Frank&Alessya 0001: Campo de Béisbol (*0*)

-¡Ganamos!

Grito el numero 18. Era el shortstop del equipo, posición número seis en la casa, celebraba con todos los miembros del equipo, sin embargo, en número uno en el campo no estaba. El cuarto bate se había apartado de todos mientras guardaba su equipo en su gran mochila. Se trataba de Frank Jr., el mejor pitcher de la liga universitaria. Ni estaba muy concentrado en ese instante y mucho menos lo estuvo en todo el juego.

Los chicos seguían celebrando, habían pasado a las finales, ya era tiempo de los playoff, su objetivo era ser los campeones ese año y los dos siguientes. Frank quería también ganarlos pero no espero que todo fuera a revolverse de esa manera.

-Castle...- Dijo una voz profunda y algo vieja mientras se acercaba al azabache que no apartaba sus ojos de la mochila y su sucio uniforme.

<<Ya han pasado dos semanas, Frank. ¿Estaría ella bien?>> se preguntaba una y otra vez, ignorando no solo a su entrenador, también a sus compañeros. Era difícil no pensar en Alesya. Su sonrisa, la forma en la que lo llamaba, la alegría con la que le había recibido y el sorprendente secreto que le había mostrado. Había tomado un de sus pelotas y la miraba fijamente. Seguía pensando en ella sobre la palma de su mano. Estaba demasiado asombrado.

-¡Frank Castle Jr.!- gritó una vez más esa voz con más fuerza, acompañada de un fuerte puñetazo en la cabeza para el cuarto bate del equipo.

-Ahg!

-Carajo, por atención niñito.

Frank se inclinó disculpándose mientras se sobaba la cabeza. Joder, le había dolido bastante. No esperaba algo como eso, pero se lo merecía. Levanto la mirada y lo vio, el ceño fruncido de su entrenador, del couch y a sus compañeros con una sorpresa en el rostro. Ya sabia que iba a pasar, le iban a regañar por su mal desempeño en el campo.

<<Maldición>>

-¿Qué está pasando contigo, eh? Por poco perdemos el juego por tu culpa, Frank. Últimamente no has estado muy centrado en todo esto ¿es qué ya no te importa? Con esa actitud perderás tu lugar en el equipo, créeme Frank, no eres el único que...

Frank están frunciendo el ceño. Las últimas dos semanas le estaban metiendo más presión pues estaban en las finales, tenían que entrar y pese a ser el equipo en primer lugar, por un simple error podían perderlo todo y por poco ocurría. Aún así, no se sentía tan bien como para dar el 100% de su capacidad, al menos no tarda la tenía en el campo, estaba pensando en otras cosas, en alguien en realidad.

-Oh, vamos, vamos...- Dijo Francisco el SS o bien, posición seis en la casa de juego mientras abrazaba por el hombro a su buen amigo.- Aunque diga todo eso, déjeme recordarle entrenado, que fue gracias al Grand Slam de Jr., que tuvimos una victoria espectacular.

-No me llames Junior, Francisco.

-Vale, vale Frank, no seas tan niñita. Ya esta todo solucionado, el próximo juego ganaremos de nuevo y Frank se llevara un juego perfecto, se los aseguro. Ahora ¡A celebrar!

Y de esa manera el problema fue desviado y todos siguieron con lo suyo. Frank suspiro y miro a su compañero que aún le abrazaba ¿por qué no lo soltaba? Comenzaba a sospechar que él sabía algo.

-Y... ¿Estás así por esa chica?

-¡¿Qué?!- Si, su buen amigo sabia algo de Alessya y eso no le estaba gustando en lo absoluto. -¿De qué estás hablando?

-No te hagas tonto. Los vi hace ya tiempo, en aquel festival ¿recuerdas que habíamos quedado de ir todos juntos? Tu te perdiste y te vi con una chica bastante mona, la defendiste y luego los perdí de vista.

Frank tan solo se le quedo viendo, no quería decirle nada de Alessya y no, no iba a compartirlo, al menos no en ese momento. Se apartó de su compañero y continuo guardando sus cosas. Francisco empezó a reír, sabia que le estaba mirando pero intentaba ignorarlo.

