Belia y Constantine

Empezó a jadear, estaba sensible y muy estimulada, sentía sus dedos grandes y moverlo a su ritmo la ponía más deseosa de él. ¿Era normal? Era un cazador cursi al que había conocido cuando... ¿cuando lo había conocido? ah si, estaba teniendo sexo con una succubo.. que tiempos, seguramente a él no le gustaba recordar eso, ¿oh si? se había dado cuenta que Constantin era celoso, perfecto, le gustaba qeu fuera así.

Y no le dio más de lo que le había dado en ese momento. Comenzó a mover los dedos a su gusto. Sobre su clítoris, sobre todo su sexo, sus labios eran separados, apretados, su dedo torturaba su sensibilidad y disfrutaba sus jadeos, si, era delicioso.

-Constantin~ ah~.. ahh...-Suspiraba, sintiendo su intromisión, su dureza, moviendose en circulos aplastando su erección, tenía tantas ganas de sentir lo duro y ardiente que estaba dentro de ella, quería que le hiciera el amor con cursis besos y mimos, que le recordara lo sexy y hermosa que era ella.Adoraba sentirse una reina.-Así...-Sonrió ahogando un jadeo, levantandose ligeramente y tomando su falo para subirse sobre él y empezar a penetrarse ella sola, de espaldas a él.

Y justo cuando ella le sujeto el falo y comenzaba a penetrarla le detuvo con suavidad aunque no por eso se lo prohibió.-Con... con cuidado, cariño.- Dijo mimoso, besandole los hombros, dejando que sus manos le acariciaran más y más.

Mordió sus labios y empezó a bajar lentamente, disfrutando de las sesaciones, apretandolo, estaba estrecha y delicada por el embarazos pero se sentía tan bien, lo sentía grande, expandiendo su interior.-Ahnn~ C-Cazador.. .ahh~!-Se dejo caer sosteniendose de ambos lados de la bañera, empezando a subir un poco y volver a bajar, si, así... era tan rico, se estaba perdiendo de nuevo, botaba, sus senos pesados y llenos de leche botaban con suavidad, eran grandes y cansaban pero en ese momento se sentían muy bien.

-Belia.- Gruño excitado. Ella lo apretaba, era increible. Esa bruja siempre, siempre lograba volverlo loco, como fuera, en el momento que ella lo deseara. La sujeto con cierta firmeza para cuidarla porque no quería lastimarla y quería disfrutar mucho más.- Joder.....- Dijo jadeante mientras que con unas de sus manos tocaba sus pechos para darle más placer y por supuesto, recibirlos.

Ella jadeó y gimió e hizo otros ruiditos eroticos con su boca cuando Constantin tomó sus senos entre sus manos.-No te detengas Cons...-Pidió mientras seguía subiendo y bajando, era delicioso sentirlo dentro, la llenaba y la calmaba, esas ansias locas por tener sexo, se sentía demasiado sensible y adolorida y él mimaba su cuerpo con tanto empeño que ella se podría correr en cualquier momento. Cualquiera.-Oh~-Apretó sus dientes, lanzó su espalda hacia atrás, levantó ligeramente las caderas y ¡bam! se corrió, sintiendo como temblaba por dentro y como lo apretaba también.

Las contracciones de la hermosa albina lo hicieron caer en un éxtasis intenso. Lo hicieron correrse mientras la apretaba contra él, sujetando con cierta fuerza sus enormes y delicados pechos. Gruño y pego su frente a su bonita espalda mientras se estremecía.

Belia apretó los dientes, jadeando, con las contracciones sorprendiendola, había liberador, muy sexy y le había relajado todo el cuerpo.-...-Cielos, estaba agotada. Frunció su ceño, no le gustaba sentirse tan agotada pero su pequeña Violette creía y a más de 6 meses -casi 7- de embarazo, sabia que debía ser cuidadosa. Por lo menos los mareos ya se habían terminado.

Constantine abrazo a Belia mientras continuaba con aquellas intensas contracciones. Era delicioso sentir como ella apretaba, como le hacia estremecer aún más. Y escucharla gemir, gritar y disfrutar de lo que ambos realizaban era la gloria.- Belia...- Susurro y sonrío mientras deslizaba sus manos hasta la hermosa barriga de su mujer. Su pequeña Violette... Tres meses ¡sólo tres meses!- Te amo.... Las amo...- y le beso el hombro, porque haría hasta lo imposible por mantenerlas a ambas a su lado.

Belia respiraba regulandose, calmandose. Sonrió.-Lo sabemos.-Le dijo mientras le tomaba el rostro y ella se giraba un poco.-Y nos encanta cazador.-Le sonrió y luego le beso, un beso lento y a la vez atrevido, con mucha calma, con un amor que a ella le costaba confesar.-Se siente tan bien.-Dijo sin alejar sus manos, le gustaba que la tocara de esa manera.

Respondió a los labios de su mujer con la misma suavidad y pasión, porque también gozaba todo eso, todo de ella. Jadeo sobre su boca y corto el beso para darle más y más mimos, pues aun estaban en la bañera, siendo uno, no quería salir de ahí... pero tenía que cuidarla bien... podría lastimarla y era lo que menos deseaba.- ¿Cómo te sientes?...-Sonrió.- Lo se amor, se siente maravilloso pero creo que ya es hora de regresar a la cama. Tienes que descansar. Tenemos que descansar.

