferró al peliblanco cuando cayeron al colchón..-¿Que es este...?-Sus ojitos se abrieron de par en par, mirando la habitación amplia, calida, había flores en el suelo, había petalos blancos de narcisos y rosas y había espejos y luces tenues y... velas aromaticas y lindas y todo...-Carsten...-Susurró encantada y conmovida, él lo había hecho para ella, ¡oh! de haberlo sabido hubiese usado un vestido Forever 21 y un saco Mario Boss o un bolso MK. Se sonrojo al escucharlo, su respiración se había acelerado pues ella estaba sobre él, a horcajadas y muy cerca de su rostro y cuerpo.-Antes te molestaba mi tacto.-Habló en su natal Ruso, nerviosa.-S-Seguro que... ¿si puedo?-Su mano subió hasta su pecho quería entrever parte de su cuerpo, ¿porque? Alejó esa mano, estaba siendo atrevida, no era propio de una dama ¿oh si? Ella era una princesa.

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Apretó sus puños ligeramente. ¿El resultado final? La habían destrozado. Habían abierto heridas que simplemente habían sido escondidas en pedazos de amor y besos pero jamás habian sido sanadas, le habían recordado quien era ella, de donde venia y todo lo que había perdido. Había perdido a su familia, su fuerza, sus aliados, su experiencia, el tiempo... había perdido incluso parte de ella misma.

-Bien, tienes razón, no me gustará escucharla.-Dijo sin dejar que le temblara la voz. Ya estaba dicho, no era una lider, no era como su padre. Nerys y Leone habían logrado mucho de lo que planeaba, sin embargo no podían quitarle el coraje de hacerse la fuerte, ella no podía caer ahora, aunque quisiera hacerlo en ese momento.-Branko puede...


-¿Branko?-Björn la interrumpió.-¿Tu amante manejara las acciones de lucha?
-Adras que se había mantenido hasta el momento más calmado, frunció su ceño, avanzó antes de que Letizia lo detuviera.

-Si.-Dijo con la voz un poco más dura. Eso había sido bajo.-Es él quien tiene el poder de saber si siguen vivos o ya murieron. Confió en sus habilidades.

-Oh, así que tu no puedes, esta bien... lo entiendo.

-Una diosa no tiene porque darte explicaciones.-Adras irguió su espalda.-Para eso estamos nosotros, ella no tiene porque dirigirle la palabra a seres como ustedes.-El dragón los miró con cierto desprecio, sobretodo a Björn quien era el mas dificil de tratar.