-Bien, no me lo digas pero ya cambia esa actitud. Eres el líder Frank, tenlo en mente.

-(-)-

Después de algunas horas, de risas y de algunos planes todos se habían ido del campo, a excepción de Castle. Se había quedado sentado justo en su posición, donde el montículo del pitcher. Miraba al cielo y sonreía cuando una hermosa golondrina se posó sobre su cabeza.

-Kojirou...- Susurro y suspiro tranquilo. Aquella avecilla era un de las mejores compañías que podía tener. Contó hasta diez y ya escuchaba los jadeos de un enorme y encantador perro.- No me sorprende que no vengas sola...- Y en cuestión de un par de segundos, un hermoso Akita se echaba sobre él- ¡Jirou!- Exclamó entre carcajadas mientras el can le lamia toda la cara. Ese par de animales eran todo lo que tenía o bueno, ya no estaba tan seguro de ello.

Esperaron unos minutos y ya estaban más tranquilos. Jirou sobre su regazo y Kojirou sobre su hombro. Frank suspiraba y miraba a la nada.

-Creo que la extraño ¿creen que debía ir a buscarla?- El can ladro moviendo la cola como loco. Incluso el deseaba ver a esa chica. La golondrina era un poco mas refrenada pero se quedaba aun junto a su amo. El beisbolista río y ya se ponía de pie sacudiendo la tierra de su ropa. Supuso que debería buscarla sólo para asegurarse de que estaba bien, se sonrojó ligeramente y sacudió la cabeza, no tenía porque sentirse tan nervioso. Ya iba a dar un paso pero Jirou ya gruñía contra un extraño que reía, Frank no iba a tener una noche agradable.

Tenía miedo, miedo de que él la rechazara por lo que era.

Un hada.

Un ser mágico.

No sería la primera vez que la rechazaran pero sin duda sería la más dolorosa, porque Frank era especial para ella, le gustaba estar a su lado, reirse, sentir su mano tomar la suya o que sus ojos color de la tierra la miraran y le hicieran pensar que todo era suave y dulce y bueno como él. Frank era bueno, le gustaban los animales, era un principe, su principe encantador. Como el de los humanos y demás seres, ella lo quería, en verdad. Tocó sus labios y sonrió, aun sentía el cálido calor de sus labios presionando los suyos aquel día de lluvia, la manera en que la había sostenido a pesar de darse cuenta de que era un hada, su forma de protegerla, de ocultarse de su propio llanto.

Alessia se rodó en su colchón y miró el cielo, le gustaba el día más que otra cosa, porque la obscuridad traía seres que no quería recordar.

-Frank...-Susurró en el aire y se levantó rápidamente, con una sonrisa encantadora mientras torpemente empezaba a alaciar su cabello, iría a verlo, quería decirle que ella estaba bien, además podrían ir a la escuela juntos, ella se inscribiría, ¿Podría enseñarle a jugar beisbol? Tal vez él podría no estar tan ocupado.

Se acomodó el cabello, se alisó la falda, sepillo su boca y lavó su cara.

-¡Oh!-Cayó hacia atrás torpemente acomodando sus tenis, ajustando su suéter beige y mirándose al espejo, dando una voltereta.-Si.-Dijo animada a su reflejo en el espejo, iría a visitarlo ¡Iría a ver a su príncipe azul!

Frank frunció un poco el ceño. Silvio para que Jirou se alejara de aquel extraño y tomo en sus manos a Kojirou para mirarla a los ojos y sonreírle un poco.

-Regresen a casa. Estaré bien, llevare conmigo a Ale para que la vean...- Les prometió a ambos animales pues no quería que les hicieran daño, su problema no debía hacerle daños a ellos. Sabia que ese hombre venia de parte de alguien a quien deseaba castigar. Hizo que la golondrina se alzará en vuelo y Jirou fue detrás de ella. Lo miro partir por unos segundos y luego se giró, iba a enfrentar al extraño pero cuando vio aquella pistola apuntar a su ave corrió enseguida.

-¡NO!- Gritó y el arma se detonó. Ambos hombres forcejean. El arma había disparado al cielo y nadie había salido herido. Frank intentaba arrebatarle el arma al extraño pero termino por llevarse un par de golpes que lo hicieron caer.