Frunció su ceño, ¿quien era él para darle ordenes?-No estoy agotada-Mintió con una credibilidad impresionante, Belia era así, obstinada y terca...-Si estas tan agotado, cazador, puedes ir tu a dormir.-Belia acarició su vientre y cerró los ojos un instante, su bebé crecía y crecía y ella no aguantaba las ganas de tenerla entre sus brazos.

-...-Bufó una risa y entonces con suaves movimientos salió de ella pero no pro eso la soltó. La cargo, caminaba con cuidado para no resbalar, no le iba hacer ningún daño.- Dije que iríamos a descansar, cariño.- Le dijo mimoso y le dio un besito pues antes de llegar a la cama, quería limpiar y secar su cuerpo y el de ella.

Desvió la mirada para que no le diera el besito.-cretino-Susurró volviendo a su mirada fria o por lo menos intentando hacerla.-Disfruta todo lo que puedas cazador.-Le dijo tomándolo del mentón.-El juego no durará mucho para ti.-Sonrió de lado porque era cierto, tan solo tuviera a Violette, volvería a ser la misma.

arqueó una ceja cuando ella le dijo aquella ¿Amenaza? Sonrió y negó con la cabeza mientras que, después de secar sus cuerpos, la llevaba a la cama.- No me importa como seas Belia. Te ame como era antes de embarazarte, te amo como eres ahora y seguiré amándote por el resto de mi vida.- Simple y directo, como un anticuado y cursi cazador lo diría.

Sus mejillas se sonrojaron y desvió lamirada, sus orbes violetas se fijaron en un punto cualquiera. Constantine le hacia perderse, le hacia sentir una mujer completa, no como Van, Van quien solo la había utilizado, el unico ser que había creido amar. Negó por dentro. Agradecía mucho el hecho de que ese hijo de puta la engañara, ahora estaba con Constantin, joder, con un cazador demoniaco cursi, correcto, respetuoso, caliente y viril.-Acércate...-Le dijo y luego tomó su mentón.- Jamás voy a dejarte libre, Moncrieft.-Sus ojos se prendieron en él.-Todo tu... todo, me perteneces.-Susurró y luego, lo besó.

Obedeció las órdenes de su bruja. Era tan guapa, tan tierna y encantadora cuando se sonrojaba, cuando dejaba ver que sus palabras la cautivaban y llenaban de emoción sus preciosos ojos. Con una de sus manos acaricio las mejillas de su amada.- No esta en mis planes abandonarte Belia, ni mucho menos pertenecer a alguien más.- Le respondió, porque para él no había ni existiría nadie más que no fuera su preciosa y encantadora Belia.

Continuó con ese beso hasta que se cansó, sus ojos estaban iluminados con algo más que el deseo, aunque no lo admitirá abiertamente y espontaneamente. Él ya sabía que ello lo amaba, pero le costaba volver a repetirlo.-Vas a entrar a la cama conmigo-No era una pregunta, era más bien una orden, algo que él haría siempre. Suspiró, cada día era más dificil dormir, le costaba mientras su vientre fuera abultado, había pocas posiciones, de lado, boca arriba...

-Por supuesto que lo aré, Cariño- le respondió, aceitando la orden que le daba, dejándose ver como un humilde hombre al servicio de esa mujer, su mujer. Sabia que no tenía mucha opciones de una cómoda posición pero el lo haría todo para que estuviera cómoda, llego hasta la cama. Le gustaba la idea de dormir desnudos,.

Su cabello estaba solo un poco humedo pero nada que no se pudiera arreglar.-Violette se ha quedado dormida.-Dijo cerrando sus ojos y aun acostada, abrazando su vientre. Sonrió con los ojos cerrados, esa sonrisa materna y llena de esperanza.-Quiero alejarme de todo esto.-Le dijo mirando el techo de nuevo.-De la magia negra mientras cuidamos de ella...-susurró.-solo quiero ser su madre.

Constantine entonces se pego a ella, por su espalda, abrazándola, acariciando su barriga, mimando a su preciosa mujer. Quería hacerla sentir tranquila, quería que en verdad se relajara. Escucho sus palabras y beso su coronilla. Constantine por mucho que lo deseara no podía, porque iban a buscarle... Sabia que Pedro no tardaría en encontrarlo.- yo me encargaré de protegerlas Belia. No dejare que las encuentren, no dejare que utilices tu magia... O eso espero, amor...- y cerro sus ojos acariciando aun la barriga de su amada. Quería darle la paz que deseaba, a ella y a su hija.

Belia sonrió y negó.-Es el único inconveniente de tener tantos enemigos.-Susurró.-Violette no debe sufrir por ello.-Colocó sus manos sobre las de él y continuó acariciando su vientre.-Ella no tiene la culpa...

-pero tenemos la ventaja de tener muchos aliados también.- respondió mientras las manos de su mujer también estaban sobre las de él, mimando a su pequeña.- Ella vivirá feliz Belia, junto a nosotros, su familia y estará muy segura... Mucho.- le susurro y le beso de nuevo. Si, no importaba que, él lo haría todo por ellas dos y sabia que Belia tambien por él y su hija.

Asintió y cerró sus ojos.-Voy a confiar en ti Constantin, siempre... siempre voy a confiar en ti así que nunca me abandones. Si tu lo haces... ni siquiera mi odio me va a ayudar a sobrevivir.-Le contestó aclarando una cosa, si él la traicionaba, ella moriría. Así de siemple, hasta ese punto Constantin la tenía, ella era de él, aunque pareciera que era ella quien lo tenía en su palma, en realidad era él, quien la había cazado.