-Es tu fin Castle, mi jefe te manda saludos.- Dijo mientras cargaba el arma. Frank lo miraba fijamente, no, ese día no iba morir, no hasta que (Olvide el apellido del malo, luego lo recuerdo, pero aquí va el nombre de ese tipo xD) tuviera su merecido. Con su mano agarro un puño de arena y lo arrojó a los ojos del extraño. Se giró rápidamente pues el arma se había detonado de nuevo, por poco atravesaba su pierna.- ¡Hijo de puta!

Frank se puso de pie y corrió rápidamente en busca de algo con que defenderse, evadiendo las detonaciones estupida del hombre que se quejaba por el ardor en sus ojos.

"mi bate, mi bate" se decía una y otra vez, pues tenía que sacarlo de su mochila pero fue imposible, no esperaba sentir sobre el el peso de aquel hombre. Muchos puñetazos se dieron, el uno al otro. Frank intentaba proteger sus brazos y piernas, estaba pensando en sus juegos, no quería decepcionar al equipo ¿por qué diablos pensaba en ellos en ese instante? Abrió los ojos de golpe, perdiéndose un poco en la sonrisa de esa linda hadita. No quería estar mal porque quería ir a buscarla pero en su distracción, recibió un golpe justo en el rostro. Maldijo en un quejido y muy molesto, continuó con los golpes hasta que logró liberarse del agarre. Corrió en busca del arma y mientras sangraba de la nariz y el labio le apunto con la pistola. Estaba agitado y sin pensarlo dos veces disparo la ultima bala justo en el cráneo del hombre que Mario al instante.

Agitado, maldijo y dejo caer el arma para sujetar su brazo... Le dolía... No podía ser... Hizo puño su mano y se fue de ese lugar, o al menos lo intento. Tomo su mochila y se apresuró a la salida pero apenas llego a los pasillos de la escuela... Estaba muy a dolorido y necesitaba descansar un poco. Cayo y apoyo su espalda contra una pared. Trago saliva y termino escupiendo, era demasiada sangre la de su boca.

Alessia caminaba, llevaba una cesta de comida frente a ella. Suspiró feliz, había hecho un pastel de chocolate y llevaba una rebanada de eso, también un poco de leche fría y algo de frutilla, le gustaba cocinar y más aun para él.

-Espero que le guste.-Susurró sin notar que le miraban, algunas personas observaban su tierna mirada, su encantadora figura. Alessia era mona, tierna y dulce a simple vista, nadie podía percibir que era un hada pues solo tenía alas en su forma pequeña, que solo ocurría cuando estaba demaciado nerviosa o se asustaba.

Levantó la mirada al cielo, había algo raro.

-¿Kajiro?-Susurró despacio, mirando para su sorprensa como la ave caí en sus manos.-¿Q-Que pasa? ¿D-Donde esta Frank? -Levantó la vista al frente y percibió al can correr hacia ella, estaba asustado, ¿desesperado?-¿Que ha... que ha pasado? -Dijo un tanto alarmada, mirando a todos lados.-¿D-Donde esta Frank? -Sintió como su corazón se aceleraba, algo andaba mal. Su principe jamás dejaría a los animales solos, no de esa manera.-Llevame con él-Pidió empezando a correr, necesitaba saber que estaba bien.

(te amo Alessia ;u; tu si sabes que el pastel sin un vaso de leche es nada xDD)

Kojirou y Jirou no dudaron en acercarse a ella apenas la identificaron. El perro ladraba, brincaba y se movía de un lado a otro hasta que la chica pidió que la llevaran con su amo. El Akita comenzó a correr y la golondrina se quedo sobre la cabeza de la dulce jovencita, pues Jirou se encargaría de guiarlas

Frank por su parte estaba recuperando el aire. Le dolía el cuerpo después de aquel combate. Estaba mal al sorprenderse, sabia que aquel hombre lo estaba cazando y esperaba que no supiera su ubicación. Que el que lo haya encontrado hubiera sido sólo una coincidencia.

Busco en su maleta algunas gasas o algo con lo que limpiar la sangre que salía de su nariz y su boca. Tenía que ir a casa para darse un baño y poner hielo sobre las áreas a doloridas... Seguro tendría un ojo morado ¡joder! Tendría un mal aspecto y... No quería que Alessia le mirara de esa forma. Se mantuvo apoyado en la pared. Se quejó un poco al moverse y levanto la mirada.

-Lo siento Jirou... No podremos ir a verla...- Se lamentó, en verdad quería verla... Pero no se iba a quedar así, iba a tomar cartas en el asunto. Tenía que salir de ahí, ya estaba... Bueno, ya no le faltaba el aire, al menos era algo. Iba a ponerse de pie cuando escucho el ladrido inconfundible de su can.

-¿Jirou?- lo busco con la mirada pero lo primero que vio fue a Kojirou posarse en su cabeza. Le extraño ¿qué hacían ahí? El les había pedido que... Miro al frente... Ahí estaba ella, acercándose con su perro japonés.

-Alessia...- Sintió mariposas en el estomago, el corazón le estalló e incluso termino sonrojándose ligeramente... Se le olvido su apariencia apenas la miro.

Cuando entró y miró el pasillo en silencio, supo que algo andaba mal. Su corazón estaba acelerado, lo sentía más pesado ¿donde estaba Frank? ¿Donde? Continuó corriendo, olía sangre, ¿sangre de Frank? La piel se le erizó de miedo, respiraba un tanto agitada hasta que al doblar... lo miró.

Su cuerpo se quedo paralizado unos segundos, recuperando su respiración caminando lento hacia él. Examinó con cuidado, un golpe en el rostro, sangre en su boca, más astilladas, polvo... golpes

-Oh...-Se llevó una mano a su boca y corrió los pasos que le faltaban para abrazarlo.-¿Estas bien? F-Frank...-Lo miró preocupada dio un paso atrás, estaba herido. Sus ojos revolotearon de arriba hacia abajo, lo sostuvo y sus ojos se llenaron de lagrimas.-¿Q-Quien te ha... h-hecho e-esto?

-Ale...- Fue lo único que pudo decir cuando ella se acercó lento a él. Claro, seguro su apariencia en ese momento le asusta a, intento reír un poco pero le dolía incluso hacer esas muecas.- Yo...- no pudo decir nada cuando ella le abrazo. Se quejó un poco. Le dolía todo el cuerpo peor no por eso la alejo.

-No estoy... D-del todo bien...- Se inclinó un poco para abrazarse a él mismo. Escucho un sollozo que provenía desde ella e incluso de su can que ya hacia sentado a su lado. Con una de sus manos acaricio la cabeza de Jirou y con su otra mano le tomo la mejilla a la chica.

Era como un sueño y aunque se escuchara cursi y demasiado fantástico, en verdad que verla el hacia sentir mejor... No, no debía ser de esa forma o al menos no del todo.

-No llores...p-Por favor... Es.. No importa... No... Ahg... No volverá a hacerlo...- Tenso la quijada y reprimió un alarido de dolor. Kojirou le dio un picotazo en la cabeza, estaba molesta.- Basta, Kojirou..- Intento tomarla con ambas manos pero la golondrina ya iba donde la cabeza de Alessia, ahora estaba de su lado.

Ella negó-T-Tenemos que llevarte... a un lugar seguro.-Le dijo mientras lo miraba y luego miraba a todos lados.-¿Puedes caminar? -Le preguntó un tanto nerviosa, no le había importado que su sueter blanco se manchara de sangre. A decir verdad no le había importando en lo más minimo que todo lo blanco de su ropa se hubiese manchado.-L-Lamaré a un doctor....-Caminaba con él, quería ayudarlo, necesitaba hacerlo.-Todo s-saldrá bien... lo prometo.-Le dijo determinada aunque con lo preocupada que estaba no se notaba mucho.-N-No hables Frank -le reprendió un poco.-no te esfu-esfuerces de más. Mi madre me dijo que... que si alguien estaba herido debía reposar, por eso.. iremos a un l-lugar seguro.

Detuvo el paso abruptamente y se quejó. No podían ir a su casa, ya no estaba seguro si era el mejor lugar para protegerla a ella e ir con el. Médico en la peor de las ideas, no quería que le cuestionaran. El cuerpo del hombre seguía en el campo de béisbol y si iba, seria el sospechoso principal... Maldijo para sus adentros, debió deshacerse de ese hombre pero... Ya no importaba, de todos modos ya había pasado.

Tomo la mano de Alessia para que le mirara. Asintió con la cabeza, le daría la razón, estaba cansado, había terminado un juego y luego tuvo que esforzarse una vez más.-No quiero ir a un doctor, Alessia. Ni a mi casa.- Y con eso esperaba que ella entendiera a donde quería ir, a donde fuera pero con ella. Sonrío y bajo la mirada. Jirou lamia la mano libre del chico y Kojirou seguía sobre la cabeza de la chica. - ¿sabes?... Me alegra verte...- Tosió un poco y escupió algo de la sangre que caía en su boca...- ¡Gk! Me duele todo el cuerpo...

-Cielos!-Dijo un asustada, mirando a todos lados y luego mirandolo a él.-I-Iremos a mi casa.-Le pidió y luego observó su estado, no podían ir caminando así como así, ella tendría que usar magia, aunque no estaba segura de como lo tomaría él. -F-Frank...-Alessia tomó su mano mientras que con la otra limpiaba el rostro del mayor-S-Se... q-que yo... mmm tal vez te de un poco de miedo.-Bajo la mirada pero volvió a verlo a los ojos, nerviosa y apenada pero tenía que hacerlo.-t-tengo que.. llevarte a un lugar seguro, ¿po-podrías cerrar los ojos?

Lentamente susurró unas palabras, encerrando en una especie de circulo azul fosforecente al perro, a Frank, ella y Kajiro, una ligera luz azul los cubrio, calida y tranquila, una rafaga de viento los cubrió y entonces desaparecieron de allí, llegando justo dentro de la casa de la morena (;o; ya no es peliazul o-o ) en medio de la sala.

Frank negó con la cabeza cuando ella dijo que le tenia, por Dios ¿Cómo iba a temerle a tan linda chica? La cosa es que aun le sorprendía que no fuera una simple humana. Había escuchado muchas historias sobres seres mágicos sin embargo, nunca imagino que fueran realidad, hasta que la conoció a ella. La miro a los ojos mientras ella le limpiaba el rostro.

-Te equivocas... Yo no...- reprimió un gemido y se inclino un poco por el dolor. Seguro tenia moretones en el cuerpo.- t-te temo....- suspiro, le sonrió un poco y asintió con la cabeza. Cerro los ojos. Kojirou seguía en la cabeza de Ale mientras que Jirou se quedaba sentado a su lado. Fue cuestión de segundos cuando ya estaban en casa de la azabache (Es cierto ;u;). Abrió los ojos y al notar que ya estaban en un lugar seguro, se dejo caer hacia atrás agotado del esfuerzo, le solían las piernas.

Jirou ladro quedándose junto a su amo, intentando despertarlo con lamidas y suaves golpecitos con la cabeza.

-¡Frank!-Alessia pegó un gritito y luego corrió a ayudarlo, se agacho para cogerlo pero era muy pesado para ella.-J-Jiro ¡cojines!-Pidió y se levantó, aventó todos los cojines de su sofá, corrió por más de la cama y luego regresó donde él. Sus manos temblaban un poco porque Frank estaba muy mal, colocoó algunos cojines a su alrededor y luego fue por vendas, agua, alcohol, algodones y hielo. Subía y bajaba, acomodaba, revisaba a Frank y entonces se sentó a su lado. Sin pudor cortó su camisa y miró las heridas, levanto su cabello y empezó a limpiar, el chico tenia feos hematomas y sangre por el abdomen.-D-Dolera...-Susurró con los ojos algo húmedos.-P-Pero te hará sentir mejor.-Le dijo mientras con un algodón empapado de alcohol, desinfectaba las heridas.

Jirou ladro y se apresuró a tomar cojines con su hocico para lanzarlos al piso. Kojirou había colado hasta el pecho de su amo para intentar despertarlo con sus piquetes y ¡Sorpresa! No espero que la mano del chico la atrapara. Se asusto bastante. Frank sonrío de medio lado y la miro.

-¿C-Creíste que no t-te atraparía?- Cuestionó con dolor mientras que la soltaba con suavidad y miraba a Alessia moverse como loca, hasta que se quedo a su lado para comenzar a desvestirle o bueno, romper su camisa. Se quejó un poco. Suspiro y la miro. No le gustaba que estuviera tan preocupada pero a la vez eso le hacía sentir bastante especial.

-E-Esta bien... He soportado...¡Agh!- Gimoteo de dolor.- Soportado peores cosas...- No pudo reír más, le ardía.- L-Lamento preocuparles de esta forma.... Alessia... Lo siento.

Nego.

-N-No tienes nada que sentir... y-yo te cuidaré. ..-acarició su mejilla con calma y sonrió un poquito, ver sus heridas le preocupaba demaciado.-te duele demaciado?-pregunto colocando otro algodón en otra herida, debía desinfectar ante todo y mucho temía que tambien debía suturar y cocer otras partes, seria terrible.-y-yo q-queria verte-confesó sin dejar de cuidarlom sabia que tal vez no era buena idea hablar de eso, en ese momento queria hablar, no quería que el se durmiera o que en el peor de los casos se debilitara mas.-k-kajiro esta preocupada por ti...- se detuvo unos instantes- yo tambien....

Sonrió un poco mientras la miraba aun recostado. Kojirou y Jirou estaban juntos observándole. El can se había recostado con las orejas bajas preocupado y la golondrina estaba sobre la cabeza del perro observando atentamente.

-Gracias.. Me agrada que... - apretó los labios.- ... Quieras cuidar de mi...- si, le gustaba que ella quisiera estar cerca de él. Levanto su mano para tomar con la que le acariciaba.- También quería... Quería verte...- Le apretó un poco la mano.- de hecho... P-pretendía ir a... ¡AHG!- Se retorció un tanto de dolor. Si que había heridas que le solían terriblemente. Le soltó la mano y suspiro y cerro un momento los ojos.- Lo se.. Ella.. Creo que ella me ve como un polluelo...- rio un poco pero abrió los ojos cuando hablo por ella misma, se sintió culpable, sin embargo, no estaba en sus planes.- lo... Lamento, no quería preocuparlas. Ni a ti Jirou.

la chica asintió y dejo los algodones y trapos sucios a un lado.-T-Tengo que cocer.-Le dijo mientras tomaba una aguja y la metía en un bol que despredía humo, estaba hirviendo. Con unas pequeñas pinzas tomó la aguja, metió un hilo dorado y luego penetro la piel del moreno una y otra vez, había colocado algo para que sanará más deprisa pero no por ello dejaba de ser doloroso. Alessia estaba concentrada, fruncía el ceño ligeramente pue sno quería lastimarlo.-L-Lo siento...-Dijo apretando, terminando de cocer y mirandolo adolorida por el dolor que él también sufría.-E-Estaras bi-bien... l-lo prometo.

Frank Asintió y la observo alejarse. Suspiro y cerro un momento los ojos mientras ella hacía lo suyo. Que encuentro tan divertido. <<¿Ella querría verme aun sabiendo lo que he hecho?>> Se cuestiono de repente hasta que regreso. Se temió lo peor. ¿Qué haría si ella se alejara de él cuando se enterara de todo? Negó, nada iba a pasar, ella no iba a saberlo de todos modos, no iba a permitir que esa linda hadita se arruinara por su culpa. La sintió cerca y supo que era el momento.

-¡Arhg!- se quejo y continuo haciendolo mientras ella cocía sus heridas. Realmente dolía e intentaba no ser tan escandaloso pero no podía. Estaba adolorido y hasta ese momento se hizo consciente de esas heridas tan profundas. Rió un poco y gimió de dolor.- Al menos... no hay un abala en... ahg... mi cuerpo.- Rió de nuevo, un mal chiste pero no sabía que decirle. Cuando ella termino la miro y busco su mano.- Lo estoy Ale... estas... conmigo.

La pelinegra negó.-No juegues... c-con esas cosas-Le dijo por lo de la bala, ella sabía más que nadie que era horrible, en su cuerpo habían experimentado muchas cosas, cosas que no esperaba que hicieran, pero no era momento de recordarlo, prefería centrarse en Frank. Ella asintió a lo que decía y luego, lo abrazó. La chica necesitaba sentirlo, no quería perderlo.-N-No quiero que te lastimen... F-Frank...-Hipó un poco.-e-eres importante para mi...

Respondió al abrazó cuando ella le abrazó. Cerro un poco los ojos y la abrazó con más fuerza o al menos con la que le quedaba después de todo el esfuerzo que había hecho.- Lo siento....-Dijo mientras le acariciaba un poco su bonito cabello. Ella olía muy bien. Le gustaba, le hacía sentir tranquilo...Cuando hipo se preocupo e intento buscar sus ojos.- Alessia...-La llamo y cuando se encontraron en miradas le acarició una mejilla. Le sonrió.- También para mi lo eres Ale. Lamento preocuparte, me sorprendieron con la guardia baja, no volverá a pasar... te lo juro. Ahora, ya no tienes porque preocuparte. Mejorare gracias a ti...

Asintió aun con sus mejillas atrapadas en las manos de él.-Lo prometes... ¿Verdad? -Dijo.-q-que siempre me... me dirás cuando necesites a-ayuda, ¿verdad? -Se separó solo un momento para observar al chico.-Iré a p-preparar algo ¿t-tienes hambre? -Alargó al mano al perrito y le acarició la cabeza.-¿Ustedes tienen hambre? .-Preguntó, pues prepararía para todos, les haría una rica sopa y croquetas y mais para los animales.-Tu de-descansa-La chica se levantó y caminó hacia la cocina, debía darse prisa.

-Te lo prometo...-Dijo quedándose recostado. Necesitaba reposar y que mejor lugar que cerca de ella, podrían conversar, aunque quería dormir, se sentía bastante cansado.- Yo si tengo mucha hambre...- Dijo y la vio partir junto con Kojirou. Jirou se había quedado con él para cuidarlo.

-Ven... no me aras daño, anda.- Invito a su can quien se acerco y apenas apoyo su cabeza sobre una de sus manos y Frank lo acaricio.- ¿Qué alegría verdad? Por fin estamos con ella de nuevo...

Puso agua a hervir, saco vegetales, los pico y los desinfecto, sazonó para despues, con total delicadeza, vaciarlos al agua.

-espero que le guste amiguita.- le dijo a la pajarita.- quiero que se recupere pronto.- sus dedos acariciaro el filo de la olla con agua.- secocina a fuego lento. -bajo la flama para acercarse a Frank de nuevo.- el efecto de la medicina...- susurró. -hara efecto pronto.

Frank acariciaba a el can que ya tenía su cabeza sobre su abdomen. Reía un poco porque ya había intentado acostarse sobre él pero no lo dejo, dolería bastante. Reía por los intentos fallidos de Jirou.

En la cocina, la golondrina miraba atenta a la chica, manteniéndose en su hombro. Canto en respuesta a la chica, estaba agradecida por que ayudaba a su querido Frank.

Mientras esperaban Frank ya intentaba apartar al can que le lamia una y otra vez el rostro.

-Basta, oye...- reía hasta que escucho el susurro de Ale. Ambos la miraron. Parpadeo un par de veces.- Ya no duele.- dijo dándose cuenta que no se había quejado en todo ese rato que jugo con Jirou

Sonrió al escucharlo, que ya no le doliera era una ventaja y la hacia muy feliz.!-enserio? Me da gusto escuchar eso! -acaricio la cabeza de Frank, acomodando su cabello con suavidad.- si necesitas algo.. tienes que decirme-la voz de Alesia era calida, tierna.- vez Jirou.. tu amo estará bien en p-poco tiempo-aseguro, pasando.sus dedos por sobre la cabeza del animal

-Al menos el dolor no es como antes...-Si. Suponía que podía levantarse pero no lo hizo. Se quedo recostado, mirándola ¿Qué podía decirle? No sabía, ya habían pasado muchos días, no había hecho mucho, sólo entrenar y pensar mucho en ella... beber bastante... demasiado y preocupar a sus únicos amigos o al menos sus verdaderos amigos y familia.

Jirou ladro moviendo la cola. Si, su amo estaba mejor. Kojirou se había quedado en la cocina.

-Hoy por poco perdemos el juego. Logramos pasar a las finales o mejor dicho Playoff.